Capítulo 21. Segura
*editado*
Ariana
El día se había pasado volando. Louis había preparado una especie de picnic con el que ha-bíamos comido y cenado. Habíamos estado toda la tarde haciendo bromas, riendo y pasándo-lo bien. El lunes cuando me había dicho que le reservara el fin de semana no hubiera imagina-do algo como esto ni en broma.
Ahora estaba sola mirando lo hermoso que era Londres desde allí, con todas las luces encendi-das y la oscura noche sobre él. Si este lugar fuera mío no dudaría en venir cada noche por mu-cho que tuviera que caminar.
Louis había entrado a la pequeña cabaña que había allí a por algo hace unos minutos y aún no había salido, así que yo disfrutaba del paisaje y de la paz y tranquilidad que se respiraba en ese lugar perdido.
La puerta de la cabaña rechinó al abrirse, así que supe que Louis había salido y pronto estaría a mi lado, pero al contrario de lo que esperaba, que era que se sentara a mi lado, lo que sentí fue como una suave tela que olía a él tapaba mis ojos dejándome ciega.
"¿Qué pasa?" dije riendo.
"Tengo una sorpresa, preciosa." dio un beso en mi mejilla "Levántate despacio."
Le hice caso y me puse de pie. Poco después noté como sus brazos rodeaban mi cintura por de-trás y comenzaban a guiarme hacia la cabaña.
"¿Dónde me llevas?"
"¿No te gustan las sorpresas, princesa?" me quedé helada al oír eso, ¿me había llamado prince-sa?
"Me gustan cuando sé lo que son."
"Si lo sabes no es sorpresa." rio y poco después sentí como dejaba de abrazarme y se ponía delante de mí.
No veía nada, tampoco había ningún tipo de ruidos, y eso comenzaba a ponerme un poco ner-viosa.
"¿Lista?" asentí con la cabeza y quitó la venda.
La tenue luz de algunas velas repartidas por la pequeña cabaña llegó a mis ojos dejándome ver una pequeña habitación, con una cama que tenía pinta de ser bastante cómoda y algún pétalo de rosa esparcido por el colchón.
Sonreí instantáneamente mientras miraba la habitación, ¿todo esto lo había hecho por mí?
"Eres un romántico, Louis."
"Lo sé." rodeó mi cintura con los brazos y me dio media vuelta haciendo que quedara cara a cara con él "Ya te dije que quería que fuera especial." sonreí y lo besé.
"Gracias." juntó su frente con la mía y suspiró.
"Necesito oírte otra vez que estás segura de esto, no quiero que te arrepientas después."
"Estoy segura, Louis." cogí su cara con mis manos impidiendo que quitara su vista de la mía "Y créeme que no me arrepentiré, sé que no harás que me arrepienta."
Sonrió y volvió a besarme, esta vez un beso más apasionado, con más lujuria y picardía. Sus manos comenzaron a acariciar la parte baja de mi espalda y, cuando las yemas de sus dedos rozaron mi piel, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.
Nos separamos para coger aire y, mirándole a los ojos, sonreí. Nunca había estado tan segura de algo en toda mi vida. Me guio un poco hasta la cama y una vez allí me tumbé y él se tumbó encima de mí, apoyando su peso en sus rodillas y brazos, impidiendo así que me aplastara.
Seguimos con los besos y poco a poco la ropa iba desapareciendo de nuestro cuerpo hasta que simplemente quedamos con la ropa interior. Nos hice dar media vuelta sobre la cama quedan-do yo encima de él y le volví a besar mientras acariciaba su perfecto abdomen y él se des-prendía de mi sujetador dejando mis pechos a la vista.
A los minutos volvió a dar media vuelta haciéndose de nuevo con el control y comenzó a dar pequeños besos por mi cuello, bajando por mis pechos y hasta mi vientre.
"Eres preciosa, Ariana."
"Ya me lo has dicho más de una vez." reí mientras volvía a subir a mi altura y miraba fijamente mis ojos.
"Ahora mismo estás más preciosa que nunca." rio y volvió a besar mis labios antes de deshacer-se en tiempo record de mis bragas y sus bóxers.
Se separó un poco de mi para coger algo de su pantalón, lo cual supuse que sería el preservati-vo, y luego me miró a los ojos.
"¿Estás lista, princesa?" asentí con la cabeza y él dio un pequeño beso sobre mi nariz haciéndo-me reír.
Abrí un poco las piernas dejando que se acomodara entre ellas, se puso el condón y poco des-pués comenzó a entrar en mí con cuidado, tratando de hacerme el menor dolor posible. Mordí mi labio inferior evitando un grito de dolor y él me miró con miedo.
"Si quieres que pare solo tienes que decírmelo." dijo sincero.
"No. Sigue, por favor." asintió con la cabeza y salió de mí para volver a entrar con lentitud mientras dejaba un beso sobre mis labios "Más rápido" susurré.
"¿Segura?" asentí con la cabeza y él suspiró.
Aumentó un poco la velocidad de sus movimientos y tras unas cuantas embestidas el dolor co-menzó a esfumarse convirtiéndose en otra sensación completamente nueva para mí. Unos minutos después los temblores se apropiaron de mi cuerpo y tras unas embestidas más mi primer orgas-mo invadió mi cuerpo haciendo que un gemido involuntario saliera de mis labios.
"Louis." dije al llegar y poco después él también llegó quedándose quieto en mi interior.
"Me encanta que me llames así." sonrió y tras darme un beso en los labios salió de mi tumbán-dose a mi lado.
"A mí me encantas tú."
"¿En serio?" dijo riendo.
"Completamente." sonreí y me acomodé sobre su pecho mientras recuperaba la respiración.
"Duérmete, preciosa." dio un beso sobre mi cabeza.
"¿Te quedarás conmigo?"
"Ni loco me perdería una noche entera abrazado a ti."
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