9. Tengo el alma en dos, no sé a quién amar

"Estoy contigo sin condición, pero cuando él aparece se me para el corazón."

Después de aquel día donde Ross lloró por descubrir el engaño de Barry, ya no volvió con él, sin embargo, él me siguió buscando y tenía tendencia a ser estúpida así que volví y terminé...volví y terminé...continuamente como unas tres o cuatro veces, hasta que finalmente rompimos, pero aun así parecía que seguía siendo la chica de Barry.

Todos los de mi generación «al menos las personas importantes en esta historia» conocían o tenían una vaga idea de lo que pasaba conmigo y Barry, pero también que alguien más estaba involucrado, alguien que había estado ahí desde antes que Barry y siguió estando ahí aún después.

Estaba almorzando con mis amigas en una banca rota frente a nuestro salón.

—Aly, Ben te está viendo —dijo en bajo Spencer.

Sentí un hormigueo en el estómago, pero no volteé a ver.

—Está con Barry, ¿verdad?

Vi a Emily apretándose sus labios antes de contestarme lo que ya suponía, todavía menos tuve el valor de voltear.

—Aly, ¿si sabes que deberás elegir entre ellos? —Me miró Spencer con la frente arrugada— No es justo para ellos, ni para ti que te tortures de esta forma.

—Lo sé, pero no quiero herir a ninguno.

Bajé la mirada avergonzada por mis acciones al involucrarme en ese triángulo amoroso que se originó por como siempre no saber pensar para decidir bien, también me avergonzaba que ellos pasaran por algo así...nadie debería estar esperando si será elegido o no porque nadie debería ser considerado una opción, al menos no tan descaradamente.

—Yo digo que escojas a Barry —mencionó Hanna despectiva—, Ben es muy...

— ¡Hanna! No digas eso —ordené tajante—. Ben es muy dulce y tierno, es amable y comprensivo...

—Y Barry, un descarado infiel —comentó Aria con desagrado—, además...es algo bajito para ti —susurró con una risita.

Reviré mis ojos sonriéndome hasta que Emily empezó a darme golpecitos en el brazo.

—Viene Barry —masculló disimuladamente.

Barry se acercó a saludarme, lo hizo con mucha frialdad que incluso me dolió un poco, aunque traté de disimularlo con una sonrisa vaga al responder su saludo.

Las chicas nos quedaron viendo y se hicieron señas entre ellas con sus miradas para dejarnos solos.

— ¿Podemos hablar?

—Ah...sí —titubeé nerviosa—. ¿Sobre...?

—Es sobre Ben y nosotros.

Lo que dijo me tomó desprevenida y entreabrí mis labios soltando el aliento que me quedaba.

—Quiero que te quedes con Ben —afirmó serio.

Sus palabras me estaban doliendo, yo no sabía de quien sentía de verdad y él ya me estaba apartando de él, aunque supongo que fue justo ya que seguro se había cansado de esperar.

— ¿Qué dices? No entiendo.

—Lo que oyes, sabes bien que sientes algo por él.

—En realidad no lo sé Barry.

—Ben tambien quiere hablar contigo.

—U-ustedes... ¿hablaron de esto? —Pregunté casi ofendida.

—Es mejor asi.

No me dejó decir algo más y se marchó, me quedé estática sin entender mucho, traté de tomar aire cuando volteé hacia atrás rumbo a la primer área y ahí lo vi, sentado sobre un tronco seco tomando el aire fresco de la mañana.

Fui hacia Ben sin siquiera saber que iba a decirle.

—Ben.

—Hola —respondió serio sin verme.

—No debo hacerles esto —murmuré para mí—. Lamento mucho haberlos puesto en esta situación, nunca debí hacerlo...

Bajé la mirada con los ojos llorosos tratando de contenerme.

—Alysson, en verdad me gustas y te quiero —dijo triste—, ojalá me quisieras igual.

Me quedé en silencio y oí los pasos de Ben alejándose de ahí, cuando levanté la vista lo vi a lo lejos yendo por la cancha de volibol. Me fui a los baños para echarme un poco de agua en el rostro y refrescarme, cuando sonó el timbre volví a mi aula.

— ¿Qué paso? —Me vio confundida Emily— ¿En dónde estuviste? Te estuvimos buscando.

—Todo fue tan complicado —dije a susurros por la voz cortada.

Spencer dejó su tarea para prestarme atención y Emily se inclinó más hacia mí al sentarme.

— ¿Qué ocurrió?

—Barry quería que me quedara con Ben y Ben...bueno, él fue como siempre un ángel.

Spencer me miró triste y apoyó su mano sobre mi brazo para darme calma al igual que Emily al tomar mi mano.

—Entonces, ¿al final a quién elegiste? —Preguntó Emily en voz baja.

—A ninguno, no podía hacerlo...son tan distintos y no sé. —Arqueé mis cejas molesta conmigo misma.

Me limpié las lágrimas que quisieron salirse y al ver por la ventana, observé a Kendall parada en el muro junto a las escaleras frente a mi salón.

—Kendall, está afuera iré a hablar con ella.

Spencer frunció los labios con disgusto al mirarla.

— ¿De verdad ya no te agrada nada?

—No...

Sabía que decía la verdad, pero también que en el fondo le dolía haber dicho eso y lo sabía porque alguna vez tuve a una buena amiga que perdí por un chico estúpido.

Caminé hacia Kendall, estaba dudosa de ir ya que las cosas se torcieron un poco «o mucho» en el ciclo anterior debido a varias situaciones que solo fueron empeorando todo cada vez más. Fue la mejor amiga de Spencer y dejaron de hablarse, aunque a mí me saludaba de vez en cuando sabía que siempre existiría esa fractura que surgió cuando me culpó a mí de separarlas, luego dejó de tratarse con Lizzy por Bruke, que en mi opinión era un idiota.

—Hey —saludé tímida.

—Hola. —Volteó con una sonrisa.

Me paré junto a ella para recargarnos en el muro, algo que me recordó a los viejos tiempos cuando solíamos pasarla bien con Spencer y Lizzy.

— ¿Qué tal tú y Bruke?

—No muy bien, él es... —Suspiró abatida—. ¿Y tú con Barry?

—Todos saben, ¿no es verdad?

—Los rumores corren rápido. —Encogió sus hombros—. Supieron de Ben y ahora de Barry.

—Deben confundirse mucho —bromeé sin ganas.

—Pero no más que tú, ¿no? —Me miró triste— ¿Qué sientes por cada uno?

—Con cada uno es algo totalmente distinto.

Kendall me dirigió toda su atención al verme por completo y ya no de reojo como si esperase que le contara mis sentimientos, a pesar de que Hanna dijera que era una hipócrita, que Lizzy dijera que era una chica fácil «lo dijo con otra palabra, pero no quiero ofender a nadie» y que Spencer pensara ambas cosas, yo creía que Kendall era buena persona, incluso mejor que otras.

—Con Ben, me siento en un mundo rosa y dulce —dije riendo—, él es tierno y cariñoso, logra sacar un lado mío que se expresa con más cariño, uno que creí que había desaparecido cuando pasó lo de Edward.

—Cierto, Edward... —Estiró la esquina de su labio inferior hacia un labio— No dejes que idiotas como él se lleven partes de ti, esas son solo tuyas.

Le sonreí melancólica, creí que también lo decía por algo que seguro pasó con Bruke, pero no quise ser entrometida y cuando me pidió que siguiera hablando ya no había como volver a la conversación.

—Con Barry, es lo opuesto, es un lado más oscuro, sabes a lo que me refiero —insinué jocosa—, puedo ser un poco más yo misma, aunque no sé qué significa eso realmente —bromeé—, pero no tan "romántica".

—Sabes que debes escoger a la persona con quien puedas ser ambas, pero también con quien puedas ser tú misma.

—Siento que con Ben debo fingir ser la "buena" y con Barry no, pero es porque Ben es bueno y Barry es lo opuesto, como yo...

—Creo que ya sabes la respuesta.

El profesor de Kendall entró a su salón y entonces tuvimos que despedirnos. Regresé a mi asiento donde me aguardaban mis amigas, pero ya también con Hanna y Aria.

— ¿Y bien? —Preguntó Aria— ¿Barry o Ben?

—Ah...

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