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Phil y Stu estaban cargando el cuerpo de Chow mientras Max miraba el dedo de Teddy rogándole a Dios que no estuviera muerto, por que sin duda alguna Lauren la odiaría de por vida y ella se sentiría culpable.

—Bangkok es la capital de Tailandia con 20 millones de habitantes..

—Alan guarda eso y ayuda—Max observó como el mono se trepaba hasta el hombro de Phil.

—¿Que le pasa a este pinche mono?—Phil trata de quitárselo pero simplemente no puede.

—El mono entiende—Alan sigue presionando el botón pero simplemente la puerta no se abre.

—No hay luz, por las escaleras—Stu y Phil maldecían mientras la mente de Max se encontraba en todos lados menos hay.

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—¡Aquí es!

—¡Los pies, los pies! Ya había hecho esto—Max lo miro fijamente al escuchar lo que había dicho.

—Llevo dos horas diciendo que cuando consumes mucha mota, tú corazón se para por un momento pero nuevamente vuelve a latir, pero que hacen, meten un "Cadaver" a una hielera de un puto hotel de Bangkok, excelente, que más falta, que vayamos a un prostíbulo o que descubramos que Stu fue infiel a mi amiga—Los tres cerraron la hielera para luego mirarla.

—Se que estás asustada por qué no sabemos dónde rayos está Teddy, pero te prometo que lo buscaremos por todos lados—Phil la abrazo para luego besarla.

—¿Que habrá querido decir Chow con que tú no deberías de estar tan contento con lo que le dijiste anoche—Phil se encogió de hombros sin saber que decir.

—No se que quiso decir, pero ya no es importante,

—Stu, tenemos que buscar a Teddy

—Hay Dios... ¡La azotea!

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—¡Teddy! ¡Teddy!

—¡Teddy!

—¡¿Encontraron algo?!

—¡Nada!

—No está aquí...—Max se para en las barandillas de la azotea mientras suspira.

—¡No puedo creer que esté pasando otra vez!

—Okey, Stu, déjanos aquí, tu vete para allá y llévate a Max, diles que Alan y yo nos emborrachamos con el, seguimos de fiesta, tú te tienes que casar y Max está teniendo nuevamente ataques—Max lo miro con enojo para luego empujarlo.

—¡No me iré a ningún lado! ¡Estoy bien!, no dejaré a Teddy solo en donde quiera que esté, ayudaré a buscarlo te guste o no.

—No, no podemos volver si Teddy, su hermanito menor está perdido y herido, si todo esto vale madres, lo perdería todo.

—Okey, claro, Alan checa tus bolsillos, ya sabes tal vez hay pistas.

—Sus teléfonos, números, mensajes.

Max revisó su teléfono y observó cómo había un mensaje de un número desconocido que decía: "Phil no te merece, después de lo que hizo, no sé cómo tiene los huevos de seguir contigo, vales mucho muñeca"

—Tengo un mensaje de Chow.

—¿A qué hora fue?

—Anoche a las 10:00

—¿Que dice?

—Voy para allá, nerdos, negros.

—¿Tú tienes algo Max?—Max dejo de mirar su teléfono para luego mirar a Phil, la chica negó para luego guardar su teléfono y seguir sacando cosas que tenía.

—Ya nos cago la chingada.

—Oye Phil, mira quien vino. Hola

—Hay que conseguirte una gorra, hace calor.

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—Phil, debemos ir al consulado norteamericano.

—¿A qué? ¿A reportar un cadaver en una hielera?

—¿Que vamos a hacer? ¿Caminar en círculos? Hay que productivo.

—Estoy tratando de pensar y tu actitud no me ayuda.

—Hay perdón, hace un calor de la chingada y no tenemos un plan, solo le compramos un pinché refresco.

—¿Qué? Esto es solo una fanta.

—¿Y que quieres hacer Stu? ¡Deja de gritarme como si fuera mi puta culpa!

—¡Si es culpa tuya! ¡Solo quería un almuerzo de despedida!

—Ya cállate Stu, Doug, dime. Que suerte, lo encontraron—Max exhalo aliviada—. ¿Qué pasó?, ¿Enserio Por qué?, ¿Enserio? Okey te llamo cuando llegue allá. Está encerrado pero bien, busquen un taxi.

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—Listo, ya lo van a liberar. Esta en los separos, pero bien.

—Dieciséis años y parar en la cárcel, ¿Te imaginas?

—Yo estuve a los trece por golpear a un anciano—Stu y Phil miraron a Max la cual solo levantó las manos—. En mi defensa ese anciano era un irrespetuoso, me había dicho algunas cosas que no entendí, así que imaginé que me dijo cosas sucias por su tono, pero al final me di cuenta que solo quería que me moviera de al frente suyo.

—Nos encanta el desmadré.

—¿Quien es este ruco?—Max miró al anciano el cual traía el abrigo que Teddy había usado esa noche.

—Teddy.

—Oiga oficial, trajo al hombre equivocado, oficial. Oficial hubo un error, trajo a otro sujeto, ese no es Teddy.

—Claro que si lo es, tenemos sus credenciales y demás. Las tenía en el pantalón cuando lo arrestamos.

—¿Disculpe señor? ¿Cómo consiguió esto?, ¿Hola?

—Teddy no habla, no entiende inglés, tailandés, chino, nada.

—Le voy a hacer una pregunta, oficial a usted le parece que este señor va al Sport City de las lomas.

—Oiga aquí arrestamos a muchas personas, no podemos analizarlo todo ¿Entiende?

—¿Pero que quiere que hagamos con ese?

—No es mi problema.

—Oigan, este ruquito nos conoce.

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—¿Sabe donde está nuestro amigo? ¡Teddy! ¡Está perdido!

—Stu olvídalo es inútil—Max observaba aquel anciano, tratando de adivinar de donde lo conoce, ya que sabía que en algún lado antes lo había visto.

—¡Pero algo sabe! Tiene la sudadera de Teddy, ¿Que tal si no nos entiende? Ya se lo actuaré, con mímica. Mire, dos palabras.

—¿Es una película?

—Tú no te metas Alan, norteamericano adolescente en Asia.

—Karate Kid con Jaden Smith, fue fácil por qué lo narraste.

—Stu no pierdas el tiempo, dejemos al ruco esté aquí—El anciano miraba a Max la cual todavía trataba de saber donde había visto a ese señor antes pero simplemente no le llegaba nada a la cabeza.

—Encontré algo, hay 500,000 monjes viviendo en Tailandia, no es inusual que algunos monjes hagan su voto de silencio a los ocho años.

—¿Hay algo más en el sobre?

—No está vacío.

—Uy qué pedo, una cortesía del bar White Lion en Bangkok.

—Pues hay que ver.

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—No puede ser, ¿Es la calle correcta?—Max observó como todo estaba destrozado y lleno de humo.

—Es lo que dice.

—Ey, oigan, aquí es el White Lion.

—¿Que chingados pasó aquí?

—Que desmadre—De repente un hombre empezó a decir algo que simplemente no entendieron así que siguieron caminando, una mujer le tiro un zapato a Stu.

—Pinche gente loca.

—Oigan chicos, ¿Ese no es Stu?—Max señaló una serie de fotos que habían afuera de un estudio de tatuajes.

—¡En la madre! Stu mira—Phil le enseñó la foto en la cual se podía ver a Stu feliz por su tatuaje.

—Es mi cara, órale entra, eres una chingona Max—Stu palmeó el hombro de la chica para luego entrar detrás de ella.

—¿Hola?

—Espérenme tantito, son ustedes, ¿Que te parece?

—¿Qué, perdón?

—El tatuaje, ¿Te gusto?

—No, en verdad lo odio.

—No hay devoluciones, vete al carajo, ve el letrero—Max observo el letrero el cual decía lo mismo que había dicho el hombre anteriormente.

—No es lo que queremos, tenemos algunas preguntas, ¿Queremos saber qué sucedió anoche?

—Chequen lo que hicieron afuera, destruyeron el vecindario.

—¿Nosotros?

—No recuerdan su pelea en el White Lion, ustedes hicieron un puto desmadre.

—No señor, no nos acordamos de nada.

—Detén esto, que bien, chequen esto—El hombre les paso su teléfono en el cual se veía a Stu con la camisa quitada, a Max teniendo un beso apasionado con Phil el cual le tocaba los pecho y el trasero y a Teddy todo sudado y alcoholizado.

—Es Teddy, hay estaba—En el video se vio como la policía había tirado una bomba lacrimógena, Teddy se había quitado él suéter para dárselo al anciano y salir corriendo junto con todos los demás, dejando al anciano solo.

—No manches.

—Hay llegó la policía a madrearse gente, yo los rescate y los escondí en mi negocio y tú decidiste hacerte un tatuaje, lloraste igual que una perra, este pinche mocoso tiene más huevos que tú, enséñale tus huevos.

—No, no, no hace falta, escuche, buscamos a un amigo, Teddy, lo ha visto.

—No desde anoche, ¿Por qué? ¿Qué pasó?

—Que mañana me caso con su hermana y lo extraviamos.

—En fin, a la mierda—El hombre suspiro para luego empezar a tatuar otra vez al niño.

—¿Qué? ¿Como que a la mierda?

—Bangkok se lo trago y no va a volver.

—Oíste, es lo que querías, ¿Satisfecho?

—Pierdes el tiempo, los monjes no rompen sus votos, mira esto.

—La señal del monasterio, se donde queda—Stu, Phil y Alan miraron a Max la cual solo se encogió de hombros—. Vine a Bangkok un tiempo y siempre me hablaban de allá, vamos. Muchas gracias.

—De nada bonita—El hombre le guiño un ojo lo que provocó que Phil lo mirara con enojo.

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