Capítulo 3
Jade terminó de ponerse el chándal para educación física y ató su cabello en una coleta.
Odiaba hacer educación física a primera hora. No solo porque era viernes y ya estaba cansada, sino porque en aquella clase no le tocaba con Emma.
La gente era agradable con ella, pero solo se acercaban por conveniencia.
El profesor hizo pitar su silbato y todo el grupo se acercó a él.
La chica pudo visualizar a Corbyn mirándola sonriente y ella le sonrió de vuelta.
- Hoy haremos ejercicios en pareja, así que elijan a una persona con la que tengan confianza.
Todo el mundo comenzó a agruparse en parejas, mientras que algunas personas intentaban convencer a Jade para que estuviera con ellos.
- Emm... - murmuró agobiada por el gran grupo que la rodeaba pidiendo ser su pareja en el ejercicio.
Intentaba escapar de la gente entre algunos espacios libres que le dieron directamente a Corbyn.
- ¿Te pones conmigo? - preguntó él con una gran sonrisa.
Ella asintió suplicante. Corbyn agarró su mano y la apartó de los demás para que dejaran de molestarla.
- Bien. - los dos chicos se giraron hacia el profesor - Primero colocaros uno detrás del otro a una distancia de un metro, luego la persona que esté delante de su compañero se dejará caer y debe confiar en que él le vaya a recoger.
- ¿Confías en mí? - preguntó el rubio en un tono dramático.
Ella soltó una risita y pensó su respuesta por segundos.
- Supongo que sí. - suspiró.
- Eso me vale. - rió él y estiró los brazos para atraparla - No te dejaré caer.
Jade se dió la vuelta, cerró los ojos y se dejó caer asustada. Enseguida los brazos de Corbyn la atraparon y ella abrió los ojos.
El chico estaba muy cerca de ella, con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro y observando sus ojos fijamente.
- Te dije que no te dejaría caer. - comentó en un susurro sin apartarse.
- ¡Siguiente!
Los dos se separaron por el grito del profesor y cambiaron de posiciones.
- Espero que me agarres. - exigió el chico divertido y ella rió.
- No te preocupes. - rodó los ojos Jade.
Corbyn se dejó caer y la morena le agarró con algo de dificultad, ya que él era algo más pesado.
- Pesas mucho. - se quejó ella exigiendo que el rubio se levantara.
- Me ofendes. - comentó él incorporándose.
- En el siguiente ejercicio, deberéis correr con vuestro compañero en la espalda hasta la pared, después cambiar de posición y correr de vuelta a la línea central. - explicó el profesor y siguió anotando en su libreta aburrido.
- Te toca a tí primero. - señaló Corbyn con las cejas alzadas.
Jade rodó los ojos pero se giró para qué él subiera.
Corbyn se subió en su espalda con cuidado y la chica pudo notar todo. Todo.
El silbato sonó y Jade corrió hacia la pared lo mejor que pudo.
Cuando llegó, Corbyn se bajó con rapidez y ella se subió a su espalda.
El rubio corrió casi sin esfuerzo a la línea central y llegaron los primeros.
Gritaron de alegría y se abrazaron con fuerza.
- Ganan Clifford y Besson. - anunció el profesor y sus compañeros soltaron bufidos de resignación.
- El ejercicio final es escalar la pared. - informó el profesor - Mientras uno sube, el otro debe agarrar la cuerda para que su compañero no caiga.
- Subes tú. - decidió el rubio de la nada.
- Tú solo quieres ver mi culo. - le acusó ella poniendo sus brazos en forma de jarra.
- No seas mentirosa. - desmintió él con una sonrisa burlona - Lo digo porque yo puedo contigo si caes, en cambio, tú no. Lo de ver tu hermoso trasero es solo un plus.
- ¡Preparaos!
La morena no pudo mandar a la mierda a Corbyn por el grito del profesor.
El levantó las cejas divertido y le guiñó un ojo mientras ella se colocaba el arnés de seguridad.
En el gimnasio había una pequeña zona con rocas por las cuales se podían escalar.
- ¿Preparados? - todos los escaladores asintieron colocando su mano en la primera piedra - ¡Ahora!
Los participantes comenzaron a escalar la pared con rapidez, bajo la atenta mirada de sus compañeros, los cuales les observaban desde abajo.
Corbyn no podría tener mejores vistas y quería alardear delante de todos.
- ¡Precioso trasero, Jade! - gritó divertido.
La chica se sonrojó, pero siguió escalando. Los demás chicos de la clase y algunas chicas rieron.
- Besson y Clifford, descalificados. - gritó el profesor quitándoles de la lista de puntos enseguida.
- ¿Qué? - exclamaron los dos a la vez.
- Lo que oyes. - le dijo solo a Corbyn ya que él estaba en el suelo y Jade colgaba de la cuerda agarrada a las rocas - En mi clase no se permiten comentarios obscenos.
La chica bajó de la pared con facilidad y encaró a Corbyn frente a frente.
- Esto es tu culpa. - señaló su pecho enfadada - Si no hubieras dicho esa estupidez, seguramente hubiéramos ganado.
Corbyn rodó los ojos y la acercó a él con una sonrisa triunfante, dando la espalda a toda la clase.
- Puede, pero no me arrepiento. - confirmó bajando sus manos al trasero de Jade - Es verdad lo que dije.
- Estate quieto Besson. - avisó la chica con las cejas alzadas - Yo también se jugar a este juego, y los dos sabemos quién va a ganar.
- ¿Yo? - preguntó el rubio con una risita.
- No. - negó ella sonriente - Yo.
Metió su mano en el pantalón de Corbyn y apretó su miembro con fuerza.
El chico jadeó y la soltó de inmediato.
- Te lo dije Corbyn. - sonrió inocente - Yo ganaré la guerra.
El timbre sonó y ella se fue de allí contoneándose como una pura diva.
La cosa había empezado, y al ritmo que iban, nunca podrían terminarlo.
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