“Son los años dorados” fue lo que dijeron.

Era curioso que fueran de todo menos dorados, me sentí un poco más rota y un poca más valiente, ¿eso era posible?

Todos vivimos de apariencias, las cuales nacen del círculo social que nos rodean, yo cambié una y otra vez, pero sigo sin saber quien soy y quiero averiguarlo…pero, ¿cuál es el precio?

Enamorarme y desenamorarme, una y otra vez.

Ilusionarme y desilusionarme cada vez más.

Creer y decepcionarme.

Caminar y resbalarme, correr y tropezarme, volar y caerme, una y otra vez.

Nací rota, crecí rota y estaría rota hasta mi último día, quiero creer que no.