El invicto ganador del torneo mundial Custom Robo era Ale, y así se anunció incluso en el noticiero. Nuevamente, este era elogiado por sus conocidos al día siguiente, pero de que la valía poco, no le valía casi nada.

Otra vez, rodeado, sonriendo, asintiendo a los cumplidos para no ser descortés, con la mente en cualquier otro lado, más específicamente en su mecha favorito, el Ray MK III, un modelo que aunque ha estado en su corazón desde el primer instante en que lo tuvo. Pensando en ello, se perdió de lo que sus compañeros le estaban diciendo.

Extra: Ale, ¿al final qué con él?

Ale: . . . ¿Con mi Ray MK III? No, espera, eso lo pensé...

Extra: ¡Con Añe, idiota!

Otro extra: No volvió a contactar con nadie, ¿es que se aisló?

Ale: No, se fue...

Extra: ¿Se fue?

Ale: Dijo que me odiaba y se fue de casa, eso... Solamente eso...

Añe es su hermano, mellizos, su color de cabello y ojos eran invertidos con los de Ale. Ale era de cabello rojo y ojos verdes, Añe era de cabello verde y ojos rojos. Mientras este primero era elogiado por todos en cada victoria, el otro siempre había perdido en cada uno de los mundiales.

...

Incluso sin su hermano cerca de camino a casa, no sentía algún vacío, nunca habían sido unidos. Siempre constantes peleas por quién era el mejor, aunque para Ale sólo era un seguir la corriente como había hecho durante toda su vida, nunca tuvo un interés real en algo a su alrededor, sólo quería usar su Ray MK III y combatir, esa era su única fascinación y no conseguiría que alguien más le entendiera en eso.

Aún así, quizás ese desinterés fue lo que le impidió darse cuenta de como estaban las cosas hasta que fue muy tarde, quizás él...

Se dio cuenta de repente, su mochila estaba abierta y algo se le había caído, eso fue una pieza de mecha, las que eran conocidas como "piezas ilegales" para armar a gusto las máquinas. Las tenía, pero no las usaba, le dijeron muchas veces que las tirara, pero rehúsaba de ello, y no como ahora, sólo las enviaba de regreso a su mochila para seguir avanzando.

Era otra "anomalía" que el resto no lograba comprender. Siéndose completamente sincero, no sentía apego a las personas que le ponían demasiada atención, por ejemplo su propio hermano.

Se sentó un momento en la banca del parque a descansar, pero también, a pensar en los problemas. No le gustaba algo, pero no lo evitaba, no le tomaba interés, no era algo que le importase, era más fácil ser distante que molestarse... Eso tampoco sonaba bien. Su personalidad es la de alguien que se divierte con sus amigos... ¿Actualmente tendrá algún amigo de verdad?

Incluso con su hermano quiso ser él mismo, pero este no paraba de fijarse en sus logros, de envidiarlos, de odiarlos, y un día simplemente cerró la puerta por fuera para no volver. Era un recuerdo que no le dejaba alguna expresión por poner, no había nada en su corazón relacionado a dicha escena, no podía comentar nada.

Era como un desorden con su actuar, su personalidad, sus relaciones sociales, su hermano, no había un escape de ese enredo que lo hacía pasar de un tema a otro sin cesar el vaivén... Oh, sí hay uno, hay que pensar en los Custom Robo, en el Ray MK III que espera en casa. A casa se ha dicho.

...

Al llegar, abrió la puerta, pero se detuvo abruptamente al encontrar un portal en lugar del interior de su casa.

Ale: ¡Me llevarán los extraterrestres!

Aún con su comentario ridículo, fue empujado hacia adelante. Hubiese entrado en pánico, mas pronto descubrió que algo caía tras él, era su preciado Ray MK III. ¿Por qué fue arrojado también?