Capítulo 19
HARRY ACTÚA RÁPIDO por el bien de Nive, aunque incluso después del golpe en la nuca, él se sienta en la cama con las manos metidas en su pelo mientras la ira se creaba en su estómago con punzantes dolores. Ha estado en la habitación al menos diez minutos más de lo necesario, pero no puede reunir la fuerza necesaria para dejarla. La situación era completamente injusta. Las cartas habían sido mal jugadas. Nive nunca verá a su hijo crecer, aunque él espera que haya un cielo desde el que pueda sonreír a su niño o niña.
Él quiere gritar o golpear una pared o ambas cosas, pero en vez de eso sigue sentado ahí con su cabeza gacha. Para intentar mantenerla con vida, ha hecho un mal trabajo. Debería haber sentido que el experimento de antes iba a saltar desde un árbol. Debería haber estado allí para apartarlo de su camino. Ella aún seguiría respirando, aún estaría sosteniendo a su recién nacido, si tan sólo él hubiera estado prestando más atención.
Esto era su culpa.
Lo de Delia era su culpa.
Todo el que haya muerto en su presencia era completamente por su culpa.
La puerta se abre, pero no alza la mirada. Sabe que es Eve por el ligero olor a vainilla que la envuelve. Él no está con ganas de hablar, lo que le hace desear no haber roto su silencio. Había sido mucho más fácil seguir callado cuando no hablaba. Las palabras estaban empezando a ser demasiado incómodas para él otra vez.
Ella no habla, no todavía. Suelta un suspiro y se sienta en la silla a los pies de la cama. Su buena audición le permite escucharla morderse las uñas, un continuo click-click que resulta extrañamente relajante. Es el único sonido en la habitación por un instante hasta que ella parece haber encontrado lo que quiere decir.
"¿Por qué te disculpaste conmigo antes?" pregunta en voz baja, pero la pregunta le confunde lo suficiente como para alzar la cabeza. Ella mantiene la mirada en su regazo. "Eres el único que tuvo que... No lo entiendo." Ella mira a Harry y él se encoge de hombros. Ella suelta una risa sin humor. "Nadie entiende nada ya."
Él piensa un momento. "Entiendo que pienses que soy un monstruo. Supongo que disculparme por ello es más fácil que negarlo."
Eve parpadea, entonces se inclina hacia delante para apoyar los codos sobre sus rodillas. Sus ojos miran el suelo y no dice nada. Harry tensa la mandíbula, levantándose de la cama. Cubre a Nive con la sábana de color verde, su pecho se encoge antes de apartar la mirada hacia Eve. Ella aún sigue mirando al suelo como si le hubiera escupido insultos.
"Deberíamos irnos," dice, yendo hacia la puerta. "Quincy dejó claro que quiere que nos marchemos."
"Hey," Eve le dice suavemente, confundiéndole momentáneamente mientras la mira sobre el hombro. Ella capta su mirada y se levanta, pero entonces sacude su mano sin importancia, centrando sus ojos en el suelo. "No importa. Robbie y Sasha están en la habitación de los niños esperando."
Harry frunce los labios, sus ojos se paran en la sábana que cubre el cuerpo. El frío le golpea el pecho, llevándose su aliento hasta que el olor a vainilla de Eve le trae de vuelta a la realidad al pasar por su lado. Él traga fuerte mirando por última vez a Nive, la amiga que nunca llegó a conocer de verdad tan bien. Aunque ella había sido inmensamente amable y ella nunca le había tratado diferente a Sasha. Como si él aún fuera normal, todavía completamente humano.
Se fuerza a girarse y cerrar la puerta. Se inclina contra ella, cerrando los ojos para recuperar la compostura por un segundo. Cuando vuelve a alzar la mirada, Eve está esperando al final del pasillo. Hay una extraña mirada en su rostro que no puede descifrar, pero nunca había aprendido a leer las expresiones. La interacción social aún es un poco nuevo para él. Lo más sociable que había hecho había sido con los experimentos en el laboratorio, e incluso eso había sido abrupto y rápido. Él siempre ha sido una persona callada, o al menos lo ha sido desde que puede recordar.
Eve empieza a caminar de nuevo justo antes de que él llegara a su lado, pero él la deja guiar. No está de humor para compañía, y ella parece haberse cerrado de nuevo, mordiendo el interior de su mejilla furiosamente y mordiendo sus uñas. Nunca lo admitiría, pero es bastante claro que teme la próxima muerte, especialmente por cuán rápido están ocurriendo.
Quizás la preguntará sobre eso en otro momento. Cómo se las arregla para actuar como si no le importara nada cuando es obvio que se preocupa demasiado. Está seguro de que obtendrá una respuesta sobre que es más fácil fingir indiferencia, pero hay una parte de él que espera una mejor respuesta. Algo más sincera.
Las preguntas que ella quiere hacer son prácticamente visibles, como si estuvieran girando alrededor de su cabeza en una jauría de palabras. Él sabe que las hará pronto, sin embargo, no está seguro de cuánto dirá. Algunas cosas son simples de explicar mientras que otras apenas pueden ser explicadas.
Cuando llegan a la habitación de los niños, Eve para justo frente a la puerta y Harry para un par de pasos detrás suya. Hay una sonrisa divertida en sus labios, así que él frunce el ceño y centra su oído en la habitación, lo cual no es difícil considerando que está bastante cerca. La voz de Robbie llena su cabeza, y también siente ganas de sonreír.
"¡Deja de ser grosero!", grita, Poppy llora mientras él la acuna.
La voz de otro niño, una más nasal, grita, "Deja de ser un bebé. Es tu culpa que no puedas aceptar las cosas."
"Oh, ¿sí? Bueno... Bueno, no entiendo la ignorancia."
"¿Acaso sabes lo que eso significa?"
Robbie bufa, pero se calla. Harry se acerca un poco, pero Eve alza la mano para pararle incluso sin girarse. Él está confuso por un momento, pero entonces el niño con la voz nasal vuelve a hablar, sonando menos confiado y muy incómodo.
"¿Qué estás haciendo? Deja de mirarme." Un pequeño silencio. "En serio, es raro. ¡Para!"
Eve mira sobre su hombro a Harry, encogiéndose de brazos orgullosa. "Le enseñé bien."
Harry niega con la cabeza divertido justo cuando ella abre la puerta. Robbie corre con ella, aún mirando al acosador. El niño tiembla, entonces murmura algo y pasa por su lado para salir al pasillo.
Una chica con pelo oscuro y ojos azules sentada en la cama al lado de la ventana aplaude. "Bien hecho, amigo. Has asustado al asustador."
Sasha, que había estado sentada con la niña, baja de la cama y casi se cae cuando ve a Eve. Se pone de pie entre Eve y Harry, y para sorpresa de Harry, ella agarra su mano y con la otra, a Eve. El sentimiento es tan raro que Harry intenta quitarla, pero algo se lo impide.
Entonces ella les mira con sus ojos marrones. "¿Dónde está Nive?"
Harry inhala con fuerza justo cuando Eve empalidece. Mira a Harry, pero él aparta la mirada para no ser forzado a ser el portador de malas noticias. No sabe cómo confortar a alguien, o la manera adecuada para decir a sus seres queridos que pasó al otro lado en las peores condiciones posibles. Eve entrecierra los ojos, pero se agacha al nivel de Sasha y susurra en su oído. Harry espera por un grito desesperado o un llanto aunque no escucha nada. Se atreve a mirar a la pequeña niña.
Su cara está blanca. No llora, no sorbe mocos, no tiembla. Todo lo que hace es mostrar su dolor enterrando su cara en el hombro de Eve.
Eve alza la mirada hacia Harry, y piensan lo mismo. La pobre niña no supera los ocho años de edad, pero ha presenciado más muertes y pérdidas de las que pueda soportar. No le quedan lágrimas, ni siquiera llantos. Tanta gente ha llegado y se ha ido en tan poco tiempo que ya es una rutina para ella, llorar pero cuando nadie puede verla. Se ha vuelto demasiado natural para cualquier tipo de emociones.
Sasha nunca se separa de Eve, agarrándola de la cintura mientras se pone en pie. "Quiero recuperar nuestras cosas, y después nos vamos, ¿vale?" dice a ambos niños en un tono sorprendentemente amable.
La chica de pelo oscuro aclara su garganta, captando toda su atención. Se pone en pie con una mochila en su hombro y una sonrisa tímida en su rostro. "Yo iba... ¿Creéis que podríais llevar a una más?"
Eve suspira, rascándose la frente. "No tenemos las provisiones para nadie más."
"Puedo apañármelas," dice la chica, agrandando los ojos mientras intenta convencerles. "Prometo que encontraré mi propia comida si me dejáis estar en vuestro grupo. Esta gente..." Sacude la cabeza, frunciendo el ceño como si estuviera de pronto asustada. "No puedo quedarme con ellos."
Harry no puede discutírselo.
"Es tu decisión," dice Eve, sorprendiendo a Harry por segunda vez en el día en apenas treinta minutos. "Nos vamos contigo, así que es técnicamente tu grupo."
Harry rasca su barbilla, sopesando las opciones, aunque sabe que no rechazará a la chica. No puede decir que no a alguien que está suplicando ayuda. Uno más les reduciría las provisiones, pero ya han pasado por situaciones parecidas. Si no pueden llenar sus mochilas de comida de Quincy, todos van a estar en una muy mala situación. Aún así, asiente.
La chica sonríe. "Gracias," suspira, sonando sinceramente agradecida.
Eve se queda mirando a Harry por un momento, entonces presiona los labios y dirige su atención a los niños. Antes de que puedan dejar la habitación, Harry escucha la puerta del final del pasillo abrirse. Nadie lo escuchó, claro. Sale de la habitación, mirando al fondo del pasillo con una alfombra sucia y paredes de color ciruela. No entiende este edificio, pero afortunadamente no tiene que hacerlo.
Quincy rodea la esquina con Locke a su lado, con otros cuatro hombres vestidos como si fueran militares. Harry naturalmente les escanea, notando sus armas y lo rápido que iban. Calcula los datos en su mente, concluyendo que le llevaría unos cuarenta y siete segundos desarmarles y poner a Quincy contra la pared, lo que asustaría a sus hombres como para no contraatacar.
Pero ninguno de ellos alza sus armas cuando se acercan, así que Harry decide actuar con normalidad. Por ahora, al menos.
Alza la barbilla y estira los hombros cuando Quincy se para frente a él. Aunque el líder es fuerte, Harry nunca podría estar asustado de él como él lo está de Harry. "Tenemos una propuesta," dice, un poco inseguro cuando aparta la mirada, mirando al pasillo vacío sobre el hombro de Harry.
"No estamos interesados," dice Eve, interrumpiendo. Esa molesta persistencia aparece en su mirada. Será lo que la mate si no tiene cuidado.
Quincy se enfurece. "Puede que sí si cierras tu boca dos segundos para escucharnos," dice, pero Eve ni siquiera parpadea. Él se pone firme, pareciendo molesto por su presencia. "Desde que el grupo de Micah arruinó el día, nos vamos. Este campamento ya no es seguro ahora que lo ha encontrado, y es inevitable que vuelva y cause más problemas."
Eve alza una ceja. "De verdad espero que haya algo en esto que me haga mandaros a la mierda. Después de todos los problemas que nos habéis causado, no creo que eso ocurra."
"Escucha, ¿vale? Hemos estado guardando algunos vehículos. Como seis furgonetas, todas con el depósito lleno. Ya tenemos otro campamento localizado, y tenemos aliados esperando por nosotros. Ahora, tan cabezotas como podáis ser--" la mira y ella rueda los ojos "--necesitamos más gente como vosotros. Que no le temen a nada. Y si tenemos a uno de ellos de nuestra parte, es incluso mejor," añade, señalando en la dirección de Harry.
"Nos has estado tratando como prisioneros, has metido a 'uno de ellos' en una jaula y le has forzado a luchar contra otro de su especie, has hecho que dos niños miren, nos has apuntado con armas, ¿y ahora quieres que nos unamos?" Ella escupe, negando con la cabeza. "No."
"Piénsalo," ofrece Quincy, de alguna manera desesperado. "Tenemos mucha comida, agua y ropa limpia. Tenemos vehículos, armas y un techo sobre nosotros. No puedes rechazarlo."
Eve cruza los brazos sobre su pecho, retándole. "Ya lo he hecho."
"Es una decisión estúpida."
"¿No queda claro que no confío en ti?"
"Como el agua, pero eso no hace que tus pensamientos sean claros. A veces tienes que confiar en aquellos en los que desconfías."
"No te pongas filosófico conmigo considerando que montas un show de gladiadores para entretenerte."
Quincy abre la boca para hablar pero Harry interrumpe. "Suficiente." Capta su atención. Gastó el tiempo de su discusión para pensar sobre todo eso. Mira a Quincy, entonces a Eve, luego a la chica nueva en la puerta. Hay una mirada de miedo en su rostro mientras mira a los hombres de Quincy, y le lleva un segundo a Harry seguir su mirada hasta Locke, el acosador. Él tampoco puede negar su desagrado por el hombre.
"Nos vamos por nuestra cuenta," les dice, mirando al líder que ahora parece desanimado.
"Sé que empezamos con mal pie--"
Harry le para con duras palabras. "Sé cuál es mi lugar y no es aquí." Esta gente le mataría en el momento en que encontraran una excusa.
"Queremos que nos devolváis nuestras cosas, y nos iremos como nos mandaste hace una hora," dice Eve.
Quincy tensa la mandíbula.
Antes de que pueda responder, hay una serie de pasos en el lado contrario del pasillo. Harry se gira, confundiendo a todos hasta que también oyen los pasos. Al final del pasillo, Tracy aparece con el bebé aún en sus brazos. Ella suspira aliviada cuando ve a Eve, acercándose a ella.
"Te he estado buscando por todas partes," dice, intentando coger aire.
Eve baja la mirada hacia el bebé con una mirada sombría, e inhala fuertemente antes de mirar a Tracy. "Lo siento..." La confesión se mantiene en el aire. No tiene ni idea de lo que hacer.
La cara de Tracy empalidece. "No, siento que haya perdido a su madre pero... No puedo hacerme cargo de un recién nacido, no en este mundo."
Sorprendido, Quincy se acerca. "Lleva el bebé a Liana. Solía llevar un orfanato, así que podrá cuidar el bebé o sabrá de alguien que pueda."
"Quiero que este bebé esté a salvo," demanda Eve, con otra ocurrencia chocante mientras se gira para encararle. "No puede estar bajo el cargo de cualquiera."
Un tercer shock, los ojos de Quincy se suavizan. "Lo entiendo, créeme. Liana es una buena mujer, te lo aseguro. Puedes ir con Tracy y hablar con ella tú misma si quieres."
Sasha agarra la camiseta de Eve. "Quiero ver al bebé."
"Yo también," dice Robbie.
Eve frota su frente, girándose hacia Tracy quien ofrece una sonrisa tímida. "Os llevaré," murmura, volviendo por donde había venido manteniendo al bebé cerca de su pecho. No intenta dejárselo a Eve y Eve no intenta cogerlo.
"¿Vienes?" pregunta a Harry.
Él mira a Quincy. "Yo voy a coger las mochilas."
Eve asiente. "Nos vemos en la puerta principal."
Harry asiente, entonces les ve desaparecer al final del pasillo. Vuelve su atención a los hombres, alzando las cejas expectante. Dos de ellos agarran el gatillo de sus armas, Locke casualmente alza la suya, e incluso Quincy se esconde tras la protección de sus hombres. Sin embargo, ninguno de ellos es lo suficientemente estúpido como para empezar una pelea que saben que no pueden ganar.
"Sígueme," gruñe Quincy, y se gira antes de que Harry pueda ver su molestia.
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Novela original escrita en inglés por juliaxwrites
All the love, A.
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