¿Amigos?
El timbre sonó.
Catherine y Brandon se separaron antes de poder unir sus labios en un beso.
Brandon bajó las escaleras, de mala gana, para ver de quien se trataba.
–Buenas tardes, ¿Se encuentra Catherine? – preguntó un chico aparentemente de la edad de Catherine.
–¿Quién la busca? – gruñó Cameron.
–Soy Elliot, de su clase de química– se presentó.
Brandon se quedó paralizado al oir su nombre. Catherine ya lo había mencionado antes ¿Eran pareja? ¿Se habían besado? ¿Él era la razón por la que Catherine nunca estaba en casa? ¿O acaso había otra razón para que el chico reaccionara así?; sentía como los celos se apoderaban de él.
–Brandon ¿Quién es? – bajó Catherine.
No hubo respuesta por parte del mayor.
–¿Elliot? – lo miró Catherine.
Brandon gruñó en cuanto escuchó ese nombre.
–Catherine– le sonrió –Quiero hablar contigo– dijo tratando de poner un pie en la casa, pero Brandon lo paro.
–¿Hablar sobre qué? – interrogó el mayor.
–Brandon– habló Catherine –Déjalo entrar– ordenó.
El chico obedeció de mala gana.
Elliot entró y fue junto a Catherine.
–¿Vienes a llevarme a un manicomio? – le susurró mientras caminaba hacia su habitación.
Elliot rio–No, al menos no por ahora– dijo.
Catherine lo miró algo curiosa.
–¿Qué le pasa a tu hermano? – le preguntó.
Catherine volteó a ver a Brandon, el cual estaba cruzado de brazos en el marco de la puerta, posando la mirada en el adolescente que recién había entrado a la casa.
–Parece que alguien está celoso– dijo Jason.
–¿Celoso? – lo miró Catherine.
–Ahora sí me pones atención– dijo ofendido.
–Jason...
–¿Ese es su nombre? – preguntó Elliot.
Catherine lo miró sorprendida –¿También lo ves? –.
–No, pero detecto sus ondas de voz– respondió.
–¿Ondas de voz? – preguntó Jason flotando sobre Elliot.
Pudo ver, en el teléfono de Elliot, una extraña aplicación.
–Es algo así como la ecolocalización– explicó.
–¿Entonces puedes oírme? –.
–Sí–.
–Pero la ecolocalización es una forma de comunicación que no podemos entender– dijo Catherine.
–Veo que sí prestas atención a clases, Catherine– rio el chico –Lo sé, por eso siempre que hablamos de fantasmas los relacionamos con el sonido de "uuuh" – dijo –No entendemos su lengua, bueno, al parecer tú sí, pero con esta app que inventé, todos podremos–.
–Tienes mucho tiempo libre ¿verdad? – preguntó Jason – ¿No tienes cosas más interesantes que hacer? No tienes amigos ni vida social ¿Cierto? –.
–¿Siempre es así de fastidioso? –.
–Ya te acostumbrarás– suspiró la adolescente.
9:50 p.m.
–Entonces, tienes una cámara de plasma donde también localizaste a Jason–.
–Exacto– respondió Elliot.
–Genial– dijo el fantasma.
–¿Y no crees que es raro? – preguntó Catherine.
–No tanto– se encogió de hombros –Siempre he creído en seres del más allá– dijo – Y dime, Cathy ¿Él es tu primo o algo así? –.
–No, se apareció de la nada–.
–¡Ey! ¿No le dirás nada por decirte Cathy? –.
–Cállate, Jason– dijeron los dos al unísono.
Ambos adolesccentes rieron. A Elliot de verdad le agradaba Catherine, no como novia o algo así, pero le agradaba.
La puerta se abrió de golpe, Jeremy se encontraba al marco de ella, seguido por Brandon.
–¡Papá, me asustaste! – gritó Catherine.
–Gusto en verlo, señor Ámser– dijo rápidamente Elliot.
–¡Elliot! – sonrió Jeremy.
–¿Lo conoces? – preguntó Brandon.
–Sí– rio Jeremy –No te preocupes, Brandon, no es ningún extraño, su madre trabaja conmigo– le dijo.
–Igual creo que ya es muy tarde para que siga en la casa– habló el adolescente.
–Vamos, Brandon– dijo Jeremy.
–No, él tiene razón, ya es muy tarde– dijo Elliot –Te veo mañana, Catherine– le sonrió.
Elliot salió de la habitación y fue hacia la puerta principal.
–Yo te acompaño– lo siguió Jeremy.
Catherine le lanzó a Brandon una mirada asesina.
–¿Qué? – la miró el chico.
–Eres igual a él– dijo Catherine.
–¿Igual a quién? –.
–¡A Jason! – gritó –Eres igual a él– dijo –Bueno, tal vez no tan mal como Jason, pero ¡Ugh! –.
–Ey– soltó el fantasma.
Brandon salió de la habitación, sin decir nada, y se dirigió molesto a su cuarto.
–¿Y cómo se siente tener un amigo? – preguntó Jason.
–¿Hablas de Elliot? No, él no es mi amigo–.
–Pero parecían divertirse–.
–Eso no lo convierte en mi amigo– dijo Catherine –Yo no tengo amigos–.
–¿Y qué hay de mí? –.
Catherine se paralizó al oír eso ¿Jason la consideraba su amiga?
Él la miró un rato, hasta que ella solo sonrió.
–A excepción de ti, Jason, a excepción de ti–.
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