6. ¿Rosas blancas o rosas rojas?

"Encontrarás a alguien que te ame, mi enamorado, pero ese alguien no soy yo".

Pasó un tiempo desde lo de Freddie, las cosas por fin se enfriaron y dejaron de molestarnos con ese beso, debido a ello dejé de creer que Freddie era un chico ideal ya que aceptó el reto teniendo una novia y aún después de eso él continuó con ella, pero como siempre tenía tendencia a fijarme en chicos equivocados y no aptos para mí como lo fue Edward en su momento.

Finalmente decidí olvidarme de él y seguir mi vida ignorando su existencia, aunque quizá mi determinación a hacerlo se debió a que conocí a su nueva novia y poco tiempo después de hablar con ella me agradó «algo que me fastidió al principio», sin embargo, eso no bastaba para hacerlo tan rápido, porque no había habido alguien más que me hiciera sentir de esa misma forma hasta que conocí a alguien, pero para llegar a él hubieron personas lastimadas.

Estaba en la hora del almuerzo adentro de mi aula pasando el rato con mis amigas.

— ¡Hanna pásame el lapicero! —Pedí autoritaria.

— ¡No, perra! —Respondió burlona.

— ¡Hanna!

Spencer la regañó sin enfado mientras que Aria y yo nos reímos a carcajadas. Estábamos haciendo una tarea que olvidamos hacer, Hanna y Spencer siempre la olvidaban, Aria la hacía y dejaba lo más dificil para que la ayudásemos en la escuela, mientras que Emily y yo siempre las hacíamos, excepto ese día que me olvidé.

—Hace falta poner música —comentó Hanna tomando mi celular.

—Adelante, úsalo.

Murmuré sarcástica, pero Hanna no se inmutó, aunque si vi como Aria y Spencer se rieron de ello.

— ¿Qué tal algo de...Rihanna?

Hanna puso Work de Rihanana y empezó a bailar como en el video musical, lo que nos causó gracia hasta que intervino Lizzy y se paró junto a ella.

—Aprendan perras.

Comenzó a mover su cuerpo al ritmo de la musica en forma de perreo.

—Definitivamente jamás podré hacer eso —bromeé.

—Quiero intentar —dijo Spencer emocionada.

Se levantó e hizo unos pasos tratando de imitar a Lizzy mientras el resto de nosotras observábamos. Aria me jaló para llevarme al frente y hacer unos pasos, pero pronto mi cabello largo ondulando y desalineado empezó a hacer de las suyas.

Emily entró al salón con su almuerzo y nos vio sorprendida.

—Alysson te hablan —avisó señalando a la puerta.

— ¿Quién? —Pregunté confundida.

—Una chica del piso de abajo.

Asentí y salí apurada que ni tiempo de arreglar mi cabello me dio.

— ¡Hey!

Saludé agitada a Val «la vieja amiga del ciclo anterior, que estaba en otro grupo ahora», estaba extrañada de verla ahí, pero no dije nada.

—Hola... —Respondió nerviosa.

Noté su nerviosismo y luego divisé a su acompañante atrás suyo que miraba las hojas del árbol que caían sobre el barandal del pasillo.

— ¿Qué pasó?

—Quería presentarte a alguien.

Fruncí el ceño y ladeé un poco la cabeza porque supuse que se refería a su amigo botánico, pero no sabía por qué.

—Alysson, él es Ben. —Señaló al chico de rizos negros—. Ben, ella es Alysson.

Me señaló con una sonrisa jocosa que no lograba aún descifrar.

— ¡Ben, le gustas a Alysson!

— ¡Val!

Me quedé boquiabierta por su comentario, quería estrangularla en ese momento frente a todos, pero luego vi de reojo al chico alto de lentes que me veía tímido y entonces me sentí incómoda.

—Bien, ahora hablen entre ustedes...¡Me voy!

Mi amiga morena de rizos se marchó casi corriendo y me quedé a solas con ese chico Ben. Nos miramos unos segundos con las caras tensas y después desviamos la mirada en sentido contario.

—Lo que ella dijo.... —Vacilé—. No le hagas caso, está mal de la cabeza.

Quise sonar bromista para aligerar la tensión al mismo tiempo que evitaba el contacto visual.

—Ah...—Esbozó una sonrisa nerviosa—. Si, eso veo.

Pensaba que quizá estaba nervioso, pero me habló con indiferencia, aunque no sabía si era de verdad o era el timbre de su voz grave y ronca que lo hizo sonar así.

—Si... —Tambaleé de pie y apreté mis manos una con la otra.

—Así que...¿este es tu salón?

Asentí con la cabeza y él imitó mi gesto.

—Yo...debo volver —dije evitando sonar grosera—, tengo una tarea pendiente.

—Claro, adelante.

No esperé a darle oportunidad de decir algo más y entré enseguida al salón.

— ¿Qué fue eso? —Interrogó Hanna seria.

— ¿Quién era? —Me miró pícara Lizzy— Se veía lindo...

—Val lo trajo.

—Aja....

Me miraron esperando una respuesta más detallada de lo que había sido de mi encuentro incómodo con ese chico.

— ¿Estaban espiando?

Arqueé una ceja y me crucé de brazos, todas negaron con su cabeza con una mirada inocente.

—Jamás haríamos eso —contestó Lizzy en broma.

—Claro... —Las vi con recelo—. ¿Seguimos?

Aún después de que él se había ido sentí mi corazón latiendo y mis mejillas ardiendo, aunque le pregunté a Emily si estaba sonrojada y ella respondió que no.

Estaba en una hora libre con Emily sentada en la banca frente al salón que estaba abajo del nuestro.

— ¿A quién miras?

—A nadie importante...

Más tarde cuando vi salir a Val hacia el baño me le acerqué a saludarla.

— ¿En tu grupo hay un chico alto y delgado? —Pregunté curiosa.

—Hay varios altos, pero solo hay uno que rebasa a todos, ¿por qué?

— ¿Cómo se llama?

—Ben... —Me miró pícara— ¿Te gusta?

Nunca dije que me gustara, solo que me llamaba la atención siempre que lo veía, es decir, ¿cómo no verlo? Si era tan alto, delgado, con unos rizos negros «uno de ellos le llegaba a su frente», lindo y usaba lentes...claro que destacaba en la multitud, claro que nunca le di importancia porque me involucré con otros chicos, pero Val le dijo eso y sabía que sería raro cuando me lo topare después de que supo de mí.

Unos días después, estuve en contacto con él ya que de alguna manera averiguó mi nombre en Facebook y me envió un mensaje. No teníamos mucho de qué hablar, pero era agradable ya que me cayó bien.

— ¿Qué ha pasado con Ben?

El tono irritado de Hanna llamó mi atención mientras dibujaba. Ella y Aria se conocían desde niñas ya que asistieron a la escuela juntas, pero también conocían a varios de la escuela entre ellos a Garret, Tom, Peter, Halsey y por si fuera poco también a Ben.

— ¡Es cierto! —Expresó Aria— Tienes algo con él.

—Yo no tengo nada con él.

—Pero quisieras —dijo pícara Emily.

—No creo, él no es muy mi tipo.

—Tu tipo es solo feos y nacos como tu gran amor Edward. —Reviró sus ojos Hanna.

—Hanna —regañé.

En eso Spencer se acercó con su jugo de uva y se sentó en si lugar junto a nosotras.

— ¿Y no te ha hablado?

—De hecho, sí, me encontró en Facebook, y me mandó mensaje...al principio me asustó eso.

—Awww. —Frunció su nariz con ternura.

—No awww más bien ahhh.

Traté de imitar un puchero incómodo.

—Es lindo —intervino Lizzy—, se ve decente. ¿Por qué no te...?

"Alysson te buscan"

Halsey entró con su novio y me avisó señalando hacia afuera, razón por la que las chicas me molestaron con picardía.

—Cállense.

Salí del salón esperando encontrar a Ben, pero en su lugar había un chico bajito y moreno que también usaba lentes.

— ¿Hola? —Pregunté confundida.

Me extendió una hoja de papel doblada con un clip rojo.

—Ya sabes quién te lo manda.

Apenas iba a decir gracias cuando él se marchó. Regresé al salón mirando la hoja todavía doblada.

— ¿Qué es eso?

—Deja que lo abra primero, Hanna.

Me reí por la emoción de mi amiga mientras quitaba el clip y desdoblaba con cuidado la hoja, en eso mi risa se fue y no supe que sentir.

—Es una rosa.

—Te dije que Ben es raro, Aria y yo lo conocemos desde primaria.

Yo creía que era lindo, no solo el dibujo sino el gesto.

—A ver. —Se acercó Lizzy—. Que tierno.

—Si, eso creo.

Me quedé viendo un poco más el dibujo y sonreí.

Ben era muy tierno, siempre me mandaba unos dibujos lindo y me enviaba mensaje después de clases. Al principio me parecía algo raro todo eso, hubo una vez en que estaba con Spencer en el pasillo viendo hacia el final de la primer área, cuando pasó Ben y sus amigos; él era muy tímido, pero ellos no porque incluso uno me gritó "le gustas a mi amigo Ben", seguidamente otro añadió "sal con él". Estaba segura de que me caía bien «muy bien de hecho», pero aún no estaba segura de sí era algo más y las cosas se apresuraron mucho.

Estaba bajando de las escaleras para ir a una asamblea en el auditorio de la escuela.

—Spencer, espérame.

—Alysson....

Levanté la vista del piso y miré a unos chicos junto a Spencer, a uno de ellos ya lo había visto antes...con Ben.

—Ben quiere hablar contigo...a solas.

Mi estomago empezó a doler de nervios y mis mejillas a hervir, estaba preocupada de que fue a sonrojarme por primera vez ahí. Miré a Spencer para que no me dejara sola, pero me abandonó.

— ¡Spencer! —Mascullé molesta.

Volteé a ver a los chicos y sonreí nerviosa. Ben se acercó a mí después de que su amigo le susurrara algo.

—Hola...Alysson...¿podemos hablar?

Sonreí para asentir y nos distanciamos un poco de sus amigos que nos ignoraron y empezaron a hablar entre ellos. Ben me entregó un dibujo más, pero este tenía algo escrito, entré en pánico justo ahí.

—No tienes que responder ahora si no quieres, toma tu tiempo.

Me miró tranquilo para que yo pudiera relajarme, pero hablé demasiado pronto sin saber lo que ocasionaría...¿Hubiera cambiado mucho si hubiera esperado un poco?

Pero el "hubiera" nunca ha existido y fue muy tarde para anticipar el futuro.

Caminamos rumbo a la asamblea y él ya iba junto a mí

Las semanas pasaron, se sintieron largas, pero la verdad es que el tiempo fue muy breve y mi decisión muy dolorosa.

Estábamos recargados en el barandal de las escaleras viendo hacia abajo, viendo quizá el lugar donde pudimos echar marcha atrás.

—Lindo reloj —comenté viéndolo de reojo.

—Gracias, me gusta tu pulsera.

Miré la pulsera en mi mano y me sonreí.

—Es algo que tengo con Lizzy.

— ¿Es un corazón?

Asentí cuando se acercó un amigo suyo, Barry, más bajo que Ben y con más actitud también.

—Hey Ben, dejé tu libreta en tu lugar.

—Está bien.

Su actitud desinteresada con Barry me hizo pensar en ocasiones que en realidad no eran tan amigos, pero jamás me atreví a preguntar mucho sobre su vida.

—Alysson, ¿está Spencer?

Estuvo tratando de conquistarla durante unos días, pero ella lo rechazó indirecta y directamente también.

—En el salón —respondí tajante.

—Gracias...sigan en lo suyo, tráguense puercos.

—Barry no.

A mí tampoco me agradaba mucho, él era muy directo y demasiado conquistador con las chicas, solíamos empezar una discusión cuando quería mi ayuda con Spencer.

—Aún no confió en él —le dije a Ben en broma.

Ben se rio y luego yo lo imité, vacilé unos segundos después tratando de retractarme por lo que iba a hacer, pero no funcionó.

—Debo decirte algo importante.

—Dime.

Nada bueno resultaba cuando alguien decía "debo decirte algo importante", él lo sabía y yo también así que nos pusimos tensos sin mirarnos entre nosotros.

—Creo que eres un chico muy lindo, tierno y todo eso —dije con un nudo en la garganta—, pero creo que esto no está funcionando muy bien, no nos conocemos mucho y nunca tenemos de que hablar, creo que mereces a alguien mejor y sé que encontrarás a esa chica especial.

— ¿Así que...?

—Así que creo que es mejor terminar.

—Está bien —contestó inexpresivo.

—No me odias, ¿verdad? —Giré enseguida a verlo.

Ben se rio y después de quedó viendo.

—No, claro que no.

— ¿Seguro?

—Sí, ¿cómo podría odiarte? —Sonrió.

Regresé al salón con eso último sonando una y otra vez en mi mente, su sonrisa triste y sincera hizo que todo doliera más.

— ¿Qué paso Aly? —Me miró Spencer con ternura.

Sin haberme dado cuenta tenía unas lágrimas rodando por mis mejillas.

—Aww pequeña.

Me abrazó fuerte y me acarició el cabello mientras le decía en sollozos lo que pasó.

—¿Y por qué lloras? Creí que eso querías.

—Lo sé —balbuceé—, pero por alguna razón me siento mal por haber hecho eso, tanto que ahora no sé si fue lo correcto.

Lizzy estaba atrás de nosotras y se metió cuando me separé de Spencer.

—Ya lo habíamos hablado —mencionó seria—. No podías estar con Ben si te gustaba alguien más, solo le harías más daño si él no era a quien querías.

Asentí con la cabeza mientras ella me limpiaba las lágrimas.

— ¿Y ahora qué?

— ¿Vino Barry a verte?

—Ni me hables de él, me fastidia mucho.

Me reí a medias por su actitud.

—Pues dile que no te gusta y que te gusta tu ex, esa nunca falla.

Las tres nos reímos de mi idea tonta y después me sobaron al hombro al mismo tiempo, algo que les causó más gracia todavía y por lo que volvimos a reír.

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