Capítulo 46. Culpa
*editado*
Ariana
Los días pasaban y mi vida se estaba convirtiendo en una rutina en la que llevaba sumida un mes y de la cual no sabía cuándo iba a salir.
Por las mañanas me despertaba, me preparaba e iba a clase con Niall, el que después de la conversación del hospital había vuelto a ser mi mejor amigo y uno de mis mayores apoyos. Cuando salía de clase iba a casa, comía y después pasaba toda la tarde en el hospital, ya que los padres de Louis trabajaban y ni a Johanna ni a mi nos gustaba dejarlo solo. A lo mejor era una tontería, pero ambas teníamos la esperanza de que despertara pronto y no queríamos que cuando se despertara se encontrara solo en la habitación.
Ahora mismo estaba en el instituto. Melinda y Lilly caminaban a mi lado mientras que las tres nos dirigíamos hacia el patio, aunque no estaba muy pendiente de su conversación.
"¿Tú qué opinas, Ariana?" dijo Lilly llamando mi atención.
Levanté la cabeza mirándola y no supe que contestar, ya que no sabía siquiera de qué era de lo que estaban hablando.
"No estaba escuchando, lo siento" bajé la cabeza mirando al suelo.
"Tienes que volver al mundo real, Ariana. Sé que te cuesta, pero no puedes seguir así." habló ahora Melinda mientras llegábamos al patio y nos sentábamos donde Liam y Niall ya nos estaban esperando.
"Te preguntábamos que si querías venir hoy al cine con nosotras." repitió Lilly bufando
"No puedo, tengo que-" no me dejaron terminar cuando Melinda me corto.
"¿Ir al hospital?" dijo seria "Te pasas los días allí, Ariana, tienes que salir un poco. Nosotros también vamos a ver a Louis y no nos hemos sumergido en una burbuja." miré mis manos bajando la cabeza mientras las chicas hablaban y los chicos escuchaban.
"No es lo mismo." dijo la voz de Niall "Y no la atormentéis más. Sabéis que vosotras en su situación estaríais igual." me defendió haciendo que las chicas se resignaran.
Después del accidente todos se habían enterado de lo que sentía por Louis, ya que se lo había dicho yo misma. Había decidido olvidar esa estúpida regla de oro y no malgastar más el tiempo. Sabía que Louis había conseguido enamorarme y ya era hora de dejar de ocultarlo.
"Está bien, no insistiremos." dijo Lilly sacando su comida y comenzando a comer.
Pasamos la hora del almuerzo los cinco juntos y luego, cuando sonó el timbre, fui a levantarme, pero Niall no me dejó.
"Quédate un momento aquí. Ahora nos vemos, chicos." los otros tres asintieron con la cabeza y se fueron dejándonos solos.
"¿Qué pasa?" dije mirándole sin mucho entusiasmo.
"No has comido nada." señaló ni sándwich sin abrir.
"No tenía hambre." contesté apoyando los codos sobre la mesa y mi cabeza sobre mis puños.
"Tienes que comer, si no al final te pondrás enferma y será a ti a la que vayamos a ver al hospital." dijo cabreado.
"Si no tengo hambre, ¿qué quieres que haga?" reproché.
"Es que últimamente no tienes hambre ningún día." dijo el serio "Mira, enana, sé que se te está haciendo duro, yo estaría igual que tú en tu situación, pero tienes que intentar mantenerte fuerte." con su mano me hizo apartar mi brazo para mirarme a los ojos "Si no comes acabarás de nuevo en el hospital y, sinceramente, ya tengo bastante con Louis como para tenerte a ti también hay dentro." le miré y noté como se me aguaban los ojos.
"No sabes lo duro que es ir cada día y verlo en esa cama sabiendo que no puedo hacer nada por él y que está así por mi culpa." dije con un hilo de voz "Si no hubiera sido una gilipollas y le hubiera dicho la verdad nada de esto hubiera pasado, o si simplemente hubiera mirado antes de cruzar la calle o hubiera parado cuando gritó mi nombre." se pegó más a mí y me abrazó dejándome llorar en su hombro.
"No te culpes más, Ariana. Si él lo hizo fue por lo que ya sabes, yo mismo habría hecho lo mismo. Es más, si él se hubiera quedado quieto lo más seguro es que no hubieses sobrevivido, ¿crees que Louis habría podido vivir feliz después de haberte visto perder la vida? Ni yo habría vivido feliz al saber que nunca había arreglado las cosas contigo y te habías ido pensando que no me importabas. Sé que es duro verle en coma, pero también sé que se va a despertar. Estoy seguro de ello y te aseguro que cuando se despierte estará orgulloso de saber que gracias a él sigues viva." dijo seriamente haciendo que mis lágrimas cesaran.
"¿Me prometes que despertará?"
"Te lo prometo, enana, y ahora come." dijo acercándome el sándwich "¿Qué quieres? ¿Que cuando despierte vea a una Ariana paliducha y en los huesos, o que vea a la Ariana guapa y perfecta por la que está loco de amor?" resoplé antes de coger el sándwich y le di un mordisco "Esa es la Ariana que yo conozco." dijo sonriendo y le sonreí débilmente "Todo volverá a ser como antes, enana, incluso mejor, porque como vuelvas a mencionar esa estúpida regla de oro te corto la cabeza." reí ante su comentario y le abracé.
"Te quiero mucho, Niall."
"Yo también te quiero, Ariana."
[...]
Cogí un bocadillo de tortilla que me acababa de preparar mi madre y, tras despedirme de ella y de mi padre con un beso en la mejilla de cada uno, salí de casa hacia el hospital.
Hoy habían cambiado el turno de trabajo a la madre de Louis así que iba a ir por la noche en vez de por la tarde al hospital y me quedaría a dormir allí. Sería la primera vez que mi padre no pondría pegas a que me quedara a dormir con un chico solos en una misma habitación.
Caminé hacia el hospital mientras me comía el bocadillo y poco después llegué al hospital. Me terminé el bocadillo y entré al edificio. Subí hasta la habitación saludando al vigilante, el que ya me conocía, y entré a la habitación 251. Ya me sabía de memoria el número.
"Hola, Johanna." dije entrando en la habitación.
"Hola, guapa, ¿has cenado?" asentí con la cabeza y ella sonrió "Está bien, entonces yo me voy. Muchas gracias por quedarte."
"Sabes que no hay nada que agradecer." la sonreí y, tras darnos un abrazo, se fue cerrando la puerta a su paso.
Me acerqué a Louis y, como ya acostumbraba, dejé un beso en su frente. Posiblemente él no lo notara, pero me gustaba sentir su suave piel sobre mis labios. Me quedé un rato viendo la tele y mirándolo inmóvil en la cama y después me levanté de nuevo poniéndome de pie a su lado.
"Espero que despiertes pronto." resoplé "Buenas noches, mi niño. Ojalá pueda ver pronto esos ojazos azules tan perfectos." di un beso en su mejilla "No olvides nunca que te quiero, por favor." me alejé de él y me tumbé en el sofá cerrando los ojos.
Lo que yo no sabía es que mientras yo les tenia cerrados, otra persona en esa misma habitación los abriría.
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