Capítulo 10

Habíamos conducido por 6 horas seguidas y estábamos más cerca de estar con Lia, lo malo era que ya todos estábamos cansados de estar sentados en un asiento y conduciendo sin parar, además que el clima no ayudaba estaba con neblina y llovía a cantaros. Así que a petición de todos decidí que lo mejor sería quedarnos en una casa u hotel para descansar un rato y después ir de nuevo en nuestra búsqueda.

Después de buscar en más de 10 hoteles que no estuviera infestado de zombies encontramos un hotel, lo extraño era que parecía que nunca lo hubiesen invadido los zombies, el edificio estaba intacto las ventanas no estaban quebradas y las puertas estaban cerradas.

Estacionamos el carro y toqué la puerta, tal vez alguien está adentro, toqué nuevamente hasta que se abrió la puerta, trague saliva e hice una señal para que todos estuvieran con sus armas, tome mi pistola, patee la puerta y entré.

El interior estaba sucio, además de verse vacío, entramos con cuidado inspeccionando el lugar cuando estábamos a la mitad la puerta se cerró y vimos a un hombre, de repente estábamos rodeados.

Comencé apuntar a todos los que pude pero eran demasiados.

—Venimos en paz. —Dije. —Solo estábamos buscando un lugar para dormir, pero nos iremos ahora mismo.

Un señor de edad avanzada comenzó a descender de las escaleras, cada que daba una pisada retumbaba en todo el silencioso lugar haciendo que tuviera un poco de miedo, era muy alto y musculoso para tener la edad que tenía que serían unos 70 años.

Se puso en frente de mí.

—Entran a mi casa y luego se quieren ir, creo que eso es descortés.

Nos miramos los unos a los otros con mucho miedo.

—No teman, no somos malos... ¿Por cuánto tiempo se quieren quedar?

—Solo sería esta noche, la lluvia está muy fuerte y estamos cansados.

—Ya saben familia denle un buen trato.

Nos guiaron hacia nuestros cuartos Erick y yo dormiríamos en uno y en frente de nosotros estarían las chicas.

Entramos y la habitación era muy elegante, la pared estaba pintada de un color rojo y dorado, los muebles eran de un color café intenso, las dos camas eran grandes y cómodas, tenían un edredón de color rojo con adornos dorados, Erick fue el primero en lanzarse a la cama.

—De esto hablaba. —Dijo.

Había una puerta, caminé hasta ella y la abrí era un baño, corrí para ver si salía agua y efectivamente así que cerré la puerta y me di una ducha, solo podía ver como el agua se tornaba de un color oscuro.

Cuando estuve limpio me puse una ropa que estaba ahí era un pantalón de color beige, una camisa negra y unos botines.

Me acosté en la cama y me quedé profundamente dormido.

Abrí mis ojos asustado y me senté, entonces me di cuenta que estaba en la habitación "Todo está bien Jason, todo está bien", vi a Erick que yacía profundamente dormido en la cama, miré el reloj y eran las 3 de la madrugada, había dormido por 9 horas.

Me levanté y comencé a estirarme, debería explorar un poco el lugar, tome mi pistola y salí del cuarto, el pasillo estaba desierto lo que me desconcertó un poco, caminé dando pasos sigilosos, entonces oí pasos cuando alguien me tomo del brazo con fuerza metiéndome a una habitación.

El chico tapó mi boca y pegó su oreja a la puerta. Con cuidado quitó su mano de mi boca.

— ¿Quién eres y qué estás haciendo? —Pregunté muy confundido.

El chico de los ojos verdes me miró.

—Mi nombre es Dave y estoy salvando tu vida.

— ¿Qué? —Dije.

—Tienes que salir de este lugar, ven conmigo.

—No, aquí están mis amigos tenemos que ir con ellos, pero además de eso contarme que mierda está pasando aquí.

— ¿Dónde están tus amigos?

Trate de recordar el número.

—320 y 321.

—No está lejos, iremos por ellos y en el camino te contaré sobre lo que está pasando.

Salimos de la habitación y comenzamos a caminar por el pasillo tratando de no ser vistos.

— ¿Conoces La zona de gravedad?

Solté una pequeña risa para después asentir con la cabeza.

—Claro que la conozco.

—Bueno esta casa es una trampa, es como si pusieras una caja con queso, llegan los ratones, cierran la caja y se la llevan al exterminador para matarla.

Entendí la analogía de inmediato.

—Aquí vienen personas pensando que se seguro pero no lo es, en las mañanas les dan un sedante para que se queden dormidos, llegan agentes de La zona de la gravedad les hacen pruebas aquí si son inmunes se los llevan si no los matan y los lanzan al pantano que está detrás de este edificio.

No podía creer que me estuviera diciendo esto.

— ¿Por qué hacen eso?

Él dio vuelta en el pasillo y llegamos a los cuartos entramos al mío primero.

—Porque ellos están buscando la cura de todo esto, las personas que son positivos se los llevan para someterlos a duros procedimientos.

— ¿Sabes dónde está esa zona?

Él asintió con la cabeza.

—Tienes que decirme donde esta y todo lo que sabes.

— ¿Por qué? —Me preguntó.

—Porque mi amiga está ahí y vamos a rescatarla.

Él soltó una carcajada.

—Eso es suicidio, si vas ahí sería como si te cortarás la vena o te dieras un tiro en la cabeza.

—No me rendiré, moriré en el intento si es necesario.

—Está bien, mira niño bonito, tendrás que atravesar un río infestado de cocodrilos, si llegas vivo en eso verás un gran túnel que está cerrado derriba esa reja y podrás entrar al edificio, disfrute de guardia o doctor.

—Muchas gracias Dave.

—Espero que encuentres a tu chica.

Corrí hasta Erick y lo desperté, le expliqué todo, empacamos nuestras cosas y después fuimos con las chicas, los cinco íbamos de camino a la salida, cuando Dave dijo que nos regresáramos corrimos hasta cierta habitación.

—Vienen por ustedes, tienen que irse. —Dijo Dave. —Salgan por la ventana y váyanse por toda la orilla, después salten al árbol, bájenlo y huyan.

—Puedes venir con nosotros. —Dije.

—No, mi lugar es aquí... Estaré bien.

—Muchas gracias.

Abrimos la ventana y salimos por ahí, primero iba Brenda, después Erick, Cassandra y al final yo, comenzamos a caminar con cuidado tratando de no perder el equilibrio logramos, entonces me deslice por culpa de la lluvia, Erick tomo mi mano y me ayudó a subir, vi mi vida pasar en frente de mis ojos.

Seguimos caminando y al dar vuelta fue lo más difícil, entonces vimos el árbol saltamos por último lo bajamos con cuidado, fuimos hacia donde habíamos dejado el auto pero no estaba.

—De seguro se lo llevaron. —Dije.

Todos se me quedaron viendo.

—Corran, vamos.

Comenzamos a correr hasta que estuvimos lo suficientemente lejos de ese horrible edificio.

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