Cinco

[Algunas horas antes de la llamada de Jackson.]

Elsa se había puesto un bonito vestido negro muy juvenil y fresco. Mientras se arreglaba el cabello y Jessie la miraba con cierto enfado.

—Cuanto esmero. —Se burlo la joven. Elsa rodó los ojos y se apresuro a ponerse labial. —Tal vez si te arreglas menos y usas más el cerebro,las personas te verían menos... fácil. —Elsa bufo con desagrado aquella chica agotaba su paciencia.

—Y si tú dejaras de ser tan odiosa y tan infantil tal vez consigas un novio. —Su paciencia se había terminado y no podía permitir que le faltaran al respeto, bastante ya tenía con soportarlos para que encima ellos la insultaran. Jessie la miro de mala manera, pero al instante sus ojos se cristalizaron y de inmediato prefirió irse. La voz interna de Elsa le reprochaba ser tan cruel, pero sus instintos le aplaudían. Sin embargo aún sentía culpa.

La noche en New York era demasiado movida, no por nada le llamaban la ciudad que nunca duerme.
Elsa bajaba de su auto con los tres niños en dirección al bar de enfrente "Midnight" que sus amigas habían reservado para toda la noche. Paro un momento y los miro con una sonrisa.

— Ok, esto es lo que haremos. —De su bolsa saco cincuenta dólares. —Se quedaran junto a mi en todo momento y como no confió tomaré medidas drásticas. —Tomó la mano de Alex y la mano de la pequeña Ross y las junto aprisionando las con unas esposas.

—¿Esposas?—Se quejo Alex quien la miro mal con sus ojos azules.

—¡Sí, estamos presos!—Gritó Ross.

—No estás presa, es solo seguridad. —Le sonrió Elsa mientras sacaba otro par de esposas y este lo colocaba en su mano y en la mano de la pequeña Ross, quedando Alex, Ross en medio y Elsa quien por supuesto había dejado libre su mano izquierda.—Y esto es para ti, confió en que te quedes conmigo por que tengo a tus hermanos.

—Bien —Contesto Jessie de mala gana tomando el dinero que Elsa le ofreció.

—Bien entremos.

El lugar era grande y muy alocado, con luces neón parpadeantes y la música a todo volumen que llenaba el ambiente. No tardo mucho en encontrar a sus amigas bailando junto a Mavis la novia. Al instante Mérida la vio y corrió a abrazarla pero paro en seco cuando noto que no estaba sola y que por supuesto no era de la compañía que Elsa tenía siempre.

—Hola Elsa, ¿Te los robaste?—La miro confundida y con una sonrisa nerviosa, Elsa negó.

—Esto es por un favor.

—Menudo favor, ¡Hola niños soy Mérida!—Saludo sonriente hacia ellos y Ross no tardo nada en devolverle la sonrisa.

—Hola Mérida yo soy Ross.

—Hola Ross, eres muy linda. Espero que mi bebé sea igual de hermoso que tú. —Le sonrió y Ross río avergonzada.

— ¿Es una niña? —Pregunto esta con ilusión, Mérida negó y le sonrió.

— Aún no lo sé, linda.

—Hablando de eso, te vez preciosa. —Elsa y Mérida se abrazaron. Mérida era una mujer que le sentaba la maternidad hasta el grado de hacerla ver mas bella.

—Gracias, pero esta semana aumente cinco kilos.

—Supongo que es lo normal.

— Supongo que es lo normal, ¿Porque los tienes presos? — pregunto Mérida. Elsa rodó los ojos.

—No están presos, es simplemente seguridad y por su bienestar. Y en parte por la mía.

—¿De quien son?—Pregunto Punzie llegando de tras de Mérida acompañada de todas las demás.

—¿Los robaste?—Aventuró Gogo. Elsa solo abrió la boca sin poder creerlo.

—¿Porque creen que me los robe?.

—No lo sé...—Contestó Mavis. —¡Pero estoy muy contenta de que pudieras venir!—Exclamo Mavis abrazándola. Elsa correspondió al abrazo.

—¡Bailemos!—Grito Punzie . Todas se fueron hacia la pista incluso los chicos que Elsa obligo teniendo que arrastrarlos. Mientras una canción muy ruidosa empezó, Jessie aprovecho para irse tras el repartidor de pizzas de la otra vez. Recordaba que se llamaba Hiro.
Mientras Elsa bailaba sin parar junto a sus locas amigas Alex le susurró.

—Tengo que ir al trono.

—¿Ahora?

—Ahora. —Elsa suspiro y se fueron hacia el baño ,en dirección al de mujeres Alex la miro confuso.

— No puedo entrar ahí. Soy un varón.

— Pero nosotras no podemos entrar al de hombres, y no podemos separarnos.

—Vamos esto es una emergencia, no tardaré. —Alex la miro con súplica y Elsa cedió y le desabrocho las esposas y Alex entro corriendo al baño.

Mientras Elsa y Ross esperaban en silencio afuera del baño la música paro y observaron como una rubia que conocían se paro en una de las mesas y gritaba:

—¡Me muevo mejor que tú!

— Ups, problemas de adolescentes —hablo la dulce voz de Ross a Elsa quien miraba sin poder creerlo.

—Exactamente.

Sin esperar a Alex ambas se dirigieron a la mesa del centro donde la rubia y una pelinegra bailaban, mientras todas las personas estaban a su alrededor. Elsa pudo ver a Hiro en la parte de enfrente. Ross y Elsa se acercaron hasta él.

—¿Qué esta pasando? —grito Elsa por el ruido, Hiro se giro y la miro con alivió.

—¡Elsa!, no lo sé, esa chica se acerco a mi y a mi novia y dijo que ella era mejor.

—¿Tú novia?

—Vanellope. Ayuda me, tú sabes como es de competitiva.

—Ya lo sé. — Elsa se puso a la altura de Ross y la miro. —Tengo que bajar a tu hermana, no te vayas. —Se desabrocho las esposas y con dificultad la cargo para entregar se la a Hiro, quien la tomó con confusión.

—Vigila la.

Hiro asintió,mientras Ross le tocaba la respingada nariz él sonrió con incomodidad.

—Eres lindo.

— Gracias —comento el joven con una sonrisa. Elsa subió al escenario donde las dos jóvenes bailaban con ritmó. Se acerco a ambas y las separó. La música termino y la gente comenzó a abuchear a la platinada.

—¡Elsa!—Exclamo Vanellope quien la abrazo con cariño y Jessie hizo una mueca de fastidio. »¿Acaso todos la aman?« pensó con desagrado.

—¡Jessie no vuelvas a separarte!

—¡Eres una amargada!

—¡No le hables así!—Intervino Vanellope algo molesta. Jessie y Vanellope se miraron con enojo apunto de querer sacarse los ojos.

—Tranquilas chicas —murmuró Elsa, ambas jóvenes se miraron una vez más y se tomaron de los cabellos, mientras toda la gente gritaba: ¡Pelea, pelea,pelea!. Elsa que quedo justo en el medio fue arrojada hacia todas las personas en donde un chico la atrapó ,le sonrió y se aparto de él.

—¡Ay no!—Se quejo ella al ver como peleaban.

— ¡Gana Vanellope! —grito una pequeña en los hombros de Hiro que sonreía. Elsa la miro sin poder creerlo. —A veces es mala hermana —se excuso la pequeña. El celular de Elsa vibro en su vestido y lo tomo.

—¿Hola?—Contestó Elsa, mientras cubría su oído para escuchar mejor.

—Hola Elsa, llamaba para saber como está todo,¿Se portan bien?, ¿No te dan molestias?—La voz masculina y preocupada de Jack se escucho del otro lado y Elsa abrió los ojos como platos.

—Ellos son casi como...—Alex salta sobre las luces provocando que estas caigan y se rompan en pedazos. Elsa lo miro asombrada. —Ángeles.

—¿Todo esta bien?.

—Sí, eso creó...—Decía Elsa mientras tomaba a Alex del suelo en donde reía a carcajadas.

—¿En dónde estas?

—En casa viendo una película de acción. —Se excuso la rubia rápidamente con la esperanza de que crea. Elsa miro a Vanellope y a Jessie que peleaban otra vez sirviendo como ejemplo para las personas del bar que aún gritaban y Alex que gritaba "Los Americanos mandamos."-Es el sonido digital, ya sabes para escucharlo como en vivo.

—¿Ese fue Alex?

—Sí, es que estamos viendo una película de guerra norteamericana. —Mintió Elsa poniendo su celular entre su hombro y oído para ir por Jessie otra vez.

—Bien...—Contesto Jack un poco más aliviado o eso creía Elsa. —Te marco mañana, llegaré a las seis a más tardar.

—Eso me parece pero...

—¡Hermano cambio de planes!—Exclamo alguien del otro lado, Elsa conocía esa voz... Hipo. Dejo a Jessie y a Vanellope y escucho con atención —¡Nos quedamos una semana más!.

—¿Una semana?—Escucho a Jack decir y su tranquilidad se fue por el caño.

—¡Una semana!.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top