Capítulo 14. Problema
*editado*
Ariana
"Piensa en tu momento favorito del día."
[...]
Como cada noche durante el último mes el móvil comenzó a vibrar sobre la mesilla sobre las doce de la noche. Sabía quién era así que lo cogí sin ni siquiera mirar la pantalla.
"Hola." dije sonriendo, a pesar de que él no me veía.
"Hola, preciosa. ¿Qué tal el día?"
"Bien, como siempre." contesté riendo "No es que me haya pasado nada interesante desde que he salido del instituto, Tomlinson." él rio al otro lado de la línea.
"¿Te cuento un secreto? Me encanta escuchar tu risa cada noche antes de irme a dormir." eso hizo que un pequeño rubor cubriera mis mejillas.
"A mí siempre me gusta tu risa." sonreí inconscientemente "Buenas noches, Lou."
"Buenas noches. preciosa. Descansa."
[...]
"Recuerda lo que pasa por tu mente cada vez que te sumerges en tu propio mundo."
[...]
¿Por qué las clases de Filosofía siempre eran tan aburridas? No entendía para que estaba esa asignatura, ¿acaso me serviría de algo en el caso de que no quisiera ser profesor de esa mate-ria? Definitivamente no.
Miré alrededor en la clase y me fijé en ese chico castaño que estaba sentado unas filas más adelante. ¿Que estaría pasando por la cabeza de Louis en estos momentos? ¿Estaría pensando en mí como yo lo estaba haciendo en él?
La verdad es que no sabía por qué últimamente él ocupaba todos mis pensamientos. Había una pequeña posible razón, y es que tal vez estaría empezando a sentir algo hacia él después de lo que pasó en la fiesta de Liam, pero ante todo quería desechar esa idea de mi cabeza. Me había prometido a mí misma no volver a caer en las redes de un chico y lo iba a cumplir.
[...]
"Piensa en cómo eres cada vez que él está cerca de ti."
[...]
Estaba terminando de organizar mi taquilla cuando unos brazos rodearon mi cintura haciendo que todo un escalofrió recorriera mi cuerpo. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien me había abrazado de esa manera.
"Buenos días, preciosa." dijo Louis sonriendo en mi oído.
"Buenos días, precioso." contesté riendo.
"¿Nos toca juntos verdad?" asentí con la cabeza "Pues te espero y vamos juntos."
Dio un beso en mi mejilla y se separó un poco de mí, cosa que extrañamente no me gusto. Me gustaba como me hacían sentir sus brazos rodeándome, era como si me dieran algún tipo de seguridad, como que si cuando él me abrazaba no tendría que temer a nada, pero eso no me había atrevido a contárselo mas que a una persona, una persona que sabía todo lo que pasaba por mi mente.
Terminé de organizar mis libros en la taquilla y me di media vuelta para comenzar a caminar con él hacia la clase. Íbamos andando cuando noté como rodeaba mi cuello con su brazo y se acercaba a mi oído.
"El rubio de camiseta morada que acaba de pasar te come con la mirada." disimuladamente miré hacia atrás encontrándome con la mirada del rubio.
Le conocía de haberle visto por el instituto alguna que otra vez, pero ni siquiera sabía como se llamaba.
"Que mire lo que quiera." contesté seria.
"¿Qué pasa con la Ariana que liga todos los sábados?"
"Una se acaba cansando."
"No me digas que te has enamorado." dijo sonriendo.
"Recuerda mi regla de oro, Tomlinson."
"Recuerda que tú misma me dijiste que sabías que llegaría el día en el que te enamorarías."
"Seré sincera contigo. Solo conozco a un chico que puede ser capaz de hacer que rompa esa regla, he incluso para él será complicado."
"¿Quién es?"
"No te lo contaré."
"¿Eso quiere decir que lo conozco?" preguntó él curioso.
"Sí, le conoces. Pero no sabrás quién es." sonreí sacándole la lengua y luego entré a clase se-guida por él. ¿Se imaginaría que el chico al que me refería era él?
[...]
"Una última cosa." habló Lilly "Tú sabrás lo que te han hecho pensar esas tres preguntas, pero ahora hay una que confirmará cualquier duda que tengas."
"¿Cuál?" pregunté mirándola.
"¿Qué es lo último que piensas cuando te vas a dormir y lo primero en lo que piensas por la ma-ñana?"
"No hace falta que nos contestes." dijo Melinda mirándome seria, y es que ambas sabían lo que pasaba por mi cabeza.
¿Por qué en cada uno de mis pensamientos aparecía él? No quería romper mi regla de oro, pero por mucho que me cueste admitirlo, creo que ya era tarde para hacerlo. Ya era tarde pa-ra volver a decir que nunca me volvería a enamorar.
"Está bien, chicos." dijo el entrenador "Lo dejamos por hoy, mañana quiero veros a todos con las pilas cargadas para el partido." tras decir eso subió por las escaleras saludándome antes de meterse en su despacho.
Me levanté de las gradas y bajé hasta abajo llamando la atención de Niall. Necesitaba ha-blar con él.
"Dime, enana." dijo cuando llego a mi lado.
"Necesito tu ayuda." dije seria.
"¿Qué pasa?"
"Tengo un problema."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top