Piloto

Era un hermoso día en la playa de Enderville, el sol brillaba y se podían escuchar las risas de los niños por doquier, las familias disfrutaban y sonreían, era un día simplemente perfecto.

-No te alejes mucho, Cathy- gritó su madre.

-No lo haré- respondió la pequeña de 8 años, Catherine Ámser -Ven a jugar, Jane- llamó a su hermana menor.

Las niñas disfrutaban mucho de chapotear en el agua y coleccionar corales, eran muy alegres, pero la sonrisa más radiante era la de Catherine, sin duda alguna; era el cumpleaños de la niña y su regalo había sido ese viaje.

Entonces empezaron a sentir un movimiento peculiar en el agua, eran vibraciones, eso no era normal, mas que...

-¡TSUNAMI! - gritó un hombre.

De repente, todo se había vuelto un caos, las alarmas sonaban, banderas negras y la gente corriendo sin ningún rumbo; Catherine logró encontrarse con su padre, pero Jane y su madre no se veían, ambos temían lo peor, pero no iban a ser negativos, no era momento para eso, su prioridad era escapar de ahí y reencontrarse con Elena, la madre de Catherine, y Jane después de que todo esto haya acabado.

-¡JEREMY! - se escuchó un grito entre la multitud.

-Elena- murmuró el padre de Catherine -Ven aquí, Cat- la cargó -Encuentra a Jane y a tu madre-.

-¡Mamá! - gritó Catherine -¡Jane! - la niña se hiperventiló al no ver a ninguna de las dos.

-¡CATHERINE! - gritó su madre.

-¡Mamá! - sonrió la niña al verla -¿Dónde está Jane? -.

-¿No estaba con ustedes? - Catherine negó, Elena buscó entre la multitud y logró divisar a Jane atorada en un coral; su madre se quedó pensando un rato ¿Qué debía hacer? Sin embargo, la respuesta era obvia, corrió a tratar de ayudar a su hija menor.

-¡Mamá, no! - lloró Catherine.

-¡Elena! - gritó Jeremy.

La gran ola llegó.



Las tumbas de Jane y Elena lucían realmente tristes en aquel día de lluvia.

Catherine no podía parar de llorar, sentía un escalofrío al ver las lápidas, había ido a funerales antes, pero nunca lo había sentido tan pesados como ahora, fue entonces que comprendió que llega un punto en la vida en que la gente se va y nunca regresa, por más que deseés que así sea; su padre no lograba reaccionar, había perdido a su esposa y a su hija ¿Ahora qué haría? ¿Qué sería lo mejor para su pequeña Catherine? ¿Sus vidas podrían volver a ser como antes?

Tal vez la respuesta suene cruel, pero definitivamente no.

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