Capítulo 10
Jade esperaba al lado de su casillero a que Emma apareciera.
Abrió el casillero para dejar los libros y hacer la espera algo más cómoda.
Y de repente alguien puso un papel enfrente suya.
Lo miró detenidamente antes de mirar al propietario de aquel examen.
Corbyn la miraba sonriente, ella volvió a mirar el papel y cogerlo con sus propias manos.
- ¿Un 9? - cuestionó asombrada.
El rubio asintió emocionado y la abrazó riendo de felicidad.
Jade rió con él.
- Todo gracias a tí. - besó su mejilla y Jade sonrió de lado observando sus hermosos ojos azules.
Por una vez en semanas solo vio en ellos ternura y agradecimiento. Nada de lujuria o picardía. Incluso pudo ver...
No — se dijo —. Es mentira.
Sonrió sin pensarlo y bajó la mirada.
- ¿Te vienes esta tarde a mi casa? - preguntó él mordiendo su mejilla por dentro - Podemos ver una película.
- Claro. - cerró el casillero - No tengo nada mejor que hacer.
Los dos sonrieron y se fueron juntos a su siguiente clase, olvidando que Jade iba a ir con Emma.
Miley y Ryan observaron como los novatos se iban juntos a unos diez metros de distancia.
- Les he visto todo el mes muy juntos. - comentó Ryan - Pero no han comentado nada de algún beso. ¿Y si lo están ocultando?
- Eso no importa. - dijo Miley y se giró completamente hacia el chico - Si no lo cuentan los dos se irán del instituto.
- Es verdad. - aceptó el chico en un suspiro - Pero es aburrido esperar.
Miley rodó los ojos.
- Tienes razón. - sonrió con malicia - Podemos hacer que alguno de los dos caiga y después hacer que el otro se vaya con otra cosa...
- ¿De qué hablas?
- Ya lo verás. - sonrió - Lo pondremos en marcha si en el tercer trimestre ninguno de los dos ha caído.
Ryan asintió y los dos se fueron.
(…)
Jade corría por la casa de Corbyn riendo mientras él rubio la seguía de igual manera.
Sus padres no estaban, otra vez, por lo que podían hacer el ruido que quisieran.
Llegó al final de la sala y no encontró salida. Corbyn la tenía atrapada.
- Ja. - rió él burlándose - Ya no tienes escapatoria.
Jade le miró mal con una sonrisa.
- Retíralo. - pidió el rubio dando cada vez más pasos hacia ella.
- Nunca. - rió ella.
- Dilo o te haré cosquillas. - levantó una ceja y alzó su mano como aviso.
- No lo haré. - dijo ella firme - Harry Potter es mejor que Star Wars.
- No lo has dicho. - exclamó él tocándose el pecho dramáticamente - Tú lo pediste.
Comenzó a hacerle cosquillas sin parar mientras ella se retorcía de la risa.
- Para. - pidió Jade aún riendo.
Corbyn siguió algo más antes de parar y cargarla en su hombro para subir a su habitación.
Eso había pasado tantas veces que la morena solo se puso cómoda para disfrutar mejor el viaje.
La dejó en la puerta del cuarto y él mismo se tiró en la cama después de coger el mando de la televisión.
Señaló un sitio a su lado y Jade se tumbó donde él dijo.
Pusieron una película cualquiera y se abrazaron con fuerza mientras la veían.
- ¿Tienes miedo a algo? - preguntó de pronto Jade.
- Las arañas. - confesó él con una mueca.
- No decía eso. - rió - Me refería algún miedo más personal, de la vida. ¿Sabes?
—Entiendo —cambió de posición para mirarla de frente y se pasó mirando el techo un largo rato, pensado—.Tengo miedo a ser un fracaso —dijo en un suspiro—.A que me expulsen de nuevo y que ya no pueda volver al instituto. A no llegar a nada en la vida.
Jade asintió comprendiendo.
- Yo tengo miedo a que mi padre muera. - dijo y suspiró mirando solo a la cama - Antes de que enfermara, éramos muy unidos y ahora solo me ve como una extraña. Aunque algunas veces pienso que sí él muere, ya todo acabaría y mi madre podría volver a aparecer en casa. Pero es mi padre y... No puedo pensar en eso.
Corbyn besó su cabeza y la acercó más a su pecho.
- Tengo... Tengo que confesarte algo. - dijo el chico y se incorporó en la cama.
¿Debería decírselo? ¿Debería confesarle todo lo del reto?
Es lo que necesitaba hacer. Sentía que debí hacerlo. Comenzaba a sentir cosas por ella y no era solo por el reto. Sentía que la estaba engañando al no decirle la verdad.
Quería empezar algo serio con ella y si no le decía la verdad eso acabaría mal.
Sacó de su cajón la lista y se lo entregó preparado para cualquier reacción.
La chica abrió la boca sorprendida y miró a Corbyn de una forma que el rubio no pudo descifrar.
Después ella sacó su móvil y le mostró su lista digital.
- Nos han tendido una trampa. - dijeron los dos a la vez.
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