Me desperté por el ruido de los guardias golpeando las puertas, me levanté quitándome las cobijas y entonces me di cuenta que la guardia era Mack, tenía el cabello blanco recogido y una cachucha cubría su rostro, traía una camisa negra con un chaleco anti-balas, un pantalón oscuro y unas botas militares.

No podía creer que ella estuviera en frente de mí.

—Mack. —Dije.

Ella abrió mi celda y se quedó en frente de mí.

—Date la vuelta. —Decidí hacerle caso así que me di vuelta.

Me puso las esposas en mis manos y pude sentir el frío metal al hacer contacto con mi piel.

Al amarrarme junto a ella me sentí un poco incomoda, espere a que atará a Ariana, las tres caminamos hasta los baños, nos desató.

—Ya saben que hacer, estaré vigilando a Lia para que no intente escapar de nuevo.

Bien tenía que aprovechar esto, ella estaba aquí a un lado mío, podía aprovechar solo para que me escuchará.

—Ariana... Te conté de una amiga llamada Mack...

Aria estaba confundida, entonces al notar lo que trataba de hacer me siguió la corriente.

—No, porque no me cuentas sobre ella.

Observaba a Mack esperando que hiciera alguna expresión, pero estaba rígida como un soldado en la puerta.

—Bueno, Brenda, Jason y yo nos escondimos en una casa hace dos años, ahí encontramos a una chica de pelo rojo, era una chica muy agradable, viajamos juntos hasta llegar a la sexta zona, pero al final le dispararon y murió.

Voltee para ver si ella tenía alguna expresión, pero solo nos miraba como si fuéramos una pared.

—Qué trágico. —Dijo Ariana.

— ¡Oye!

Mack volteo a verme, pero tenía esa mirada fría que tanto odiaba, rodó los ojos y hablo.

— ¿Qué es lo que quieres? —Me dijo enfundada.

—Cuéntanos sobre tu familia, amigos...

Ella iba a decir algo pero se quedó callada.

—Esa es mi vida privada y no tengo porque contártela.

Salí de la ducha y me comencé a cambiar, cuando estuve lista junto con Ariana ella nos llevó hasta el comedor.

Ariana y yo nos sentamos en una mesa, entonces me di cuenta que ahora había menos jóvenes, no éramos los mismos desde que llegué.

— ¿Por qué hay menos jóvenes?

Ella siguió comiendo.

—Cuando no les sirve simplemente te desechan, te matan.

— ¿Y por qué no simplemente los liberan?

—Para que digan algo y todo el mundo se entere de lo que está pasando aquí adentro... No son estúpidos.

Respiré hondo mientras observaba como Mack estaba junto a un soldado vigilándonos.

— ¿Sabes cómo puedo hacerla recordar?

Dejó el tenedor a un lado del plato y me miró a los ojos por primera vez en lo que había comenzado a comer.

—Sé que la quieres, es tu amiga y lo entiendo, pero ya no es la misma, ahora es un soldado, que si gusta te matará sin dudarlo, lo mejor es que busques una manera de escapar de aquí... Eso es más posible a que tu amiga recuperé la memoria.

Le di un trago rápido a mi bebida.

—No puedo, tiene que haber una manera, si no haré hasta lo imposible para que mi amiga vuelva a confiar en mí, para que no sea ese monstruo.

Yo sabía que aún detrás de ese soldado estaba mi amiga, la chica pelirroja que bailaba, que me daba consejos, que luchaba hasta el final, no está soldada que mataba sin compasión, que mataría a su amiga.

—Sabes creo que tengo una idea. —Dije.

Ariana me miró intrigada esperando a que le dejara mi idea.

—Jackson tenía muchos archiveros de seguro hay algo ahí, solo tengo que hacer que este inconsciente durante unos minutos así yo podré checar que hay en esos archiveros, tal vez ahí haya algo sobre estos experimentos.

Ella me miró con una sonrisa perversa.

—Bueno, creo que es una gran idea... Deberías checar el archivero del lado izquierdo, él ni siquiera tienes permitido ver esos archivos.

— ¿Cómo sabes eso?

Ella se metió una uva a la boca de una manera perversa, esta chica emanaba peligro y perversidad; era como si ella sabe algo que tú ignorarás.

—Bueno, he estado aquí durante mucho tiempo, —Dijo alargando la "o" en mucho. — al darme cuenta que sería inútil escapar fui observadora, sé que Jackson nunca abre ese archivero y siempre llega gente de alto rango, abre el archivero y se lleva documentos, así que debe de tener algo sumamente secreto.

Bien, todo es perfecto solo necesito la llave para poder abrirlo, pero ¿Cómo la conseguiría?

Entonces miré a Ariana y le sonreí.

—Tú sabes cómo abrir ese archivero, ¿Verdad? —Al decir esto sonreí mucho más.

Ari se quitó algo del pelo y me lo aventó.

Lo logré agarrar justo antes de que se cayera en la mesa, lo pude observar mejor y entonces me di cuenta que era un incaible.

— ¿Un incaible?

—Por supuesto, te estoy dando mi herramienta más valiosa, así que cuídalo, eso sí, tú tendrás que descubrir como abrirla, pero si fuera tú me preocuparía más en como dormirlo.

Pensar en ello hacía que doliera mi cabeza, podía darle un golpe en la nunca para después pedir ayuda y decir que se ha desmayado.

Eso era lo más factible.

De las bocinas sonó un horrible sonido avisando que la hora de la comida había acabado y teníamos que volver a nuestras actividades, así que dejamos todo y caminamos hacia la salida.

Los guaridas comenzaron a ponernos las esposas, Ariana y yo caminamos juntas hasta la celda, el pasillo se me hizo largo y frío.

Mack primero dejó a Ariana, después me comenzó a quitar las esposas cuando dije algo que me hizo soltar una risa.

—Sabes mi amiga Mack era muy divertida aún recuerdo que la escuché decir Jalia mientras bailaba.

Entonces sentí a Mack soltar una risa.

Tragó saliva y guardó silencio.

Me metió a la celda y la cerró por la ventana me dijo.

—Lo mejor será que ya duermas.

Y se fue dejándome sola.