21. Se descubre mi infidelidad

Kaila llevaba una mochila en su espalda y algunas láminas enrolladas en la mano, por lo que supuse que, al igual que yo, iba de camino a clases.

Intenté no entrar en pánico y me dije a mi misma que quizá Kaila no había escuchado lo que dije. Tal vez sólo me vio salir del departamento, pero tampoco sabía que era el de Noah. Le podría decir que era de una compañera de lacrosse y ella lo creería.

—¿Esa no era tu amiga de la otra vez? —me preguntó mientras señalaba el sitio dónde había estado Noah hace unos segundos—. ¿Estás engañando a Charlie?

Ahora sí entré en pánico.

Calma, Andy, respira. Actúa cool.

Apoyé las manos en mis caderas y sonreí. Una gota de sudor rodó por mi cuello.

—¿Qué no puedo quedarme a dormir en la casa de una amiga sin ser acusada de infidelidad?

Kaila ladeó la cabeza.

—¿En la casa de la que dijo que te quería coger?

—No, esta es otra —mentí y reí. Tal vez estaba riendo demasiado. Mejor me pongo seria—. Esta se llama Tania y ya tiene novia.

Sonreí, dejé de hacerlo y luego volví a sonreír.

Luego me di cuenta de que eso podría empeorar las cosas. ¿Y si pensaba que además de infiel me gustaba destruir parejas?

—Hmm.

¡¿Hmm?!

Kaila me levantó las cejas como si no me creyera e absoluto.

—No le digas a Charlie —le pedí—. Estamos preparando su cumpleaños.

—¿No cumplió el mes pasado?

Resoplé.

¿Qué le costaba pretender que me creía?

—No se lo digas y ya. No te metas en lo que no es asunto tuyo.

Si yo aún no se lo había contado, no era porque esperaba que se enojara, sino porque aún no sabía qué hacer con Noah.

No sabía si seguíamos siendo amigas.

No es como si fuera a pasar los fines de semana a su casa como solía hacerlo, pero aún así me preocupaba por ella y no la quería ver mal. Por lo que si se iba a enojar Charlie, probablemente fuera por no contárselo, y de eso sí era culpable.

Kaila sostuvo su boina celeste cuando una ráfaga de viento intentó llevársela.

—¿ Qué gano yo con eso?

—Que no se peleen los miembros de tu banda.

Kaila lo considero un momento.

—Bien —dijo—. Pero después de la competencia debes dejar la banda.

¡Ah! ¡Lo sabía! Me quería echar de la banda. Y Charlie que no me creía.

Te atrapé, maldita.

—Y te atreves a extorsionarme.

Kaila extendió su brazo con la bolsa y los planos para poner distancia entre nosotras, como si eso pudiera protegerla.

—Sólo estoy diciendo, que si ya quieres dejar la banda, el mejor momento es después de la competencia. Eso nos dará tiempo de buscar una nueva bajista para el próximo concierto.

Bueno, era como si yo quisiera dejar la banda, pero sí esperaba que encontraran un reemplazo pronto.

Me crucé de brazos.

—Si tanto me quieres fuera de tu banda, ¿Por qué no me echas?

—Porque entonces Charlie me odiaría. —Se dio dos toquecitos en la sien para indicarme que pensara—. Y no quiero que se vaya de la banda cuando es la única que puede cantar.

Su sinceridad me sorprendió. Me pregunté por qué era que yo le caía tan mal, pero Charlie no.

O quizá no es que le cayera mal, pensé, sino que yo era para ella alguien que no le servía. Charlie, en cambio, sí.

Fui a clases con ese pensamiento en la cabeza.

Concentrarle no fue fácil, en especial porque sólo había dormido un par de horas y aún tenía sueño. Pero lo bueno era que estaba grabando la clase para dársela a Noah, por lo que yo también podría escucharla cuando estuviera más espabilada.

Por suerte, para cuando fue la hora del entrenamiento, ya me encontraba lo suficientemente despierta como para jugar.

Me dije a mi misma que podía encargarme de mis problemas después del entrenamiento. Cuando estaba en la cancha no podía pensar en nadie más.

Una vez que terminamos, encontré a Tania esperándome afuera de los vestidores otra vez, de brazos cruzados. A esta altura, comenzaba a creer que era mi guardaespaldas.

Por suerte, en esta ocasión no me invitó a ninguna fiesta.

—¿Ya almorzaste? —preguntó.

Me detuve, interesada.

—No, aún no.

—Vamos a comer —dijo—. Tengo que hablarte de algo.

La seguí, porque de todas formas pensaba almorzar algo antes de que Charlie saliera de su turno y tuviéramos que ir a los ensayos. Y, por el rumbo que tomamos, supe que estábamos yendo a la cafetería en la que ella trabajaba, como en la última ocasión.

Entramos y Charlie estaba atendiendo en la barra, como la última vez. Hizo un gesto con la mano para saludarme y continuó tomando la orden de la persona que estaba primera en la fila.

Cuando fue mi turno de ordenar, estuve lo suficientemente cerca de Charlie como para que ella viera algo en mi cara, porque su buen humor fue reemplazado por preocupación de inmediato.

—¿Estás bien?

Moví la mano en un "más o menos" con una mueca. Lo cierto era que estaba cansada, adolorida y con sueño. Y si a eso se le sumaba mi preocupación por no haber podido entender nada de la clase, estaba segura de que algo en mi rostro debía de reflejarse.

—Cansada —dije.

—¿Dormiste mal? —preguntó mientras tapaba una bebida y la dejaba en la zona de retiro.

Pensé en el pequeño sofá de un metro cincuenta de largo en la sala de estar de Noah. Mi cuerpo no cabía entero, por lo que mis pies quedaban al aire y mi cuello se doblaba cuando apoyaba la cabeza en el apoyabrazos. A eso había que sumarle que sólo me abrigué con la chaqueta que tenía puesta.

Ni yo sabía por qué hacía todas esas cosas por alguien que no me daba ni un "gracias", cuando pude haber pasado la noche en la cama de doble plaza de mi novia mientras ella me abrazaba.

—Eso es poco —dije—. Creo que me acaba de salir otro huevo.

Me presioné la parte alta del trapecio, cerca de la nuca.

Charlie apoyó las palmas sobre el mostrador y ladeó la cabeza.

—Ven a casa luego del ensayo y puedo ofrecerte masajes.

No pude evitar sonreír.

—¿De qué tipo de masajes estamos hablando?

—Depende de cuánto dejes de propina —me guiñó un ojo.

Tania y yo buscamos una mesa sólo para dos una vez que ordenamos. Las dos debíamos de estar muertas de hambre, porque durante los primeros diez minutos nos dedicamos a comer en silencio mientras saboreábamos cada bocado de nuestros emparedados.

Luego de que ella acabara con el suyo, se limpió con una servilleta y apoyó los antebrazos sobre la mesa. Su brazo enyesado, otrora limpio, ahora estaba cubierto de firmas y frases que probablemente hubieran dejado sus amigos. O sus peores enemigos.

Mis ojos se detuvieron en una que decía "La verdad es dura, pero más dura es mi verdura".

El pan se me atoró en la garganta.

Bebí un sorbo de mi limonada para pasar la comida.

—Escucha. —Tania llamó mi atención—. Tengo turno para quitarme el yeso dentro de cinco semanas.

—¿En serio?

Cinco semanas era mucho tiempo, pero al mismo tiempo se sentía como un alivio el saber que ya había una fecha para que todo acabara. Finalmente volvería a ser mediocampista y dejaría de sufrir.

—No celebres tanto. Tenemos un partido con los Toros una semana después.

—Oh.

Los Toros eran uno de los mejores equipos del país y sólo se encontraban a un par de horas de aquí, por lo que solíamos tener muchos partidos amistosos al año. Tania me dijo en una ocasión que cuando se armaba el equipo para el mundial, muchas de las jugadoras eran Toros.

—No creo que pueda jugar. Las fechas están muy cerca y no sabré cómo estará mi muñeca hasta la cita con el médico. —Le dio dos golpecitos a su muñeca enyesada con los nudillos de su otra mano—. Así que es probable que tú seas defensora, al menos por medio tiempo.

Me había emocionado demasiado rápido. Por supuesto que no sería tan fácil como creía.

—Supuse que tendría que jugar como defensora un par de partidos. —Descansé el mentón en la palma de mi mano, ahora desanimada—. ¿Por qué me estás avisando?

—Porque la capitana de los Toros también es capitana de la selección y sé que tú quieres que te seleccionen, así que te estoy dando tiempo para que te prepares y des una buena impresión.

Si Tania me hubiera dicho eso un mes antes, cuando aún conservaba mi puesto en el equipo, la idea me habría motivado. Pero ahora no hizo más que meterme presión.

No era capaz de dar una buena impresión en los entrenamientos ¿Cómo iba a hacerlo en un partido tan importante?

Me cubrí el rostro con las manos y respiré profundo. Me permití entrar en pánico durante tres segundos. Luego, bajé las manos y me senté derecha.

—Está bien, puedo hacerlo.

—Yo sé que puedes.

Tania sacó una libreta de su bolso y anoto algo antes de arrancar la hoja y entregármela. Era una lista con las fechas y los horarios de los próximos partidos.

—Últimamente tienes la cabeza en cualquier lado, así que pega esto junto a tu cama. —Miró algo por encima de mi hombro y se levantó—. Te dejo comer tranquila. Ya pasé el límite de tiempo máximo que soporto estando a tu lado.

—Le mandas besos a Kathy —le dije para molestarla, a lo que ella respondió enseñándome el dedo del medio.

—¿Quién es Kathy?

Charlie se sentó en el lugar vacío que había dejado Tania y dejó sobre la mesa una bandeja con su almuerzo. Su delantal había desaparecido, pero aún llevaba la camiseta negra del uniforme y el cabello recogido.

Se quitó la visera al percatarse de que aún la llevaba puesta y su flequillo cayó sobre su rostro, adorablemente alborotado.

Ella tan linda y yo tan mugrosa.

—Es...uhm... nadie importante —Me limpié la boca con una servilleta—. ¿Estás en tu descanso?

—Sí, así que vine a comer contigo ¿Espanté a tu amiga?

—No. Sólo estaba buscando una excusa para irse. De seguro tiene una de sus clases de arquitectos, o qué se yo.

—¿Sabes quién más está estudiando arquitectura aquí y lo acabo de descubrir? —Charlie levantó su hamburguesa—. Kai.

Tosí.

—¿Ah, sí?

—Sí. Vino a desayunar aquí y estuvimos hablando.

Bebí otro sorbo para disimular mis nervios y luego asentí, como si lo que me estuviera contando fuera interesante. Lo era, pero no de la manera que ella se imaginaba.

—¿Y qué te dijo?

—Nada, sólo cosas para el ensayo.

—Ah.

—Y qué te vio salir de la casa de Noah esta mañana.

AH.

—Puedo explicarlo —me apresuré a decir. Charlie me estaba enarcando una ceja—. Tania la invitó a la fiesta y estaba muy borracha. Tú sabes que ella no bebe. No podía ni caminar.

—¿Y te quedaste a dormir ahí?

—En el sofá —dije—. Me dio lástima.

—¿Y no sucedió nada más?

La pregunta me ofendió.

—¿Algo como qué?

—No sé ¿Le cocinaste? Tú siempre le cocinas cuando vas a su casa.

—Le... le hice arroz —dije, aunque sonó más a pregunta.

—¿Lo condimentaste?

—Le eché manteca y sal.

Eso pareció alarmarla.

—¡¿Y le rayaste queso?!

—¡No! ¿Cómo crees? Yo jamás... —Me di cuenta de que se estaba esforzando para no reír—. ¿Me estás tomando el pelo?

Charlie se tapó la boca para ocultar su risa. Definitivamente se estaba burlando de mí.

—Te quiero mucho.

Chasqueé la lengua.

—Te odio.

Le lancé una papa que golpeó su mejilla. Charlie no paró de reír, pero levantó la papa y se la comió con gusto.

—¿Entonces no estás enojada conmigo? —le pregunté.

—No me agrada saber que mi novia se quedó a dormir en en la casa de su ex novia —admitió—. Pero entiendo por qué lo hiciste. Si yo hubiera estado en esa situación, también lo habría hecho. —De repente su rostro se endureció—. Pero no me lo escondas. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Porque aún no sé que hacer con Noah —me sinceré—. No sé si quiero volver a ser su amiga o sí solo siento culpa porque se quedó sola. A veces siento que la abandoné.

Charlie arrugó la frente.

—No me gusta cuando te pones sobre la espalda cosas que no tienen que ver contigo.

—Esto tiene que ver conmigo.

—Bien —se rindió. Hizo un gesto con la mano como si estuviera barriendo la tensión—. Pero prométeme que si se porta mal contigo dejarás de verla.

No podía prometerle eso. Noah siempre se portaba mal conmigo.

—Más de lo usual —agregó al notar la duda en mi rostro—. No me gusta que te traten mal.

Me incliné hacia adelante con los antebrazos sobre la mesa.

—A mi sí me gusta cuando tú me tratas mal —dije con una sonrisa coqueta.

Ella rodó los ojos y siguió comiendo.

-.-.-.-.

Holaaa ¿Cómo están? ¿Qué tal les fue en la semana?

¿Qué les pareció el cap?

AAAA Kai hdp delató a Andy AJAJA 

Al menos sabemos que si algún día Andy vuelve a estar en un apuro... le va a ir mal, porque no sabe mentir.

¡En el próximo capítulo Charlie va a conocer a la familia de Andy! ¿Están emocionados?

Porque yo sí. Es de mis caps favoritos junto con el del parque y es suuper largo. Como el doble de este. Así que prepárense mentalmente JAJA

PREGUNTA

¿De qué signo creen que sería Kai (kaila) y por qué? Oigo sus teorías.

¿Y Tania?

Ahora sí, me despido por hoy. Nos vemos la próxima semana.

Bai bai

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