La música era agradable, la decoración impresionante y la belleza de él Omega Luna resultaba ser exorbitante.

El Cortejo Real había iniciado tras una larga ceremonia en la cual las reglas que eran bien conocidas, fueron leídas y explicadas nuevamente por un integrante de el consejo.

Primera regla: Únicamente quince de los treinta participantes lograrán avanzar a la siguiente etapa y serán considerados posibles pretendientes oficiales para él Omega Luna.

Segunda regla:Él Omega Luna decidirá el momento y el tiempo que desea conversar con los participantes.

Tercera regla: Si él Omega Luna presenta incomodidad, disgusto o alguna queja sobre un candidato, este será retirado y no podrá continuar en el Cortejo.

Cuarta regla: Únicamente los portadores de un beso por parte de él Omega Luna, avanzarán a la siguiente etapa del Cortejo Real.

Quinta regla: Una vez que el candidato sea portador de un beso, deberá ir hasta él Omega Estrella, quien se encargará de la revisión y confirmación de los participantes.

Sexta regla: Cuando un candidato sea reclamado con un beso no existirá un retroceso.

Séptima regla: Si algún candidato es descubierto realizando alguna treta u engaño, será descalificado y no podrá convertirse en líder de su manada hasta cumplir el castigo que le sea impuesto.

Octava regla: Se encuentra estrictamente prohibido acercarse al Omega Luna. Será ser él, quien decida con qué participante desea mantener una conversación.

Novena regla: No se le cuestionará al Omega Luna sobre su decisión con respecto a los candidatos.

Décima regla: Encontrándose aquí ningún candidato podrá declinar al ser escogido como uno de los quince participantes ganadores en la primera etapa.

Onceava regla: Queda estrictamente prohibido que los participantes se agredan entre sí.

Todos se encontraban nerviosos, con las manos sudando y el corazón acelerado.

—¿Por dónde empezarás? —Preguntó él castaño, colocándolo el labial color durazno que había escogido personalmente para su hermano.

—No lo sé. —Respondió sincero, observando sus labios en el espejo de mano que mantenía en su diestra, agradeciendo que no fuese demasiado llamativo.

—Deberías empezar con alguien que ya conozcas. Te sentirás en confianza al menos. —Recomendó. —Debo irme. Suerte.

Jimin suspiró con nervios, observando el gigantesco panorama y el como todos lo miraban con extrema atención, mostrando una ligera sonrisa sobre sus regordetes labios, obligándose a mantenerla en alto.

El jazz suave logro tranquilizar a su lobo un poco, solo un poco. Abrió su mente ante la idea de ser extrovertido y un poco coqueto con cada uno de los candidatos, aún si en el fondo detestaba la idea de sentirse como un ascensor para alcanzar el premio mayor.

Hablar con alguien a quien conociera de toda su vida no sonaba tan mal, aunque la idea de que fuese ese él le revolvía un poco el estómago su pequeño lobo.

Realizó una ligera reverencia ante él chico de melena castaña oscura y olor a canela.

—Veo que te inscribiste. —Musitó aún sin dejar de sonreír.

—Lo vi como una oportunidad. —Confesó el chico de grande sonrisa.

—¿Y de que?

—Conquistarte.

—Sabes que mi hermano...-

—Nos está saludando. —Inclinó la mirada y señaló con ella hacia él chico de cabellos castaños claros. —Parece feliz. Sé que me apoya en esto.

—¿Te lo dijo? —Él adverso asintió.

Jimin lo medito, observando a su hermano y percatándose de su discreto puño cerrado con el pulgar levantado. Así que lo hizo, trago con fuerza, reteniendo aquella contracción incómoda en la boca del estómago y soportando el reciente dolor de cabeza; se empinó y depositó un beso sobre la mejilla de él más alto.

"Por lo que nos han informado, él Omega Luna ha escogido a su primer candidato. Sabremos los nombres de todos los chicos al terminar la primera etapa. Sigan sintonizándonos y no se pierdan de ningún avance de uno de los eventos más importantes de nuestro país. El Cortejo real".

Los aplausos no se hicieron esperar, mostrando la aprobación de todos los presentes, incluso si él mismo se encontraba seguro de que pronto se arrepentiría.

—Te veo más tarde Jungkook. —Se retiró con otra reverencia y observó a todos los presentes.

Camino entre ellos, aún sin dejar de ser observado por la mayoría, percatándose de un chico en especial. Un Alfa pelirrojo que se encontraba mas que entretenido en pedir un par de bocadillos.

Observó con detenimiento aquella sonrisa, percatándose a su vez de el delicioso aroma a bergamota que se instalaba a su alrededor, llenándolo de una extraña e imprevista  confianza.

—Hola. —Su expresión cambio, cubriendo sus labios con su pequeña mano al observar las mejillas rellenas de comida y la desconcertada expresión de él chico.

Deseaba reír, realmente quería hacerlo, pero él no podía darse un lujo así, debía permanecer agradable, impecable y admirable. Mantuvo la mirada al frente, mostrándose orgulloso pero no con aires de superioridad.

Él Alfa se apresuró a masticar, cubriendo su boca y tragando con rapidez. Realizó una reverencia y lo miro con timidez.

—¿No me dirás nada? —Preguntó con amabilidad.

—Es un placer. —Realizó una reverencia por segunda vez, sintiendo los ojos de todos sobre él.

—Por mi parte también lo es. ¿Cuál es tu nombre?

—Hoseok. —Algo se le olvidó. —Jung Hoseok.

Yui-Chan.❤️