Capítulo 5
LA BESTIA LES guió fuera del bosque y de vuelta a la autopista que llegaba al barrio. Evelyn no podía creer los cuerpos que descansaban en el asfalto. ¿Les había masacrado a cada uno de ellos? Ni siquiera pudo contar cuántos había, pero apostaría que al menos veinte, incluyendo los que les siguieron a ella y a Robbie dentro del bosque.
¿Qué pasa con él, de todas formas? Matar a los de su propia especie, actuar como si no tuviera voz... Quizás no la tenía. Nunca respondió con palabras a las preguntas de Evelyn sobre ser mudo. Es tan surrealista caminar al lado de uno de ellos cuando está acostumbrada a hacer lo contrario: huir de ellos tan lejos como fuera posible o matar a cuantos pudiese.
Se dice a sí misma que esto no les hace aliados. Ni lo más mínimo. Les está llevando con Delia y eso es todo lo que le importa. Se irán y él volverá a hacer lo que sea que hace.
Entonces Evelyn se acuerda sobre la pierna de Delia, y maldice en voz baja. No hay forma de que pueda caminar con semejante herida. La rama la había atravesado. Tendrá suerte si consigue andar otra vez.
Evelyn vuelve a maldecir al darse cuenta de otra cosa.
Había olvidado su daga en el cuello de ese psicópata.
"¿Estás bien, Eve?" pregunta Robbie en voz baja, agarrando a Poppy con fuerza.
"Estoy bien," murmura. "Me olvidé algo en el bosque, pero no pasa nada. No es el fin del mundo, ¿verdad?"
"Un poco sí," contesta apenado.
Evelyn duda antes de acariciarle un poco la cabeza, esperando que fuera más confortante de lo que parecía. Aunque él no dijo nada, así que se lo tomará como un sí.
Prácticamente está agarrándose a ella mientras siguen a la bestia a través del barrio. La bestia parece estar a alerta, con los ojos bien abiertos mientras caminan por las calles desérticas. Esto no debería calmar a Evelyn, pero de alguna manera lo hace.
Está anocheciendo, el sol empieza a ponerse. Evelyn no quiere estar en las calles, o fuera, cuando está oscuro. No puede creer que fueran atacados por tantos durante el día, así que no quiere ni imaginarse el incremento del número cuando anochece. No es que no salgan durante el día, pero típicamente parecen preferir la noche.
Él de pronto se sale de la carretera, metiéndose en una parcela. Les guía hasta la parte trasera de una casa, pero en vez de entrar a ella camina hasta un granero situado al final del jardín. Abre una de las grandes puertas, haciendo paso para Evelyn y Robbie. Evelyn le estudia por un momento, insegura por la situación. Él parece captarlo y rueda los ojos como haría un adolescente molesto, entonces entra primero.
Cierra la puerta detrás de ellos y Robbie se separa de Evelyn antes de que ella pueda procesar todo. Delia está tumbada sobre un montón de paja que parece estar dispuesta en forma de cama. Robbie se arrodilla a su lado, e incluso desde la entrada Evelyn puede ver el sudor bajando por su rostro. La rama aún está atravesada en su pierna, así que está tumbada de lado. Su pierna buena aún lleva puesta los jeans, pero la que está herida está al descubierto hasta la mitad de su muslo, donde se encuentra la herida.
Evelyn se gira hacia la bestia, con ojos llenos de confusión. "¿La salvaste?"
Él se encogió de hombros; parece ser bueno en ello.
"No te entiendo," susurra ella.
Él mantiene la mirada por un momento, entonces abruptamente aparta sus ojos rojos y se acerca a Delia. Examina la rama, casi pareciendo empatizar, entonces desaparece en el segundo piso del granero. Evelyn puede ver sus botas moverse rápidamente, a propósito. Baja con un rollo de vendas y peróxido.
Sus ojos se dirigen hacia Evelyn de nuevo. Parece horrorizado y empático, dos emociones que ella nunca habría esperado encontrar en los ojos de una bestia.
Entonces ella entiende a la vez que Delia. "Tienes que sacarla, ¿verdad?" se queja. "No sé si puedo..."
Desenrolla un trapo y se lo pone en la boca para que lo muerda.
"Robbie," dice Evelyn, sorprendentemente amable. "Probablemente no deberías verlo."
La bestia señala escaleras arriba.
Robbie tenía lágrimas en los ojos, pero agarra a Poppy y sube como le ordenan.
Evelyn sujeta las muñecas de Delia y las mantiene sobre su cabeza. La bestia se sienta en sus espinillas pero mantiene distancias con la herida. Sus dedos se cierran sobre la rama y mira a Evelyn, como si preguntara si estaba lista. Ella traga, pero su garganta está seca. Le asiente con rapidez, poniendo toda su fuerza en las muñecas de Delia.
Entonces la saca.
La gente del otro lado del planeta podría haber escuchado el grito de Delia lleno de dolor y trauma. Se resistió ante el agarre de Evelyn, y ésta tuvo prácticamente que tumbarse sobre sus brazos para mantenerla quieta. Encorvó su espalda, removiendo su pierna buena bajo la bestia. Lágrimas y sudor se formaron mientras caían por su rostro enrojecido.
Aunque la bestia ni se inmutó. Mojó dos trozos de venda en peróxido y los puso en ambos lados del agujero que formó la rama. Eso hizo que Delia gritara imposiblemente más fuerte, pero todo se redujo a meras quejas y temores después de un rato. Sus ojos se cerraron y su cuerpo se relajó; se desmayó.
"Es por el estrés, ¿verdad? ¿Está bien?" pregunta Evelyn asustada, mirando a la bestia.
Él asiente, entonces hace gestos. Señala a ambos montones de vendas y Evelyn entiende después de un rato que le está dando instrucciones de cómo sujetarlos. Ella lo hace, presionando sus dedos con suavidad contra ellos, pero no se atreve a mirarlos. La sangre sobrepasa la tela y está cálida en sus dedos.
Tranquilamente, él enrolla unos vendajes varias veces alrededor de su muslo, manteniéndolos firmes pero no hasta el punto en el que parezca que su pierna carece de circulación. Evelyn se da cuenta de que él debe haber roto todo el pantalón de su pierna. ¿Cuánta fuerza tendrá?
Cuando él ha acabado, se levanta y rasca su nuca, sentándose al lado de la cama de paja. Insegura y principalmente por curiosidad, Evelyn se sienta con él pero al lado de la cabeza de Delia, así hay un espacio entre ellos. Se sumerge en sus propios pensamientos, intentando averiguar qué preguntar primero, incluso aunque no reciba respuesta alguna.
"¿Tienes, ya sabes, un nombre?" se da cuenta que llamarle todo el rato "la bestia" se volverá raro, y categorizarle como uno de ellos de pronto se siente extraño. Aunque técnicamente lo sea, tampoco lo es.
Rueda los ojos ante sus propios pensamientos confusos.
Y por supuesto, él se encoge de hombros como respuesta.
"Bueno, tengo que llamarte de alguna manera a menos que planees comernos durante la noche."
La mira mal, con un brillo efímero de diversión cruzando sus ojos rojos. Ella no sabe si se acostumbrará a ellos, pero entonces deja de pensarlo; no le volverá a ver cuando Delia mejore, así que no necesita acostumbrarse a su misterioso brillo.
"Bien," dice, echándose atrás en la paja pero con cuidado de no molestar a Delia. Ella puede escuchar su respiración, sorprendentemente profunda y pesada. "¿Qué te parece Charlie?"
Él arruga su nariz.
"Vale... ¿Matthew?"
Niega con la cabeza.
"Eres exigente para ser alguien que no puede hablar o no lo hará," murmura. Le vuelve a mirar, intentando pensar en un nombre que parezca irle bien acorde a sus facciones. Cabello castaño, mandíbula definida, labios carnosos, hombros anchos...
"Harry," dice más como afirmación que como pregunta.
Él se queda pensándolo, entonces sonríe débilmente. No es que fuera una sonrisa al cien por cien como para revelar sus colmillos.
Ella se siente satisfecha consigo misma. "Entonces será Harry."
No es que ella confíe en él, pero tiene que darle crédito por lo que ha hecho. Rescató a Delia en la carretera, y rescató a Evelyn de un grupo de bestias extraordinariamente extrañas. Ella no tenía ni idea de por qué lo había hecho, y no intenta empezar a entenderlo.
Todo lo que sabe es que ahora mismo su estómago necesita comida, y también ella necesita un buen descanso. Un bufet y un masaje de espalda estarían bien, pero obviamente eso estaba fuera de pedido.
"¿Tienes algo de comer?" pregunta en voz baja, preguntándose dónde están sus lazos de amistad. Quizás él tenía comida pero no intención de compartirla.
Él se puso en pie, y la indicó que le siguiera escaleras arriba.
☆☆☆☆
Novela original escrita por juliaxwrites
All the love, A.
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