«Quiero ser capaz de poder ir tras mi última esperanza, y bailar junto a ti un vals bajo la luz de la luna.»

—¡Halloween, ha llegado Halloween!, donde los muertos cobran vida y los vivos se disfrazan de muertos. ¡Quiero ver sus disfraces, vamos niños, vengan, sin miedo!

Escuché a lo lejos a un señor, entusiasta y con mucha alegría.

¿Disfraces?, ¿por qué querían disfrazarse de un ser el cual su vida ha acabado, y su sonrisa se ha apagado?

No lo comprendo.

Ellos, normales y felices humanos queriendo apagar su chispa disfrazándose de muertos. Y monstruos, siendo su propio tormento sintiéndose muertos en vida sin necesitar de un disfraz.

Me encuentro en este grande y oscuro bosque, el cual ahora es iluminado por velas y calabazas con extraños dibujos en ellas, viendo cómo todo el mundo está contento con sus disfraces. Veo a un niño pasar, y éste corre, se para frente a mí y dice:

—¿De qué es tu disfraz? —una adorable sonrisa se dibujó en su rostro.

—¿Me... hablas a mí? —cuestioné con asombro y confusión, normalmente los niños al verme suelen correr, insultarme e incluso golpearme, ¿y qué más podía esperar?, era un monstruo el que tenían frente a sus ojos.

—¿A quién más sino? Claro que te hablo a ti... emm —ladeó la cabeza, esperando a que le dijera mi nombre.

—Taehyung, soy Kim Taehyung.

—Un gusto, Tae, te puedo llamar así, ¿cierto? —una ligera risa se escapó de mis labios, asentí—. Bien, mi nombre es Kim Hongjoong y estoy disfrazado de Drácula. ¿No está cool mi disfraz? —dio una vuelta, provocando que el viento eleve su capa y mostrando sus colmillos en el proceso.

Sonreí.

—Sí, está genial, pequeño.

—¡Gracias!, ahora dime, ¿de qué es tu disfraz?

Se veía tan entusiasmado, un brillo se hizo presente en sus ojos, al parecer, le encantaba este tipo de cosas, y yo no quería apagar su felicidad, alguna vez fui un pequeño al igual que él, e inventaría cualquier cosa para verlo sonreír, para ver a esa pequeña amigable alma feliz.

—¿Mi disfraz? Yo soy... —corona, máscara..., ¡ah!—, ¡el rey de los enmascarados!, sí, eso es.

Él, asombrado soltó de sus labios un “wow” para después plantarse una dulce y peculiar sonrisa en todo su rostro, y volver a hablar.

—Está genial. ¿Sabes?, es la máscara más hermosa que he visto esta noche, combina muy bien con tu cabello rojo y está perfectamente pintada, y ni hablar de la corona. ¡Me encanta!

Lo vi sonreír y yo no hice más que devolverle la sonrisa. Esa pequeña alma parece tan feliz al ver mi disfraz... pequeño Hongjoong, espero que algún día tú nunca tengas que utilizar una máscara para apagar tu esencia... y ocultarte del mundo por miedo a ser quien eres.

—¿Sabes algo que me encantaría? —volvió a hablar, yo negué—, que la princesa viera mi disfraz —él suspiró, y miró las estrellas en el cielo con ilusión—. Todos los años, en la noche de halloween ella elige a alguien de entre toda la multitud, y quien tenga el mejor disfraz, tiene el honor de bailar una pieza de vals con ella, bajo la luz de la luna. Es realmente muy hermosa.

En ese preciso momento sentí mi mundo detenerse, y una pequeña esperanza llegar a mi corazón.

—Joongie~ —escuché a una mujer de mediana edad no muy lejos de mí y el pequeño Hongjoong, supuse que era su madre quien lo llamaba—. ¿Quieres ir a pedir dulces?

—¡Sí! —brincó contento hasta donde su madre se encontraba—. ¡Adiós, Tae, espero volver a encontrarte otro día! —gritó lo último agitando su mano con una tierna sonrisa, despidiéndose de mí.

—¡Adiós, Hongjoong!

Un suspiro escapó de mis labios, y las palabras de Hongjoong de hace minutos atrás, nuevamente resonaron en mi mente.

“Todos los años, en la noche de halloween ella elige a alguien de entre toda la multitud, y quien tenga el mejor disfraz, tiene el honor de bailar una pieza de vals con ella, bajo la luz de la luna.”

Las esperanzas vuelven a mí, y el deseo de mi corazón está presente. Porque en esta noche, no puede importarme nada más. Mis miedos se vuelven pequeños si tu nombre en mi cabeza está resonando, porque aún con mi tormento, quiero ser capaz de ir por ti, volver a ver tus bellos ojos, escuchar tu voz y tomar tu mano, y... tal como cuando éramos unos niños, estar juntos ante el mundo sin que nada más pueda importarnos... porque puedo ser un enmascarado lleno de temor de sí mismo... pero los sentimientos que rebosan de mi corazón nunca han tenido una máscara, y nunca la tendrían si se trata de ti.

Quiero sostener tu mano esta noche, con el más sincero amor que de mi corazón siempre ha rebosado, aún con mi vida dependiendo del riesgo, quiero volver a nuestra antigua cercanía, quiero poder ir tras mi última esperanza, y bailar junto a ti un vals bajo la luz de la luna.