*editado*

Ariana

Noté como sus brazos rodeaban mi cintura y cerré la taquilla justo antes de que apartara delicadamente el mechón de pelo que cubría mi mejilla y diera un beso en esta.

"Buenos días, mi amor." susurró en mi oído y me di media vuelta para quedar frente a él.

"Buenos días, mi niño." le sonreí y di un corto beso en sus labios.

"¿Qué tal dormiste esta noche?" dijo acercando más mi cuerpo al suyo y haciéndome reír.

"Perfectamente, mi almohada olía a ti." contesté acariciando su mejilla.

"¿Y cómo huelo yo?" preguntó riendo.

"No sé, pero a mí me encanta" sonreímos los dos de nuevo y di otro corto beso en sus labios.

"La próxima película la vemos en mi casa y así es mi almohada la que coge tu olor." rozó su nariz con la mía y luego bajó a mi cuello dejando un corto beso en él.

"¿Te parece bien hoy?" propuse mirándole a los ojos.

"Perfecto, además mis padres trabajan hasta tarde, podemos aprovechar la tarde por completo." murmuró antes de dejar otro beso en mi cuello dejándome ver lo que quería.

"Eso ya veremos." dije riendo "Y ahora deja de darme esos besos que hay que ir a clase."

"Tengo entrenamiento de natación, salgo a la misma hora a la que sales tú de la clase de guitarra así que podemos quedar en el aparcamiento y vamos en coche." asentí y volví a juntar sus labios a los míos hasta que una tos fingida nos hizo separarnos.

"Hola, Ariana. Hola, Caleb." dijo Liam abriendo la taquilla de al lado de la mía.

"Hola, Liam." sonreí y vi como Caleb y él hacían uno de esos saludos de hombres que siempre solían hacer.

"Bueno amor, me voy a clase, a la salida nos vemos." asentí con la cabeza y tras otro beso se fue dejándome sola con Liam, el que era uno de mis dos mejores amigos.

"Vaya dos." dijo riendo mientras terminaba de coger los libros que necesitaba para la primera hora.

"Ya verás cuando consigas que Lilly te haga caso, seréis peores que nosotros." aseguré haciendo que me mirara mal.

"¿Cómo te tengo que decir que no me gusta Lilly para que me dejes en paz?" sus mejillas se enrojecieron un poco, cosa que le pasaba cuando intentaba no ser descubierto en algo, por lo que sonreí.

"¿Y cómo te tengo que decir yo que como una de tus mejores amigas que soy sé cómo actúas cuando te gusta una chica?" negó con la cabeza y me hizo reír.

Me apoyé en la taquilla de medio lado esperándole para ir a clase ya que nos tocaba juntos y prefería esperar y no ir sola a través de ese interminable pasillo. Notaba como algunos chicos me miraban con muy poco disimulo y hacían que mis mejillas enrojecieran. Sabía que muchos chicos me consideraban una de las chicas más guapas del instituto pero eso de sentir como mi miraban me daba un poco de timidez. Miré a Liam, el que ya estaba cerrando la taquilla, y emprendimos ambos el camino a clase lo que hacía que, al ser Liam también uno de los chicos más guapos de todo el instituto, muchas miradas se posaran en vosotros, pero ambos pasamos completamente de ellas y entramos a nuestra clase, donde ya se encontraban Niall y Lilly esperándoos mientras hablaban.

Como ellos se habían sentado juntos nos sentamos delante de ellos y así nos quedamos durante todas las clases hasta que la hora del almuerzo llegó, cosa que estaba deseando ya que necesitaba hablar con Niall de algo de lo que sólo podía hablar con él. Le cogí del brazo y tiré de él hacia el patio trasero del instituto.

"¿Qué te pasa, enana?" preguntó cuando nos sentamos en un banco.

"Tengo que hablar contigo de algo, pero no puede salir de aquí."

"Está bien, cuenta." le miré directamente a los ojos y resoplé.

"Caleb hoy me lanzó una indirecta de que quería... Ya sabes."

Sí, parecía mentira pero, en temas de sexo, Niall era el único en el que confiaba a pesar de que fuera un chico.

"¿Y tú quieres?" preguntó mirándome.

"Sinceramente, no lo sé."

"Pues eso es lo primero que tienes que averiguar, si te sientes segura. Tal vez Caleb sea el indicado, al que estas esperando."

"¿Tú crees que puede ser él?" pregunté con miedo.

"Mira enana, lleváis juntos casi medio año, nunca te ha forzado a nada, ni siquiera lo ha intentado, y es normal que el chico ya esté un poco necesitado." aseguró haciendo que una pequeña risa se me escapara ante su comentario "Y si lo intentáis y ves que has cambiado de idea o algo se lo dices, que como no pare se la arranco." sonrió.

"Gracias Niall."

"De nada Ari, sabes que siempre voy a estar aquí." asentí y nos dimos un abrazo "Y ahora vamos, que no me quiero quedar sin almuerzo."

"Está bien, vamos."

Volvimos a clase, en donde Liam y Lilly nos esperaban, y bajamos a la cafetería a almorzar en el poco tiempo que nos quedaba. Cuando sonó la campana volvimos a clase y cuando por fin acabaron las clases y la extraescolar de guitarra fui hacia el coche de Caleb, donde había quedado con él.

Estuve esperando un rato pero nadie llegaba así que decidí ir a la piscina del instituto para ver por que tardaba tanto, ¿dónde se habrá metido este chico? No había nadie así que entre por la puerta principal llegando a las puertas de los vestuarios pero este también estaba vacía, ¿dónde se había metido?

Cogí el camino que llevaba hasta las piscinas y oí la risa de una chica. Con cuidado me asomé y me encontré con lo que menos me esperaba. Ella estaba sentada en las escaleras de la piscina y él succionando su cuello mientras sus manos recorrían su espalda. No le veía la cara, pero a él le reconocería hasta a ciegas.

Como si hubiesen notado que lo miraban dejó el cuello de la chica y miró hacia dónde estaba yo quedándose con la boca abierta. Sin querer ver nada más cogí el collar que me había regalado cuando celebramos los seis meses juntos y lo arranqué de mi cuello lanzándolo al suelo para a continuación salir corriendo de allí. Estaba a punto de salir del edifico cuando una mano enganchó tu brazo.

"Déjame." conseguí decir mientras que lágrimas comenzaban a salir de mis ojos.

"Mi amor, no es lo que piensas." se puso delante de mí haciéndome mirarle a los ojos.

"¿Ah, no? Dime que no estabas comiéndola el cuello a esa."

"Pero, cariño, solamente era un juego, no paso nada más." bajé la mirada y de repente me encontré con algo que hizo que me llenara más de furia.

"Un juego con el que estabas disfrutando mucho por lo que parece." el chico miró hacia abajo y al ver como su erección se notaba a través del bañador se tapó.

"Amor, déjame explicarte."

"¡No me llames así! ¡Tú ya no eres nada para mi Caleb! ¿Explicarme el qué? ¿Como al yo no estar segura de tener relaciones sexuales te has ido a buscar consuelo en otra? ¿Cómo esa ha conseguido en media hora ponerte más caliente que yo en seis meses? No hace falta que me expliques nada." le esquivé y salí del edificio.

"Ariana..."

"Olvídate de mí." susurré antes de cerrar la puerta "A partir de hoy, la Ariana que todo el mundo conoce ha muerto, y que sepas que te arrepentirás de esto Caleb, pero yo..." le miré "Yo a partir de hoy no sufriré por nadie."