⓿❼
Capitulo dedicado a :
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Atlantis
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✎ ✏ ✐ Capítulo 7
—Jimin —dijo ______, con voz temblorosa. Tan temblorosa como su cuerpo. —Ayúdame...
—Yo me encargaré de esto. No te preocupes. —A la vez, Jimin se sentía furioso porque alguien se atrevería a intentar quitarle a ______, contento porque ella se sentía a salvo con él y asustado porque realmente podría perderla y por su primo, nada menos.
No compartían una camaradería fácil, pero la sed de poder de Joachim lo había hecho rebelde.Salvaje.
¿Cómo iba Jimin a cambiar la intención del soldado? No lo sabía.
—Hay otras dos mujeres en la fila —dijo Jimin—¿Estás seguro de que no prefieres a ninguna otra?
Joachim asintió con la cabeza sin mirar en ningún momento a las mujeres en cuestión. La determinación llenaba sus ojos. Determinación... y lujuria. ¿Por
la cabeza de Jimin? ¿O por el cuerpo de _______? De cualquier manera, Jimin no se rendiría fácilmente.
Tampoco Joachim, al parecer.
—La quiero a ella —dijo el hombre firmemente.El suave cuerpo de ______ se apretó contra la dureza del de Jimin. El frío aroma de ella lo envolvió, aumentando su propia determinación.
—Te desafío por ella —Jimin echó a su primo con una dura mirada—Te daré la oportunidad de derrotar a tu rey. —Joachim no podía tomar el trono de esta manera, pero había un gran honor en luchar contra el rey. Incluso si —¡cuándo!— Joachim perdiera, sería elogiado por participar en tan raro suceso.
Por un momento, por un-realmente-corto-momento,Joachim consideró la oferta. Incluso empezó a asentir pero se detuvo. Sacudió la cabeza en su lugar.
—Inaceptable —frunciendo el ceño, apretó la empuñadura de la espada.
—La pasada noche, tuviste carne femenina en exceso, haciéndote fuerte. Yo he estado descuidado durante semanas. No estamos en igualdad de condiciones.
La mandíbula de Jimin se apretó dolorosamente. ¿Esperaba su primo una noche con ________ y entonces lucharía con el rey?
—Puedes pasar una noche con las tres mujeres que me complacieron. Ellas se asegurarán de fortalecerte. Podremos luchar por _______ a la mañana siguiente.
Las negras cejas de Joachim se arquearon, y algo –una emoción
indescifrable– iluminó sus ojos azules. —Dijiste que no reclamarías a otra mujer de la superficie, sin embargo,aquí estás, tratando de hacer justamente eso.
—Espera —_______ alzó las manos—Tiempo. ¿Te acostaste con tres
mujeres a la vez, Jimin? —Si hubiera estado frente a él, seguramente le habría abofeteado—¿Qué, quieres que me sume a tu tren del amor? ¡Eres
asqueroso! Todos vosotros lo sois.
—¿Las quieres o no? —le preguntó a Joachim, ignorándola. Curvando los labios en una sonrisa, Joachim señaló a _______.
—Quiero a una. Como es mi derecho.
—Ella no te dará otra cosa que problemas. —Los dientes de él se apretaron tanto que tenía problemas para que le salieran las palabras.
—Eso es cierto. —_______ asintió con la cabeza, mechones de cabello blanco danzaron sobre sus hombros— Voy a apuñalarte mientras duermes. Voy a cortarte los huevos y usarlos de pendientes. Voy a.....—
El color desapareció de las mejillas de Joachim, y tragó. Por lo menos, las
amenazas a Joachim eran más violentas, reflexionó Jimin. Ella solo había querido arrancarle los ojos.
—Sigo queriéndola a ella —dijo Joachim, aunque ya no parecía tan
confiado. Su primo no cedería. Frustrado, enfurecido, Jimin dio un gruñido animal. Nunca había mentido a sus hombres, nunca se había retractado de su palabra.
Su padre había muerto cuando Jimin era un niño, dejándolo para que se hiciera cargo del ejército nymph. Había tenido que demostrar que era digno y capaz una y otra vez. Y lo hizo.
—Hónralos —habían sido las últimas palabras de su padre— Guíalos.
Protégelos. Eres el último responsable de su destino.
Podía tomar a _______, y nadie se negaría. Se quejarían de su falta de honor, sí, incluso maldecirlo al sempiterno Hades. Pero nadie se negaría. Mientras se decía que podría aliviar su honor poseyendo a ______, se dio cuenta de que no podría. ¿Cómo podría esperar que ella se enamorara—e hiciera el amor—con un hombre sin honor?
—Dije que no reclamaría a las mujeres traídas aquí, y no lo haré. —dijo.______ se quedó rígida. Cerró las manos sobre los brazos de él, que todavía estaban envueltos a su alrededor, y le clavó las uñas en la piel. —No lo haré —continuó, cambiando a su lengua materna para que ______ no pudiera entender el resto de la conversación—sin llegar a términos amistosos. Permíteme que te la compre.
Una vez más, Joachim sacudió la cabeza.
—No.
¡Maldito sea el hombre!
—¿Qué puedo hacer, primo? La mujer... —paró, presionó los labios
juntos—La mujer es mi compañera.—Las ventanas de la nariz de Joachim se ensancharon, y enseñó los dientes.
Dio un paso amenazador hacia delante.
—Ella no parece pensar así. No te ha aceptado como tal.
—Ella es humana. Sus reacciones deben ser diferentes a las nuestras.
—Dirías cualquier cosa para mantenerla a tu lado.
—En esto, no miento. Si la tomas, ella nunca te podrá amar.Nunca podrá
darte su corazón. Su alma, siempre me pertenecerá. —Ambos conocían las formas entre las compañeras y los nymphs. El amor era el amor. Que ______ fuera humana no era ninguna diferencia. Tenía que hacer entender a Joachim—.Cuando la tomes en tu cama, será mi cara la que se imaginará. Mi cuerpo el que
anhelará. ¿Podrá tu orgullo soportar tal cosa?
Un oscuro y pesado silencio siguió a su pronunciamiento. Su primo,pálido, apretó la mandíbula.
—¿Qué le dijiste? —______ pasó la mirada de él a Joachim y de Joachim a él.
Joachim entrecerró los ojos hacia Jimin.
—Tengo que pensar en lo que me has dicho. Descansaremos esta noche lejos de ella y mañana discutiremos sobre su propiedad. Como había hablado en el lenguaje de la superficie,______ lo entendió.
—¿Propiedad? —jadeó.
¿Mantenerse alejado de ella esta noche?
El cuerpo de Jimin se estremeció bruscamente de horror. Desde el primer momento en que la había visto, solo había pensado en poseerla. Negarse a sí mismo sería, quizá, la cosa más difícil que nunca había hecho.
—Estoy de... acuerdo. —Al menos, a su primo tampoco le estaría permitido tocarla.
—Bueno, pues yo no estoy de acuerdo. —______ dio un pisotón, determinada a ser escuchada. Jimin aumentó la presión de sus brazos sobre ella, con la esperanza de hacerla callar. Por supuesto, no funcionó. —Permitidme ahorraros un montón de problemas —dijo—. No os quiero a ninguno de los dos. Ahora, estoy siendo una mujer razo...
Jimin resopló.
—Una mujer razonable —terminó, mirándole por encima del hombro—. Y estoy dispuesta a olvidar todo este episodio de los Chulos de Atlantis si alguien. Me. Lleva. A. Casa.— Ignorándola, Joachim cruzó sus brazos sobre el pecho.
—¿Dónde se quedará ella esta noche?
—La pondré en la habitación junto a la mía. Habrá un par de guardias en su puerta.—Su primo se paró un momento, con la idea recorriéndole la mente. Asintió.—
—Muy bien.
Jimin dejó caer los brazos de alrededor de _______ y al instante echó de menos su suavidad, su calor. Ella debió haber sentido la misma pérdida, lo admitiera o no, porque entrelazó los brazos por el medio y se estremeció.
—Maldita sea —tamborileó los dedos contra los costados—¿Alguien que
me preste atención y que me diga quién me lleva a casa?
—Yo —dijo Jimin antes de que Joachim pudiera responder—Voy a
llevarte a casa.
Con un jadeo asombrado, ella se volvió y lo enfrentó.
—¿De verdad? ¿Me llevarás a casa? ¿Ahora? —
Él bebió de ella, golpeado de nuevo por su belleza.
¿Cómo podía una mujer hacer un daño tan intenso? ¿Hacerle olvidar todas las que la habían precedido hasta que sólo quedaba ______?
Alejándose, mantuvo la palma de la mano hacia ella.
—¿Vendrás conmigo de buena gana?
La sospecha pronto cubrió su rostro. Pero ni eso le restó belleza.
—¿No me estarás mintiendo?
—Nunca.
Durante mucho tiempo, ella no hizo nada. Luego, tentativamente puso su mano sobre la de él. Los dedos entrelazados, un ajuste perfecto. Jimin sabía que ella había malinterpretado sus intenciones; éste era su nuevo hogar. Pero no le dijo nada.
Todavía no.
Joachim gruñó y le tendió la mano a _______. Pasaron unos segundos
mientras ella lo miraba. Todos los músculos del cuerpo de Jimin estaban tensos. Si la mujer tomaba la mano de Joachim, alentaría las intenciones del guerrero. Refutaría la validez de la declaración de Jimin.Pasó un latido. Luego otro.
Ella miró a Jimin con una expresión de exasperación.
—Bueno, ¿a qué estamos esperando? Vamos. Si nos damos prisa, voy a ser capaz de hacer mi vuelo a Cincinnati.
¿Vuelo? ¿Podía volar? Seguramente no. Apartó esta idea confusa y se centró en su sorpresa. Ella había ignorado a Joachim y a su mano como si no existieran. Pero a él, le pidió ayuda. En su interior, Jimin aullaba de triunfo.
—Crosse —llamó a uno de los hombres restantes—. Prepara la habitación contigua a la mía —afortunadamente, el leal hombre sabía lo que verdaderamente deseaba, la eliminación de todo rastro de las mujeres humanas que le habían dado placer la noche anterior.
Lamentablemente, no se había
limitado a la cámara principal. ______ estalló al más mínimo indicio de
carnalidad, y él no deseaba su malestar. Crosse asintió con la cabeza, lanzó una mirada nostálgica a las dos mujeres restantes y se apresuró a obedecer. Joachim, que no se había movido, por fin dejó caer su brazo a un lado.
—Será mejor que seas cauta, mujer, y me trates con más cuidado —su voz
era baja, arenosa—Podría cambiar de opinión y decidir tomarte ahora.
—No lo veo probable —Jimin chasqueó la lengua, aunque en realidad quería atacar.
—¿Por qué no os vais los dos al infierno y me ahorráis el problema de enviaros allí? —dijo _______, irradiando inocencia absoluta. Dulzura total—Ahora sé un buen chico y llévame a casa como prometiste, Jimin.
Éste vio la atónita mirada de Joachim y reprimió una sonrisa. Esa lengua
afilada de _______ podía salvarlos. Se volvió hacia los otros.
—Terran, Aeson, podéis elegir entre las dos restantes —mientras
aplaudían, se giró para enfrentarse a _______—Por aquí —la guió al pasillo.
Se dio cuenta de que unos pocos guerreros no habían llegado a sus
habitaciones. Algunos estaban en proceso de hacer el amor con sus nuevas mujeres ahí, en el pasillo, mientras otros, simplemente empujaban a sus
amantes contra la pared y se alimentaban entre sus piernas. Gemidos, ronroneos y gruñidos de placer se hicieron eco.
—Dios mío —jadeó ______.
Esa era una visión común en un hogar nymph, pero no se lo dijo a _______.
Con ella a sus talones, y Joachim en los de ella, la condujo más allá de las
cocinas, más allá de las salas de entrenamiento, más allá de los cuarteles de los guerreros, donde abundaron más gemidos y ronroneos.
—¿Se detienen alguna vez? —murmuró ella oscuramente. Conmoción y - ¿eso era deseo? - ataba su voz. Sí, se dio cuenta. Sí, lo fue.La conmoción lo divertía. El deseo lo excitaba a un nivel primario. Si ella fuera él, habría vencido al primero y habría explorado el segundo allí y ahora. Pronto, se juró. Pronto.
Las habitaciones estaban situadas en una sala lejos del resto del palacio. Cada habitación era espaciosa, con una piscina grande como baño, una cama enorme y una pared con ventanas panorámicas que ofrecían una vista impresionante de la ciudad del exterior.
—Gracias por acceder a llevarme de regreso —dijo ______—Sé que no
quieres y te lo agradezco.
Nunca la había oído hablar de forma tan suave, tan tierna. Incluso tenía una expresión de genuina gratitud, una dulzura que suavizaba sus rasgos y le daba un brillo radiante. No podía permitir que ella siguiera regocijándose en una mentira por más tiempo.
—No te voy a llevar de vuelta a tu mundo, luna. Voy a llevarte a casa. A
tu nueva casa.
Ella siseó una corriente de aire, sus uñas se clavaron en la carne de él.
—Tú sabías lo que yo creía, cabrón mentiroso.
—¿Ella siempre habla así? —preguntó Joachim, expresando su primera
duda.
—Siempre —espetaron _____ y Jimin al unísono.
—No me quedaré en tu habitación —le gruñó ella a Jimin—. Ya te lo he
dicho. Tuvo que arrastrarla (suavemente, por supuesto) el resto del camino. Joachim observó la interacción con expresión indescifrable. Finalmente llegaron
a las puertas de la habitación de Jimin.
Crosse salió por la puerta principal, apartando el tenue material que
estaba colgado allí. Sus rasgos ruborizados por el placer, sus ojos estaban cerrados de entrega mientras salía ciegamente. Después de haber captado su atención, las tres mujeres humanas
desnudas lo persiguieron y atraparon en un círculo. Al instante, las manos de ellas estaban sobre él, tocando y acariciando su espalda mientras gemían de impaciencia.
Al verlos, un plan brotó en la mente de Jimin, y le irritaba que tuviera
que reducirse a la planificación y a la intriga para tener a la mujer que debía, con todos los derechos, estar jadeando por él. Él era un rey. Un líder. Su palabra era la ley.
—Toma a cualquier mujer que desees, Crosse, y ve a la cama.
Los párpados del guerrero se abrieron con sorpresa.
—Mi rey —dijo. Una de las mujeres ahuecó sus testículos, y gimió—.
¿Puedo tener a las tres?
Jimin puso los ojos en blanco.
—No. Se necesitan dos... en otros lugares.
La boca de ______ se abría y se cerraba, y cada vez que lo hacía, se escuchaban sonidos estrangulados.
—Estás tratando a esas mujeres como objetos, y ¿qué quiere decir en otra
parte? —señaló con el dedo a Crosse pero mantuvo su mirada en Jimin—¿Qué pasa si una mujer escoge no salir con él? ¿Entonces qué?
—¿Aún dudas de sus voluntades? —Jimin señaló al cuarteto retorciéndose con una inclinación de barbilla—. Se lo están comiendo vivo incluso ahora.
Los ojos de ella se entrecerraron, y gruñó.
—Bueno, todavía suenas como un proxeneta —murmuró. Luego, más
fuerte—Manteneos en pie, chicas. Decid a estos hombres que no tomaréis parte en su libertinaje.
En lugar de responder, las tres recorrieron con la lengua el pecho y la espalda desnudos de Crosse. El hombre gemía de puro éxtasis. ______ se pellizcó el puente de la nariz y sacudió la cabeza.
—Llévate a tu mujer, Crosse, y largo.
—Gracias, mi rey —Crosse agarró a la morena, que incluso en ese momento estaba intentando meter la mano en sus pantalones, y corrió con ella. La risa de ella se hizo eco a su espalda. Las otras dos se quejaron de la pérdida de su amante... hasta que vieron a Jimin. Aplaudieron y se rieron con renovada alegría. Él se retiró. Incluso puso a _______ delante a modo de escudo.
—Estoy emparejado —les dijo. Los nymphs emparejados no solían atraer a las mujeres con la misma potencia y fiebre que los que no lo estaban.
Estas mujeres podían quererlo aún, pero no con la misma intensidad de antes. Más allá de todo sentido de sí mismo.
Tal vez las humanas no sabían que así eran las cosas, porque seguían caminando hacia él, sin inmutarse.
—Atrás, señoras —ladró de repente ______. Ellas obedecieron al instante,
sus caras se descompusieron en un puchero. Jimin parpadeó sorprendido. ¿Había habido celos en el tono de _______? ¿Posesividad? ¿Se atrevería a esperarlo?
—Joachim necesita una amante —dijo, señalándolo. Sus miradas se deslizaron al guerrero en cuestión, cuyos ojos estaban cada vez más llenos de sospecha. Y de anticipación. Ambas mujeres sonrieron lentamente y se acercaron a él pavoneándose sin preguntar.
—Eres tan grande —susurró la rubia.
—Y fuerte —agregó la pelirroja.
Joachim retrocedió, decidido a resistirse.
—¿He hecho una elección? —dijo a modo de pregunta en vez de
afirmarlo—. La... pálida va a ser mi próxima compañera de cama, y debo cuidar su puerta esta noche. Por esa razón, vosotras...no...podéis...tocarme.
Tocarme. —eso último fue dicho con un gemido indefenso de capitulación. Habían llegado a su lado, y sus manos estaban sobre él, acariciándolo. Sus cálidos alientos fueron probablemente un baño sobre su piel, los olores de su ansiedad probablemente le llegaban a la nariz. Jimin casi sonrió. Tal vez ya haya perdido mi honor, pensó incluso mientras decía:
—A ______ no le importará si no estás en su puerta haciendo guardia esta
noche. Un hombre tiene necesidades, y ella lo sabe.
—Necesidades —repitió el guerrero con una mirada—perdida—por—la—pasión, aturdido.
—Quiero que tu piel desnuda se deslice sobre la mía —dijo la rubia,sin aliento.
—Y yo te quiero, caliente en mi boca.
Joachim inspiró audiblemente.
—Jimin... —empezó a decir.
—Ve. Te veré por la mañana.
—La pálida...
—Permanecerá intacta—esta noche—. Te he dado mi palabra.
—Confío en ti. —Joachim se alejó entonces, con una sensual mujer en cada brazo. Jimin dudaba que lo hicieran en una habitación. Lo más probable es que Joachim estuviera ya desnudo y dentro de una, sujetándola contra la pared...Un grito de éxtasis de placer sonó.Jimin finalmente permitió salir una sonrisa.
Joachim estaba ocupado, y
tenía a _______ para él solo. Pero no podía probar su sabor o acariciar su cuerpo, se recordó. Había dado su palabra, después de todo, y su primo confiaba en él. Perdió la sonrisa.
—Increíble —murmuró ______.
La agarró por los hombros y la giró, dejándola ver su ceño fruncido.
—¿Y qué es eso que te parece tan increíble?
—La cantidad de relaciones comunales que hay, por supuesto. ¿No has oído hablar de las enfermedades? —
Se veía tan bonita allí de pie, con su resentimiento. Tan surrealista, como el rayo de luna cuyo nombre le daba. La lujuria subió en espiral desde sus dedos a través de su sangre. Había tocado la suavidad de su piel hoy,pero aún no la había probado. La había sostenido, pero aún no había hecho el amor con ella.
Los sonidos del amor se hicieron eco en los pasillos del palacio, audibles incluso desde su remoto refugio. Las mejillas de Shaye se ruborizaron. Cómo le habría gustado probar el color de esas mejillas, para ver si eran tan puras como parecían. Su polla se endureció dolorosamente. Ahora que estaban solos, su cuerpo sólo quería conocer el de ella. Para desnudarla. Para hundirse en ella. Para golpear, duro y rápido, un ritmo que nunca terminara.
Ella lo miró, como si finalmente se diera cuenta de que estaban solos, y sus fosas nasales se abrieron. ¿Con deseo? Tenía que tenerla, condenado fuera el honor. Tenía que... apretó los puños de las manos a los lados para mantenerse así mismo alejado.
—______, escúchame muy atentamente —las palabras no eran más que un gruñido de necesidad apenas contenida—. Te quiero, pero no puedo tenerte. Si no vas dentro de la habitación ahora mismo, voy a olvidarme de por qué no puedo. Te voy a tomar. Voy a arrancarte cada parte de tus vestimentas y a probar cada pulgada de ti.
Mientras hablaba, ella se alejó de él. Sus ojos se abrieron,imposiblemente
redondos, de terciopelo marrón con chispas de, se atrevería a decir, ¿deseo?
—La tela detrás de ti cubre la única puerta. Si la cruzas, aunque sea una
sola vez, lo veré como una invitación a tomar lo que tan desesperadamente necesito.
La total convicción en su voz debió de asustarla. Pálida, se dio la vuelta y
corrió a la habitación, con su cabello claro a la deriva detrás de ella como un racimo de estrellas fugaces. Durante mucho tiempo, la tela colgada delante de la puerta onduló, invitándolo a entrar. Por último, se calmó, y Jimin se cubrió la cara con una mano temblorosa. Tener una compañera iba a ser un infierno para su cuerpo, al parecer, en la que preveía una larga y dolorosa noche por delante.
Y sin un final a la vista.
✎ ✏ ✐ Fin del capítulo.
╭───────────────✧
│ ✐; Hola!! Felíz San Valentín ya bastante atrasados....
¿Cómo van con la historia?,
│ ┆ ✐; Éstos días estuve ocupada y corregí tan rápido que no me siento los ojos ni los dedos (。ŏ﹏ŏ) .... así que ya saben si encuentran algún *Valerian el gigante* ( ͝° ͜ʖ͡°)ᕤ o una *Shaye sarcástica* ¯\_( ͠° ͟ʖ °͠ )_/¯ no duden en comentármelo para poder corregirlo.
Recuerden votar y comentar si quieren un saludo o dedicatoria en los próximos capítulos.
Eso es todo por hoy (⌐■-■)
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Nos vemos~~
PD : Aquí ya son las 12am por eso publico a ésta hora :D
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