–¡Argentina! – gritó México–¡Argentina, sal en este instante! –.

–¿México? – se asomó el chico por la ventana, mientras acomodaba sus gafas.

–Ayúdame, por favor– lloró.

El chico bajó corriendo y le abrió a México.

–Tengo un problema– entró la chica a la casa –Creo que Rusia va a hacerme daño y no sé que hacer, por favor, ayúdame, Argentina–.

–Ok, tranquila– la interrumpió –Primero que todo ¿Quién es Rusia? – preguntó.

México negó con la cabeza –¡Rusia! ¡EL MALDITO FANTASMA! – gritó –Recuerda– sollozó.

–Mex, no entiendo de que estás hablando–.

México lo tomó del brazo –Ven– lo jaló hacia la salida –¿Tienes auto? – preguntó.

–No, pero tengo una bici– respondió.

–No es suficientemente rápida– se dirigió al garaje de Argentina, donde descubrió un jeep estacionado –¿Funciona? – lo miró.

–Sí, pero ninguno de los dos tiene licencia–.

–Eso no importa– dijo mientras subía al asiento de conductor –¿Vas a subir o no? – miró al de lentes.

Argentina asintió algo inseguro y subió al auto.

México pisó el acelerador a todo lo que daba y salió disparada hacia la carretera.

–¡México, nos vas a matar! – gritó Argentina.

–¿Tú también sientes que ya has vivido esto antes? – preguntó llena de adrenalina.

Argentina negó con la cabeza, se notaba que estaba a punto de vomitar.

México bajó la velocidad al entrar en la carretera, mas eso significaba que iba más allá del límite.

–Llegamos– habló la chica en cuanto llegaron a su casa.

Jaló a Argentina hasta su habitación; sacó la ouija que tenía escondida bajo se cama.

–¿Hay alguien aquí? – preguntó.

"Sí" se movió el triángulo.

–¿Eres Rusia? –.

–Do I look like Russia to you? (¿Acaso te parezco Rusia?) – habló una voz femenina en su oído.

En eso sintió como alguien la tomaba por el cuello y la lanzaba al otro lado del cuarto. Argentina sacó sus lentes con cámara de plasma activada, no recordaba para que los había creado, tal vez México tenía razón en cuanto los fantasmas.

–¡Detrás de ti, Mex! – gritó.

La chica volteó y logró verla, esquivó el golpe del espíritu, pero este la agarró por la cintura y la lanzó hacia la ventana. La chica pudo ver los pedazos de vidrio cayendo junto a ella, sintió un dolor punzante en su espalda cuando chocó contra el piso.

–I'm not done with you yet (Aún no he acabado contigo)– dijo las misma voz de hace un momento

–Австралия! Стоп (¡Australia! Detente)– gritó Rusia, mientras empujaba a la fantasma lejos de su amada.

México al fin logró levantar la vista y ver a la fantasma de cabellos dorados y ojos verdes; tenía cierto parecido con Estados Unidos.

La fantasma golpeó a Rusia para apartarlo de su camino.

–Какого черта ты делаешь ?! (¿¡Qué carajos haces!?)– le preguntó Rusia.

–I follow threat (Cumplo a amenaza)–.

–Но я не собирался это выполнять (Pero no iba a cumplirla)–.

–I know, that's why I do it (Lo sé, por eso lo hago yo)–.

Rusia se lanzó sobre ella, no le agradaba hacerle daño a una chica, pero, si lo pensamos con sutileza, parecía más un demonio.

–Rusia– gritó México cuando Australia encajó un cuchillo en el abdomen del fantasma.

Rusia cayó al suelo retorciéndose de dolor.

–Now how do you plan to protect your loved one? (¿Ahora cómo planeas proteger a tu amada?)– preguntó la fantasma con una sonrisa burlona.

Rusia le puso un pie, lo cual hizo de la fantasma cayera y maldijera entre dientes.

México se encontraba inmóvil en el suelo, su pierna se había roto.

Australia soltó un grito de dolor puro, la mortal levantó la vista para ver a Argentina encajándole un cuchillo en el pecho.

Australia cayó rendida.

Rusia levantó con dificultad –Вот и все, Австралия (Eso es todo, Australia)– le dijo –Выйди и оставь живых в покое (Lárgate y deja a los vivos en paz)–.

Australia desapareció. Rusia volvió a caer por falta de equilibrio; Argentina ayudó a México a levantarse y poder auxiliar a Rusia.

–Rusia– sollozó México –¿Estás bien? –.

–я не знаю (No lo sé)– respondió el chico –Я вижу свет (Veo la luz)– dramatizó.

–Pues no vayas hacia ella– dijo la adolescente.

Rusia tomó su mano y la puso sobre su pecho –Мексика, прежде чем ты умрешь, сделаешь мне одолжение? (México, antes de morir ¿Me harías un favor?)–.

–Sí, lo que sea–.

–Ты поцелуешь меня? (¿Me besarías?)– preguntó.

México asintió, acercó sus labios a los de Rusia y lo besó.

Un sonrojo brotó de las mejillas del fantasma, se sentía tan bien tener los labios de México sobre los suyos, era como si todo lo que hizo hubiera valido la pena.

La chica se separó.

–México– habló Argentina –Tengo una duda ¿Qué no él ya estaba muerto? –.

La chica se ruborizó –¡Maldito, me engañaste! –.

–И ты упал (Y caíste)– rio el fantasma.

–No puedo creer que te haya besado– giró los ojos.

–Давай, тебе понравилось (Vamos, te gustó)–.

–No es cierto– lo miró –Rusia, tengo novio y...

–What happened here? (¿Qué pasó aquí?)– apareció Canadá en la escena.

–Un fantasma atacó a México– explicó Argentina.

–A what? (¿Un qué?)– lo miró.

Argentina le dio sus lentes con cámara de plasma, Canadá notó a Rusia y se acercó a él.

–You were the one who attacked my sister? (¿Tú fuiste el que atacó a mi hermana?)– preguntó –SPEAK, FUCK! (¡HABLA, CARAJO!)–.

Rusia lo miró –Я не напал на нее, но я поцеловал ее (No la ataqué, pero sí la besé)– respondió el fantasma–Кстати, у меня есть много вещей, чтобы сказать вам (Por cierto, tengo muchas cosas que decirte)– al escuchar esto México se sobresaltó –Вы идиот, и Мексика не заслуживает вас, кроме того, она влюблена в меня, только из-за вас она не осознает этого; Если она узнает, что ты можешь причинить ей боль, я клянусь, что я не буду пощадить, и здесь, между нами, у тебя маленький член (Eres un idiota y México no te merece, además, ella está enamorada de mí, solo que por tu culpa no se da cuenta; si me enteró que llegas a lastimarla, te juro que no tendré piedad y, aquí entre nos, tienes el pene pequeño)–.

Canadá se abalanzó sobre el Rusia y lo golpeó diversas veces en el rostro. Esta vez Rusia no tendría piedad; el fantasma atacó las partes nobles del adolescente y lo lanzó contra un árbol cercano, México trató de interponerse, pero Rusia la empujó fuera de su camino. Golpeó al adolescente múltiples veces con toda la fuerza que tenía hasta noquearlo.

–¡Basta! – lloró México, Rusia paró y la miró –Aléjate de él– miró a su hermanastro –Canadá despierta, por favor– sollozó.

–Мексика я ... (México yo...

–Cállate– gritó –Eres un monstruo, aléjate de mí y de mi familia, para siempre–.

Rusia obedeció y desapareció.

–¿Qué pasó aquí? – llegaron Francia y España.

Había una ambulancia fuera de la casa y Canadá y México estaban siendo atendidos por paramédicos.

–¿Usted es su madre? – preguntó uno de ellos.

Francia asintió.

–Su hijo se encuentra desmayado, tiene múltiples golpes por todo el cuerpo y su hija tiene una pierna rota–.

–¿Cómo pasó esto? – miró España a México y Argentina.

–Ocurrió un incidente, Canadá chocó con mi ventana y cayó al suelo, al asomarme yo también me caí– mintió la chica.

–¿Se estrelló contra tu ventana? –.

México y Argentina asintieron.

España los dejó para ir con Canadá.

–Todo es culpa de Rusia– murmuró México –Nunca debí aceptar hacer un trato con él–.

–Parecía agradable– suspiró Argentina –Pero, oye, ya se fue, tranquila, todo estará bien– sonrió.

–Eso espero–.

En eso sintió como unas manos la sostenían por el cuello –Мексика... (México...