Catorce.
✖ Las sospechosas ✖
{Flashback}
Jack entro a su siguiente clase. Álgebra era lo que seguía, le tocaba estar con Elsa y en otro momento eso le hubiera encantado, pero ahora lo incomodaba. No era ella, era su propia culpa.
Además su compañera de mesa era nada más y nada menos que Wendy Darling , y no estaba de humor para tenerla cerca. Aunque, pensándolo bien, no estaba de humor para tener cerca a nadie. Sentía que la mayoría ya sabía su pequeño secreto, y bueno entendía que algunas personas ya estuvieran al tanto y lo que más temía era que su pequeño secreto llegará a oídos de Elsa.
Suponía que las personas enteradas no decían nada porque en primera; el era amigo de todos, eso nunca le había supuesto un problema, le resultaba bastante fácil hablar con otros. En segunda; él nunca se metía con nadie. En tercera; Era obvio que tampoco querían lastimar a Elsa. Eso lo agradeció enormemente, Elsa era la última persona que se tenia que enterar. La que menos tenía que sufrir. Y en cuarta; él también conocía varios errores de los estudiantes, y jamás había abierto la boca.
Entro al salón y tomó su lugar, hasta el frente. Los alumnos comenzaron a llegar entre ellos Elsa se presentó y le sonrió como era su costumbre. Jack hizo un gesto con la mano a forma de saludo, después miro al frente. No quería prestarle mucha atención, porque eso lo hacía sentirse más ruin.
—A estas horas la escuela es un caos total — Wendy Darling apareció a su derecha, arrojando su mochila en la mesa. Jack notó que se tambaleó un poco, pero trato con todas sus fuerzas de ignorarlo —. ¿No lo crees?
—Lo sé... —murmuró Jack, mirando con atención la mesa de granito, no podía o más bien no quería entablar una conversación con alguien en estos momentos, ya no podía actuar con normalidad —, es estresante.
—Es una mierda —escupió Wendy, se estremeció. Wendy actuaba con tanta naturalidad, eso lo puso de malas, ¿cómo alguien puede actuar con tanta normalidad en esta situación?
—Ya lo creo —dijo, se paso las manos por la cara y se dijo que todo estaría bien, que para el sábado habría tomado una decisión y que ya nada le haría daño a Elsa.
Él maestro apareció por la puerta y Jack nunca se había sentido más agradecido, en toda su vida, de que la clase comenzará. Saco sus apuntes y su bolígrafo y se esforzó por escuchar cada palabra del profesor frente a él. Hasta que Wendy le apretó la muñeca con fuerza. Eso lo hizo reaccionar.
—Rayos —murmuró muy bajito, para que solo ella lo escuchara —. ¿Te encuentras bien?
Wendy cerro los ojos un momento, el mareo la hizo ver borroso. Jack la observó detenidamente. Pobre, Wendy. Sintió pena por que no podía ayudarla. Era tan delgada que a Jack le causaba un conflicto que todo aquello fuera acabar con ella. Aunque él no era el indicado para abrir la boca. Wendy abrió los ojos y parpadeo un par de veces para estabilizarse.
—Ya esta pasando... —susurro, soltó a Jack lentamente y volvió su mirada al frente. Jack se tranquilizó un poco.
—Dios, Wendy tienes que pensar más en ti. Deberías de ir al médico.
—Lo hago —se defendió —. Pero no quiero hablar de mi ahora, Jack. Yo sé que se va a pasar... Es solo una fase. Todas dicen que es normal. ¿Pero tú?
—¿Yo? —sonrió con amargura —. Yo no necesito ir al médico.
Jack no despegó su mirada del frente, Wendy noto que apretaba los dientes. Su mandíbula se notaba tensa y noto también que a Jack de verdad le dolía todo aquello. Entonces deseo no estar en esa situación.
—¿Cuándo le vas a decir a Elsa?
Jack se tenso, lo noto por la forma en que su espalda se irguió y como sus ojos se oscurecieron. Pero aún así no la miro. Wendy se abofeteo mentalmente, ya no debería preguntar más. Lo lastimaba. Eso lo notaba, pero ella ya no podía con la culpa.
—Wendy, eso es asunto mio —la mirada que le ofreció la hizo sentirse mal, Jack tomo su mochila y se disculpo con el profesor para luego salir del aula. Wendy suspiro, miro de reojo a Elsa, y se dio cuenta de su mirada de extrañeza y preocupación. Wendy negó y se dijo que era mejor callar.
✖ En el pasillo ✖
Estaba tan molesto y desorientado que chocó con alguien en el pasillo. Su caminata era tan rápida y tan distraída que tiro las pertenencias de una chica. Se agachó para recogerlas y al notar quién era la víctima se sintió apenado.
—Como lo siento, Aurora —se disculpo mientras la ayuda a guardar todo de vuelta a la caja. Aurora suspiro y negó con la cabeza sin darle demasiada importancia —. No te vi.
—No te preocupes, Jack. Venías muy distraído, esta bien.
Jack le intento sonreír, porque siempre le había parecido muy tierna, pero en este momento no tenía humor para pensar en sonrisas. Cuando guardaron todas las cosas, Jack, la ayudo a ponerse de pie. Se sintió como un imbécil por no haberla visto. Aurora le agradeció con timidez.
—Gracias —su tono de voz era tan bajito y delicado que a Jack le causaba conflicto entenderla, en las pocas ocasiones, que habían hablado.
Aunque no habían sido más que un "Hola", "¿Cómo estás? "," Bien, ¿y tú? " consideraba que Aurora era una chica bastante tímida. Era preciosa, eso sí. No por nada, Phillip el capitán del equipo de Lacrosse, estaba tan encaprichado con ella. Pero Aurora nunca le había prestado atención, en su familia eran muy tradicionales y no la dejaban temer novio hasta los 18.
—Déjame ayudarte —le pidió Jack, al ver que cargaba con dificultad la caja entre sus delgados brazos —. Se ve pesado.
Aurora se encogió de hombros, estaba algo apenada. No era su intención causar molestias o lastima... Cualquiera de los casos. No quería imponerle a Jack su presencia.
—Eres muy amable —se paso un mechón de cabello rubio detrás de la oreja y evitó mirarlo a los ojos. Jack era una persona carismática a su lado Aurora se sentía muy diminuta y no quería arruinar la conversación con sus cosas, ni nada —... Creo que puedo sola. Pero gracias.
Jack negó y sin pensarlo tomo la caja de entre sus manos. Aurora arrugó su pequeña nariz y trato de disminuir el rubor de sus mejillas. Que vergüenza, pensaba con amargura. No quería que Jack se viera obligado a cargar sus cosas por su causa.
—Esta pesado, Aurora —le repitió, ella asintió con una leve sonrisa. Cerro la puerta de su casillero y comenzaron a caminar por el pasillo. A una distancia prudente. Aurora no quería causar revuelo, nunca lo quería. Mucho menos ahora que todos murmuraban cosas de Jack y un incidente —. ¿Es real lo que le dijiste esta mañana a Elsa?
—Sí —se mordió el labio inferior y suspiro —. De verdad que la voy a extrañar. Ella es... Como una hermana para mi. Pero esto tengo que hacerlo.
Jack asintió no muy convencido, cuando escuchaba el nombre de Elsa todo su cuerpo se paralizaba y la culpa emergía de su garganta, le dificultaba hablar de ella en estos momentos tan confusos. Aurora tenía un problema similar, Elsa era su confidente si se iba ya no volvería a verla, eso la hizo sentir mal.
En Philadelphia tenía familia, estaban sus padres, su prima Maléfica y todo lo nuevo se avecinaba entre nuevas personas y lugares. Pero ni siquiera un nuevo comienzo y la familia la hacían olvidar la nostalgia por Elsa. Su única amiga en Carolina del Norte.
—Y... —divagó Jack —. ¿Estas segura de que quieres marcharte?
—Realmente nunca he estado segura de lo que quiero o no. Pero esto es algo que me conviene... Además tampoco es que tenga muchos amigos aquí o que me encante el clima, o la escuela...
—Yo soy tú amigo, ¿lo olvidas?
—Supongo que lo olvide por un momento —doblaron por una esquina y Jack le sostuvo la puerta para que saliera, Aurora le sonrió en respuesta ante gentil acto —. Pero eso no cuenta porque eres amigo de todos.
Él aire de mediados de otoño le golpeó el rostro y Aurora lo aspiro gustosa, por un momento, Jack sonrió levemente. ¡Eso era!, ¿y si dejaba que las cosas se acomodaran un instante por si solas y él se tomaba un respiro? No se escuchaba nada mal. Aurora bajo con cuidado los escalones de la entrada, desde que había entrado a esa escuela siempre se tropezaba con ellos. Y eso era normal, porque Aurora era algo distraída, pero ahora no quería caerse y quedar como una tonta. Jack la siguió detrás cargando la caja con las cosas de Aurora.
—El auto de mi tía esta por allá, aquí puedo yo sola —Aurora lo miro de frente, era más pequeña que Jack, su cabeza rubia le llegaba a la barbilla, pero Aurora era más pequeña que la mayoría en la escuela —. Muchas gracias por ser tan oportuno.
Jack asintió y con algo de dudas le paso, de nuevo, la pesada caja. Aurora la cargo con dificultad. Jack creyó que ese era demasiado peso para alguien tan pequeña como ella. Pero acepto que era mejor dejarlo estar porque a Aurora no le gustaba dar molestias.
—Bien —se resigno, metiendo sus manos a los bolsillos delanteros de su pantalón. Realmente no quería regresar a clases, es que su cabeza solo estaba puesta en un lugar y eso le impedía concentrarse —. Son muchas cosas.
—Sí, me supongo que ocuparé estos libros en mi otra escuela y lo demás son algunas decoraciones que estaban en mi casillero...
—¿Cuándo te vas? —se animo a preguntar. Aurora lo miro con extrañeza, ¿Jack hablándole por más de veinte segundos? Eso era bastante raro.
—Oh, el sábado en la noche a más tardar. Mis papás me esperarán en el aeropuerto de Philadelphia.
—Oh —murmuró el chico. No era muy fan de las alturas, pero pensó que preferiría arrojarse de un avión en paracaídas que seguir viviendo todo aquello. Aurora noto lo distinto que estaba, ladeó la cabeza y se animo a preguntar.
—¿Qué pasa?
—Nada, estoy muy nervioso.
—Me imagino —le sonrió la rubia con gentileza —. El baile y los preparativos, ¿no?
—Sí —mintió, no se pondría tanto en evidencia —. Si vas, ¿no?
—Sí, será lo último que haga antes de mudar me. Recordaré a Frise como la escuela que me dio mi primer baile.
—Genial —sonrió él débilmente.
—Supongo —la mirada de Aurora se enfocó en la chica rubia de cabellos cortos que se aproximaba, eso la incómodo. Riley y ella nunca se habían hablado, pero estaba bien porque Aurora le temía —. Oh, no se aproxima una rubia y otra se va.
Jack volteo sin entender, cuando vio a Riley su estómago se revolvió de sobremanera. La rubia de cabello corto y perfecto se apresuraba en su zapatos altos. Sus ojos azules lo miraron con reproche. Jack se volvió a estresar.
—Ay, no —murmuró. Miro a Aurora y ella se encogió de hombros —. Dime que viene a hablar contigo.
—No lo creo, no somos amigas. Ni siquiera conocidas —se disculpo con una mirada de pena. Jack asintió inconforme —. Tú eres amigo de todos, así que... Te veré luego.
Jack le sonrió débilmente, Aurora se marcho por el estacionamiento de la escuela al tiempo que Riley llegaba con Jack. La rubia le sonrió, pedante y segura de si como siempre. Jack hizo una mueca.
—Hola, bombón —lo saludo la rubia, Jack bufo. Estaba tan molesto con su tono burlón. Le molestaba que le causará tanta gracia una situación tan seria como esta —. Te vi con Aurora, ¿la ayudas a socializar?
Riley hizo un puchero y Jack no lo negaba; era muy bonita. Pero de nada le servía si era tan odiosa y soberbia. Se pregunto sí algún día se le quitaría. Quizá con el tiempo Riley llegaría ser una mujer centrada y encantadora. Pero aquel solo pensamiento lo hizo reírse de él mismo. Eso jamas pasaría.
—¿Qué quieres, Ry?
—Lo que prometiste que harías si yo no le contaba a Elsa de todo esto.
Jack se paso una mano por la cara, Riley levanto una ceja mirándolo desafiante. En esos momentos Jack hubiera querido que aquella rubia fuera un hombre, así le hubiera podido romper la cara.
—Lo voy hacer, solo déjame asimilar todo esto.
—¿Qué tanto necesitas asimilar? —le encaró Riley, antes de que un bostezo se le escapara. Seguía tan, tan cansada, pero ni eso la detenía para buscar lo que quería.
—Te ves cansada.
—En algunos meses no importara...
—Ah, claro —suspiro con frustración, se acomodo la mochila en el hombro y se dio la vuelta ignorando la.
—¡NO LO EVADAS, FROST! —grito con firmeza, Jack respiro y prefirió no contestar más. Él no quería ser grosero, no podía, a fin de cuentas.
Antes de partir le llego un mensaje. Reviso su teléfono y casi tuvo ganas de arrojarlo al suelo.
Tinkerbell
Soy yo, no sé que más hacer
las náuseas siguen. Creo
que es momento de confesar...
✖ H I, G U Y S! ✖
Espero, de todo corazón, que este capítulo las confunda aún más.
Second; Quiero aclarar que no significa que las tres se hayan acostado con Jack. Solo una lo hizo. Y esa es la madre de la tropa Frost.
So... La revelación esta cerca.
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