❷⓿

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Atlantis
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✎ ✏ ✐ Capítulo 20

Jimin no podía creer que alguien hubiera entrado su cuarto sin su conocimiento. Aún cuando estaba atrapado en el más bestial de sus deseos, sus instintos guerreros no disminuían.No era así con _______. Con ella, él se concentraba sólo en amar. Tal cosa nunca había ocurrido antes. Por el momento él luchaba contra un torrente feroz de furia y deseo. Tenía
a _______ donde la había querido y necesitado por tanto tiempo, y ahora debía dejarla. Pero su seguridad estaba antes que su seducción.

Siempre.

Su seguridad estaba antes que su propio placer.Quizá estaba atrapado en una pesadilla, pues era lo peor que le podía pasar.

—Advierte a los demás —le dijo a Broderick con palabras desgarradas de su garganta. —Quiero a todos con la armadura completa y en la arena. Estaré allí en poco tiempo.

—Considéralo hecho —fue la respuesta antes de que su segundo al mando se fuera corriendo.Se pasó una mano por la cara. Dios, sabía que este día podría llegar. ¿Por qué no podría haber sido por la mañana?

—Broderick —llamó, y el guerrero rápidamente regresó—. ¿Se han llevado a las mujeres?

—Están siendo escondidas en este momento.

—Excelente. Vete, entonces. Tienes tus órdenes.

Broderick salió rápidamente de la habitación una segunda vez, sus
apresuradas pisadas haciendo eco de las paredes.
—Lo siento, luna —dijo Jimin, mirando hacia abajo a _______. El color
encendió sus mejillas, su pelo extendido sobre la cama como cintas de seda blanca. Sus pechos, cubiertos por las sabanas violeta, estaban delineados, sus pezones perlados—Debo irme.

Ella no respondió.
Él no supo qué más decir. Retirarse de la cama, de su abrazo, fue la cosa
más difícil que alguna vez había hecho. Deseó que hubiera tiempo, al menos, para saciar su deseo y darle a uno de ellos alivio.Mientras se vestía apresuradamente, metiéndose en sus pantalones y recuperando su armadura del pecho –todavía manchada de sangre por la práctica de hoy– comprendió que no estaba todavía a pleno rendimiento. Su control no era tan fuerte, sus extremidades no tan estables. No podía evitar eso ahora. Amarró sus botas.

—¿Vas a la guerra? —Finalmente su mujer habló, pero la voz no dio indicio de sus emociones. Era tan vacía y fría como si él nunca la hubiera acariciado. Nunca hubiera movido sus dedos dentro de ella.Eso lo enojo tanto como la interrupción de Broderick.

—Si eso es lo que se requiere para mantener este palacio, entonces sí, iré a la guerra.

—Pero... estas herido.

—Sí.

—No deberías estar peleando. Empeorarás tus heridas.

Se mantuvo de espaldas a ella mientras recogía su casco y su escudo. La Skull descansaba adentro.
—No comiences a dudar de mí otra vez, Luna. Soy bien capaz de proteger y defender.

—¿Por qué sólo no le devuelves a los dragones su palacio?

Él no haría a su ejército convertirse en vagabundos otra vez, sin un hogar real, sin refugio auténtico.
—Es mío ahora, y conservo lo que es mío. Siempre —le pronunció las palabras como una advertencia a ella. Era suya ahora, y él nunca la dejaría ir—Vístete.

Ella recorrió con la mirada la sabana que abrazaba, sus pantalones abiertos. Jadeó como si sólo entonces se diera cuenta que no estaba cubierta completamente. Con movimientos rígidos, cogió la camisa negra del suelo y la pasó por su cabeza. Jimin lamentó la pérdida de su semi desnudez. Tendió su mano libre y le indicó que se le uniera.

Sorprendentemente ella hizo eso sin protestar, ajustándose el cinturón en su lugar mientras caminaba. Sin embargo, ______ no tomó la mano que se le ofrecía.
—¿A dónde me llevas? —preguntó. Una profunda preocupación nadaba en las piscinas oscuras de sus ojos. ¿Por él?, se preguntó esperanzadamente. Dudaba que fuera por sí misma.

—Te quiero a salvo, lo que quiere decir que voy a ponerte con las otras
mujeres.

—¿Dónde?—insistió—. ¿La habitación en la que estábamos más temprano hoy?

—No. Te lo mostraré—Él sabía que se plantaría si le dijera donde sería colocada. Si simplemente la llevaba allí, caminando voluntariamente, les
ahorrarían a ambos tiempo y esfuerzo. La urgencia lo golpeó. Debía llevar a ______ a la seguridad. Él agarró su mano y tiró de ella a través de tres vestíbulos separados.Varios de sus hombres se apresuraban detrás de él, asintiendo con la cabeza en aceptación mientras se dirigían hacia la arena. Ese no era su destino.

Mientras él seguía adelante, el aire se volvió frío, espeso con humedad. La niebla formaba espirales hacia el techo.
—¿Estás llevándome al portal? —______ le dio una palmada en el
hombro—Pensé que dijiste que me ahogaría si regresara a través de el.

—No lo hago, no te enviaré jamás al portal. Por ninguna razón. —Las
paredes de la caverna llegaron a la vista. Rocosas. Dentadas. Murales sensuales pintados en todas partes. Él bordeó el portal remolinante, cuidadoso de no tocar el líquido moteado que le separaba a él y _____ del mar.

—No entiendo —dijo _____.

El sonido de voces femeninas llenó sus oídos. Ramas y huesos –dejados cuando los dragones poseyeron el palacio y mataron a cada humano que incursionaba en la Atlántida– crujían debajo de sus botas. Más de una vez Jimin se había preguntado por qué lo Atlantes no podían sobrevivir en la superficie pero los humanos podrían llegar e irse como quisieran. Una vez los ejércitos habían pasado por ahí y los dragones los habían matado sin piedad,por lo que esa caverna era un lugar de muerte y destrucción. Sin embargo Jimin pensaba que estaba mejor en sus manos. Los inocentes no merecían morir.

¿Qué hubiera pasado si ______ hubiese venido antes de su llegada? Habría sido asesinada.

—¿Esos son huesos? —______ cubrió su boca con una mano temblorosa—No los noté antes.

Él explicó acerca de los dragones, sobre el portal.
—Los seres humanos han tratado de destruir a las criaturas de la Atlántida
en un intento de robar sus riquezas. Los dragones hicieron lo que pensaron correcto para proteger a los Atlantes.

Jimin descendió un tramo de escalera, este escondido en la hendidura estrecha entre dos rocas grandes redondas manchadas de sangre. El portal era exactamente por lo qué los dragones querían el control de este palacio otra vez. Lucharían a muerte para tenerlo. Darius, Rey de los Dragones, era Guardián, un asesino de intrusos.

—Nunca me dijiste el lugar más erótico en el cuerpo de una mujer —
______ dijo. El miedo cubrió su voz, como si estuviera desesperada pensando cualquier cosa excepto en guerra y muerte.

—Ni lo haré —él contestó. El misterio ocuparía su mente, manteniéndola
distraída—No hasta que te tenga en la cama otra vez.

—Tonto.

—Bella.

Una pausa. Una brusca inspiración._______ se afirmó para detenerse abruptamente.
—¿Que es este lugar? —Su voz hizo eco alrededor de ellos.Habían alcanzaron el fondo de las escaleras, entrando en una nueva habitación. Jimin sostuvo su escudo contra la pared y deslizó una mano alrededor de la cintura de ______, urgiéndola a su lado –aunque sólo para impedirle correr cuando ella espiara el calabozo.

—Bienvenida a la mazmorra, Luna.

La cháchara de voces disminuyó al silencio un segundo antes de que arrullos felices brotaran.

—¡Jimin, tú, cosa hermosa! Estoy tan feliz de verte.

—¡Jimin!

—Hola, Jimin.

Resplandecientes barrotes azules llegaron a la vista, barrotes que contenían a todas las demás mujeres.
—Diablos, no —dijo______, y él supo que ella había visto la prisión –una prisión que podría sujetar a un inmortal si era necesario.Ella se sacudió de él, cortando todo contacto.
—No te dejare encerrarme así. ¡No estaré indefensa!

Decidido, él la enfrentó. Ella, también, tenía una expresión de determinación. Sus ojos oscuros emitieron fuego mientras él la recargaba en la pared.
—Haz la prueba e intimídame todo lo que quieras. —Ella cuadró sus hombros y levantó su barbilla, el cuadro de desafío total—. No me quedaré aquí abajo mientras guerreas, allá arriba.

—Éste es el lugar más seguro para ti.

—¿Qué pasará si eres asesinado? ¿Nos quedaremos atrapadas aquí abajo
para siempre?

—Eso no ocurrirá —insistió él.

—¿Lo puedes garantizar con un cien por ciento de certeza?

—Sí. —Él no permitiría que nada malo ocurriera porque la vida de ______ dependía de él. Eso era un hecho.

Ella cruzó los brazos sobre su pecho.
—¿Cómo puedes garantizar semejante cosa? ¿Eres psíquico?

Sus ojos se crisparon mientras él a sacudidas señalaba el grupo de guerreros parados en frente de los barrotes de la prisión.
—Si cualquier cosa me ocurre, estos hombres te soltarán. ¿Satisfecha?

—No soy un pequeño pastelito que haga cosas estúpidas mientras los
grandes, fuertes hombres guerreros cuidan de mí. Tú no tienes que preocuparte por mí precipitándote a la batalla. Permaneceré en esta habitación, está bien. No tienes que encerrarme.

—Los barrotes no son para ti. Son para los dragones. Si te atrapan, te
quemarán o te raptarán. Quizá ambas cosas. ¿Es ese el destino que deseas para ti misma?

El poco color que su cara tenía se drenó. Él suavizó su tono.
—Intenta calmar a las otras mientras me no estoy. ¿Harás esto por mí?

Ella miró perdidamente hacia sus ojos, y por un breve momento él captó
un vislumbre de puro terror. Por él. Por su seguridad. Pero ella frunció el ceño y asintió con la cabeza.
—Bien. Lo haré. Pero ellas no están molestas —masculló—. Están extrañamente encantadas de verte.

—Lo estamos, Jimin —dijo una morena, dando un paso adelante. Ella
agarró los barrotes. Una túnica amarillo botón de oro envolvía su cuerpo exuberante—. Estamos encantadas de verte.

_______ pellizcó el puente de su nariz.
—Si no regresas, le juro a Dios que te mataré.

Jimin asintió hacia Terran, quien montaba guardia en la celda. Terran extendió su brazo y rozó sus dedos contra los barrotes, haciéndolos nada más que niebla. Jimin no pudo evitarlo. Aplastó los labios de ______ con los suyos, su lengua zambulléndose dentro para una rápida catada, trayendo todo sus deseos más agudos a la superficie. Ella respondió violentamente, brutalmente, tomando todo lo que él podía darle. Mientras la besaba, la metió en la celda. Cuando ella estuvo a salvo adentro, él se apartó de ella y los barrotes se solidificaron delante de su cara.

Sus ojos se encontraron. El silencio flotó entre ellos por un latido. Su mirada se amplió entendiendo, y ella agarró los barrotes. Les dio una buena
sacudida, pero ni siquiera cascabelearon.

—¡Tú, bastardo! Dije que voluntariamente me quedaría aquí. No tenías que engañarme para entrar.

—Lo siento. —odiaba dejarla. Deseaba besarla otra vez. Deseaba demorarse. No podía. Levantó su escudo y caminó a grandes pasos del recinto, sus maldiciones sonando en sus oídos. Se dirigió hacia el comedor. Broderick lo encontró a medio camino.

—Los hombres están listos.
Él empujó a ______ de su mente, determinado a actuar como un guerrero debería. Frío,desapasionado. Letal.

—Excelente. ¿Que tan lejos están los dragones de llegar a nosotros?

—Están todavía en Ciudad Exterior.

—¿Tienen algunos aliados con ellos?

—No. Vienen solos.

—¿Darius los guía?

—Sí.

Jimin asintió. Él y Darius habían peleado una vez antes, y aunque Jimin había herido a la bestia gigantesca, al final había sido un empate, con ningún hombre capaz de conquistar completamente al otro.
—Quiero a nuestros mejores hombres en el parapeto y a un grupo de soldados estratégicamente colocado en el bosque circundante. Quiero que cada maniobra de los dragones sea rastreada. Quiero saber si envían voladores encima del techo.

—¿Y si lo hacen?

—Reducidlos.

Todos los dragones tenían alas que les permitían remontarse a través del aire. Ellos también exhalaban fuego y si no eran detenidos rápidamente, podrían diezmar todo en su camino. La más grande fuerza de los nymphs yacía en su poder para seducir. Aun los hombres no eran inmunes y podían quedar atrapados en su hechizo, esclavos de su voluntad. Más que eso, la pasión de los nymphs se derramaba en cada área de sus vidas. No sólo pasión sexual, sino furia.

Los dragones podrían no caer presas de sus encantos, lo cual quería decir
que tendrían que confiar en su ingenio, su habilidad con la espada y su furia potente. Al menos el palacio, que había sido hecho por dragones, era resistente al fuego.

—¿Quieres las trampas colocadas? —preguntó Broderick. Consideró la idea.

—No. Deja que los dragones nos alcancen sin incidentes. Tendrán menos posibilidad de entrar rápidamente para atacar, y podemos lanzar un ataque sorpresa de nuestra parte en la oscuridad que viene.

Broderick corrió a transmitir todo lo que a él le había sido ordenado.En el comedor, Jimin caminó a grandes pasos hacia la pared de las ventanas y contempló fuera. Las calles vacías lo saludaron. Los ciudadanos que vivían en Ciudad Exterior debían haber espiado a los dragones y huido a casa, habiendo temido por sus vidas.La guerra finalmente había llegado. Jimin giró sobre sus talones y caminó a grandes pasos hacia la arena. Broderick estaba ocupado instruyendo a los hombres. A medida que recibían las órdenes, se apresuraban a obedecer.

—El poder de los dioses vaya contigo —le dijo a esos que lo pasaron.

—Y con vos, mi rey —oyó él pronunciar repetidas veces.

Aquellos sin asignaciones formaron una línea y lo miraron impacientemente. Él paseó adelante de ellos, diciendo:
—Quiero que deis una vuelta por Ciudad Exterior sin que os detecten y permanezcáis detrás de los dragones. Os quiero flanqueados por nymphs a
cada lado.

Asintieron al unísono.
—Cuando recibáis mi señal, acercaos a ellos y dejadlos saber que estáis
allí. Ahora iros.

Las pisadas apresuradas se hicieron eco de que los hombres corrían a obedecer. Jimin se encontró solo. Agarrando la empuñadura de su espada, permaneció allí un momento, sus pensamientos yendo a la deriva
inexorablemente hacia ________. Si no estuviera ella aquí, él más probablemente hubiera conducido una sección de su ejército a las afueras de la ciudad y hubiera atacado a los dragones allí. Así las cosas, quería todas sus fuerzas rodeando el palacio. Al alcance de la mano. Un círculo de protección.Todo lo que él tenía que hacer ahora era esperar la llegada de los dragones. Y matar, por supuesto. Matar a todos y cada uno de sus enemigos.

✎ ✏ ✐ Fin del capítulo

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│ ✐; ¡Hola! ¿Cómo están?
│ ┆ ✐; Sinceramente yo me leí el primer libro de la saga y justo ahora que la pieza de personaje de Darius aparece aquí de nuevo no puedo odiarlo o darle la razón...

¡Ayuda!

Mis bestias favoritas se están enfrentando, es cómo si Hoseok y Yoongi pelearan no puedo apoyar a nadie (。ŏ﹏ŏ)

Pero dejando de lado mi crisis existencial..¿Les gusta?? La historia es atrapante y nos quedan pocos capítulos ( ≧Д≦) pero eso es un tema para más adelante.

Nos vemos en un próximo capítulo.
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Bye~

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