Me desperté por la horrible luz, trate de cubrirme con las sabanas, pero los guardias nos despertaron golpeando las puertas.

Al levantarme de la cama me estiré, esperé a que llegará el guardia a mi celda, mientras guardaba en mi brasier el incaible.

Cuando el guardia llegó, abrió la celda y me puso las esposas. Caminamos hasta las duchas, cuando estuvimos ahí, me quité la ropa y me metí.

Ariana se puso en la ducha que estaba a un lado de mí.

—Oye, ya supiste como hacer el acertijo que te dije.

—No, tengo que pensarlo bien, solo tengo una oportunidad. —Le dije.

Ella me sonrió feliz.

—Sabes Lia, eres una chica muy lista, sé que lo lograrás solo espero que no te olvides de la persona que te lo dijo.

La voltee a ver, si lograba salir de aquí, de alguna u otra manera volvería con ella no me importaba si volvía a poner en riesgo mi vida, yo volvería por ella. Había sido una gran amiga, creo que sin ella me hubiera vuelto loca.

—Por supuesto que no, jamás lo haría.

Cerré la llave, tome mi toalla y la envolví en mi cuerpo, abrí la puerta y caminé hasta la banca donde estaba mi ropa, dejé caer la toalla y me puse rápidamente la ropa interior, para después colocarme el vestido.

Ariana hizo lo mismo, mientras yo me cepillaba el pelo para que me quedará sin nudos.

Entraron los guardias y nos pusieron las esposas caminamos juntas hasta llegar al comedor, ahora había más personas, sentía lastimas por todas las personas que estaban aquí, nadie merecía lo que nos hacían en este horrible lugar.

Al acabar de comer, nos separaron a todos, en este caso me llevaron a correr afuera como por una hora, era la mejor podía aguantar lo que casi nadie y lo hacía en un tiempo que podría entrar en un record mundial.

Ahora me llevaron con el doctor, aunque esta vez no era Jackson aunque era una persona igual de joven que él.

Me sacó mucha sangre, al terminar me puso un parche en la herida.

— ¿Te sientes mareada? —Me preguntó.

—No. —En eso me quedé pensando. —De hecho sí, me siento un poco mareada.

Él asintió con la cabeza.

—Pediré que traigan un jugo y galletas.

Él caminó hacia la puerta, al abrirla comenzó a hablar con una enfermera, entonces busqué donde estaban los archiveros, vi el que me había dicho Ariana, caminé lo más sigilosamente posible sin interrumpir la conversación entre la enfermera y el doctor, me acerqué hasta la cerradura del archivero y me di cuenta que podía abrirla con el incaible.

Volví hacia mi asiento y me senté, en eso entró el doctor y me dio la galleta y una caja de jugos.

Me comí todo en un santiamén, entonces volví hacia las pruebas que consistían en sacarme más sangre, correr mientras me observaban.

En este caso nos pusieron hacer algo diferente, algo que cuando nos juntaron a todo el mundo me dio muy mala espina, nos había dejado en el patio, los guardias no estaban en las entradas si no arriba vigilándonos, incluso estaba el señor Jonh que no paraba de verme.

El señor Jonh, se quedó en frente de todos y hablo en el micrófono.

—Hola, esta prueba es un poco extraña, que nunca habías hecho pero queremos ver como se curan los que realmente son inmunes, mucha suerte.

Vi a Ariana, las dos nos miramos con mucha desconfianza.

—Sabes ¿Qué esta pasando? —Le pregunté.

—No, pero sea lo que sea es sumamente malo, toma esos palos. —Me dijo.

Yo hice lo que dijo y le entregué un palo, en eso sonó un horrible sonido y las puertas se comenzaron a abrir, todos los guardias nos apuntaron con pistolas, eso nos puso en alerta.

En eso vimos como zombies venían hacia nosotros, la mayoría corrían asustados hacia las esquinas mientras lloraban, otros aceptaban sus destinos y se tiraban al suelo, mientras que muy pocos se armaban de valor y estaban listos a luchar en cualquier momento.

Los zombies venía hacia nosotros así que comencé a golpearlos hasta dejarlos más muertos de lo que estaban, Ariana también lo hacía incluso tenía cierto agilidad, era como si ya lo hubiera hecho antes.

En eso vi como alguien gritaba, se la estaba comiendo, corrí hacia ella y le di un golpe perfecto en la cabeza haciendo que muriera, la chica se quedó llorando mientras se veía como sangraba mucho.

—Rompe un pedazo de tu blusa y átalo en tu brazo con eso evitarás una hemorragia.

Al ver que terminaba de hacerlo, le dije.

—Ahora ve con los demás.

Ella corrió hasta donde estaban todos, yo me trate de ir con Ariana para seguir golpeando y matando a zombies, después de todo al final estaba hecha para esto, en eso no calculé bien y un zombie me mordió el brazo, solté un horrible grito.

Un chico que estaba a un lado mío lo golpeo, mi respiración estaba muy descontrolada, necesitaba matar a todos.

En eso más zombies vinieron pero se fueron hacia los que estaban en un rincón, vi cómo los mordían.

Trate de ir hacia ellos, pero Ariana soltó un quejido, voltee a verla y le mordió un zombie en el cuello, corrí hacia ella y golpee al zombie con mucha irá, comencé a golpear a todos mientras cuidaba a Ariana, en eso vi como el chico que me acababa de ayudar se convertía en zombie.

Esto se estaba saliendo de control, la mayoría de las personas se convertían en un instante, comencé a tener miedo cuando muchos zombies venían hacia mí, no iba a poder contra todos ellos.

En eso uno me iba a dar una mordida cuando alguien le disparó justo en la cabeza, voltee a ver y en eso disparos inundaron el cielo, los guardias comenzaron a matar a todos los zombies, estaba segura, así que senté en el piso y abrazaba a Ariana.

Esto estaba mal, estaban jugando con nuestra maldita mente, tenía que terminar, odiaba a Jonh, odiaba a todo el mundo, en eso los disparos cesaron, todos los que habíamos sobrevivido estábamos hechos ovillos, las puertas se volvieron a abrir y muchos de nosotros saltamos con miedo, pero en vez de zombies salieron guardias, comenzaron a pararnos y a llevarnos a celdas.

Alguien me jaló del brazo para pararme y alejarme de Ariana, pero yo no quería, no quería alejarme de Ariana.

—No, suéltenme—Grité.

—Estaré bien Lia, ve.

Dejé que me pararan y me alejarán de Ari, me llevaron a las duchas pero esta vez un oficial se me quedó viendo, no pude evitar llorar, ¿Con qué derecho se creían para jugar así con nuestras vidas?, ¿Creían que éramos muñecos?, los odiaba demasiado.

Al terminar de bañarme que agradecía, porque no aguantaba el olor a tierra y sangre.

Ahora me llevaron con el doctor y me quedé sorprendida al ver que era Jackson, la verdad me sentía muy feliz de que fuera él, al verlo me sentía segura, tal vez porque algo dentro de mi creía que era Jason.

— ¿Cuántas veces te mordieron? —Me preguntó.

—Solo una vez, en el brazo.

Estiré mi brazo pero sentí un horrible ardor en este.

Jackson hizo una mueca, yo también la hice al ver que alrededor de la mordida estaba morado y verde.

—Te sacaré sangre.

Al sacarla solo hice una pequeña mueca, la verdad no dolía tanto.

—Listo, ahora te pondré esta pomada y te vendaré.

Abrió el frasco y el olor a menta inundó mis fosas nasales, tomo una pequeña cantidad y la aplicó en mi herida, después de eso vendó donde me había mordido, puso el seguro y al terminar me sonrió.

—Lista.

Cuando terminó, los guardias entraron y trataron de ponerme las esposas pero me dolía mucho, entonces Jackson hablo.

—No le ponga las esposas, la van a lastimar más.

Me quedé sorprendida ante ese comentario, pero entonces los oficiales me tomaron de la mano sana y me llevaron hacia una celda, pero esta no era en la que había estado, era una nueva diferente.

Entré en pánico al ver que estaba totalmente cerrada, no había ninguna ventana en la puerta, abrieron la puerta y toda la habitación estaba hecha de esponja, negué a entrar pero me obligaron a meterme.

Al entrar cerraron la puerta y el aire se volvió más frío, no me gustaba estar encerrada, comencé a entrar en pánico.

"Respira Lia, Respira"

Comencé a respirar un poco más tranquila, cerraba los ojos pero cada vez que los cerraba me veía en el patio viendo a todos esos zombies, los abrí rápidamente tratando de eliminar esos pensamientos

Tenía que pensar en cosas felices, en Jason, en Ariana ella debe de estar bien.

Con estos pensamientos decidí acostarme en el piso, era demasiado cómodo, con estos pensamientos comencé a quedarme dormida, en serio tenía mucho sueño, aunque peleaba por no quedarme dormida, al final no pude hacer nada, cerré los ojos y caí en un profundo sueño.