☁ . . . Rina ya sabe voy a Brittania. Lo supo desde un principio, porque ella es... ¡Ella es una bruja!

NARRADORA

—Creo que mi padre se va a enojar mucho si se entera que no estoy en mis clases con Ironside —murmuro con preocupación el pequeño peli blancode orbes grises con un tono de preocupación, apretando su overol.

—Arthur no te matara, Sei —dijo la azabache removiendo el cabello del pequeño y mirándolo con ternura.

—Pero luego va a ser una molestia cuando se entere y no me dejara ver a Diodora ni a Rina —respondió el pequeño haciendo un puchero.

—Sabes como es tu padre. Quiere que estés listo para cuando te toque ascender al trono cuando tu padre muera —contó la azabache.

—Aún así, es una molestia, Merlín —contestó desanimado— ¿y si no quiero convertirme en el rey de Camelot? ¿que pasaría? ¿mi padre se enojaría conmigo?

La mayor vio con ternura al niño, que se encontraba con la mejilla recostada en la mesa con sus típicos ojos cansados.

—Mañana es tu cumpleaños, ¿quieres que te de algún regalo? —pregunto la azabache y el pequeño de ojos grises la miro.

—No, no quiero que me regales nada —contestó el menor— solo que le digas a mi padre que me deje ir a Brittania.

La mayor se sorprendió al escuchar eso, nunca le había hablado sobre Brittania al pequeño peli blanco.

—¿Quien te dijo eso? —cuestionó.

—Diodora me dijo que ese es el lugar en donde todos los Caballeros del Caos van a sus misiones. Incluso lo dice en el libro que me diste —el de orbes grises le entregó el libro a la mayor— Entonces... ¿puedo ir? Diodora dijo que era un lugar asombroso.

La azabache lo pensó por unos segundos. Si iba, sus antiguos compañeros de equipo no sabían nada de ella los últimos 10 años y llegar con un niño sería un shock para ellos. Había tratado de mantenerlo al margen de las atrocidades que cometía su padre para que no se asustara ni pensara que su padre era un monstruo; eso era lo último que quería. Con un pesado suspiro removió los cabellos del pequeño albino y le dio una sonrisa.

—Empaca lo necesario, mañana visitaremos Brittania -la azabache sintió unos brazos rodear su cintura en un abrazo que con gusto lo devolvió— pero no le tienes que decir a tu padre ¿entendiste?

El pelo blanco asintió emocionado y en sus ojos se pudo ver un brillo que hizo que el corazón de la azabache se encogiera de la ternura. Aunque ella se había prometido a si misma que nunca se iba a encariñar con el hijo de su discípulo, simplemente no podía evitar sonreír al ver la más mínima sonrisa en ese dulce e inocente niño perezoso.

—¡Nagi! —grito un niño de unos 10 años se acercaba corriendo al nombrado y este al verlo esbozo una gran sonrisa— ¡vine en cuanto me llamaste! ¡¿que es tan importante?!

—¡Diodora, no vas a creer esto! —el peli blanco antes de terminar de hablar volteo hacia todos lados para ver si no había nadie— no te lo puedo decir aquí.

El de orbes grises tomó del brazo al rubio y lo arrastró hacia dentro del gran castillo del nuevo Camelot donde vivía el albino. No tardaron en llegar a la habitación de este y en cuanto entraron, cerraron la puerta con seguro, no sin antes dejar una nota

El albino con ayuda del rubio rodaron una mesa de noche a la puerta para bloquearla.

—Debe ser ultra secreto como para que te pongas de esa manera —el albino se giro a ver a su amigo con una gran sonrisa, asustando al oji morado ya que Nagi no era el tipo de persona que sonreía podía contar con los dedos de una sola mano las veces que Nagi había sonreído a lo largo de su vida y que este sonriendo no es una buena señal— ¿que hiciste, Seishiro Pendragon? —cuestionó intentando lucir serio

—Adivina quien ira mañana a Brittania mañana por su cumpleaños —presumió y el rubio lo miro sorprendido.

—¡Cállate los ojos, Nagi! -exclamó impactado— ¡¿iras mañana a Brittania?!

El albino hizo una señal con su dedo para que guardara silencio, y el obedeció.

—Baja la voz, nadie tiene que saber que iré mañana a Brittania. Los únicos que saben son tu y Merlín —el rubio al oír eso se horrorizó.

—¡¿Y no le dijiste a Rina?! —cuestionó horrorizado, sabía de lo que era capaz su amiga y que no le dijeran algo como esto significa que: están muertos.

—N-no... —habló con nerviosismo— Rina ya sabe que voy a Brittania. Lo supo desde un principio, porque ella es... ¡ella es una bruja!

El rubio parpadeo un par de veces tratando de procesar la idiotez que había dicho su amigo. Era cierto que su amiga por alguna extraña razón siempre sabía que pasaba dentro y fuera del castillo, y siempre se ganaban un sermón o una cachetada de parte de ella.

—Espera, no me digas que le contaste que yo te dije acerca de Brittania —el albino miro hacia otro lado mientras silbaba y rascaba su nuca— Seishiro... —habló con más severidad.

—¡Okey! ¡lo admito, lo hice! —Diodora estaba a punto de darle un golpe a Seishiro pero solo pego su puño contra su frente soltando un fuerte suspiro— tu sabes que te quiero mucho, Diodora, y que eres mi mejor amigo.

—Y el único —recalcó con molestia— pero aunque vayas a Brittania mañana, ¿que harás con tu papá? digo... el rey Arthur no tardará en darse cuenta que no estas en Camelot y te aseguró que no lo pensará dos veces y podrá todo Camelot de patas arriba para encontrarte.

Era cierto, su padre era capaz de todo para encontrarlo y traerlo de vuelta por una oreja con el chillando de dolor.

—Es verdad... que molestia —expresó con tristeza y molestia, pero algunos de pronto hizo click en su cerebro— creo que tengo una idea pero tienes que ayudarme.

—¡¿y porque yo?! —exclamó eufórico.

—porque si y punto —dijo finalmente.

—Entonces, ¿entendiste? —pregunto Nagi y Diodora asintió. Eran alrededor de las 2 am y ellos aún seguían despiertos con dos bolsas colgando de sus ojos— muy bien repasemos el plan.

—Le diré a mi padre para que cancele tu lección y yo le diré personalmente a tu papá que yo ya te dije que no vas a tener lecciones con mi papá y voy a convencer a mi papá para que no vaya a Brittania mañana para que se tome un descanso —explicó Diodora.

—Yo le pediré a Merlín que haga un clon mío para que pase tiempo contigo para que no sospechen nada —expresó Seishiro señalando el papel bond que habían hecho unas horas atrás.

—Creo que ya tenemos el plan completo. Aleluya —expresó Diodora estirando sus extremidades mientras soltaba un bostezo— creo que lo mejor por ahora será dormir, estoy muerto.

—Si, yo deberí dormir por lo menos dos días seguidos —expresó Seishiro mientras se acostaba en su cama— buenas noches Diodora.

Diodora se acostó en el colchón en el suelo y tomó una de las almohadas que tenía Seishiro junto con una cobija.

—Buenas noches, Nagi —Diodora apagó la luz y no tardaron en caer en los brazos de Morfeo.

Mañana era el cumpleaños de Seishiro e iría por primera vez a Brittania ¿que es lo peor que podría pasar?.

EN OTRO LUGAR

—Rina, son las 2 am ¿que haces despierta? —pregunta Sae con los brazos cruzados apoyándose en el marco de la puerta mirando como su hermanita menor estaba despierta haciendo garabatos.

—Mañana voy a estar con Nagi por su cumpleaños y posiblemente me quedé a dormir —dijo finalmente levantándose de la silla con intención de irse a su cuarto.

—Bien, pero no hagas nada raro con tu amiguito el gay —expresó Sae para irse a su cuarto a dormir.

Rina sonrió de lado y tomó entre sus manos la hoja que anteriormente estaba dibujando en donde se podía apreciar un gran castillo.

—Lo primero que haré cuando llegue a Brittania será ir a ese tal 'Liones'. Se oye divertido —Rina arrugó la hoja y la volvió una pelota de papel tirandola a la basura.

Tal vez Seishiro no era el único que iría a Brittania mañana.

IMÁGENES EXTRA

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