Capítulo 31

HARRY HABÍA PLANEADO irse inmediatamente después de que viera al pequeño grupo a salvo dentro del edificio. No había planeado observar el campamento el resto del día, toda la noche, y la mañana siguiente. No había planeado estar tan preocupado como lo está. No había planeado echar de menos a ninguno tanto como lo hace.

Intenta decirse a sí mismo que quedarse no asegurará que no haya problemas. Problemas como Evelyn causándolos o el campamento rechazándoles. No había ni la menos molestia. Ahora el siguiente día bajo el brillante sol, casi desea que hubiera una. Así no tendría que darse la vuelta y marcharse. Sabe que hizo la decisión correcta, pero lo correcto no es siempre lo mejor, ¿verdad?

Tensa la mandíbula, entonces se gira abruptamente y aleja la molestia de su alrededor mientras correo para no cambiar de idea.

Un sonido de hojas moviéndose le hace parar no demasiado tiempo después de empezar. Entrecerrando los ojos, se concentra, afinando sus oídos para captar hasta el más mínimo ruido. Una mosca volando. Dos animales que parecen mapaches luchando por el territorio. El viento moviendo las hojas.

Quizás había sido su mente; él queriendo escuchar algo.

Vuelve a mirar al campamento. Los guardias no se han movido durante su patrulla, la puerta no se ha abierto, y el edificio al otro lado sigue quieto y en silencio. Fuerza su mirada a apartarla, volviendo a caminar.

Sus talones se clavan en el suelo.

No, ha escuchado algo.

Susurrando.

Sus sentidos le dicen que son dos experimentos, aunque están un poco lejos. No son seguidores profesionales, y obviamente nunca se han encontrado con Harry antes, o habrían sabido mantener una distancia lejana y las bocas cerradas. Se figura que jugar la carta del despiste funcionará, así que sigue con una expresión neutra. Todo lo que tiene que hacer es ser más rápido y silencioso.

No es difícil.

Hace un gran círculo alrededor de ellos, girando al rededor de los mismos árboles en diferentes direcciones para marearles. Cuando al fin sabe su localización, usa su velocidad para aparecer detrás de ellos. No notan su presencia hasta que agarra a uno por el cuello de la camiseta, lanzándole contra un pino. Harry es rápido recuperándose, presionando su antebrazo contra la garganta del experimento mientras el otro empieza a gritarle.

"¡No le hagas daño! Lo juro, no queremos hacerte daño. Por favor, déjale ir."

Harry le ignora, mirando a los ojos del chico aterrado. Es de los más nuevos, su juventud hace que Harry arrugue la nariz. "Micah ya me había localizado, ¿por qué ha enviado a más?"

Los ojos del chico se abren de par en par. "No estamos con Micah, ¡l-lo juro! Sólo estábamos... estábamos..."

Mientras el chico intenta buscar una mentira, Harry le empuja más contra el árbol, la madera resuena mientras se empiezan a caer pedazos. "Las mentiras son innecesarias a menos que quieras estar el resto de tu vida sacando espinas de sus entrañas."

Los ojos del chico prácticamente se salen de sus órbitas. "¡N-no, por favor! S-sí, Micah nos envió pero n-no nos dio detalles."

"Nos dijo que encontráramos tu paradero y se lo dijéramos," dice el otro chico, aunque no se atreve a dar un paso más cerca. "Por favor, no nos hagas daño. Sólo estábamos siguiendo órdenes. Nos amenazó con matarnos a todos."

"¿Todos?" pregunta Harry, alzando una ceja mientras continúa mirando al chico en frente de él, sólo aflojando el agarre lo suficiente para dejarle respirar.

Sonríe con sinceridad. "Somos unos veinte. Somos los más innecesarios de todos. Tenemos tendencia a destrozar todo y Micah intenta mantenernos fuera de todo, pero necesita a sus hombres para algo. No nos dijo el por qué, lo juro. Sólo dijo que habláramos con Shade o Buffy y consiguiéramos tu localización para poder continuar vigilándote."

El otro chico interrumpe. "Al principio nos perdieron," dice. "Pero Micah vino y Shade intentó mentir pero Micah lo descubrió, y finalmente dijo el último lugar en el que estabas. Seguimos tu rastro, pero incluso así nos llevó tiempo. No somos los inteligentes. No tenemos ningún plan maestro de matarte."

Harry no necesita que le digan las cosas que ya sabe. Estos dos probablemente no podrían reunir el suficiente coraje para hablar en voz alta así que tampoco harán daño. Harry suspira y deja al chico ir, el pino parece estar a punto de caerse si le da una fuerte brisa. No se había dado cuenta de que empujó al chico tan fuerte. Un rastro de remordimiento aparece en su estómago.

"Tenéis opciones ahora," les dice Harry, mirándoles a los dos que parecen ser gemelos. "Podéis volver con Micah sin información, o podéis salvaros y huir."

El chico charlatán parpadea. "¿No vas a matarnos?"

Harry se estremece, negando. "Pero no voy a dejaros seguirme, tampoco. Micah debería aprender a preocuparse de sus propios asuntos."

El chico que había tenido contra el árbol se agarra el cuello. "No podemos volver. No tenemos ningún sitio al que ir."

Harry casi se golpea la cabeza contra el árbol. Siempre recoge mendigos por pena, ¿verdad? Algunos pueden llamarlo heroico, pero es más exhaustivo que nunca. Estar solo no es lo ideal, pero tampoco lo es ser el líder.

Se rasca la nuca. "Lo siento, no puedo ayudaros."

Los dos se intercambian miradas, entonces bajan las cabezas. "Lo entendemos," uno susurra mientras el otro dice, "Gracias de todas formas."

Ahora Harry sí quiere golpearse la cabeza. Puede que no le hagan sentir culpable intencionadamente, pero aunque no sean sus intenciones está funcionando.

Gruñe, cerrando los ojos con fuerza por unos segundos antes de encararles. "¿Pretendéis dejar a los otros veinte a merced de Micah?"

Uno parece avergonzado. "Íbamos a, um, liberarlos... de alguna manera."

"No hemos hablado de los detalles."

"Pero aún vamos a intentarlo."

"Nos tratan muy mal allí."

Harry junta los labios. Aún puede sentir los de Evelyn. "No hay lugar para una misión de rescate en mis planes, lo siento."

El que parecía avergonzado se yergue y se lleva el puño al pecho, el otro chico le imita rápidamente, dejando a Harry sin habla y confuso. A la vez, dicen, "Te ofrecemos nuestra lealtad."

Es el turno de Harry de parpadear confuso. "¿Qué?"

Uno echa un paso al frente. "Micah nos obligó a todos a hacer un juramento de lealtad hacia él para cuando esté en el poder. Nos prometió una buena vida, pero somos parte de los fracasos. Nadie quiere experimentos que funcionen mal. Así que si nos permites, nos quedaremos a tu lado."

¿Cuando Micah esté al poder?

¿Cuán lejos en el mundo cree que va a llegar?

Harry recuerda una misión en el medio este donde Micah había estado fascinado por el sistema monárquico. Había seguido al emperador por días, insistiendo en que era por el bien de capturarle mejor, pero Harry lo sabía entonces y ahora lo sabe mejor. No está muy seguro de que Micah entienda cómo irá su camino, pero también se da cuenta de que no hay nadie que le pare.

"No entiendo," dice Harry en voz baja, negando con la cabeza.

El otro chico, aún agarrando su garganta, asiente firmemente. "Micah te declaró su mayor amenaza. Dice que será una batalla entre vosotros dos. Queremos estar a tu lado."

"No hay lados," dice Harry, inmerso en sus pensamientos. "No tengo intenciones de participar en sus juegos."

"Eso no es lo que está diciendo a todo el mundo."

"Dice que quieres robar su poder."

"Todo el mundo te recuerda."

"Los está poniendo en tu contra."

Harry mira a los gemelos que hablan tan fluído, tan coordinados que da miedo. Harry no entiende por qué Micah se molestaría en hablar de él, a menos que tenga un plan secreto. Harry sabe que Micah no le quiere vivo--siempre lo ha querido--pero, ¿por qué arrastrar a los demás en esto? Harry ni siquiera se ha entrometido en los planes de Micah, así que parece una táctica innecesaria.

"¿Cuáles son vuestros nombres?" pregunta, entonces frunce el ceño. "¿Y cómo puedo distinguiros?"

"Soy Aces."

"Yo Spades."

"Para distinguiros, soy 5784."

"Y yo 5785."

Ambos se giran para revelar sus números tatuados en las nucas. Harry sabe que eso no ayuda para nada con sus cabellos oscuros cayendo sobre ellos, y probablemente ellos también lo sepan, pero supone que no hay necesidad de diferenciarles. No cuando hablan como si fueran una única persona con dos voces.

"¿Nos aceptarás?" Aces, o supone que es él, pregunta con unos ojos bien abiertos, esperanzados.

"Sería un honor," Spades, de nuevo cree que es él, añade.

Esto es demasiado para Harry, pero está tan centrado en llegar al laboratorio que está de acuerdo en moverse simplemente. Quiere estar allí para cuando caiga la noche. Ya es mediodía, así que con su velocidad debería estar allí en poco tiempo. Sin embargo, los dos nuevos puede que no estén acostumbrados o incluso no estén concienciados de sus ventajas y puede que le retrasen.

Le dicen que pueden usar su velocidad, aunque no muy bien. Se tropiezan y se chocan contra árboles antes de poder pararse. Aunque los tres hacen progresos. Harry ya estaría allí si fuera por él, pero por supuesto estar sólo es algo raro en él. Parece que siempre tiene compañía lo quiera o no.

Mantiene su mente alejada de Evelyn y del resto.

No necesita preocuparse sobre cosas de las que no tiene el control. Lo que ocurra a partir de ahora ocurrirá, y tomará cada cosa como es. No más intentos de cambiar lo que el universo tiene para él. No más remordimientos sobre lo que ya ha hecho.

Necesita estar centrado.

Aún es consciente de Aces y Spades. Todo su pasado podría ser una historia inventada por Micah simplemente para tener a Harry en la palma de su mano. La compasión de Harry es su debilidad, pero no puede hacer nada contra ello. Si ésta es una trampa de Micah, continuará con lo planeado que es lo contrario a lo que Micah quiere.

Aunque con suerte, no habrá trampas.

Con ese mal presentimiento aún en su estómago, no estaría sorprendido. Empieza a sentirse mejor sobre la decisión de dejar a Evelyn atrás en un lugar más seguro. No hay necesidad de decir lo que está a punto de encontrarse.

☆☆☆☆

Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

All the love, A.



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