Chapter 1: The inexplicable meeting of soulmates
Seúl, Corea del Sur, octubre de 2022.
Primero de octubre del año dos mil veintidós, la luna se iba y abría paso al sol dándole la bienvenida a un nuevo mes, uno que para mí nunca ha sido relevante pero que tal vez con todo lo que quiero hacer en el mismo se convierta en uno de salvación, reencuentros y la felicidad que he intentado perseguir por toda mi vida, la cual cada vez se vuelve más rápida que yo y me cansa el hecho de que nunca he podido llegar a conseguirla de la forma que quiero y cómo considero que debería llegar.
Las luces de los postes de luz se van apagando y los que titilaban se convierten en oscuridad, una que solo ellos saben y que a pesar de ser defectuosos cumplen la función de alumbrar las noches de las calles de Seúl, mis ojos vislumbran hacia la lejanía y no puedo evitar sentirme mal por irme de aquí para poder estar sola en un lugar aislado como lo hacía antes cuando era adolescente y lo único que quería era soledad, ahora mismo me encuentro en una época de mi vida que a pesar de que ya tengo treinta años, he logrado comprender que puedo seguir sintiéndome igual a una niña.
Tan indefensa y solitaria que daría lo que fuera para poder encontrar un grupo en el que pueda sentirse feliz, única y querida, puede que en algún momento de mi vida lo encontré pero lo dejé ir por las interminables noches en las que prefería estar leyendo un libro o escribiendo en vez de ir a disfrutar de un buen día con mis amistades.
Muchos me dijeron que en mi mundo de fantasías yo era la única importante y que debido a eso es que he perdido a tantas personas en el transcurso de mi vida, no creo que sea así, porque la razón por la que dejé de lado a esas personas es porque en ese momento ya no creía que era buena para ellos, en el sentido de que no les daba el tiempo que merecían y prefería mil veces refugiarme en un mundo de fantasías en donde en algún punto yo podría llegar a imaginarme que soy la protagonista, convirtiéndome así en todo aquello que he querido ser y nunca he logrado por miedo al qué dirán.
Pero eso cambiará ahora porque le daré punto final a esta travesía en la que no pude completar mi mayor sueño y que ahora tengo que refugiarme en una casa en donde no voy a conocer a ninguna persona, llenándome de dudas en las noches en las que me encuentre sola viendo hacia la nada y tal vez disfrutando de un buen vino cuando el sol se vaya, mi vida se ha convertido en eso y ahora voy a sumergirme en la soledad más profunda que he llegado a vivir en toda mi vida, no me siento preparada pero tengo que estarlo y ser fuerte porque si no lo hago las cosas no van a salir bien.
Hace algunos años atrás cuando saqué mi primer libro, en este hablada de las razones por las que uno tiene que ser feliz con las pocas cosas que le da la vida y disfrutar de cada uno de los días que componen la maravillosa idea de vivir, pero ahora me di cuenta que no acaté ninguna de las cosas que dije y que solamente lo estaba diciendo para que los demás se sintieran refugiados en un sitio donde tal parece que la felicidad era lo que reinaba cuando no es así, el mundo real no se trata solamente de sonreír y de disfrutar los pocos momentos que nos regalan.
Sino más bien de la lucha constante de poder encontrar algo para sentirse identificado o tener una gran familia en donde poder sentirse completo, siempre estamos buscando a alguien que nos guíe y nosotros también poder guiar a esa persona para así poder decir que hemos hecho algún tipo de obra de caridad la cual nos llevará directo al cielo, si es que existe.
Las buenas acciones solo nos llevan a eso y nuestra vida se vuelve monótona cómo lo está siendo la mía.
Es por eso que ahora hago todo lo posible para poder irme a un sitio donde nadie me conozca para poder comenzar a tener una nueva vida en donde yo pueda llegar a ser feliz y completar cada una de las metas que me he impuesto en este momento, quiero poder luchar y poder salir adelante, que las personas vuelvan a apreciar cada una de las piezas literarias que les brindo de la mejor forma posible y con la mayor esperanza de que les encantan.
Y que por favor dejen de lado aquellas críticas que están haciendo que ahora mismo hacen que mi corazón sea un manojo de terminaciones nerviosas las cuales siempre van a estar interrumpiendo mis días con dolores profundos los cuales no se van.
Como si cada uno de las venas que recorren todo mi cuerpo se han convertido en cadenas las cuales no se sueltan y que la piel que recubre mi anatomía quema con cada una de las cosas que me dicen, porque aunque al principio había prometido de que no me iba a dejar llevar por los comentarios maliciosos de los demás, al final lo terminé haciendo porque una cosa es decirlo y otra cosa es hacerlo cuando está sucediendo.
Espero que este nuevo comienzo en mi auto y con una música vieja, la cual no tengo ni la menor idea de lo que quiere llegar a transmitirme, suena de fondo dándole así un toque nostálgico al momento que espero que se convierta en la mejor decisión que puedo llegar a tomar en toda mi vida.
Necesito desconectarme de absolutamente todo y de escribir algo que le transmita a las personas todo lo que alguna vez he querido llegar a decirles y que no he podido porque me da miedo, tal vez aventurarme al romance el cual nunca ha llegado a poder experimentar o a la acción que es tan fácil de escribir como tu nombre.
Quisiera poder encontrar a personas que sigan amando las cosas que escribo pero tal parece que poco a poco van desapareciendo y se vuelven nada más que lo que siempre he querido que se mantenga en mi vida.
Suelto un gran suspiro dando por terminado los pensamientos que he tenido en estos últimos meses y miro el teléfono, todavía hay personas importantes a las cuales le tengo que decir que me voy a tomar un descanso porque si no lo hago van a creer que cometí una locura o que desaparecí y no quiero que vivan con la inmensa angustia de perder a una persona sin que diera algún tipo de explicación.
Es por eso que mandé un mensaje largo y los uní a un grupo para que supieran que todo iba a estar completamente bien, solo que necesitaba un momento para poder estar conmigo misma y disfrutar de todos los momentos que se pueden vivir en la lejanía.
Solo yo tengo la llave al camino que quiero tomar y también tengo la fuerza necesaria para poder hacerlo.
Hay algo de lo cual no me siento muy segura que debo hacer pero que ha estado en mi cabeza estas últimas horas en las que he decidido que ya era momento para poder irme de Seúl.
Existe una chica que tiene un talento innato para poder escribir lo que sea y en algunas ocasiones le llegué a pasar mis libros antes de subirlos, esta siempre tenía buenas cosas que decirme porque consideraba que lo estaba haciendo muy bien y creo que es la única persona que sigue pensando en eso, todo el tiempo me decía que su más grandes sueño era poder llegar a ser una escritora reconocida como yo lo fui y eso me hizo sentir mal porque la vida que tiene no es la mejor.
Es bailarina en uno de los bares que yo frecuentaba junto a mis amigas y no puedo negar que en varias ocasiones llegué a pagarle dinero para que me hiciera un baile privado, me sentí mal al principio pero era su trabajo y siempre lo agradecía de alguna forma.
Una vez mis amigas le invitaron a mi casa para que me hiciera un baile privado y por más que me sentí sumamente mal por la forma en la que lo habían hecho, ya que creían que era una excelente regalo de cumpleaños, al final lo terminó aceptando y cuando fui a buscar algo para que se pudiera tapar por el frío que había porque era invierno, la encontré escribiendo algo en la laptop y aunque se asustó demasiado porque pensó que yo creía que estaba haciendo algo malo, le hice saber que no era así y que todo estaba bien, recuerdo que estaba disculpándose y yo leí lo que escribió dándome cuenta de que tenía un gran talento.
Sorprendida elogie cada una de las cosas que escribió y aunque estaba apenada las agradecía con una reverencia intentando cubrirse el rostro, desde ese momento no he podido llegar a olvidar todo lo que escribió y de hecho hasta lo guardé porque si en algún momento lo necesita yo sin problema se lo voy a pasar.
El problema es que la vida ha sido una completa basura para ella y tal vez esa sea la razón por la que no ha podido cumplir su más grande sueño.
Hice todo lo posible para convencerla de que hiciera un libro y yo la ayudaba en todo pero me hizo saber que no tenía tiempo para eso porque necesitaba el dinero para poder vivir, era huérfana y de paso hija única, entonces no tenía absolutamente nadie que la pudiera salvar de donde se encontraba, puede que sea eso lo que me haga sentir mal, que hay personas que no tienen la salvación y que nunca van a poder cumplir sus más grandes sueños.
Aún así, siento que puedo ayudarle de alguna forma porque con una simple llamada y haciéndola escapar de ese mundo, puedo escribir junto a ella un grandioso libro, que la haga reconocida y a mí me devuelva a la cima.
Tan solo una simple llamada y puedo solucionar una vida, más bien ambas vidas porque yo también estoy algo jodida.
Freno el auto y me estaciono a un lado de la calle, algunos autos pasan a mi lado y los conductores me miran mal tan malhumorados como la mayoría de la sociedad, yo solo le sonrío un poco apenada porque la verdad es que la forma en la que me frené no estuvo para nada bien.
Cuando salgo del auto para tomar aire fresco puedo sentir que estoy yendo a un lugar que me hará feliz y estoy tan cerca de dónde me voy a hospedar que puedo sentir aquellos nervios a la par que emoción que puede llegar a sentir una persona cuando por fin está llegando al lugar por el cual ha conducido por tanto tiempo.
No tengo ni idea de lo que vaya a pasar en la casa y mucho menos a donde me va a llevar pero lo que sé es que tengo el poder de algo que es sumamente fuerte.
No es como que la vida de una persona esté en mis manos pero sí la oportunidad de que pueda llegar a ser feliz en la vida.
Toco su contacto y no digo nada más, solo espero que los interminables pitidos de la llamada suenen de fondo mientras estoy comiéndome las uñas por el miedo que me ocasiona el hecho de que se lo tome a mal, además de que lo que estoy haciendo va más allá de todo y puede llegar a convertirse en una gran elección o la peor que ha llegado a cometer en toda mi vida.
Siento un hueco en el estómago y un nudo en la garganta el cual me dificulta un poco respirar, siento la presión en el pecho típica de una persona que quiere desmayarse y más aún cuando la llamada es atendida.
De fondo escucho una respiración que parece ser de una persona que se acaba de levantar y posteriormente el sonido ronco de una voz reconocible. "Aló". Dice y me muerdo la punta del dedo meñique sin saber que contestar o qué decir.
"Hola". Es lo que sale y suena tan torpe como cualquier cosa que puede llegar a decir una persona con nervios.
"Hola, ¿Puedo saber por qué me llamas a esta ahora?". Luego de lo que sucedió aquella vez con la laptop, le pedí su número personal y ella lo aceptó sin problema porque sabía que podía llegar a confiar en mí, desde ahí lo tengo pero nunca tuve la valentía de poder escribirle porque no quería que creyera que solo había pedido su número para cuando necesitaba algún tipo de baile.
"Soy Sana y tengo una propuesta para ti". Tomo la valentía del cuello como cuando uno encuentra una serpiente y me lleno de fuerza la cual no sabía que podría llegar a tener. "Voy de camino a una casa que tengo las afueras porque necesito un momento para mí sola y considero que tú puedes llegar a ayudarme".
"¿Yo? Mira Sana yo no soy esa clase de persona si es lo que tú crees". Mis mejillas se sonrojan al darme cuenta de lo mal interpretable que puede llegar a ser lo que dije.
"No me refiero a eso ni mucho menos, solo quiero que me ayudes con mi nuevo libro y tienes un talento impresionante que es tan puro que lo necesito". Todos se queda en silencio por unos instantes y escucho cómo respira, lo hace tan lento como cuando uno siente que hay algo que no está bien y lo entiendo porque yo también reaccionaría de esa forma si alguien llega a proponerme algo por el estilo sobre todo sabiendo lo que me dedico y lo mal interpretable que puede llegar a ser.
"No puedo abandonar mi trabajo y necesito el dinero, tú lo sabes más que nadie y de hecho pensé que lo entendías". Claro que lo hago pero sigo con aquel pensamiento en la cabeza de que ella necesita la ayuda de alguien.
"Yo voy a comenzar a pagarte y considera esto como si fuera un trabajo". Otra vez silencio pero esta vez varios suspiros aparecen de la nada como las ráfagas de viento que chocan contra mi rostro. "Te mandaré la dirección y tú decides si te presentas o no, lo único que no te voy a poder mandar por mensaje es lo que te diré".
"Sana...". Su voz comienza a sonar autoritaria y yo no puedo evitar sonreír un poco.
"Voy a estar en la casa diez de la calle ocho". Mis ojos se mueven de un lado a otro observando el lugar en el que me encuentro y siento demasiado miedo porque no sé lo que puede llegar a pasar o lo que ella va a elegir para su vida, necesito más que nadie su ayuda y haré todo lo que esté en mis manos para que su estadía en la casa sea lo mejor que pueda llegar a vivir en su vida.
Tal vez y solo tal vez puedo llegar a empujarla a lo que ella siempre ha querido y así podría llegar a hacer algo bueno por alguien, además de que yo también ganaría porque me ayudaría con mi siguiente libro el cual espero que se convierte en un éxito porque si no todo lo que he hecho, las cosas que he pensado y por lo que he pasado, sería completamente en vano.
"No te voy a obligar a nada solo voy a esperar que tomes una excelente decisión tanto para ti como para lo que quieres para tu futuro". Hablo con completa seguridad y siento una especie de alivio que podría decir que es inexplicable.
"Déjame pensarlo y por favor espera la respuesta". Sin más que decir corta la llamada y me quedo viendo hacia el frente sin presión facial apoyando un poco mi cuerpo en el capot del auto, sintiendo algo que no puedo llegar a entender pero que estoy segura que es algo muy bueno porque si no fuera así entonces estaría abrumada y ahora lo único que quiero es que el tiempo pase rápido para obtener una respuesta.
Muevo las llaves un poco para poder escuchar el sonido adictivo que hacen cuando chocan entre sí y las lanzo hacia el cielo para luego tomarlas con la mano izquierda, una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras lo hago y camino hacia la puerta, cuando la abro puedo soltar el aire que he estado conteniendo todo este tiempo y vuelvo a encender el auto para poner marcha hacia la casa.
Puede que lo que esté haciendo esté mal y que las cosas no salgan como yo quiero; sin embargo, considero que tengo que comenzar a arriesgarme para poder conseguir lo que tanto quiero porque si me voy siempre por lo seguro las cosas van a ser igual a cómo han estado ahora y la verdad es que necesito un momento en el que pueda llegar a decir que las cosas han cambiado levemente.
Es la primera vez que me arriesgo tanto y lo hago con la poca certeza de que las cosas van a salir bien o más bien con la esperanza de que eso suceda.
Acaricio el cuero semi sintético del volante y miro un poco hacia arriba, dándome cuenta que ahora el sol está en lo más alto del cielo haciéndome saber que las cosas pueden llegar a ser buenas.
A pesar de que la luz se vuelve un poco molesta, esta puede llegar a encaminarnos a un futuro donde las cosas pueden ser perfectas y es por eso que uno siempre debe intentar estar lo más iluminado posible, porque eso hará de que cada paso que des sea mejor que el anterior.
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