❶❽

╔══════════╗
Atlantis
╚══════════╝

✎ ✏ ✐ Capítulo 18

—Se acabó la espera, _______.

________ saltó sobre sus pies y se alejó de Jimin como si fuera veneno. Él aún estaba sentado en las almohadas, observándola, una sonrisa curvó las comisuras de su boca. Él no quería hablar más de su primera vez, quería darle a ella una primera vez.

Lánguidamente, la mente de ella agregó: Delicioso. Rápido.Rudo. Suave.
¿Pánico? Sí. ¿Anticipación?Absolutamente. El destello en sus ojos… la ronca potencia de su voz.
—Necesito volver a vendarte el brazo. La sangre está, uh, manando de éste.

—Después —dijo, una solicitud embriagadora. Se puso de pie pulgada a pulgada agonizante, desplegando su gran y fuerte cuerpo. Nunca apartó su mirada de ella. Sus pantalones estaban ceñidos a los músculos de sus piernas, pero incluso más ajustados sobre su larga erección.Sus ojos se abrieron de par en par al tiempo que él se acercaba. Ella lo había deseado tantas veces desde que lo había conocido. Ahora, encontrándose con lo inevitable, ella estaba aterrada.

Más de lo usual.

—Quédate dónde estás, bien. Necesito tiempo para pensar en esto.

—Pensar sobre esto no nos ha llevado a ninguna parte. —Caminando hacia adelante, ondeó una mano hacia la pared—. Notarás que he quitado todas las armas.

Su bien abierta mirada escudriñó la habitación. En efecto, todas las armas
habían desaparecido.
— Jimin —dijo alarmadamente.

—Simplemente temes lo que no conoces, _______. Me percaté de eso ahora.

—¡Detente! —Ella cuadró los hombros, rehusándose aún a retirarse de nuevo.

—Eres mi mujer, aunque impartes órdenes y esperas que sean obedecidas. Quizás debería entrenarte y tratarte como a un guerrero, entonces.

Ella forzó una carcajada, pero el sonido estaba completamente carente de humor.
—No soy tu mujer. —Aún—. Y no soy uno de tus guerreros. ¿Qué? ¿Vas a pelear conmigo?

—Oh, no. Voy a darte una orden y tú vas a obedecer. Si fallas en cumplir la orden, te castigaré.

Sus fosas nasales se ampliaron.
—No te atrevas a amenazarme.

—¿Amenazar? No, simplemente prometo. —Sus párpados cayeron a media asta, dándole una tranquila apariencia de necesito-una-cama.

—¿No discutimos esto mismo el primer día? No aceptaré el castigo, y no te obedeceré.

—Sí, lo harás. Y lo disfrutarás, te lo aseguro.

Ella golpeteó con su pie porque sabía, era consciente, que estaba por perder esta batalla. Y una parte de ella estaba contenta.
—Si crees que me sentaré tranquilamente mientras me zurras o algo, estás equivocado.

—Qué pequeña mente sucia que tienes, luna. Quería decir sólo azotarte con mi lengua. Si prefieres que te zurre, lo haré. Sabes cómo me gusta complacerte.

Malvado, hombre malvado. Ella se estremeció.
—¿Es así como castigas a tus guerreros? ¿Lamiéndolos?

—Has visto cómo castigo a mis guerreros. Como me niego a lastimarte, debo tomar consideraciones especiales. —Otro paso. Su estomago se revolvió. Ella quería correr hacia él, tomar lo que le
ofrecía. Verdad. Pero temía demasiado lo que ocurriría después.

¿La abandonaría?

¿Cambiaría sus atenciones a otra?
¿Ansiaría ella más de él? ¿Enamorarse, perderse? ¿Ponerse en ridículo por él? ¿La lastimaría finalmente, como todos los demás en su vida habían hecho?

—Necesito tiempo, Jimin.

Las palabras se mantuvieron entre ellos junto con todo su miedo, todo su deseo. Él hizo una pausa, viéndose torturado. Luego dio un rígido asentimiento. Él no quería hacerlo, lo vio en sus ojos, pero cedió. De nuevo. Ella deseaba que él concediera.

—Si tiempo es lo que deseas, tiempo tendrás. —Con apenas un respiro, él
agregó—: Necesito un baño. Puedes unirte, si lo deseas, u observarme. La elección es tuya.

—Yo… yo no elijo ninguna. —No iba a bañarse con él y no iba a observarlo. Gotitas de agua caerían por su cuello, quizás fueran atrapadas por sus pezones antes de caer sobre los montículos de los músculos de su estomago. Sus manos enjabonadas se deslizarían sobre su fortaleza.—Quiero irme a mi habitación.

—Mirarás o te unirás. Este es un dar y recibir entre nosotros, _______. Te di
tiempo, y ahora debes darme algo a cambio. Elige.

Sus pestañas casi se fusionaban entre sí, dejando sólo una pequeña línea
de visión. Él ocupó cada pulgada de ésta.
—¿Qué ocurrió con eso de darme todo lo que quisiera?

—No sabes lo que quieres. —Él acortó el resto del espació entre ellos, tan cerca que su pecho rozaba el de ella. Detrás de él, dejó un rastro de arena y sangre. Sus heridas se habían abierto. Él no mostraba ni una pizca de dolor, demostrando sólo cuán capaz era realmente. Absolutamente, un guerrero. Su aroma llenó su nariz, sexual y fiereza. El calor emanaba de él, envolviéndola en tórridas espirales, estrujándola tan fuertemente que tenía problemas en inhalar su siguiente aliento. Un torrente de pasión la inundó. Él era el tipo de hombre por el que las mujeres se sentían fascinadas pero nunca realmente encontraban. Y él continuamente se ofrecía a ella, un buffet todo-lo-que-puedas-comer de eróticos deleites. Lo que fuera que ella pudiera consumir era suyo para tomarlo.

Cuán tentador era tomar…

Él se lamió los labios y se inclinó hacia ella. Su latido tamborileaba en sus oídos, una eternidad pasaba entre cada uno.

Acéptalo o recházalo, ¡pero hazlo ahora!

Reuniendo fuerza, ella se alejó de él, casi tropezando con sus propios pies al tiempo que se deslizaba hacia atrás.
—No —dijo ella—. No.

Un músculo palpitó debajo de sus ojos.
—Nunca una palabra ha sonado más atroz —dijo entre los dientes apretados.

Ella elevó su barbilla.
—Es todo lo que vas a oír de mí.

—Puedo presionarte por más,_______. Ambos lo sabemos. Ambos sabemos que lo querrías.

—No —dijo ella de nuevo. Esta vez fue una temblorosa y ligera suplica. Luchando con la fuerza de su necesidad, Jimin hizo una pausa y
estudió a _______. ¡Maldición! No quería forzarla a admitir sus deseos. Quería que ella los aceptara —y a él— voluntariamente.Cuando ella le dijo que era virgen, él simplemente reaccionó. Sangre y necesidad habían viajado a través de él a la velocidad de la luz. Su polla se había endurecido dolorosamente. La necesidad de marcarla como su mujer había cantado en sus oídos. Había sabido, en lo profundo, que ella había estado esperando por él. Sólo deseaba haber esperado por ella. Se sentía como un virgen con ella, de todas formas. Inseguro, ansioso.Excitado por las posibilidades. En un corto tiempo, ella se había convertido en todo para él.

Deséame. Ven a mí.

Ella no lo hacía. Y al transcurrir los minutos, su resolución a resistírsele parecía intensificarse. Finalmente él dijo:
—Sin embargo, de nuevo, encuentro que soy incapaz de forzarte a aceptar lo que es inevitable.

— Jimin —dijo con una temblorosa voz.

—Ni una palabra más, luna.

—No eres tú, ¿vale? Bueno, tal vez lo seas. Un poco. Sólo… no puedo, ¿está bien? No puedo permitirme desearte. No todavía. —Él, de nuevo, se veía torturado, pensó ella, triste, nostálgico y duro como una piedra—. Desearía que pudiera. Lo hago. Pero… —Había demasiadas cosas en medio. El pensamiento de dejar a alguien acercarse tanto a ella era aterrador.Él caminó desde la habitación principal hasta dentro del área de baño sin pronunciar una palabra, dejándola sola. Sola con sólo su vibrante cuerpo y sus peligrosos pensamientos.

¿Por qué se fue?

Había dicho que tenía intención de hacerla elegir. No importa, decidió ella al instante siguiente. No es el hombre para ti. A él le gusta el sexo, le gusta con múltiples mujeres.______ no era su madre y no aceptaría los pequeños restos de afecto que algún hombre decidiera dejar caer en su camino. Ella no se enamoraría,usando la inconstante emoción como una excusa para tener lo bueno mientras se tolera demasiado de lo malo. Le gustaba estar sola, estaba contenta de esa manera. Y sus más profundos instintos femeninos percibían que al hacer el amor con Jimin se enamoraría tan profundamente que renunciaría a todo por él.

Incluso a sí misma.

La cortina que bloqueaba su vista de la bañera continuaba moviéndose. El sonido de ropa cayendo hizo eco, luego el chapoteo de agua. Ella tragó en seco. ¿Estaba desnudo? Muy probable. El vapor estaba probablemente flotando a su alrededor. Su piel probablemente resplandeciendo con humedad. Probablemente se pareciera a un ángel zambulléndose a través de los cielos.

En ese instante todas las razones por las que ella lo había rechazado se desvanecieron de sus pensamientos.

Deseo. Tanto deseo.

Ella había dicho que no lo observaría bañarse, pero una ojeada repentinamente no parecía tan malo. Una ojeada… Realmente, no había ningún daño en ello.Sin intención, encontró sus pies moviéndose hacia la entrada. Él posiblemente no podía ser tan exquisito como se había imaginado. ¿Podía? Silenciosamente, apartó la cortina hacia un lado, pero sólo un poco. La espalda desnuda de Jimin apareció a la vista. Músculos se contrajeron debajo de la parda piel al tiempo que él ahuecaba y se vertía agua por encima. De hecho el vapor flotaba a su alrededor, haciéndolo parecer nada más que un sueño, una fantasía, la visita del genio de una lámpara que venía a concederle cada deseo.
Su cabello estaba empapado y goteando a su espalda. Ella se mordió el labio. Quizás no le hiciera daño estar con él una vez y finalmente sacar a su cuerpo de su miseria. Si se protegía el corazón, podía usarlo y acabar con él. ¿Cierto?

Él giró a un lado y su mano se aferró alrededor de una botella de vidrio color zafiro. Él vertió lo que fuera que hubiera dentro -¿más de ese aceite de
orquídea?- en su otra mano. Oh, ser ese aceite, pensó ella, observando, su garganta se contrajo al tiempo que él frotaba el aceite sobre su pecho. La fragancia se unió al vapor que flotaba hacia ella.

—Todavía puedes unirte, sabes —dijo, su voz ronca. Ella gimió y soltó la cortina. Ésta volvió a su lugar, bloqueándolo completamente de su vista. Sus mejillas estallaron en llamas.

Fue salvada de tener que analizar sus pensamientos y acciones cuando Brenna irrumpió en la habitación. La chica estaba jadeando; su mirada era salvaje. Rizos negros rebotaban sobre su rostro. Ella se detuvo cuando notó a _______ y exhaló un gran suspiro de alivio.

—¿Qué está mal? —Alarmada,_______ corrió hacia ella—. ¿Qué ha ocurrido?

Detrás de ella, escuchó un chapoteo de agua, el golpeteo de pasos, luego Jimin estaba allí, parado a la entrada. Estaba desnudo. Una desnudez que hacía la boca agua. No parecía sorprendido de ver a Brenna con ella, incluso aunque la chica no había hecho ningún sonido.

—¿Ocurrió algo? —dijo él en eco.La boca de ______ cayó abierta ante esta primera vista completa del frente de él. Era alto y bien musculoso, pero ella ya había visto eso. Lo que no había visto era su erección. Hasta ahora. Era tan larga y dura como se la había imaginado, elevándose orgullosamente entre sus piernas. No era modesto y no agarró ningún tipo de cobertor. Las gotas de agua caían de su cabello, bajando por su estomago, y sobre su…

Querido Dios.

La boca de Brenna también cayó abierta, y ______ tuvo que reprimir la
urgencia de cubrir los ojos de la chica.

—Estamos bien. —______ dio una ligera excusa—. Vuelve a tu baño, Jimin. ¡Por favor! Por el amor de Dios, sólo vamos a tener una pequeña charla de chicas.

Con un asentimiento, él se retiró.

Maldito el hombre, se veía tan bien por detrás como lo hacía por el frente.

Sólo cuando la cortina lo bloqueó,______ fue capaz de respirar de nuevo.
—Grande —dijo Brenna con esa quebrada voz, sus ojos aun abiertos de par en par.

Mío, casi dijo _______ bruscamente. Frunció el ceño. No tenía ningún derecho sobre él. Lo había rechazado. De nuevo. Concéntrate.

—¿Te hizo daño alguien, Brenna? ¿O te amenazó?

Brenna negó con la cabeza.
—Problema.

—¿De qué tipo? ¿Con quién?

—Joachim.

Su fruncimiento se profundizó.
—¿Está herido?

—No.

—¿Te lastimó?

—No.

Estaaá bien. _______ apretó la mano de su amiga, ¿era Brenna su amiga? se preguntaba. La verdad es que nunca antes había tenido una. Asistentes, sí. Empleados, sí. ¿Pero había realmente alguna vez pasado parte de su tiempo con alguien más? Bien, fuera lo que fuera Brenna, ______ la dirigió hacia el sofá.
—¿Qué está mal?

—Shivawn —dijo Brenna.

Sus cejas se arrugaron juntándose.
—¿Está herido?

—No.

—¿Él te hirió?

—No.

¿Había tenido alguna vez una conversación más confusa? ______ soltó una frustrada exhalación. No estaba llegando a ningún lado de esta manera.
—Tienes que ayudarme a comprender qué es lo que está sucediendo.

Un rubor rosado tiñó las mejillas de Brenna. Ella se mordió su labio inferior.

—Quiero. Ellos.

—¿Tú… los quieres? —______ parpadeó—. ¿Cómo en, sexualmente?

El rubor de la chica se intensificó, y apartó la mirada.
—Tal vez. Pero… creo que realmente quiero a uno cuando debería querer
al otro. Asustada. Confusa.

—Eso me asustaría a mí también. —Apenas podía manejar su deseo por
Jimin. No sabía qué haría si ella, en cambio, quisiera estar con uno de sus
guerreros—Es esa cosa de pleno deber versus deseo, ¿huh? ¿Cómo las que vemos en las películas?

Brenna aferró sus manos, quizás esperando que ella comprendiera.
—Más o menos. Quizás. ¡No lo sé!

—Desearía tener una respuesta para ti, y si estuviéramos en la superficie, la tendría. Pero estos hombres, estos… nymphs. Ellos arrojan un hechizo sobre cada mujer y arruinan nuestro sentido común. —La amargura de ______ resonó a través de su tono—No me gusta.

—Una vez mencionaste escapar. —Brenna hizo mímica de lo último así
Jimin no escucharía.

Él cuerpo de ______ se congeló; incluso su latido se detuvo por varios segundos.

Escapar.

Lo que ella quería desde el principio. Pero no estaba segura de quererlo ahora, pero sabía que era para mejor.

Tienes una casa. Un trabajo. Empleados que cuentan con tu sueldo.

—No he encontrado la forma de salir —admitió suavemente. No era como
si hubiera buscado tanto—. Pero hay una forma segura. ¿Recuerdas el portal?

Brenna asintió.
— Jimin dijo que no podría sobrevivir sola. Juntas, tú y yo podemos nadar a la superficie. Sólo tenemos que encontrarlo.

Ellas se pararon al unísono y miraron hacia la cortina de baño.
—No hay mejor momento que ahora —dijo ______, pasando el repentino nudo de su garganta para hablar. Deseaba que hubiera tenido tiempo de decirle adiós a Jimin, deseaba poder besarlo una vez más—. ¿Estás lista?

De nuevo Brenna asintió.Como si hubiera escuchado su conversación entera, Jimin llamó.
—¡______!

Sus ojos se abrieron de par en par, y Brenna jadeó. Si ella no se iba ahora,
perdería su oportunidad.
—Vamos. —Ellas corrieron pasando la puerta de entrada adentrándose en el corredor.

—¡_______! —Una orden ahora. Chapoteo de agua. Ella se precipitó contra una pareja retorciéndose en el piso y cayó de bruces. Frenética, Brenna la ayudó a levantarse. La pareja gruñó, pero no detuvo su desnuda danza. Los pulmones de ______ casi estallaban por el esfuerzo al tiempo que se atrevía a echar un vistazo hacia atrás. Un desnudo Jimin se estaba acercando a ella. ¿Cómo podía querer correr hacia él?

—¡Muévete! —dijo ella jadeando—. Más rápido. ¿Conoces el camino? —

Todo lo que recordaba era que cuanto más cerca estuvieran del portal, más vacías se volverían las paredes. Menos joyas. Menos candelabros.

—Sí.

Encontraron una bifurcación, y Brenna se desvió a la derecha. ______ la siguió. Dios, esperaba que fuera la dirección correcta. Si Jimin la atrapaba…

Las paredes se veían todas iguales para ella. Las entradas se extendían en todas direcciones. Corrieron pasando otras mujeres, otros guerreros. Los hombres las observaron con curiosidad, pero no trataron de detenerlas. Luego, de pronto, unas abrazaderas de hierro se aferraron a su muñeca y fue lanzada por el aire. Sus brazos se agitaron. Gritó. Brenna tropezó y se precipitó al tiempo que las piernas de _______ pateaban buscando una base sólida.

Al caer, ella gritó de nuevo. Unos fuertes brazos la agarraron, envolviéndose alrededor de ella, manteniéndola en el lugar. Ella estaba jadeando y no se permitía encontrar la enfadada mirada de Jimin. O bajar su mirada a su mojado y excitado cuerpo.

—Cuando un guerrero huye de su comandante —dijo despreciablemente —, es castigado.....

¿Estás lista para tu castigo,______?

✎ ✏ ✐ Fin del capítulo

╭───────────────✧
│ ✐; ¡Hola! ¿Cómo están?.
│ ┆ ✐; Llegados a éste punto no tengo ni que explicar lo que viene después. Tal vez se sorprendan..mhmh...no estoy segura.
Igual editaré todo lo que pueda y cambiaré el nombre común del protagonista.

¿Les va gustando la historia? Me encanta lo atrayente que es y la paciencia del chico.

Mañana es el día de los padres.

De nada por el significativo recordatorio (。•̀ᴗ-)✧

Supongo que esto es todo, nos vemos en un próximo capítulo.
╰───────────────

Bye~~~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top