Capítulo 9
ESA NOCHE DELIA grita tan alto que hace temblar cada hueso en el cuerpo de Evelyn. Se sienta tan rápido que se marea, inconscientemente saca la daga de su vaina. La luz de la luna no hace mucho para iluminar la habitación, pero había suficiente luz para ver que el granero estaba vacío excepto por los que se supone que están ahí. No hay evidencia de peligro.
Evelyn rápidamente mira en su mochila y encuentra un mechero que cogió de una tienda. No lo ha usado si no es necesario, pero no tiene tiempo de intentar encender un fuego como un hombre de las cavernas. Reúne un montón de paja y lo prende. Lo contempla un instante antes de dejar su daga en la cama de paja.
Delia está retorciéndose cuando llega a ella, y no pasa mucho rato hasta que grita de nuevo. Las puertas del granero se abren detrás de Evelyn, y el miedo la invade hasta que recuerda que Harry las bloquea con una llave. Habría sido mucho más ruidoso si alguien estuviera rompiéndolas.
No se molesta en pensar sobre dónde está Harry, o si estaba reuniendo a sus amigos. No tiene la oportunidad porque Delia está agarrando el borde de su camiseta, retorciéndola en su puño. Las lágrimas ruedan por sus rojas mejillas, pura agonía se refleja en su rostro desde su frente arrugada hasta sus dientes presionados.
"¿Qué pasa?" pregunta Evelyn, con preocupación en su estómago. "Delia, ¿qué te pasa?"
Robbie aparece a los pies de la cama de Delia, llorando. "¿Qué la pasa?"
Nive está detrás suya, Sasha agarrada a su pierna. "¿Qué ocurre?"
Evelyn muerde su lengua para evitar contestarles mal. Como si ella supiera lo que le estaba pasando a Delia. Tiene tanta idea como ellos, está igual de nerviosa y asustada, aunque se supone que lo esconde mejor.
Gracias a Dios, Harry se acerca, arrodillándose a su lado. Deshace las vendas, frunciendo el ceño ante la herida. Evelyn intenta mirar sobre su hombro, pero Delia la sujeta demasiado fuerte por su camiseta.
"¿Qué pasa?" pregunta Evelyn.
Robbie echa un paso atrás, girando la cara y cerrando los ojos. Nive se queda boquiabierta, cubriendo su boca, y Sasha esconde su cara en Nive.
Harry frunce el ceño, inclinándose hacia atrás para que Evelyn viera.
La herida está infectada, amoratada y supura pus. Su piel es de un color morado innatural, y el agujero que la rama había creado está visiblemente latiendo. Es demasiado obvio que está infectada, y es mucho más obvio que nadie sabe lo que hacer. Delia aún está retorciéndose de lado a lado, como si moverse rápidamente calmara su dolor cuando probablemente sólo hacía lo contrario. Cada vez que mueve la pierna, más pus sale del agujero y hace que Evelyn trague la bilis que sube hasta su garganta.
Harry está notablemente pensando en algo que hacer. Evelyn echaba más paja en la lumbre para mantener el fuego vivo. Después de lo que parecían años, él abruptamente se levanta y sube las escaleras.
"Eve, tengo miedo." Robbie se acerca a ella, Poppy se restriega en sus pies.
"Lo sé, niño. Pero todo va a estar bien," murmura, sin embargo, su incertidumbre es más clara de lo que desea.
Harry vuelve a bajar con más vendas limpias, el rollo casi estaba agotado. Tiene una mirada sombría.
"¿Eso es todo lo que podemos hacer?" susurra Evelyn, imitando su expresión.
Frunce el ceño aún más mientras asiente.
Ella sabe que no hay medicinas en este granero. Sabe que nadie tiene experiencia médica, lo que es descarada y dolorosamente obvio. Sabe que las infecciones no pueden ser tratadas sin recursos necesarios. Sabe que las infecciones son mortales.
Sabe todo esto y deseaba no saberlo.
Delia no puede morir--Evelyn no lo permitirá.
Ella no sabe cómo parará el proceso, pero lo hará. Delia ni siquiera había probado sus nuevas muletas todavía. Más importante, Evelyn no había sido capaz de precisar por qué se siente tan protectora con la joven chica. Nunca había tenido una hermana, o amigos de verdad, así que quizás es el deseo de querer una. Una hermana. Una amiga de verdad.
Delia no morirá.
***
Nadie vuelve a dormir esa noche. Incluso si quieren, no pueden; no con los gruñidos constantes de Delia y gritos ocasionales. Todo el ruido que hace tiene a Harry y a Evelyn al límite, toman turnos para mirar a través de las grietas del granero pero no se atreven a desbloquear las puertas. No sólo podía Delia estar atrayendo a las bestias sedientas de sangre, sino que podría captar el interés de las bandas también.
Las calles no eran seguras de noche desde antes de la guerra. Las bandas salieron a la luz casi inmediatamente cuando las leyes fueron más estrictas, y había incluso un toque de queda. No era obligatorio, pero era altamente recomendable estar en casa con las puertas y ventanas bloqueadas a las ocho de la tarde.
La situación empeoró desde entonces, empezaron a ser más violentos y desesperados.
Evelyn una vez se encontró con una sucia banda, todos ellos con sangre seca en sus ropas que llevaban orgullosamente para implicar lo peligrosos que eran. Habían pensado que Evelyn era una niña tonta que no podía luchar, pero el líder aprendió de la peor manera cuando se puso muy asqueroso con ella--su daga se hundió en su cuello antes de que ninguno de ellos pudiera parpadear. Se echaron atrás después de eso, y la dejaron irse, insultándola pero sin atreverse a cumplir con sus amenazas.
De lejos el área alrededor del granero está vacía sin movimientos a la vista, y con la capacidad auditiva de Harry, está ligeramente cómoda. No se relaja, ni siquiera baja la guardia, sin embargo, deja de caminar y se sienta en un montón de paja donde su daga aún descansa.
Mira a Delia que aún sigue retorciéndose de un lado a otro, sollozando y sudando. Se siente inmensamente culpable por la chica y tiene que apartar la vista de ella antes de que la pena se la trague.
El sol empieza a salir. Los ojos de Evelyn se sienten pesados, pero está acostumbrada a dormir poco. Mira a Harry preocupada, entonces decide que a él probablemente no le preocupe, y se dirige escaleras arriba para coger comida. Afortunadamente algo le dará energías.
Robbie la sigue arriba, Poppy, como siempre, a sus pies.
"¿Tienes hambre, niño?" pregunta, mirando en el armario aún lleno de comida enlatada. Intenta recordar no acelerarse con todo esto, guardar la mayoría y sólo comer cuando deban.
"Un poco," susurra. "Pero no creo que pueda comer."
Ella frunce el ceño, mirándole de reojo. "Delia estará bien." De nuevo, odia lo insegura que suena.
"¿De verdad?" Robbie tampoco está convencido. "Parecía malo, Eve. Ella se ve mal. Y obviamente le duele mucho."
Evelyn intenta mantener la calma. "Sé tanto como tú," dice. "Intenta rezar o algo en vez de preguntar cosas que no puedo responder."
"He estado rezando," admite.
Le da una pequeña lata de fruta, y se coge una para ella. Se sienta en las escaleras y Robbie a su lado. Le da a Poppy algo de comida, y comen en silencio. Ella no sabe lo que decirle. Nunca ha sido buena confortando a las personas, y todo lo que piensa en decir suena muy estúpido.
El día pasa terriblemente lento. Nadie sale del granero debido al miedo de que las bestias estén cerca. Delia aún sigue expresando su agonía, y Evelyn sigue culpándose porque no puede hacer nada por ayudar. Harry intenta lo mejor que puede inspeccionar la herida para ver si hay algún resto de la rama, pero con Delia retorciéndose y la poca luz, es inútil. No puede siquiera quitar la venda ensangrentada porque es la única que queda.
Nive atiende a Delia la que más, probablemente por el instinto materno. Usa gotitas de agua en paños para quitar el sudor de la frente de Delia, y Evelyn la escuchó antes cantar una nana. Delia sorprendentemente se había calmado. No dormido, pero no gritaba y lloraba. Por un rato, al menos.
Está oscuro fuera, pero hay una luna llena y parece que cada estrella del universo está guiñando a su granero. Evelyn está sentada en su montón de paja con las rodillas en su pecho, deseando poder dormir aunque la idea es simplemente eso. No sería capaz de cerrar los ojos incluso si hubiera un sueño prometedor para alejarla de la realidad por un rato. Apenas puede parpadear sin sentir como si estuviera lo suficientemente alerta.
Harry sale cuando todos duermen a la noche. Se marcha por media hora, pero Evelyn intenta pensar más sobre por qué le importa. Sus asuntos son sus asuntos, y a menos que le concierna su vida o a alguien más en este granero, le gustaría alejarse de eso. Nunca ha sido fan de la gente cotilla.
Justo cuando empezaba a preocuparse de nuevo sobre que estuviera llamando a sus amigos, las puertas del granero se abrieron y cerraron igual de rápido. Casi golpea el techo de saltar tan asombrada, cada músculo de su cuerpo se tensa y su corazón se hiela. Sólo es Harry, lo que mantiene sus nervios a raya de nuevo, pero el pánico en su rostro causa que su alivio sea efímero. Apenas incluso la mira antes de subir las escaleras rápidamente.
Por supuesto, ella va detrás suya.
"¿Qué demonios?" dice. "¿Qué pasa?"
Él agarra una bolsa de lona de una esquina de la habitación y abre de golpe el armario de la comida, metiendo tanta como le fuera posible. Dirige su mirada hacia la ventana, sugiriendo que echara un vistazo por ella misma.
Oh, qué precioso.
Hay alrededor de treinta bestias por lo que puede ver Evelyn, todas acercándose al granero. Como si fuera a propósito, Delia grita desde abajo y las bestias toman ventaja, acelerando su paso. Evelyn no puede ver sus rostros desde esta distancia, pero apostaría toda la comida enlatada de este granero a que estaban sonriendo maniáticamente. Cree que vio a dos de ellos chocar los cinco.
Evelyn corre abajo con Harry siguiéndola, a mitad de llenar la bolsa. Se la cuelga del hombro, y si el peso de tantas latas le afectaba, no lo mostraba. Se apresura hacia Delia, gentilmente cargándola en sus brazos mientras Evelyn despierta a Robbie y Poppy, Nive, y Sasha. Se cuelga su propia bolsa y mantiene un agarre firme en su daga.
"¿Dónde se supone que vamos a ir?" pregunta Robbie, con lágrimas cayendo de sus verdes ojos.
Harry se dirige hacia una salida trasera que ella nunca ha visto. "Le seguimos," dice, asintiendo hacia Harry. Mejor estar con alguien que sabe dónde va que andar a tiendas alrededor de un lugar desconocido con un montón de lobos detrás tuya.
Bueno, lo que se puedan parecer a lobos.
Robbie agarra el borde de la camiseta de Evelyn con una mano y agarra a Poppy con la otra. Evelyn no cree que haya visto a Sasha tan separada de Nive, pero las dos siguen a Evelyn y Robbie, quienes siguen a Harry. Harry camina rápidamente por una ladera, parando al final para mirarles y esperar. La puerta trasera principalmente les lleva al otro lado del bosque, pero Evelyn espera que eso sea suficiente para mantener a las bestias a distancia.
Aunque no sólo es el bosque.
Harry les lleva a una gran dstancia entre los árboles antes de detenerse abruptamente. Se encuentra con la mirada de Evelyn y asiente, entonces pisa con su bota en el suelo de hojas. Ella le mira confusa, así que aparta algunas de las hojas con su pie y casi se queda sin aliento al ver una puerta cuadrada. Se apresura a agacharse, quitando el candado y abriéndola. Ayuda a Nive primero, después a Sasha, Robbie y Poppy. Ella se sube primero a la escalera para que Harry pueda ayudarla a meter a Delia en el agujero.
No es fácil conseguir meter a una persona herida bajo el suelo a través de una pequeña puerta. Especialmente cuando Evelyn carece de la fuerza muscular de Harry. Casi deja caer a Delia dos veces, y exactamente no aterriza en el suelo como intentó. La respiración de Delia es fatigada y sus ojos están cerrados con fuerza, pero aún vive y eso es lo que importa ahora.
Él tira la bolsa de comida después, y Evelyn alza la mirada para esperar que Harry entre, pero está cerrando la puerta. Se pone en pie, poniendo una mano en medio para pararle. "¿Qué estás haciendo?" gruñe. "¿Nos estás encerrando?"
Él rueda los ojos, negando.
"Pruébalo. Si esto no es una trampa, entra."
Él coge aire con fuerza, los agujeros de su nariz se ensanchan. Está obviamente frustrado porque el ruido de las bestias se aproxima. Señala con su pulgar hacia la dirección de las bestias, y le lleva un momento a Evelyn antes de pillar lo que piensa hacer.
"No puedes contra todos ellos," le dice. "Hay al menos treinta."
Pero ella para--¿por qué le importa lo que haga? Si quiere luchar contra treinta de su especie en una misión suicida, ¿por qué le está parando?
Se convence a sí misma de que se lo debe, y también necesita tener la razón. Él puede haber salvado su vida dos veces, pero ella salvará la suya y probará a la vez que puede apañárselas sola. Ella no es la típica damisela en apuros. Ella no necesita un héroe.
Antes de que pueda pensarlo dos veces, sale del agujero y deja su bolsa de comida caer. "Quédate aquí, ¿vale?" dice a Robbie, manteniendo su mirada asustada. "Cuida de Delia."
Asiente sinceramente.
Evelyn deja caer la puerta para cerrarla, y pone el candado donde estaba. Pone un montón de hojas y tierra sobre la madera, haciéndolo ver insospechoso.
Cuando se levanta, Harry la está mirando. La está mirando tan intensamente que ella tiene que apartar la vista con una rojez en sus mejillas. "Bueno, vamos. No puedo dejar que te lleves toda la diversión, ¿verdad?"
Aunque esto no es divertido. Ni lo más mínimo. Evelyn lo odia. Odia cada día. Estaba perfectamente bien con competir con un montón de chicos del gimnasio con protectores, cascos, protectores de dientes y gente que no quería hacerte pedazos. Haría de todo por volver a esos tiempos, antes de las bestias, antes de la Tercera Guerra Mundial, antes de que sus padres empezaran a hablar de divorcio.
Antes de que todo se pusiera tan complicado.
Empieza a andar, pero Harry pone una mano en su hombro. Ella se aleja de su tacto como si la hubiera quemado. "¿Qué?"
Él sólo frunce el ceño con la frente arrugada. De alguna manera, incluso sus ojos rojos muestran duda y disconformidad.
"No me mires así," dice. "No necesito que me trates como si fuera una pequeña niña inútil."
Aún reacio, él la mira un rato antes de que el gruñido estuviera prácticamente detrás de ellos. Ella se gira con su daga, sus nervios se salen por las paredes. Puede fingir dureza todo el día, pero no puede ignorar el miedo que se crea en su estómago y odia lo débil y vulnerable que le hace sentir.
No tiene tiempo de disfrutar de su ansiedad por más tiempo; las primeras bestias aparecen de entre los árboles.
☆☆☆☆
Novela original escrita en inglés por juliaxwrites
All the love, A.
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