(Alex Roe representa a Erik).

ERIK HAWKINS ES un hombre ancho de hombros con la postura de un militante aunque tiene un rostro suave con ojos azules y cabello castaño. Está mirando a Evelyn tan intensamente como ella le mira a él, ambos teniendo una batalla mental por quién es el más fuerte. Ninguno de ellos aparta la mirada, tampoco mueven los dedos, ni parpadean.

Mientras aún mantiene la mirada, él se rasca el vello de su barbilla y dice, "Llegaste ayer y ya has roto el código de conducta."

Ella se yergue. "También tus perros a los que llamas hombres."

"Has roto la nariz de Mike."

"Se lo merecía."

Él alza una ceja. "Estaba guardando las raciones de comida."

Ella tensa la mandíbula. "Se estaba negando a darnos un barrita extra de chocolate para un niño de ocho años, entonces hizo un comentario sexista y mi puño simplemente apareció en su rostro."

Hay un brillo de diversión en sus ojos. Es el primero en romper el duelo, bajando la mirada mientras intenta contener una sonrisa. Cuando vuelve a alzar la vista, vuelve al asunto. "No apruebo ese tipo de comentarios, tendré una charla con Mike sobre eso. Sin embargo, sigues habiendo roto su nariz." Enfatiza las palabras como si Evelyn fuera una niña que no entiende el daño que ha causado. Lo entiende perfectamente bien, y no se disculpará por ello.

"¿Y ahora qué? ¿Nos vas a echar?"

"Claro que no. No soy tan mala persona. Pero tendrás la tarea de limpiar durante la semana que viene."

Ella se queda boquiabierta. "¿Perdona?"

"Escuchaste bien. Espero que la cocina esté impecable después del desayuno, de la comida, y la cena. Espero que limpies hasta la más pequeña mancha del suelo. Espero que limpies la letrina--"

"No soy una sirvienta," sisea, entrecerrando los ojos. "Y si cree que me voy a acercar tan siquiera a los retretes de otras personas, eres mucho más estúpido de lo que creía."

Erik suspira, rascando su frente. "Tengo que mantener el orden en este campamento, y parte de ese orden son las consecuencias para aquellos que no siguen las normas. No tiene que gustarte, pero siendo francos, no tienes otra opción."

"Vamos," gruñe ella, cruzándose de brazos. "Al menos dame algo mejor que hacer con mi tiempo. Puedo ayudar a patrullar las puertas o estar en un grupo de búsqueda o--"

Él la interrumpe con una risa corta. "Las únicas mujeres en ambos de esos grupos son dos veces tu talla, y sólo hay unas pocas."

"¿Y? Juzgar por las apariencias nunca ha funcionado con nadie."

"Aprecio tu oferta, pero--"

"Oh, para de actuar como si fueras el líder perfecto con tu lenguaje formal y comentarios degradantes," dice. "Preferiría ser echada en vez de fregar los suelos y limpiar la mierda de otros. Dame algo que merezca la pena."

De nuevo, vuelven a competir con la mirada.

Después de unos instantes largos, Erik pasa una mano por su cabello con un suspiro pesado. "De acuerdo," dice a regañadientes. "Te dejaré que empieces patrullando. Aunque es peor que limpiar los baños. No digas que no te advertí."

Evelyn sonríe triunfante. "Al menos una patrulla puede mantener su dignidad."

Él sonríe. "Ahí tienes razón."

Ella asiente, entonces se gira para salir de su oficina, que es la oficina en la que el alcalde solía trabajar. No es tan brillante como ella había esperado, pero ciertamente no le decepciona con el techo alto y la lámpara de araña, incluso aunque no funciona. Hay estanterías llenas de libros en cada pared, y el escritorio es caoba y del tamaño de su cuerpo, con una silla de cuero detrás de él.

"Eve," dice Erik antes de que llegue a la puerta.

Ella alza sus cejas expectante.

Él sonríe bromeando. "Puedes llevarte un libro o dos si quieres. No fuiste tan sutil como querías creer cuando entraste. Prácticamente babeabas."

Ella bufa, enviándole una mirada asesina, pero siente un poco de felicidad en su interior. Muerde su labio para esconder su satisfacción de él, escaneando las estanterías más cercanas a ella. Erik nombra un par diciendo que son sus favoritos, pero Evelyn no le presta atención. Había visto un libro gordo antes, de cubierta de cuero y antiguo. Lo encuentra, no le suena el título, pero se lo lleva bajo el brazo.

"Una lectura muy extensa," remarca Erik.

"Puedo soportarlo," le contesta.

Él tiene la necesidad de sonreír, rodeando el escritorio para estar a su lado. Saca un libro de la estantería. A la vida debemos. Evelyn frunce el ceño por el título, mirándole como si preguntara ¿En serio? Suena muy cursi.

"Confía en mí," dice, dándoselo. "Es uno de los mejores que he leído."

"No creo que eso sea más de un par de libros."

"En verdad me gusta leer mucho, para tu información."

"Nunca lo habría adivinado."

Aún sonriendo, mantiene el libro hasta que finalmente lo coge, entonces dice, "Oh, y llegarás tarde a la patrulla que empieza en tres minutos."

Ella abre los ojos de par en par, pero se recupera rápidamente rodándolos. Sin embargo, no puede evitar salir corriendo de la oficina. Lo menos que puede hacer es dar una buena impresión llegando puntual. Pasa por la habitación que comparte con su grupo hasta que Erik tenga una espacio para ponerlos con los demás. En verdad no quiere ir con los demás, pero algunas cosas no puede discutirlas. Deja los libros en el suelo de la habitación vacía, entonces va a la parte delantera del edificio rápidamente.

A Locke le habían ofrecido estar en el grupo de búsqueda, un trabajo que obviamente cogió, echando de menos su rol de liderazgo en el campamento de Quincy. Robbie, Sasha, Ress, e incluso Maxia ya han conocido a otros chicos de sus edades. Ninguno está necesariamente feliz, pero no están tan descontentos como Evelyn. Por una vez, está siendo apartada como si fuera otra boca a la que alimentar. Por segunda vez, no está acostumbrada a tener tanta estructura.

Debería ser confortante en vez de asustadizo.

No ha visto tanta organización en meses.

Cuando está fuera yendo a la puerta, los guardias ya empiezan a mirarla de arriba a abajo. Sabe que va a tener que liarse a codazos para que la acepten, pero esa es una de las cosas más fáciles que podría hacer. Confrontar un puñado de hombres egoístas es aún mejor que limpiar su basura.

Parker, el líder de la patrulla a quien conoció ayer en su llegada, le da una sonrisa amistosa. "¿Necesitas ayuda?"

Ella para frente a él. "Sí. Me gustaría saber la rutina y dónde debería empezar."

Él parpadea confuso. "¿Disculpa?"

"Estoy en la patrulla ahora."

Un chico detrás de Parker se ríe. "Como si Erik fuera a reclutar a una cosa tan diminuta."

Otro chico dice, "Hey tío, esa cosa diminuta rompió la nariz de Big Mike esta mañana. Había sangre por todos lados. Lo vi por mí mismo."

El primero se bufa. "Le pilló con la guardia baja. No hay nada impresionante en ello. De hecho, lo llamaría cobardía."

Evelyn lanza una mirada aburrida a Parker.

Parker la mira simpáticamente, entonces grita a sus hombres, "Id a vuestros puestos, chicos. Una nueva adición al grupo siempre es bueno."

Evelyn echa los hombros atrás orgullosamente.

Entonces el primero vuelve a hablar, "Como si una pequeña niña débil fuera lo que necesitamos."

Ella tensa la mandíbula tan fuerte que duele.

"Walker, te daré dos segundos para cerrar la boca y volver a tu puesto," Parker le contesta.

Walker gruñe en voz baja, pero vuelve a su puesto en la parte más lejana de la valla.

Parker se gira hacia Evelyn, con las cejas alzadas. "¿De verdad Erik te reclutó?"

Evelyn se encoge de hombros. "No le di muchas opciones."

Él ríe. "Bueno, tenemos un par de puestos libres en el perímetro  más lejano a menos que quieras estar cerca del edificio principal. Puedo cambiar a una persona o dos si lo necesitas. Sé que tienes ese trabajo a media jornada de niñera."

"Soy una chica ocupada. Aunque no quiero causar molestias. En cualquier sitio está bien mientras no sea en la letrina."

Él suspira concienciado. "Ahora tu reclutamiento hace sentido."

Ella se figura que puede gustarle este hombre. Es uno de los miembros más antiguos del campamento con el cabello canoso y arrugas en sus ojos a pesar de que sonría o no. Pero parece amigable, y no del tipo falso de amigable que esperas a que cambie de actitud en cualquier momento. De verdad parece sincero.

Claro que, no tiene esperanzas de subir o bajar su guardia ni lo más mínimo.

Patrullar es tan aburrido como Erik advirtió. Evelyn se pasa el tiempo apoyada contra el poste de metal de la puerta, deseando tener un libro entre sus manos. Quizás debería hacerse llevado el que Erik le prestó, pero no pensó que sería todo así. Por no mencionar las miradas que la lanzan y las charlas sexistas que escucha. Desea que uno de ellos la amenace para tener una escusa para romper otra nariz.

Hasta que la voz de alguien la sorprende.

"No te puse a patrullar para que pudieras soñar despierta."

Ella abre los ojos para encontrarse con los de Erik, con una sonrisa divertida en sus labios mientras se cruza de brazos. Ella se vuelve a apoyar contra el poste de metal, moviéndose a un lado para darla la espalda.

"Adelante," dice imitando. "Dime que tenía razón. Estás aburrida."

"¿No tienes nada que hacer a parte de molestarme? Se supone que estoy en patrulla, ¿recuerdas? No puedo ser distraída."

Él apoya su hombro contra el poste, mirándola de reojo. "De hecho, vine afuera por ti, no por molestarte."

"¿Oh?" Ella alza una ceja. "Tus intenciones fallaron. Estoy aburrida."

Él rueda los ojos aunque sonríe. "No creerás cuántas patrullas se han quejado sobre haber reclutado a una chica."

"No creerás lo mucho que no me importa."

"No creía que lo hiciera." Se aparta del poste y se pone frente a ella. "Por otra parte, la mitad de ellos se niegan a volver por eso. Creen que estoy despreciando su importancia. Cosas de los típicos hombres egoístas, claro."

"Así que se supone que debes hacer algo al respecto, ¿me vas a echar ya?" Aunque el trabajo es terriblemente aburrido, no puede evitar mostrar molestia en su tono.

Él la mira simpáticamente, una mirada que le hace querer golpearle. "Estoy haciendo lo mejor que puedo. No tienes que limpiar baños, pero--" Se para, mirando sobre su hombro a la puerta, entrecerrando los ojos.

Ella se gira por sí misma, el aire inmediatamente sale de sus pulmones.

Erik empieza a gritar a sus hombres al instante mientras Evelyn sigue mirando al grupo de bestias corriendo hacia ellos. Tienen que ser por lo menos cien, si no más, y la mayoría de ellos son los que peor funcionan como Harry decía. Un mordisco que fue mal. Se muerden entre sí, se empujan para ir más rápido, aunque todos comparten la misma meta.

Empezar una masacre.

☆☆☆☆

Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

All the love, A.