*editado*

Ariana

La bocina del coche me hizo levantar la cabeza para comprobar que, en efecto, Niall había llegado a recogerme. Guardé mi móvil en el bolsillo de mi vaquero y después de colgar mi mochila en mi espalda comencé a caminar hacia el a paso rápido. Entré en el coche, di un beso en su mejilla en forma de saludo y luego me senté bien poniéndome el cinturón.

"Se te ve muy feliz hoy." dijo él sonriendo y haciendo que una sonrisa curvara mis labios también.

"Simplemente no tengo por qué estar mal." me encogí de hombros.

"Espero que esa sonrisa dure mucho." pidió y después comenzó a conducir hacia el instituto mien-tras ambos hablábamos de chorradas, como cada día cuando hacíamos este camino.

Al cabo de diez minutos llegamos al instituto y, como siempre, aparcó en el aparcamiento de este. Bajamos del coche y caminamos, continuando la misma conversación que antes, hasta las taquillas donde, como siempre, estaban Melinda, la que saludo a Niall con un suave beso sobre los labios, y Lilly y Liam, quien parecían no haberse visto en años mientras se besaban.

"Recordadme que para por las mañanas me busque unos amigos que no pasen de mí." dije riendo mientras abría la puerta de la taquilla.

"Tú serías igual." dijo Lilly riendo.

"Eso es una suposición, es decir, no lo soy." respondí segura antes de coger mis libros de Geografía y meterles en mi mochila "Ya os dejo solos, parejitas." saqué la lengua a los cuatro "En el almuerzo nos vemos."

Me despedí de ellos y luego caminé tranquilamente hacia la clase que me tocaba antes de que una mano rodeara mi brazo derecho y me dejara en el pasillo de laboratorios, abandonado a esa hora de la mañana.

"Esa no es la mejor forma de decir buenos días." dije mirando sus ojos azules.

"Volveré a probar entonces." dijo riendo antes de agacharse un poco y juntar sus labios a los míos.

Rodeé su cuello con los brazos y enredé mis dedos en el pelo que caía por su nuca mientras sus labios se mezclaban con los míos.

"Buenos días." susurró contra mis labios sonriendo.

"Buenos días, Louis." sonreí antes de darle otro corto beso sobre los labios.

"¿Esta manera te gusta más?" asentí con la cabeza mientras acariciaba su mejilla, algo dentro de mí me decía que tenía que dejar de estar así con él si no quería que acabara enamorándome de verdad, pero la otra parte decía que no quería alejarme de ese chico de ojos azules.

"¿Qué tal ayer por la tarde?" le dije sonriendo.

"Echándote de menos." mordió su labio inferior haciendo que todo un escalofrió recorriera mi columna.

"Pensé que habrías tenido mucho Ariana durante el fin de semana" reí.

"Cuanto más tienes más quieres." rio conmigo antes de rozar su nariz con la mía.

"Pues nada, cuando quieras repetimos a ver si llegas a cansarte de mí." rocé mis labios con los suyos.

"Cuando quieras, preciosa." me besó

"Tenemos que ir a clase." dije entre besos.

Cada beso me gustaba más. Tenía que parar con esto, pero algo dentro de mí me decía que como parara me arrepentiría.

"También podemos quedarnos aquí un ratillo más." pasó a besar mi cuello.

"Tomlinson, como sigas así acabaremos mal." reí.

"Antes te daba besos así y no pasaba nada." rio haciendo que su aliento contra mi cuello me pusiera la piel de gallina.

"El problema es que ahora que se de lo que eres capaz. Los recuerdos provocan cosas, ¿lo sabes?"

"Así que... Ahora tengo que tener cuidado con lo que te hago, ¿no?" volvió a mirar fijamente a mis ojos haciendo que me perdiera en su mirada.

"Mejor que sí." reí antes de poner las manos en su pecho y empujarle un poco "Y ahora vamos a clase, que si no al final se hará tarde y no quiero que la profesora cumpla lo que me dijo la última vez."

"Está bien, pequeña. Pero te dejo salir de aquí con una condición." cogió mis manos con las suyas haciendo que, aunque no quisiera, una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo y provocara que me mordiera el labio.

"¿Qué condición?"

"Quiero la revancha." sonrió haciéndome reír.

"Es decir, ¿quieres volver a perder contra una chica?" le miré con complicidad.

"Esta vez no perderé, preciosa. La otra vez te dejé ganar por ser un caballero." clavé mi mirada en la suya con los ojos bien abiertos "Está bien, no fue por eso, pero me ganaste simplemente por el hecho de que llevaba sin jugar mucho tiempo."

"Bueno, si tú lo dices dejaré que seas feliz." sonreí.

"Esta tarde lo veremos, preciosa."

"Está bien. Cuando terminé el entrenamiento nos vemos." le guiñé un ojo.

"¿Vas a ir hoy también?"

"Tengo dos novias loquitas por sus novios que aman ver como persiguen una pelota y acaban llenos de tierra." suspiré.

"Eso es una mala descripción de un entrenamiento." rio.

"Cierto, también llenos de sudor." reí ante la cara que puso.

"Como digas." rio "Y ahora vamos, ya que me obligas a ir a clase no quiero llegar tarde."

"¿Ahora te vuelves responsable, Tomlinson?"