Capítulo 13
HARRY ESTÁ LIGERAMENTE inquieto. Ha evitado los campamentos desde el primer día en que huyó del laboratorio, aunque aquí está en uno de ellos con los ojos cerrados, confiando completamente en los pasos de Eve y el agarre en su muñeca. Intenta mantener sus labios sin presionar, sabiendo que seguramente marcarían sus colmillos y entonces estaría en problemas. Mientras nadie se le quede mirando por mucho tiempo--¿por qué lo harían, de todas formas?--estará bien.
"Cuidado con los pasos," Eve le dice, y él sigue sus instrucciones cegado para subir las escaleras. No hay muchas, gracias a Dios.
Quincy está hablando sobre lo que ha logrado en el campamento. "Afortunadamente, hay un generador que nos da electricidad, pero intentamos no usarlo mucho. Hemos arreglado una de esas duchas donde se proveerán siete minutos de agua. No podemos quedarnos sin ella. Tenemos una generosa cantidad de comida, si alguno tenéis hambre."
"¿Y asistencia médica?" pregunta Nive.
"Dos chicas jóvenes que estaban estudiando para ser enfermeras están alojadas en una de las habitaciones. Está todo un poco revuelto, pero son buenas chicas." Sus pasos cesan, y Harry puede sentir sus ojos sobre él. "Puedes tumbarte ahí también, hijo. Puede que tengan algún ibuprofeno para ayudarte con ese dolor de cabeza."
Harry no quiere tumbarse, no en un lugar con gente en la que no confía. ¿Qué pasa si se dan cuenta de lo que es? ¿Qué le harán entonces?
Cuando los pasos vuelven a comenzar, Eve susurra, "Será más creíble si vas a tumbarte. Sólo un rato. Hasta que Nive esté curada."
Abre los ojos lo suficiente como para verla, y ella debe haber captado su inquietud porque acaricia su muñeca, entonces rápidamente dirige su atención frente a ella. "¿Quieres decir que no puedes soportar un puñado de hombres con pistolas de juguete?"
Él ladea su cabeza, frunciendo el ceño.
Ella sonríe un poco. "La mayoría tiene revólveres, y no he visto ni una sola bala en ninguna de ellas. A mi padre le solían gustar las pistolas... pero sobre las semiautomáticas que algunos de estos hombres tienen, no te sé decir. Los que simplemente se pasean con ellas están probablemente medio vacías."
Cuando él sigue mirándola, sus mejillas se enrojecen e intenta apartar el rostro de su vista, mumurando en voz baja, "Cierra los ojos y actúa creíble, ¿quieres?"
Harry habría sonreído si no estuviera tan inquieto por sus colmillos, así que en vez de eso se queja y cierra los ojos otra vez.
Una vez que han llegado a la supuesta clínica, Eve guía a Harry hasta una cama en una esquina mientras Nive habla con las dos enfermeras. Sólo hay una cama, pero el colchón cruje con su peso y prácticamente cubre su cuerpo, las almohadas tienen un efecto similar en su cabeza. Sería inmensamente cómodo si él no estuviera en un sitio ajeno con gente que parecía tener intenciones de dispararle en la cabeza en el segundo en el que se despistara.
"Puedes ir a las duchas cuando te sientas mejor," le dice Quincy. "¿Y qué hay sobre ti, jovencita? Sin ofender, pero parece que necesitas una buena ducha."
Harry no quiere que Eve se vaya. No sabe por qué de pronto se siente tan atado a ella. Probablemente sea por el hecho de que ésta es su gente, y quizás pudiera negociar con ellas si Harry es descubierto. Pero, ¿haría eso por él, o simplemente dejaría que le hicieran lo que quisieran? No puede esperar que ella le defienda. Ha mostrado muchas veces su desconfianza en los pocos días que se conocen.
Pero él la ha salvado más de una vez. Seguro que le devolvería el favor.
Su cabeza ahora sí que duele con esos pensamientos rondando su cabeza. No se había dado cuenta de que Eve y Robbie y Quincy se habían ido. Sasha está sin ninguna duda con Nive. Nunca las ha visto separadas.
"¿Quieres una pastilla, cariño?" pregunta una dulce voz.
Harry cubre sus ojos con su brazo, negando.
Ella pone su mano sobre su pierna, entonces la deja en su pantorrilla. "Hazme saber si hay algo que pueda hacer por ti. Soy Tracy, por cierto. ¿Cuál es tu nombre?"
Esperando que le dejara en paz, se pone de lado y lleva sus rodillas a su pecho, haciéndola quitar su mano. Ella suspira y afortunadamente se rinde muy rápido, reuniéndose con la otra enfermera que está sintiendo la tripa de Nive para saber la posición del bebé.
Harry se centra en escuchar fuera de la sala, necesitando una distracción de la charla entre mujeres. Desafortunadamente, escucha dos hombres al final del pasillo hablando mal sobre su especie, así que se aleja de la conversación y se hunde más en la cama, deseando estar en otro lugar menos aquí.
***
Robbie no quiere estar con otros niños, pero Quincy lo había sugerido y Eve había estado de acuerdo. Él espera que ella no esté intentando deshacerse de él. Dijo que él estaba pegado a ella, ¿verdad? Eso es lo que él quiere. No quiere que le deje solo, no después de las muertes de su familia, y la de Delia. Necesita que alguien se quede con él.
Sin embargo, ahora está pegado a otros niños del campamento, y uno de ellos resulta ser alérgico a los perros. Él sigue mirando a Poppy y espantándola, amenazando con patearla. Robbie no sabe si eso es una expresión o una advertencia. Aunque no quiere descubrirlo, así que coge a Poppy y acaricia su cabeza.
"Los perros ya no merecen la pena," escupe el chico que parece tener trece años o así. "Todo lo que hacen es comer."
"Tú comes," dice Robbie tímidamente. "¿Por qué Poppy es diferente?"
"Los ojos del chico se entrecierran y Robbie echa un paso atrás. "Ella es un animal."
"Todos somos animales," susurra Robbie. "Mi profesora de ciencias lo dice."
"Tu profesora de ciencias probablemente fue la primera en morir." El niño bufa, tirándose a una de las seis camas de la habitación y cruzándose de brazos.
Otro chico de la edad de Robbie habla. "No tengas en cuenta a Gilly. Puede ser muy grosero."
"Honesto," aclara Gilly. "Puedo ser honesto."
El otro chico le ignora, pasando un brazo por los hombros de Robbie. "Soy Ress, y creo que tu perro es adorable."
Gilly murmura en voz baja, pero Robbie se gira hacia Ress. "Soy Robbie. Dime, ¿tus padres están aquí?"
Ress frunce el ceño, sus ojos marrones claros se ensombrecen. "Nadie tiene padres aquí. Bueno, Erica sí, pero sus padres son muy bordes. Más que Gilly, incluso."
"¿Por qué son bordes?"
Ress se encoge de hombros. "Es lo que ella dice. Nunca les he visto. Son parte del grupo de rastreadores, creo."
"¿Rastreadores?"
"Sí. Un puñado de adultos duros que salen a por comida y esas cosas. Ya sabes, rebuscan..." La frente de Ress se arruga y se rasca detrás de la oreja. "Gilly dice que rastrear significa buscar, pero nunca llegué a saber tanto. Soy un poco malo con el vocabulario."
Es el turno de Robbie de encogerse de hombros. "Yo nunca fui bueno en ciencias."
"Claramente," murmura Gilly.
Una chica más mayor entra, parece un par de años más joven que Eve. Tiene el pelo negro como los cuervos aunque hace contraste con sus brillantes ojos azules. Se inclina contra la pared, cruzando sus pies. "Gilly, idiota, los humanos son animales. ¿Alguna vez has escuchado sobre los mamíferos?"
"Quería decir que somos diferentes de la mayoría de animales," dice en su defensa. "¿Alguna vez te compararías con un perro? ¡Míralo!"
Poppy se hace un ovillo en el pecho de Robbie ante la tajante mirada de Gilly. Robbie frunce el ceño, manteniéndola fuera de su vista. "¡Hey, déjala en paz!"
Gilly rueda sus ojos, gruñendo en molestia, entonces empuja a la chica y desaparece.
Ella chasquea la langua. "Es agradable." Se tira a una cama, rebuscando bajo el colchón para sacar un cuaderno.
Ress da un paso hacia ella. "¿Puedes leerme otra vez, Maxie?"
La chica le mira por encima de su libro, entonces mira a Robbie. "Quizás luego, campeón. ¿Por qué no le muestras el lugar a tu nuevo amigo?"
"Se supone que debo esperar a que Eve vuelva," le dice Robbie.
Maxie alza una ceja, entonces se encoge de hombros, tumbándose en la cama con el libro sobre sus rodillas.
"Acomódate," dice Ress, volviendo al suelo donde había estado hace un momento.
Robbie desea que Eve no le hubiera dejado solo, o que al menos pudiera haberse quedado con Harry, Nive y Sasha. Incluso con Poppy en sus brazos se siente terriblemente solo en esta nueva atmósfera con toda esta nueva gente.
***
Evelyn lava su pelo primero, masajeándolo con sus dedos. No se había dado cuenta de cuánto podía echar de menos tener el cuerpo limpio, pero entonces de nuevo nunca había tenido que pensar en estar sucia de caminar por el bosque todos los días. Nunca pensó que tendría manchas de sangre en su ropa o suciedad bajo sus uñas. Nunca había tenido que preocuparse por estar desaseada antes, pero a la mayoría de personas a día de hoy no le importaba o no tenía agua para ello.
El agua se corta justo cuando se enjuaga la cabeza. Usa el trapo que le dieron para limpiar algo del jabón que se había caído al suelo antes de que pudiera filtrarse, y se lo pasa por el cuerpo lo mejor que puede. Se las apaña para quitarse toda la suciedad, mugre y sangre, y eso es suficiente para ella.
Se enrolla la toalla alrededor del cuerpo, dejando su cabello húmedo caer sobre uno de sus hombros. La ducha era un puñado de cortinas atadas en círculo bajo una tubería conectada al tanque de agua principal. La gente aquí había hecho una especie de desagüe en el centro, pero el agua aún estaba estancada y desaparecía lentamente. No es la mejor, pero ciertamente es lo mejor que ha visto con todo el mundo luchando para vivir. Odia admitir lo organizado que parece el campamento, sin embargo, también mantiene la guardia alta.
La ducha está situada en la sección de baño de la tienda, y una porción de ella ha sido rodeada con madera contrachapada. De nuevo, no es lo mejor, pero la madera está lo suficientemente alta para que nadie pueda ver. Hay una pequeña encimera a la izquierda, donde está la ropa limpia que Quincy le ha ofrecido. Una simple camiseta de tirantes y vaqueros, aunque los vaqueros parecen ser un poco demasiado largos, y una de las mujeres soldado le dio ropa interior limpia y nueva. Evelyn duda de eso, pero parecen limpias, y es mejor que ponerse de nuevo la ropa sucia.
Termina teniendo que enrollar las patas del pantalón hasta sus tobillos, aunque mete la tela rota en sus botas de todas formas. Seca su pelo con la toalla, aunque aún sigue mojando su hombro. Evelyn se siente rara con la ropa distina, pero también es confortante. Parece limpia, huele a limpio y está limpio.
No puede evitar sonreír.
Se pone su cinturón con la daga y el cuchillo, y se cuelga el arco con el carcaj y la bolsa a su espalda. Hace una bola con la ropa sucia y la deja en la esquina, justo como Quincy le dijo que hiciera, entonces sale del baño improvisado.
Se choca con alguien.
"Ansiosa, ¿verdad?"
Ella entrecierra los ojos hacia Locke. "¿Por alejarme de ti? ¿Esa es la pregunta?"
Él apoya un brazo en la madera al lado de la cabeza de Evelyn, una sonrisa traza sus finos y agrietados labios. "Es demasiado que soportar para ti, ¿verdad?"
Sin ánimos de seguir su jueguecito de diversión, ella golpea con su codo su brazo y él se echa atrás, gruñendo. "Agradece que no haya hecho algo peor," sisea, apartándole de su camino y apresurándose hacia el pasillo que llevaba a la sala principal.
***
Sasha agarra la mano de Nive con fuerza, asustada de alejarse, asustada de caer. Si la deja ir, entonces Nive se irá, y Sasha estará completamente sola. No puede estar sola. No cuando hay monstruos acechando el edificio, escondidos en cada sombra, acechando bajo todas las camas. Siempre ha creído en los monstruos, especialmente en el que vivía en el armario de su casa. Siempre se colaba en sus sueños y los llenaba de miedo hasta que se despertaba gritando.
Sus pesadillas se habían hecho realidad.
Su madre ya no estaba para calmar su sueño, para decirle que todo era mentira y se despertaría por la mañana con el sol brillando y los pájaros cantando una dulce canción. No había escuchado a un pájaro cantar en semanas.
Solía tener una caseta de pájaros en su patio trasero, y había una pequeña ventana por la que podías mirar sin molestar a los pájaros. Una vez una pájara tuvo pajaritos, y Sasha salvó a uno de caerse de su casa. Cardenales es lo que su madre les había llamado, y dijo que eran normales, nada especiales, pero cuando Sasha miró a los pájaros rojos, estaba asombrada. No sabía por qué, pero a menudo los miraba por horas hasta que llegaba la noche, y lo disfrutaba.
Ella no sabe cuánto viven los pajaros, pero espera que los cardenales aún sigan bien y llenos de vida.
Llaman a la puerta, y Eve entra. Su pelo largo está húmedo, moja su camiseta de tirantes. Sasha se queda mirándola un momento, de cabeza a pies. Parece más sana después de una simple ducha. Hace que sus ojos azules brillen, y Sasha decide en ese momento que confía en ella. No puede indicar el porqué, pero nunca antes ha dudado de sus instintos.
Cuando Eve mira a Harry, Sasha también lo hace. Aún sigue hecho una bola en la cama, inmóvil. La Señora Tracy intentó hablar con él varias veces, pero Harry no habla, ¿ella no lo sabía? Sasha habla, pero no mucho. Hablar nunca ha significado mucho, especialmente cuado estás asustado de decir todas las cosas que tienes dentro. Sasha cree que por eso Harry no habla; porque está asustado.
Por supuesto, no ha estado asustado cuando salvó a Sasha de aquellos hombres malos de la calle que intentaban usarla como cebo para atraer a los monstruos y poder matarlos por diversión--Harry se puso de por medio entre esos sucios hombres, y había salvado a Nive el día de antes, así que Sasha tenía a alguien a quien aferrarse y en quien confiar.
Harry es amable. No es como los otros monstruos. Confía en él mucho, quizás tanto como en Nive. Nive también ha salvado a Sasha, aunque de una forma diferente.
Salvó a Sasha de vivir sin madre.
Eve se acerca a Harry y se inclina para hablar con él. Sus ojos se dirigen con cuidado hacia las dos enfermeras, pero mantiene su voz baja hasta tal punto en el que Sasha no está segura de si Harry puede oírla. Lo que es mucho decir porque Harry oye todo.
Él se levanta, con los ojos aún cerrados, y Eve agarra su muñeca. Ella empieza a guiarle hacia la puerta cuando Nive habla. "Eve, ¿te importaría echar un vistazo a Sasha por un rato? Siento que una larga siesta me sentaría bien."
El corazón de Sasha se salta un latido, sus ojos se agrandan mientras se queda boquiabierta con Nive.
Nive sonríe y acaricia la mano de Sasha, que estaba agarrando su brazo. "Sólo por un par de horas, pyaari."
Sasha mira a Eve, quien intenta sonreír pero obviamente no está acostumbrada a esa expresión. Todavía, el brillo está en sus ojos azules y hay gentileza en su rostro. Sasha decide seguir confiando en sus instintos.
Acaricia el brazo de Nive, entonces se levanta y sigue a Eve y Harry fuera de la habitación.
☆☆☆☆
Novela original escrita en inglés por juliaxwrites
All the love, A.
PD: pyaari es una expresión cariñosa en hindú
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