Capítulo 9
- ¿Qué has hecho?
Jade se giró hacia Emma con el ceño fruncido.
- ¿De qué hablas?
- Corbyn - respondió obvia en un susurro - No te ha dejado de mirar durante toda la clase.
La chica movió su cabeza disimuladamente hacia Corbyn, y sí, el rubio la estaba mirando.
Cuando atrapó su mirada él la sonrió y ella le devolvió la sonrisa.
- Oh dios. - exclamó Emma - ¿Ya te ha besado?
- No. - volvió a sus apuntes - Pero hemos hecho otras cosas.
Emma puso cara de asco.
- Vale Jade, no me cuentes más.
La susodicha rió rodando los ojos y asintió levemente.
—¿Qué hay con Jonah?
Emma se puso colorada de inmediato y se aclaró la garganta haciendo trazos sin sentido en su cuaderno.
—Va bien —dijo solamente.
—Uyyy, eres un tomate, ¿Qué pasó? Quiero detalles.
Jade apoyó su cara en sus manos y alzó las cejas repetidamente para que su amiga comenzara a hablar.
—Bueno, vale —suspiró dejando el lápiz de lado—. Después de que el partido acabara nos quedamos en la cancha hablando y... Puede que me haya besado.
La morena ahogó un grito aplaudiendo y Emma se tapó el rostro avergonzada.
Corbyn observaba la escena a lo lejos con diversión.
—¿Qué pasó después?
—Nos besamos más y más y...
—¿Lo hicisteis en la cancha?
—¿Qué? ¡No! —exclamó Emma horrorizada y suspiró—. Me invitó a una fiesta en un club, este sábado.
—Aww. Que lindo. Ya les veo con tres hijos.
Emma rió ante las estupideces de su amiga y la clase prosiguió normalmente.
(...)
Jade guardaba sus libros en la taquilla cuando un grupo de chicas se le acercaron.
Ella las miró con las cejas alzadas y esperó a que hablaran.
- Te hemos visto con Corbyn estos últimos días. - comenzó la chica que estaba más delante - ¿Quién te crees para estar con él?
- Una persona que tiene amigos. - dijo Jade obvia.
- Pero tú no eres de esas. - dijo otra - Siempre que te vemos con un chico acabas teniendo sexo con él o besándole.
Jade rió rodando los ojos y se cruzó de brazos.
Ellos son los que me besan a mí, cariño — pensó pero se mantuvo callada.
- Bueno, ¿Y a vosotras que más os da? - cuestionó con las cejas alzadas - ¿Vuestra vida es tan aburrida que tenéis que indagar en la mía?
La líder del grupo rodó los ojos.
- No es eso, perra. La cosa es que Corbyn está loco por mí y tú le estás distrayendo.
Caroline Alvares. Número 5 en la lista de Corbyn.
El chico solo aceptó su desesperado beso por el reto y ya se creía que ellos dos se iban a casar.
Ingenua y tonta.
Jade volvió a reír.
- ¿Y quién te ha dicho que él esté loco por tí?
- No hace falta que alguien me lo diga para saberlo. - contestó enfadada - Además... Nos besamos.
- Y con lengua. - respaldó una de sus amigas.
La morena sonrió cínicamente.
- Oh sí. Corbyn hace cosas extraordinarias con la lengua. - el grupo de chicas se quedó de piedra.
El autoestima de todas bajó 5 barras con aquel comentario, y Jade lo sabía de sobra.
- Estás mintiendo. - dijo otra chica.
- Pensar lo que queráis.- cerró el casillero y las rodeó para irse, pero se giró hacia ellas de nuevo - Si queréis, la próxima vez os mando un vídeo.
Se fue riendo de allí y con un buen sabor en la boca. Esas chicas eran demasiado estúpidas.
(…)
—Eso es todo por hoy —la chica cerró el libro con fuerza—. Espero que apruebes el examen o te patearé el trasero.
Corbyn sonrió mordiendo uno de sus bolígrafos distraídamente mientras observaba a la castaña con intensidad.
—¿Qué pasa? —preguntó ella—. ¿Quieres que te enseñe algo más?
El rubio rió roncamente y relamió sus labios separándose levemente del bolígrafo.
—No hay una respuesta inocente a esa pregunta, Jadey.
Ella sonrió levantándose de su asiento de una forma seductora para a continuación sentarse en su regazo y acariciar la nuca del chico.
—Bueno, te has portado bastante bien hoy... Puede haber alguna recompensa.
Corbyn se colocó mejor en su silla y la agarró de la cintura con una sonrisa traviesa.
—¿Ah sí? ¿Qué clase de recompensa?
Jade fingió pensar un rato, rió levemente y se quitó su camiseta con sensualidad delante de los ojos de Corbyn.
—Vale, eso me gusta —dijo él sin aliento, no pudiendo quitar los ojos de su sujetador rojo de encaje.
La castaña deslizó sus manos por el pecho de Corbyn hasta llegar al inicio de su camiseta, la cual quitó segundos después.
Se mordió el labio hipnotizada por el blanco abdomen del chico y el rubio se acercó tentativamente a su boca para después atacar con sus labios su cuello.
Luego subió su mano hacia sus senos para comenzar a acariciarlos con las puntas de sus dedos.
Jade dejó caer su cabeza hacia atrás y cerró los ojos extasiada.
Corbyn gimió levemente cuando la morena empezó a moverse sobre él.
Pasados los minutos, los dos se encontraban frente a frente, con la respiración agitada y a pocos instantes de besarse.
Hasta que Jade oyó el llanto de su hermana y giró la cabeza justo para que Corbyn besara su mandíbula en vez de sus labios.
Había perdido una ocasión perfecta para ganar el reto. En cambio a Corbyn agradeció que ella se hubiera girado, sino ahora mismo la estaría besando y habría perdido.
Aunque habría perdido de la mejor forma posible.
- ¿Qué pasa? - preguntó confuso y ella se levantó de su regazo.
- Estoy oyendo a mí hermana llorar. - informó y se puso la camiseta para salir del cuarto con paso rápido.
Corbyn la siguió con la camiseta ya puesta y se quedó en el marco de la puerta de la habitación de Ashley.
La niña lloraba desconsoladamente mientras Jade acariciaba su pelo y la cargaba en brazos.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó la chica con voz dulce.
Ashley sorbió los mocos y limpió sus lágrimas.
- Estaba jugando en la cocina cuando papá entró. Me preguntó que quién era y le dije que era su hija. Se sentó en el suelo conmigo y empezó a preguntarme cosas de mi vida y tal. Yo le contesté con gusto, hasta que me pregunto cuántos años tenía. Le dije que diez y él comenzó a llorar culpándose por no recordar mis primeros años de vida y mi primer día de cole. Le dije que no se preocupara, que yo sí lo recordaba y eso es lo que importa. - miró a su hermana con ojos triste - Me dijo que quizás no me conocía, pero sabía que me quería.
Las dos se abrazaron de nuevo con fuerza y Jade cerró los ojos procurando no llorar.
Corbyn miró la escena con tristeza y decidió actuar.
- Hey. - saludó y las chicas le observaron - ¿Queréis ir a por un helado?
Ashley miró a su hermana como pidiendo permiso y ella asintió.
- ¿Puede ser de brownie? - preguntó al chico con los ojos entrecerrados.
Corbyn sonrió.
- De lo que tú quieras.
Ashley sonrió y bajó del regazo de su hermana para dar la mano a Corbyn y salir corriendo escaleras abajo.
Jade sonrió en un suspiro y después de un rato pensando bajó con ellos.
Quizás Corbyn no solo buscará sexo. Quizás Corbyn en verdad tuviera un gran corazón.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top