Era una completa masacre, aunque los soldados luchaban con fuerza, todos al final caían como fichas de domino, todos los médicos y enfermeras se habían escondido por lo cual nos sentíamos seguros, mientras que todos los guardias estaban en los pasillos, muchos morían y se convertían en zombies, cuando contamos los 83 soldados, activamos la fase 5 o la última. Todos los que estábamos en esa habitación rezábamos por que Ariana no se hubiera equivocado.

Erick comenzó a moverle a la computadora, entonces le dio click en el mouse, escuchamos unas campas que sonaron en todo el edificio, aunque realmente provenían de afuera, mediante las cámaras como todos los zombies volvían a sus jaulas, todos se amontonaban, pero cuando entró el último zombie, Erick dio el último click haciendo que la puerta se cerrará, todos nos quedamos en shock, había funcionado el plan.

Voltee para ver a Lía, ella inmediatamente se lanzó a mis abrazos, soltando un grito de victoria, lo habíamos logrado.

Erick desactivó los chips, por lo que vimos por últimos las cámaras en donde los guardias reaccionaban confundidos, pudimos ver como inclusive Mack lucía aturdida.

Brenda encendió el micrófono para que todos nos pudieran escuchar, teníamos que dar avisos importantes.

—Buenas tardes, mi nombre es Erick, hemos matado a todos los guardias que se negaban con darles su libertad, así que ahora vamos a sacarlos de aquí, a los doctores, enfermeras, científicos les damos la oportunidad de ir con nosotros a la sexta zona, pero si quieren ir por su propia cuenta a otro lugar lo aceptaremos, pero eso si les pedimos a todos que nos ayuden a transportar a los pacientes más heridos hacía las lanchas, tenemos que evacuar esta instalación lo más rápido posible, porque la haré volar en mil pedacitos en 40 minutos, así que rápido no hay tiempo para perder.

Vimos como muchos salían de su escondite, agarraban pertenecías importantes para llevarse de este lugar, nosotros nos quedamos planeando todo, para poner que en 40 minutos este lugar explotará lo sincronizamos con el reloj de muñeca que habíamos conseguido.

Tome un arma, para poder abrir la puerta, pero no esperamos que entrará un hombre y tomará a Lía de rehén con un cuchillo, inclusive donde la había capturado le había hecho un pequeño corte en el cuello, de donde salía una pequeña hilera de sangre.

—Suéltala ahora. —Dije apuntándolo con una pistola.

—No lo haré, ¡arruinaron todo! —Dijo gritando. —¡No sé dan cuenta, puse años de mi vida en esto, para que lleguen y lo arruinen todo!

Parecía un loco, en serio tenía miedo de que le pudiera hacer algo a Lía, entonces ella hablo.

—Esto se acabó Jonh, no importa lo que hagas ahora, todos son libres. —Dijo con una sonrisa en su boca.

—En eso te equivocas cariño, porque si yo caigo, tú te vas conmigo. —Dijo él con una sonrisa en serio psicópata. —Escuchen ustedes pueden irse, pero yo me llevaré a Lía, ella es la única salvación de nuestro planeta.

Di un paso hacia adelante apuntando a la cabeza del sujeto, la rabia comenzaba a crecer dentro de mí, sobre mi cadáver se llevaría a Lía.

—Si disparas, puede que use a tu amiga como escudo y por lo visto creo que ninguno de nosotros queremos eso ¿o sí? —Preguntó poniéndose más cerca a Lía de su cuerpo.

—No entiendo, ¿Por qué te la quieres llevar?, este es el único centro que existe en donde podías hacer tus atrocidades. —Dije desafiándolo y tratando de ganar tiempo para que se me ocurriera una idea de como matar a ese desgraciado sin dañar a Lía.

Él se quedó frío al oír lo que había dicho, con eso me confirmaba que no existía otro lugar como este, lo cual me hizo sentir aliviado, el iba a hablar cuando vimos como alguien lo golpeaba en la cabeza por atrás haciendo que soltará a Lía, yo no perdí mi oportunidad y le disparé cuatro veces.

Él cuerpo de Jonh cayó en el suelo, todos nos quedamos sorprendidos ante lo que acaba de pasar, en eso vi como Cassandra estaba en la puerta con una pistola.

—Quería hacer una entrada triunfal, pero sinceramente esto estuvo mejor de lo planeado. —Dijo con una enorme sonrisa en su boca y poniendo la escopeta sobre su hombro.

—Eres increíble mi amor. —Dijo Erick con una sonrisa de enamorado en su boca.

Yo mientras tanto ayudaba a parar a Lía, después de revisar que la herida no fuera tan profunda salimos de esa habitación para evacuar de manera rápida y eficiente el edificio, yo fui al consultorio de mi hermano con mucho miedo de que no me pudiera recordar, me dirigí hacía el armario y lo abrí, estaba Jackson despierto y en sus ojos se podía ver el miedo.

—Tranquilo, te voy a sacar de aquí. —Dije.

Le quité el pañuelo de la boca, mientras le desataba las manos y piernas, en eso él dijo una palabra que hizo que me volviera el alma al cuerpo.

—¿Jason?, ¿Qué pasó? —Dijo confundido.

—Tranquilo hermano, tendremos tiempo para resolver tus dudas.

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Logramos evacuar todo el edificio, teníamos aún 10 minutos, en los botes iban combinados doctores con pacientes, por si alguno de ellos necesitaba atención médica, dejamos ir el último bote, solo quedábamos Erick, Cass, Ariana, Lía, Brenda, Jackson y yo, tratamos de hablar con Mack, pero ella no nos recordaba y prefirió irse con sus amigos.

Subimos el bote y comenzó a andar, Erick iba manejando, Cassie y Ariana le iban haciendo platica y bromas por lo cual los tres reían, mientras que Brenda iba platicando con Jackson, yo me senté en la parte trasera con Lía, ella veía el edifico, mientras su cabello se movía por todas partes por culpa del aire. Se veía como una diosa.

—Lía tengo que hablar contigo. —Dije serio.

Ella volteo a verme y me tomo de la mano, haciendo que millones de chispas recorrieran todo mi cuerpo.

—¿Qué pasa Jason? —Preguntó viéndome a los ojos.

—Bueno esto es difícil de explicar, pero estando aquí en medio del río, contigo a mi lado quiero decirte que el perderte fue lo peor que me pudo pasar en la vida, desde que te vi supe que serías importante en mi vida, pero no sabía que te llegarías a convertir en la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida.

<< La primera vez que te perdí, fue tan agonizante que, aunque pasará un año no había noche con la que no soñará contigo, que solo pensar en ti, hacías que mi corazón explotará en miles de pedazos porque no podía verte, abrazarte, escuchar tu voz, decirme regla número 10. Te extrañaba, te extrañaba tanto que hasta respirar dolía al saber que tú no podías hacerlo, pero entonces te vi en ese campamento, más hermosa que nunca, jamás me había sentido tan feliz en la vida, te había recuperado.

Pero te volví a perder, te secuestraron y fueron los días más angustiantes de mi vida, tenía miedo de que después de todo el viaje fuera en vano y tú ya no estuvieras en este mundo, pero aquí estas en frente de mí, tocando mi mano.

En el viaje me hizo reflexionar y como lo habíamos dicho hace un año, tenemos que vivir en el ahora porque no sabemos si llegaremos al mañana, así que aquí en este río, quiero hacerte la pregunta más importante de mi vida y es...>>

En eso me hinqué en el barco, haciendo que todos voltearan, así que hable un poco más fuerte para que todos escucharán.

—Cuando volvamos a la sexta zona, ¿Me harías el inmenso honor de casarte conmigo? —Pregunté.

Lía estaba la borde de las lágrimas, pero no solo eso, sino que también reía.

—Sí, acepto casarme contigo, porque no pienso volver a vivir otro día que no sea a tu lado.

En eso nos besamos, mientras todos aplaudían, pero además de eso el edificio explotó haciendo todo más romántico.