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Atlantis
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✎ ✏ ✐ Capítulo 16
—Nunca en toda mi vida había sido complacida como anoche.
—Yo, tampoco.
—Dios mío, yo, tampoco.
______ contempló el cuarto. Había un sofá, mil almohadas de seda, libros que parecían hechos de lona en vez de papel, agujas e hilo. Una habitación de entretenimiento, pensó. Estupendo. Las mujeres ocupaban todo lugar, con un mar de gorjeos y risas. Nunca había visto un mejor ejemplo de harén. La mirada de ______ se desvió hacia la puerta cubierta con una cortina y se mordió los labios.
Era el momento.
—Señoras —dijo quedamente. Dio unas palmadas hasta que hubo conseguido la atención de todo el mundo—. Ya es hora de pensar en salir de aquí. Somos bastantes para sobrepasar a los guardas. Podemos buscar un camino a casa.
Alguien se rió.
—¿Por qué querríamos hacer eso?
—Yo no iré —dijo alguien más.
—Yo me quedo.
—Si intentas correr, avisaré a Jimin.
_______ apretó los dientes de frustración y rabia.
—¿Por qué queréis quedaros? —dijo las palabras para sí misma, también—No significáis nada para estos tipos.
Durante más de una la hora las damas cantaron las alabanzas del éxtasis sexual que habían recibido. Durante más de una hora argumentó en contra con discursos sobre el hogar y el respeto. Varias mujeres, finalmente, se cansaron de escucharla y llamaron a los guardas. Para su máxima mortificación, llamaron a Jimin.El rey no tardó mucho en responder.Caminó a grandes pasos dentro de la habitación sin preámbulo. Estaba sudoroso y sucio. Él no le dijo nada, simplemente la aplastó,envolviéndola en sus brazos, y procedió a sacarle a
besos el aliento.
El beso duró sólo unos instantes, el tiempo suficiente para recordarle su
sabor y volverla loca mientras consumía todos sus sentidos. Cuando él se apartó, jadeaba. Las mujeres se iban acercando a él, tratando de alcanzarlo... de tocarlo.
______ les frunció el ceño.
—Se buena —le dijo—, y te llevaré a Ciudad Exterior cuando termine de
entrenarme.
Dicho lo cual se fue.
Oh, qué injusto, pensó, hacerle semejante promesa.
Los suspiros decepcionados llenaron la habitación. Intentando desacelerar su latido errático y enfriar su piel caliente, ______ encontró un rincón desocupado y se dejó caer con un plof sobre una almohada. No podía evitarlo; realmente quería ver Ciudad Exterior en persona. El único vistazo que le había dado no fue, ni de cerca, suficiente. Desde el principio la había observado, había querido respirar su aire y absorber su ambiente.
Se escaparía mañana.
No estoy aliviada por esto. No estoy feliz de pasar más tiempo con Jimin.
Para distraerse, usó sus suministros nuevos para echarse las cartas.Hacerlo siempre había sido un gran liberador del estrés para ella, y si alguna vez había necesitado des estresarse, era ahora. Ya tenía unas cuantas buenas en mente.
“Mientras los días pasan, estoy tan feliz de que no estés aquí para arruinármelos”. “¿Quieres algo de mí? Uy, lo siento. Ya le di uno a tu hermano.”
Una tercera tarjeta cayó en su cabeza, y era tan diferente a las demás que parpadeó por la sorpresa.
“Algunos hombres no son tan malos. Adivino.”
Antes de que pudiera considerarlo cuidadosamente, alguien dijo:
—Estoy tan celosa de que hayas sido escogida por Jimin, ese gigantesco
pastel de carne con cabello negro —en ese momento todos los ojos se enfocaron en _____—¿Fue tan bueno como parece?
—Además peleó por conseguirte —otra suspiró soñadoramente—. ¿A que
es romántico? Soy Jaclyn, a propósito.
—Yo soy Shelly —dijo una elegante, casi real rubia—. Le pertenezco a Aeson.
—Soy Barrie —dijo una morena lacia,de voz suave.
—Rissa —dijo la pelirroja que había querido pelear con ella por acercarse demasiado a Broderick.Ahora parecía jovial, casi cariñosa.Sin parar todas se presentaron.
Aunque habían sido invitadas a la boda y amigas de su madre –o tal vez de los nuevos maridos– ______realmente no las había conocido hasta ahora.
—¿No somos las chicas más afortunadas del mundo? —dijo Jaclyn. Varios chillidos de deleitado acuerdo hicieron erupción.
—Entonces, ¿es bueno Jimin? —preguntó Barrie ansiosamente—Camina y habla como un sueño húmedo... apuesto a que el rey folla como un animal.
______ apostaba que lo hacía, también. Y no le gustó que esta mujer se preguntara sobre Jimin, quizá imaginándolo desnudo. Un sentido de posesividad se levantó dentro de ella, caliente y fiero. Era una posesividad de uñas desnudándose, de gruñidos entre dientes que la sorprendió con su fuerza innegable.
Tú no lo quieres, ¿recuerdas?
Lo mantuviste alejado con una espada. Tuviste tu oportunidad con él y no la tomaste, así que déjalo ir.
Debería estar feliz de que alguien más lo quisiera. Debería alentar a Barrie para enterarse por sí misma si Jimin ciertamente follaba como un animal.
No lo hizo, sin embargo.
No podía.
Algo dentro de ella, con una avaricia que no había sabido que poseía, dijo:
Mío. Sólo mío.
Odió ese sentimiento, pero allí estaba. Se rehusaba a irse.Barrie y las demás pronto se cansaron de esperar su respuesta. En realidad, se olvidaron de ______ enteramente, y reanudaron su conversación acerca de sus amantes como si nunca hubiera sido interrumpida. ______ estiró sus piernas y apoyó los pies encima de una almohada. La frustración –por tantas razones diferentes– la carcomía. ¿Frustración sexual? Sí.¿Confusión? Definitivamente. Suspirando, acercó su cuaderno de apuntes y sus piedras a su pecho. No quería convertirse en una de estas mujeres enfermas de amor. No quería perderse por un hombre.Y eso era lo que pasaría si se entregaba a Jimin. Tontamente, eso parecía importar cada vez menos.Un corto tiempo después, guerreros diferentes comenzaron a entrar en la habitación, recogiendo a sus mujeres. Estaban cubiertos de sudor y arena,también de sangre. Cada vez que la cortina se alzaba, se encontraba tensándose de temor y anticipación. ¿Sería Jimin?
Nunca lo fue.Pronto habían quedado sólo unas pocas hembras. Una era la chica de pelo negro rizado y tristes ojos cafés, la que había luchado en la playa y, como ______, no había querido ser escogida por un guerrero.______ la observó durante un momento, entonces recogió sus cosas, se levantó y caminó hacia ella.Normalmente ______ no se acercaba a los desconocidos y entablaba conversaciones. Eso completamente invalidaba su preferencia a “permanecer distante”. Pero había algo vulnerable en esta chica. Algo casi...obsesivo. Se encontró atraída a ella, compadeciéndose de su obvia infelicidad.
—Hola. Soy, eh, ______.
Dios mío, se sintió torpe. Sin una invitación, se sentó.La chica le dirigió una mirada nerviosa.
—Brenna —dijo ella. Su voz era profunda, ronca, titubeante y forzada.¿Una fumadora?
—He notado que eres la única persona, a parte de mí, que no está eufórica de estar aquí. Eres tú... el que te escogió...
Brenna sacudió la cabeza.
—Bien —_____ suspiró aliviada.
Justo enfrente de ella, había una mesa amontonada con comida. Se inclinó, robó un puñado de dados de pan, dándole unos cuantos a Brenna. Comieron en silencio durante un poco.
—Yo, eh, también noté que dijiste que eres una sanadora y que fuiste la encargada del cuidado de Joachim.
Un asentimiento –este indeciso.
—¿Cómo le está yendo a él? ¿Vivirá?
Otro asentimiento –este seguro. Y,______ vio, había un brillo de algo...caliente en los ojos cafés de la chica. Oh, oh, oh. ¿Qué era esto? ¿Estaba enamorada Brenna de su paciente?
—¿Te gusta él? —preguntó.
Brenna sacudió la cabeza violentamente. Protestando demasiado, estimó ______. Ella sabía todo sobre eso.
—Asustada —dijo la chica. Asustada. Sí, ______ había experimentado su parte justa de esa emoción. Al principio, su miedo había sido a lo desconocido y a que Jimin tuviera la intención de lastimarla. Ahora, bueno, su miedo era por una razón enteramente diferente. Si ella deseaba a Jimin tan intensamente ahora, ¿qué pasaría si de verdad supiera cómo era hacer el amor con él?
No te atreves a descubrirlo, de cualquier modo. Te mantienes combatiendo la atracción.
—Me pregunto por qué todas las mujeres son esclavas de sus hormonas y nosotras no lo somos —meditó en voz alta.
—Inteligencia —dijo Brenna, y ambas se rieron.Pero el humor de _______ rápidamente se desvaneció.
—No me siento inteligente.
—Yo tampoco —Brenna suspiró abatidamente, su humor ido, también.
_______ abrió la boca para preguntar por qué, pero su mirada se enredó en los dos hombres que repentinamente entraron en la habitación. Shivawn y
Jimin. Jimin se detuvo y permaneció completamente quieto,observándola. Un temblor de conciencia barrió a través de ella.
Espontáneamente, se puso de pie. Su agarre se apretó en el cuaderno, pero nunca quitó los ojos de él. Era la vista más bella que alguna vez hubiera
contemplado, y en todo lo que podía pensar en ese momento fue en su boca en la de ella.
—Ven —dijo él, tal y como había hecho más temprano esa mañana.Ella lo hizo. Sin protestar. Brenna y todo lo demás olvidado. Mío, su mente susurro, todos sus instintos posesivos saliendo a flote. Él la condujo por el vestíbulo y su corazón dio un revoloteo nervioso. Él parecía decidido.Endurecido.
—¿A dónde vamos? —preguntó.
—A Ciudad Exterior, tal como prometí.
Jimin escoltó a ______ fuera del palacio saliendo al calor de la tarde. La cúpula de cristal resplandecía brillantemente y las aves trinaban juguetonamente. No habían salido aún, pero él ya tenía una necesidad fiera de regresar. Así que, cuando alcanzó los establos, rápidamente le ordenó a uno de los centauros que se preparara para el viaje. El oscuro hombre caballo brincó en acción, trotando hacia él.
—Será un placer llevarte dentro de la ciudad, grandioso.
_______ se quedó mirándole estúpidamente.
—Eh, ese caballo es mitad hombre —dijo—¿y esperas que lo monte?
—Sí.
Ella tragó saliva. Jimin montó y le tendió la mano. Tentativamente, colocó su palma sobre la de él.La sentó detrás de él, amando la sensación de ella apretada tan cerca de él. Pero por mucho que la amara, aumentaba su necesidad de apresurar este viaje.
Quieres que ella se enamore de la ciudad, ¿recuerdas?
—¿Es una salida larga? —preguntó después de que el centauro comenzara a bajar los acantilados. Sonaba nerviosa. Jimin no contestó. Había entrenado a sus hombres y a si mismo hasta que el sudor les había empapado. Hasta que el agotamiento se había establecido. Había necesitado una salida para su frustración, pero no había funcionado.Había una única cosa que funcionaría.
_______, en su cama. _______, unida a él. Nunca había estado más determinado a ganársela.
—Lo siento, pero no podemos quedarnos mucho rato.
—No me importa. Estoy feliz sólo de hacer una visita.
Feliz. Justo la forma en la que la quería.
Alcanzaron Ciudad Exterior en minutos.Como siempre, no hubo hembras presentes. Habiendo sentido su llegada, se habían escondido. Sólo los varones (Centauros, Minotauros y Formorians) llevaban las mesas y tenderetes, vendiendo sus mercancías, desde comida a joyería y para vestir. Mientras estaban allí, Jimin estuvo pendiente de cada necesidad de _______. Cada vez que ella quería mirar, él la llevaba.Cuando tuvo sed, le compró una bebida. Cuando tuvo hambre, le compró un bocadillo. Pasteles de carne deliciosos que sedujeron las papilas gustativas. Mientras el tiempo pasaba, se olvidó de su necesidad de regresar y simplemente disfrutó.
Al principio ella tuvo cuidado con él y lo trató fría y distantemente. Pero mientras una compañía ambulante de sirenas varones los adelantaba en la calle empedrada, cantando sobre amor y pasión, ella comenzó a calentarse, como si simplemente no pudiera evitarlo. Observó con deleite. Los Grifos fueron a la carga tras ellos, persiguiendo sus colas y ella saltó después de ellos. Él nunca la había visto tan relajada. Tan feliz. Mirándola, el ligero resplandor a su alrededor era como un halo y el amor se hinchó dentro de su pecho. Ésta era la verdadera ______. Él lo sabía, lo sentía, y la traería aquí todos los días si fuera necesario. La próxima vez, incluso la llevaría a las cascadas y la observaría chapotear en las piscinas.
—¿Crees que alguien podría está vendiendo naranjas? —le preguntó tristemente, desacelerando el paso.
—Podríamos mirar.
Pero los pocos puestos que vendían fruta estaban fuera._______ no podía
ocultar su decepción y Jimin juró registrar toda Atlántida si era necesario. Su compañera tendría sus naranjas antes de que el día finalizara.
—¿Lista para regresar?
Ella lanzó una mirada triste a su alrededor.
—Sí. No puedo creer lo bello que es este lugar —dijo mientras encontraban y montaban a su centauro. —Es el paraíso.
Ella era el paraíso.
—Gracias por traerme.
—Ha sido un placer, mi amor. Mi placer.
Ella tembló contra de él.Sus labios se levantaron en una sonrisa lenta...agradecidamente, fue una sonrisa que ella no pudo ver. Sus defensas estaban bajas, justo como había esperado, y su deseo por él estaba manifestándose. Llegaron al palacio algunos minutos más tarde, y su sangre se acaloró. Era casi el momento...En el establo él desmontó y ayudó a ______ a hacer lo mismo. Ella ya no dudó en tocarlo, se complació al notarlo. Después de darle al centauro las gracias por el paseo, condujo a ________ a su habitación. Por el camino, envió a uno de sus pocos de sus hombres para ir a buscar naranjas.
—Tengo una sorpresa para ti —le dijo a ______.
—¿Buena o mala?
Antes de recogerla para su viaje, él había ido a su cámara y la había llenado de comida. Había perfumado la piscina con aceite y había quitado algunos de los candelabros de la pared para una atmósfera más oscura. También había puesto en círculo un grupo de almohadas de raso alrededor de una mesa baja casi desbordándose de frutas y postres. Cuando ella vio lo que había hecho, sus ojos se ampliaron.
—Eres... esto es...
—Siéntate a la mesa —le indicó. Durante un minuto ella no obedeció. Pasó la mirada de él a la mesa, de la mesa a él. Tragó saliva. Él esperaba que dijera algo en reprimenda, pero lo asombró caminando hacia la mesa y sentándose.
Él amaba la manera en la que su camisa y pantalones envolvían su cuerpo delgado, pero en todo lo que podía pensar era en meterse debajo de ellos.Él se quitó su armadura, desabrochando los enlaces en sus hombros y dejando las piezas de oro caer al suelo. Se lavó la cara en la palangana, salpicando agua fresca sobre su piel. Debería haber tomado un baño antes de recogerla y llevarla dentro de la ciudad, pero había estado demasiado ansioso para verla. Y una parte de él esperaba tomar un baño con ella.
—Vamos a tener una conversación, tú y yo —dijo, caminando a grandes pasos hacia la mesa.Se sentó enfrente de ella y llenó dos copas de vino.
—Muy bien —sonaba renuente, insegura. Al menos ella no se lo había negado categóricamente.
—Iba a hacer que unas cuantas de mis anteriores amantes te informaran acerca de mi maravillosa habilidad, pero a la luz del día no pareció tan sabio.
—No —contestó, casi atragantándose con su vino.
—En lugar de eso, te contaré algo sobre mí mismo. Luego tú me contarás algo sobre ti misma. Una conversación, como dije. ¿Tenemos un trato?
—Odio hablar de mí misma —dijo, pasando la punta de su dedo por el
fondo de su vaso.
—Cálmate, lo harás —una pausa—Por favor.
Ella se mordió el labio otra vez, pero asintió con la cabeza.El sorbió su copa de vino, observándola sobre el borde.
—Comenzaré —hizo una pausa, reagrupo sus pensamientos. ¿Cómo iba uno a llegar a conocer a otra persona? ¿Qué pizca de su pasado debería darle?—Yo... tuve un hermano —dijo.Era un tema tan bueno como cualquier otro para empezar, supuso, aunque era algo de lo que raramente hablaba, y nunca con una mujer. El asunto era demasiado doloroso.
—¿Tuviste? —preguntó ella suavemente.Asintiendo, él pellizcó un pedazo de pescado entre sus dedos y lo echó en su boca. Masticó, tragó.
—Era mi gemelo. Fue secuestrado cuando éramos niños.
Sus ojos se ampliaron.
—¿Quién se lo llevó?
La furia familiar lo llenó, pero él la aplastó hacia abajo.
—Las Gorgonas.
—¿Las gor... qué? —ella cruzó las piernas, una al otro lado de la otra y se inclinó hacia adelante, apoyando sus codos sobre el mantel. Él tenía su atención completa. Estaba interesada en lo que él tuviera que decir y sus escudos usuales estaban todavía bajos.
—Las Gorgonas son una raza de mujeres que le pueden convertir a un hombre en piedra con sólo una mirada. Las serpientes reptan en sus cabezas. Son malas. Pura maldad.
—Ah. Como Medusa. ¿Por qué se lo llevaron?
Jimin deslizó una bandeja de uvas hacia ella y le hizo señas para que
tomara una. Ella lo hizo.
—Esperaban intercambiarlo por la ayuda de mi padre , la cual no recibieron —agregó misteriosamente—Mataron a Verryn por eso. Él y yo compartíamos una conexión mental, y cuando esta se volvió oscura supe que él se había ido —lo último emergió como poco más que un susurro. Él devolvió la mirada hacia ______, tratando de limpiar su mente de los recuerdos odiosos—Ahora, te toca a ti. Cuéntame algo sobre ti misma.
¿Qué debería contarle ella?_______ se preguntó. Él había contado algo personal, algo doloroso. Ella no podía hacer menos. Aun así, trató de contenerse. Intentó no revelar demasiado. Él la había encantado completamente hoy y temía que nunca se recuperaría.
—Una vez tuve a una hermanastra que trasquiló todo mi pelo —dijo—Estaba durmiendo y no lo supe hasta la mañana siguiente.
La acción había sido un castigo, en la mente de su hermanastra, por cortar el pelo de su muñeca favorita... un crimen que ______ no había cometido. Ese honor fue de su hermanastro.
Como ______ tenía diez años corrió llorando a su madre, ante lo cual ella
respondió: resuélvelo como una chica grande.Las facciones de Jimin se oscurecieron.
—Tu pelo es inmaculadamente hermoso, como luz de luna y estrellas. Cualquiera que lo corte merece la muerte.
El placer la atravesó, completamente dulce en su insensatez. Ella no estaba acostumbrada a recibir cumplidos, pero Jimin se los daba tan fácilmente.
—Gracias.
—Estar viviendo con el pequeño demonio debió haber sido difícil.
—Sí. Por suerte, sin embargo, mi madre estuvo casada con su padre sólo durante un año.
—¿Tu madre ha tenido más de un compañero?
______ asintió.
—Ha tenido seis.
—¡Seis!
Ella inclinó la cabeza otra vez.
—Aquí un hombre toma sólo una compañera y la mantiene por toda la eternidad.
Ella frunció el ceño como si considerara sus palabras.
—¿Qué pasa si las personas emparejadas son miserables el uno con el otro?
—Deben realizar un ritual de sangre y ofrecer un sacrificio.
—Oh, ¡puaj!
Se mordió su labio inferior, sin permitirse preguntar el tipo de sacrificio. La mirada de Jimin lo advirtió y se demoró sobre su boca, haciéndola sentir un hormigueo, haciendo a su sangre fluir caliente y dolorida. Luego él sacudió la cabeza, como sacándose a sí mismo de un hechizo.
—¿Qué más te gustaría conocer sobre mí? —le preguntó.
—¿Qué hay de tu primera vez? —se encontró diciendo. Ella lo deseaba, lo hacía, y cuanto más hablaran, más débil se volvería su resistencia. Seguramente, saber de sus escapadas con otras mujeres fortalecería su determinación.
Él arqueó una ceja.
—¿Estás segura que quieres saberlo? —cuando ella asintió, él dijo—: fue con la criada favorita de mi madre. Ella entró en mi cuarto para traerme ropa limpia, me encontró en la piscina y se unió a mí.
Ante su expresión decepcionada, él se rió.
—¿Qué esperabas? ¿Juguetes?¿Orgías?
—Bueno, pues, sí.
Su sonrisa aumentó.
—¿Qué hay sobre ti? ¿Cómo fue tu primera vez? —en el mismo instante
de hacer la pregunta, se tensó. Sus ojos se ensombrecieron con lo que parecía furia. ¿Estaba disgustado por eso ahora?
—Yo, eh... —ella se tropezó con sus palabras, todavía sintiendo un rubor
calentar sus mejillas—No he tenido una primera vez aún.
Su boca cayó abierta.
—Seguramente estás bromeando.
—Difícilmente. Mira —dijo, defensiva—Nunca quise tener que ocuparme
de los problemas que se asocian con una relación sexual.
—¿Qué problemas? —el impacto sobre Jimin en vez de desvanecerse sólo pareció intensificarse.
_____ era virgen.
Ella estaba intacta. Ella era de él.
La deseó más en ese momento que alguna vez antes. Él quería ser el único hombre en saborearla. Ahora. Siempre.
—Los enredos emocionales son confusos —dijo ella—. Y si no me involucro, no tengo que preocuparme por ser herida.
—Nunca te lastimaré,_______. Nunca te mentiré —había tenido la intención de aprender más acerca de ella, dejarla aprender más sobre él. Pero se encontró diciendo—: creo, quizás, que la única manera para convencerte de esto es mostrándotelo. Así que de ahora en adelante, no habrá más conversación.
Sólo acción.
✎ ✏ ✐ Fin del capítulo
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│ ✐; ¡Hola! ¿Cómo están?.
│ ┆ ✐;Hoy es el concierto de los niños...
*Déjenme no estoy llorando*
Estoy tan orgullosa por todo lo que han logrado incluso con una pandemia de por medio,soy muy feliz de pertenecer a éste fandom y de haberlos conocido en ésta vida.
Gracias.
No logro complacerme a mi misma aún pero mi amor proprio va creciendo poco a poco gracias al apoyo que nos han dado a través de todo, sus canciones, sus discursos, sus V-live ,todo.
Espero que estén brillando como las estrellas que son y army que puede compartir un momento así en físico con ellos estoy jodidamente celosa y feliz al mismo tiempo por ustedes.
Nos vemos mañana con otro capítulo, yo iré a...ya saben buscar recetas.
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Bye~~
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