Capítulo 32. Tensión

*editado*

Ariana

Al principio se me quedó mirando extrañado, pero pronto sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo haciendo que mi mejilla chocara con su pecho. Coloqué mis brazos alrededor de su cuerpo y cerré los ojos mientras que sentía como él hundía la cabeza en mi pelo. Necesitaba tanto un abrazo como ese...

"¿Qué te pasa, mi niña?" dijo él sin romper el abrazo.

"Simplemente necesitaba un abrazo." intentaba aguantar las lágrimas, pero se me hacía difícil.

"Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿verdad?" me separé un poco de él y suspiré.

"Si quieres puedes pasar un rato y hablamos tranquilamente." le sonreí y me devolvió la sonrisa asintiendo "Vamos."

Saqué las llaves del bolsillo y abrí la puerta haciendo que los dos entrásemos en la casa. Dejé las llaves sobre el mueble de la entrada y escuché ruidos en el salón así que intenté subir junto a Louis a mi habitación antes de que alguien se diera cuenta, pero mi madre apareció antes.

"Ariana, cariño." llamó mi atención, así que no me quedó otra que mirarla quedándome a los pies de las escaleras.

"Hola, ma." la sonreí y ella me devolvió el gesto cuando besé cortamente su mejilla, pero pronto su mirada se enfocó en Louis "Mamá, él es Louis, un compañero de clase. Veníamos a hacer un trabajo."

"Oh, encantada. Soy Martha." le sonrío mientras le tendía la mano para que Louis la estrechara, pero en lugar de eso Louis dejó un beso en el dorso.

Que caballeroso.

Justo en ese momento mi padre apareció también por la puerta del salón.

"¿Qué pasa por aquí?" dijo sonriendo antes de notar la presencia de Louis "Tomlinson." murmuró mirándole.

"Hola, entrenador." sonrío él.

"Aquí puedes llamarme David, es mi casa." dijo él demasiado a gusto para lo que solía ser mi padre.

"Louis y yo veníamos a hacer un trabajo así que subimos a mi habitación." fui a subir, pero la voz de mi padre me hizo pararme.

"¿No estaríais más cómodos en la mesa del salón? Es grande y hay buena luz."

"No queremos molestaros, papá."

"No lo hacéis." dijo él sonriendo.

Rodé los ojos y dirigí mi mirada a la de Louis.

"Ve subiendo, ahora subo yo."

Él asintió con la cabeza y comenzó a subir las escaleras mientras yo me acercaba a mi padre.

"Simplemente vamos a hacer un trabajo, no hace falta que nos vigiles." le dije seria.

"Dos adolescentes solos en una habitación no es seguro, y menos con una chica tan frágil como tú. Puede hacerte algo."

"Dos cosas. Lo primero, si lo que querría sería tener sexo con algún chico créeme, papá, que no le traería a casa. Mucho menos si estáis vosotros dos." dije sonriéndole "Y lo segundo, no quiere hacerme nada malo y si lo hiciera tardaría poco en dar un grito que haría que tú subieras, así que..." él suspiro resignado y me miró de nuevo.

"¿Solo un trabajo?"

"Bueno, puede que si terminamos pronto veamos un poco la televisión, pero papá, Louis es solo mi amigo, no haremos nada irresponsable." le dije riendo.

"Está bien. Confió en vosotros, pero como oiga algo sospechoso subiré." me senado con el dedo haciéndome reír.

"Está bien, papi." le di un beso en la mejilla y subí las escaleras entrando a la habitación, donde me encontré a Louis tumbado en mi cama boca abajo.

Cerré la puerta de la habitación detrás mío y caminé hacia la cama tumbándome a su lado.

"¿Qué haces?" le dije sonriendo.

"El olor que tienen tus sábanas me recuerda a la noche que pasamos juntos." dijo en casi un susurro para que nadie más le oyera.

Sonreí sintiendo como mis mejillas se enrojecían y bajé la mirada hacia la almohada.

"¿Me vas a contar lo que te pasaba antes?" dijo después de un tiempo en silencio, haciendo que la tensión volviera a invadirme.

"¿Te acuerdas de Caleb?" dije seria.

"Sí." dijo él sin mucha emoción.

"Me lo encontré esta tarde. Estuve hablando con él y-" me quedé callada, no sabía si decírselo.

"¿Y qué?" insistió él.

"Me besó." cerré los ojos esperando su reacción, pero esta nunca llegó.

Le miré y estaba con sus ojos clavados en mí y la boca abierta.

"¿Louis?" dije pasando una mano por delante de su cara.

"Te... ¿te besó?" dijo serio, como enfadado.

"Eso dije."

"Y-" dijo no muy seguro de continuar "¿Y te gusto?"

A eso no sabía lo que responderle.

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