Capítulo 4


El cuerpo de Yuuri se estremecía por completo, su sentido primario de la vista estaba retenido. Sus manos estaban atadas a los barrotes de la cama en la que se encontraba recostado; solo podía oler, hablar y escuchar su alrededor. Recordaba haber salido del salón junto con Viktor, recordaba haber entrado a la suite del peliplateado y, entre besos apasionados, sus ojos fueron cubiertos con una venda.

Estaba completamente vulnerable. Sintió como el mayor soltaba una risa baja antes de acomodarse arriba él mientras le abría las piernas lentamente, acomodándose entre ellas, pegando su cuerpo al más pequeño. Yuuri soltó un suave jadeo al sentir la punta de la nariz de Viktor pasar por la sensible piel de su cuello, comenzado a removerse debajo del cuerpo. El peliplateado llevó sus manos hasta las estrechas caderas para acariciar aquella zona sobre la tela del pantalón mientras dejaba en su cuello besos y lamidas las cuales hacían estremecer violentamente al castaño.

―Tranquilo mi pequeño ―Fue lo que le dijo Viktor antes de alejarse un poco del cuerpo. Su voz era grave y profunda, una voz que le calaba hasta los huesos, haciendo que Yuuri mordiera nuevamente su labio inferior.

―L-Lo siento...esta es mi...primera vez con un hombre ―susurró el castaño antes de ladear la cabeza, soltando una jadeo sorpresivo al sentir la tibia lengua del ruso lamiendo esa zona que había quedado expuesta.

―No te preocupes ―le susurró Viktor cerca del oído―, seré cuidadoso contigo.

Yuuri sintió al mayor sentarse a horcajadas sobre sus caderas y luego posar sus manos sobre el pecho cubierto por una camisa blanca. Tragó con fuerza cuando sintió los dedos de Viktor posarse sobre sus pezones y comenzaba a hacer presión, soltando un sonoro gemido el sentir como jugaba con sus partes más sensibles. El mayor soltaba una risa muy masculina y profunda al momento de dejar su labor y subir sus manos hasta el cuello de la camisa, comenzando a abrirla lentamente.

Cuanto deseaba poder mirarlo, poder observar esos mares celestes oscurecidos por el deseo, esa sensual sonrisa, su desnudo pecho, sus fuertes manos viajando por todo su cuerpo. ¡Joder! Deseaba verlo con muchísima desesperación, tanta era esta que intento sacarse la venda restregando su rostro contra su antebrazo, sin conseguirlo.

―No te la quites, aun no es tiempo ―Lo sujetó de las mejillas, acariciando las mismas con suavidad―. Solo quiero que te concentres en sentir...ya tendrás tiempo para mirarme.

Le dijo antes de comenzar a descender a su pecho, repartiendo besos en el proceso. La respiración del menor cada vez se hacía más acelerada, Viktor sabia donde lamer, besar y dar pequeñas mordidas para que su cuerpo se encendiera. Fue entonces cuando el mayor dejó de besar y lamer su torso para retirarse de sobre su cuerpo, acomodándose nuevamente entre sus piernas. Pudo sentir las fuertes manos de Viktor sobre su cadera, quitándole el cinturón y desabotonándole el pantalón, para luego y de manera brusca bajar el mismo con todo y ropa interior, y en otro movimiento más brusco lo removió llevándose con ellos los zapatos negros que llevaba puestos.

Quedó completamente desnudo, vulnerable ante la hambrienta mirada del ruso, ya no había prenda alguna que cubriera su miembro. Allí estaba a la vista del peliplateado, erguido y húmedo sintió su rostro sonrojarse completamente, cerrando las piernas y las recogió ligeramente, complétamele apenado.

―No tienes por qué sentirte avergonzado, eres muy lindo allí ―le dijo Viktor sin descaro antes de tomar sus piernas para abrirlas nuevamente, acomodándose de tal forma que Yuuri no podría volver a cerrarlas.

Con algo de desesperación, Viktor se quitó la camisa llevaba puesta para luego pagar su pecho con el del menor, besándolo apasionadamente en los labios. Yuuri debía admitir que la piel del hombre arriba suyo se sentía increíblemente bien; era suave y cálida, lo hacía sentirse protegido. Dejó de lado sus labios y comenzó a trazar una línea invisible de besos desde su cuello hasta el pecho, enviando escalofríos placenteros por todo el cuerpo del japonés. El mayor siguió besando y lamiendo pero ahora hacia un camino hacia abajo, deteniéndose en uno de los pezones el cual lo estimuló con cuidado, usando solo la punta de su lengua sobre la protuberancia, un gemido murió en la garganta de Yuuri. Viktor dejó ese pezón y siguió con el otro mientras que seguía estimulando el anterior con la punta de sus dedos.

Yuuri comenzó a soltar varios gemidos al sentir la estimulación, ya casi no podía pensar con su cerebro, ahora su cuerpo era el que mandaba, después de todo estaba comenzando a sentir el alcohol por todo su cuerpo, así que a estas alturas tampoco podía hacer mucho. Finalmente el mayor dejó de estimular esa zona para comenzar a bajar pasando por su abdomen hasta llegar a su bajo vientre, allí besó la zona sin llegar a tocar su miembro, el cual ya estaba más que despierto. El menor sentía como su cuerpo se estremecía nuevamente, el mismo comenzó a desesperarse cuando Viktor besaba esa parte de su cuerpo ignorando por completo su duro y húmedo miembro, no quería parecer desesperado pero inconscientemente su cadera se movió para que el ruso atendiera su pene, pudo escuchar como el mayor soltó una risita.

―Eres un niño muy impaciente... ¿verdad Yuuri? ―le preguntó el mayor con diversión―. Tranquilo mi pequeño, la pasaremos muy bien.

Y sin más sintió un enorme calor rodear su miembro logrando que su espalda de arqueara violentamente y un gran grito saliera con fuerza de su garganta.

― ¡Aaah! ¡Ngh! ―Gimió con fuerza el menor mientras Viktor tragaba por completo su pene.

Su boca se sentía muy caliente, era una sensación increíble. El peliplateado se dio el trabajo de chupar y lamer bien su miembro, una oleada de placer hizo que Yuuri curveara inconscientemente su espalda. Gritaba sin pudor alguno, rogaba por más mientras intentaba sacar sus manos de las ataduras para poder estrujar ese sedoso cabello. Sus sentidos comenzaban a nublarse, el mayor le estaba obsequiando un maravilloso sexo oral; chupaba y lamia con maestría, sabía exactamente cómo hacerlo y eso le fascinaba al japonés.

Viktor posó sus manos sobre los suaves muslos y los levantó para que quedaran sobre sus hombros, dejó de chupar su miembro y guío su lengua por sus testículos lamiéndolos y besándolos, luego siguió su camino más abajo, encontrando con su lengua su entrada. Lamió sobre la piel logrando que el cuerpo de Yuuri se retorciera del placer y gimiera con fuerza. De pronto el ruso dejó de darle sexo oral, bajo sus piernas de sus hombros y de un fuerte movimiento lo puso boca abajo, haciendo las cuerdas quedaran cruzadas. Las manos del mayor se posaron sobre las caderas y las alzó con delicadeza, haciendo que su pecho y cara quedaran contra las suaves sabanas de la cama, sintió nuevamente las manos de Viktor se posaban sobre sus nalgas y las separaba suavemente, dejando completamente al descubierto su entrada.

―Eres tan hermoso Yuuri ―soltó el mayor en un quedo suspiro―. Muero de ganas por metértela.

A cada palabra que pronunciaba apretaba más las suaves y blancas nalgas del japonés, las masajeaba y las acariciaba con suavidad. En un momento dejó de masajear una de ella para sentir un firme golpe en la misma, ¡Viktor lo había nalgueado!, y conocía perfectamente su piel por lo que sabía que ese golpe dejaría una marca por varios días. Tomo una vez más las nalgas y las separó con delicadeza, Yuuri sintió el tibio aliento del mayor sobre su ano antes de sentir algo húmedo, tal parecía ser que era su lengua la cual se movía con pasión sobre la piel. Comenzó a lamer y besar la zona mientras sus manos más si se podían sus nalgas. La lengua de Viktor se sentía condenadamente bien, lamiendo con esmero y ansias, luego se adentró en su estrecha entrada, eso sí que se sentía bien; el hombre metía y sacaba su lengua de la cavidad logrando que un sinfín de corrientes eléctricas viajaran por toda su columna vertebral. Su cuerpo se retorcía lo más que podía y sus manos aun atadas se empuñaban con fuerza y aunque estaba con la venda sus ojos por inercia se cerraban solos y con fuerza, podía sentir una fina capa de sudor cubrir su delgado cuerpo.

Se sentía en la gloria, estaba disfrutando más de lo pensado el momento, pero justo ahí el mayor decidió romper el momento, alejó su rostro de su entrada ganándose un gruñido por su parte, se había molestado. Escucho como el ojiceleste reía una vez más.

―No seas impaciente, mi pequeño cerdito...aún falta lo mejor.

Ahora sentía que lo que entraba en su ano ya no era una lengua sino que era un dedo, Viktor había metido solo la mitad de su dígito cuando sintió una oleada de placer atacar con agresividad su cuerpo logrando que sus piernas se cerraran un poco y su espalda se arqueara, el ruso había tocado su próstata, lo cual hizo que gimiera y sus músculos se apretaran.

Viktor sonrió orgulloso, había encontrado la próstata de su cerdito.

― ¿Te gusta ahí, verdad? ―Preguntó el hombre moviendo el dedo para tocar varias veces su lugar dulce,

― ¡Sí! ―Exclamó el menor en un grito placentero.

El peliplateado le estaba tocando repetidas veces la próstata logrando que babeara, aunque gran cantidad de la saliva quedaba dentro de su boca, otra cantidad lograba salir mojando sus labios, mandíbula y cayendo a las finas sabanas de seda. Sintió entre todo el placer como el ruso metía un compañero a ese dedo travieso, ahora ambos jugaban con su ya violentada próstata, la cual estaba muy sensible ante la atención de ambos dígitos, todo su cuerpo vibraba con violencia mientras se retorcía y abría más sus piernas.

¡Ya métela maldición, por favor solo métela! ―le gritó Yuuri con desesperación, ya estaba perdiendo la cordura, solo quería que se la metiera y le diera muy duro.

Viktor lo miró asombrado antes de detener el movimiento de sus dedos, definitivamente jamás se le habría cruzado por la cabeza que Yuuri le dijera semejantes palabras, aunque eso lo puso más caliente de lo que ya estaba. Sonrió de manera lujuriosa y dejo su próstata en paz, sacando sus dedos. Yuuri sintió como el sujeto se posaba tras el luego escucho como la hebilla de un cinturón sonaba acompañado por el sonido de la cremallera, trago con fuerza sintió algo húmedo y caliente posarse en su entrada demarcando con círculos su ano.

― ¿Quieres que te la meta? ―Le pregunto el hombre con voz más ronca, al parecer él también estaba impaciente.

Sintió como movía la su miembro para hacer cada vez más presión sobre su entrada. Yuuri solo asintió con desespero empujando sus caderas hacia atrás, pero siendo evitado por el mayor el cual alejaba su miembro de manera juguetona ganándose quejidos de reproche por parte del menor. Cuando Yuuri echó nuevamente sus caderas hacia atrás sintió una gran presión en su trasero, las manos de Viktor sujetaron con fuerza sus nalgas mientras entraba de una sola estocada sacándole todo el aire de los pulmones y un grito salió de su garganta.

El mayor había entrado fuerte en el, pasando a golpear su delicada próstata, lo único que pudo hacer en el momento fue enterrar su rostro en las suaves sabanas mientras su cuerpo temblaba violentamente y el aire salía rápidamente por su nariz, escucho al hombre gruñir mientras sus grandes manos apretaban con fuerza sus nalgas y las separaba más.

―Aún no entra todo...abre más tus piernas ―Le ordeno el mayor a lo que él solo obedeció y para su sorpresa era verdad, no había entrado por completo, sintió como el pene del hombre golpeo hasta el fondo.

"¡demonios este tipo es enorme!"

Pensó Yuuri al sentir que el hombre tocó el fondo sintiendo un ligero dolor en el cóccix.

―Eres increíblemente delicioso ―Le dijo el ojiceleste inclinándose sobre su espalda, hablándole al oído.

Sintió el caliente aliento de Viktor sobre su oído, luego como pasaba su lengua por el cuello y hombro, para luego erguirse y comenzar a salir de su cuerpo de manera lenta. Cuando estuvo casi todo afuera, entró de golpe dentro del delgado cuerpo, en el camino golpeó una vez más la próstata del japonés, logrando que su columna se encorvara y sus piernas se apretaran, eso había sido delicioso.

Y para su suerte esa no sería la única penetración así, siguieron varias más, todas ellas golpeando su punto dulce en el proceso enviando su mente a quien sabe dónde. Las oleadas de gozo invadían cada parte de su cuerpo llevándolo a la gloria misma mientras Viktor no dejaba de golpear su cuerpo una y otra vez, cada ocasión con más entusiasmo logrando que cada penetración terminara con un sonido húmedo y de las nalgas de Yuuri golpearan contra su pelvis. Podía escuchar los gruñidos y jadeos del mayor, este lo disfrutaba mucho, o así lo parecía por sus gemidos masculinos y sexys.

Viktor tomó con fuerza ahora sus caderas para adentrarse con más fuerza en su cuerpo, cada vez Yuuri gritaba más fuerte. El menor sentía que estaba cerca del orgasmo, su próstata no tenía descanso alguno, casi al punto que comenzaba a doler de tanto ser golpeada.

Su abdomen se apretó mientras su respiración se hacía cada vez más acelerada, sentía un hormigueo recorrer su cuerpo y una increíble corriente eléctrica recorrer su columna, estaba próximo a las puertas del cielo y no sabía cómo hacérselo saber a su amante, entonces sin más, el orgasmo lo golpeo con todas sus fuerzas liberando endorfinas, dándole una sensación de bienestar y relajación, fue un orgasmo intenso, su cuerpo tembló con violencia y gritó con euforia, antes de formar una enorme sonrisa.

Yuuri sintió como las envestidas disminuían de intensidad. Una de las manos de Viktor se deslizó desde su cadera a su entrepierna, allí toco la punta de donde aún salía un poco de semen, este acto logró que el cuerpo del menor temblaran y sus piernas se cerraran por inercia, escucho como el hombre dejaba salir una risita.

―Así que ya terminaste...―Afirmo el hombre retirando su mano de su pene, luego sacó su propio miembro de su interior. El menor se sintió completamente vacío y su cuerpo cayó de lado. Viktor acercó su rostro a la oreja de Yuuri, mordiéndola suavemente―. Yo aún no termino...y estoy ansioso por llenarte completamente, Yuuri.

El castaño tembló al sentir a Viktor decir su nombre en su oreja dejando salir el aire caliente. Las firmes manos del mayor se posaron en sus piernas para separarlas y dejarlo completamente recostado, pasó su mano por sobre su miembro y lo acaricio lentamente logrando que un escalofrió recorriera su cuerpo, a la vez con su tacto sentía como su pene se endurecía nuevamente. Separó sus piernas y se posó entre ellas para penetrarlo fuertemente

Viktor soltó las piernas del castaño y pego su transpirado pecho contra el de Yuuri. De pronto, las manos del menor fueron desatadas, abrazó con fuerza el pequeño cuerpo y luego rodaron por la cama, dejando el cuerpo del menor sobre el del ruso. Sintió las manos grandes del mayor pasearse sin descaro por su espalda, bajando a sus nalgas, allí las apretó logrando que se encendiera más, amaba que tocara su trasero, ese hombre le había creado un fetiche que solo deseaba que el cumpliera.

―Me duelen las muñecas ―murmuró Yuuri mientras acariciaba la zona lastimada. Esas cuerdas habían dejado unas marcas bastante notorias en su blanca piel.

Estaba más que seguro que su cuello, hombros y pecho estaban igual, esas partes y muchas más.

―Ah...que vista más hermosa ―Escuchó la grave voz de Viktor hablar mientras sentía las manos del mismo sobre sus caderas, aún estaba ciego, aunque ahora podía la piel de su amante a su antojo.

Posó sus manos temblorosas sobre la caliente piel del mayor, acariciando lentamente aquella zona, deleitándose con el bien formado cuerpo del ruso. Encaminó sus manos temblorosas hacia el rostro del mayor, acariciando suavemente sus mejillas.

―Eres jodidamente perfecto, ¿Lo sabes? ―le dijo Viktor mientras besaba su mano con delicadeza.

Yuuri negó lentamente mientras sentía sus mejillas más calientes antes de sentir como se movía el peliplateado en la cama para quedar sentado, pasando sus labios por su cuello, bajando lentamente, sintió la lengua de este pasar por su barbilla saboreando su saliva la cual se había escurrido. Las manos de Viktor bajaron lentamente hacia sus caderas, las alzó y luego las dejo caer para penetrarlo fuertemente, Yuuri solo pudo gemir cuando el gran pene dentro de su cuerpo golpeo su próstata.

― ¡Aah, dios! ―Gimió con fuerza.

El ojiceleste se alejó del cuerpo, dejándose caer en la cama pero sin soltar sus caderas Yuuri acomodó sus piernas para quedar de cuclillas, puso sus manos en el fornido pecho y comenzó a subir y bajar su cuerpo dando sentones cortos pero rápidos, , pero esos sentones cortos eran exquisitos, lo hacían delirar y sentir un hormigueo por toda su piel.

―Oh ¡sí!...dios ¡sí!...t-tan bueno...ngh ―Gemía sin descaro montando al peliplateado, sentía una euforia emocionante, toda la situación le parecía emocionante, después de todo era alguien joven, con un montón de hormonas revoloteando su ser, tan solo tenía 23 años y no había experimentado mucho en lo sexual, pero esto, era lo mejor del mundo.

―Ngh si...tan apretado...―Escucho al mayor gemir mientras no dejaba de botar.

―E-Esto es tan...Aah ¡sí! ¡Tan delicioso!...más... ¡Vitya! ―Gemía, jadeaba y gritaba, pedía por mas totalmente encantado.

No dejaba de montarlo, las manos de este ahora estaban sobre su cintura dándole un mejor apoyo para que no perdiera el equilibrio, ya a estas alturas solo quería seguir disfrutando de ese hombre con el cual estaba teniendo tal increíble sexo, pero en algún punto, todo lo bueno debe terminar

Pasados unos minutos los músculos de sus piernas comenzaron a arder, ya no podía dar sentones rápidos, sus jadeos se hacían más pesados, estaba muy cansado y con sus piernas adoloridas.

―Ah...m-mis piernas...duelen...―Se quejó mientras jadeaba con fuerza.

De verdad ya no se podía levantar, quedó completamente sentado sobre el hombre respirando con pesadez, sintió que su amante dejó su cintura y poso una mano sobre su mejilla, allí la acaricio, dios, sus manos eran increíbles, cálidas, firmes, algo ásperas, pero masculinas, se sintió bien cuando el hombre acaricio su piel.

―No te esfuerces...no quiero que te lastimes ―Le dijo Viktor con dulzura.

Para Yuuri aquellas palabras sonaron tan cargadas de preocupación y emociones, parecían palabras dichas con amor, como dichas a un novio, entonces Viktor se movió y se sentó en la cama ya que sus pechos quedaron pegados, sintió como sus fuertes brazos se enrollaban alrededor de su estrecha cintura. Entonces, con nerviosismo, llevó sus manos hacia la venda en sus ojos, allí la bajo para de inmediato ser cegado por la luz del lugar, parpadeo un par de veces para poder adaptarse a la iluminación del cuarto, la cual no era mucha encontrándose con los ardientes ojos Viktor, que no dejaban de verlo con deseo y ternura a la vez. El mayor sonrió antes de depositar un beso en su hombro.

Yuuri dio un respingo al sentir los labios del hombre sobre su piel, eran unos labios cálidos, sentía que todo en ese hombre era perfecto. Los labios del mayor se movieron de su mejilla a sus labios, allí dio un suave beso para luego hacerlo más profundo, metiendo su lengua.

Solo pudo gemir al sentir la lengua moverse dentro de su boca, cerrando los ojos lentamente. Lo había tomado por sorpresa, pero no podía negar lo bien que se sentía. Cada vez el beso se intensificaba, Yuuri correspondía con entusiasmo, con ambas lenguas danzando dentro de sus bocas, amoldándose más y más en el beso, logrando que este fuera perfecto, húmedo y caliente. Viktor rompió el húmedo y caliente beso, llevó sus manos a sus nalgas y comenzó a mover su cuerpo. Yuuri dejo salir un gemido cuando el pene del hombre toco con suavidad su próstata.

―Ugh...s-si...―Gimió cuando el mayor volvió a tocar con suavidad su próstata, la verdad así se sentía bien, casi con cariño.

Sintió al hombre alejarse de su cuerpo, al parecer se había acostado nuevamente en la cama.

―Mueve tus caderas con suavidad ―Le habló con voz suave.

Hizo lo pedido y se movió de adelante hacia atrás, sus piernas descansaban a cada lado del cuerpo del mayor, así estas podían descansar y no acalambrarse. Continuó con los mismos movimientos, y sin quererlo, o más bien queriéndolo con todo su ser sus movimientos se hacían más rápidos, cada vez más rápidos, dejando salir jadeos, gemidos y gritos llenos de éxtasis.

―Ngh...ah...aah...aah ―Sollozaba sin descaro mientras el pene del mayor tocaba su próstata.

Sentía un escalofrió recorrer su cuerpo, sabía que estaba cerca, sabía que estaba a punto de explotar en gozo, así que solo siguió moviéndose más y más rápido, entonces la mano de Viktor tomó su pene para comenzar a masajearlo, Yuuri dejó salir un chillido al sentir esa manos sobre su miembro, tocando desde la base hasta la punta, luego allí con el pulgar lo masajeo mientras solo temblaba y gritaba mientras sus caderas se movían más rápido.

―Agh ¡sí! Ya casi... ¡ya casi! ―Gimió sonoramente cuando el comenzó a mover su mano de manera más rápida logrando que todo su cuerpo vibrara con violencia llevándolo al borde de la locura, sus músculos se tensaron con fuerza, entonces el orgasmo golpeó su cuerpo expulsando un chorro de semen, hilos de saliva caían desde sus labios a su barbilla mientras aun sus caderas no dejaban de moverse, aún era presa del orgasmo, y cada roce a su próstata incrementaba más la sensación de bienestar y gozo en su ser.

―Agh...no dejes de moverte, ya casi término ―Dijo el ojiceleste dejando el miembro del castaño de lado, posando sus manos sobre sus caderas e incentivándolo para que no dejara de moverse, así el también comenzó a mover sus caderas―. Tan caliente...eres delicioso... ¿lo quieres dentro?― Le preguntó sin dejar de mover sus caderas contra su delicado trasero.

― ¡Sí! ¡Lo quiero dentro! ¡Lo quiero todo dentro! ―Gritó con euforia.

Entonces lo sintió, el agarre del mayor se hizo más apretado, y una sustancia increíblemente caliente lo llenó. Viktor dejó salir un gemido gutural mientras lo llenaba por completo, la sensación era increíble, caliente y espeso. Dejó salir un gemido largo mientras sentía que el hombre lo llenaba con su semilla.

Luego del increíble orgasmo, Yuuri dejo caer su cuerpo hacia adelante, sintiendo la piel del otro bajo la suya, caliente y húmeda, su aroma, masculino mesclado con el sudor, su rostro quedo sobre el hombro del hombre, respiro profundamente, quería memorizar su aroma por siempre. El mayor posó sus manos sobre sobre su cintura y luego levantó con delicadeza su cuerpo un poco para dejarlo caer de lado sobre la cama, permitiéndole ver una panorama completamente diferente del ruso; su perfecto rostro bañado en transpiración sus ojos hipnotizadores y su cabello completamente desalineado, todo en ese hombre era hermoso.

Una sonrisa boba se formó en sus labios mientras que sus mejillas se tornaron rojas mientras se enderezaba muy lentamente.

―Eso...fue asombroso ―Fue lo único que dijo Yuuri. Este dejo salir una risa antes de inclinarse para unir sus bocas en un increíblemente dulce beso. El castaño enrolló el fuerte cuello del hombre con sus brazos sintiendo las suaves hebras de cabello, estrujándolas con fuerza entre sus dedos.

Ambos compartieron un beso dulce, calmado, amoroso, solo se abrazaban mientras sus bocas se conocían, mientras sus lenguas danzaban con cariño entre ellas. Las manos de Yuuri acariciaron la nuca del mayor mientras las manos de este acariciaban su cintura y caderas.

Entonces sus labios se separaron. Viktor se alejó solo un poco para que ambas miradas se encontraran; roja contra celeste. Yuuri dejo salir un suspiro al ver el rostro de su ¿Amante? ¿Novio? Ya ni sabía que eran en ese momento, allí justo sobre su cuerpo, casi desnudo.

―Debo admitir...jamás me espere algo así después de una competencia ―Comentó Yuuri sin dejar de mirar al hombre sobre él, este solo le sonrió y beso rápidamente sus labios.

―Si quieres esto puede pasar las veces que quieras, donde quieras y cuando quieras ―Le dijo Viktor pegando su frente a la suya, esta declaración dejo fuera de lugar a Yuuri

― ¿D-De verdad... esto se repetirá? ―Preguntó el menor con las mejillas completamente rojas.

El hombre se acomodó mejor sobre Yuuri para comenzar a hablar.

―Tomé tu cuerpo. De ahora en adelante solo serás mío, tu lugar será en mi cama, a mi lado cenando y a mi lado a cada minuto del día, solo serás mío, cuando algo me gusta, no lo comparto.

Declaró el hombre con seriedad antes de esbozar una sonrisa seductora. Yuuri se sonrojó con más fuerza, en ese momento solo quería tomar una sábana y cubrir su rostro. Estaba avergonzado, le había dicho prácticamente que era de él, que nadie más lo tocaría, jamás. Jamás se había sentido tan...de alguien, no sabía cómo reaccionar.

―Oh dios... ―Gimió avergonzado, y más porque Viktor le había dicho que si algo le gustaba no lo dejaría tan fácilmente.

El ojiceleste sonrió con ternura antes de darle otro beso en la joven frente y con delicadeza tomo la pequeña mano de japonés y entrelazó sus dedos.

―Te amo Yuuri ―Esa confesión hizo el que castaño lo mirara fijamente a los ojos―. Te he amado desde el primer momento en que te vi hace años y ahora que te he podido recuperar no quiero perderte.

Pasaron varios segundos antes de que Yuuri reaccionara, dejando salir una risita para luego besar al mayor en los labios obsequiándole una enorme y hermosa sonrisa.

―Yo también...te amo...aunque no pueda recordarte perfectamente ―Declaró el menor con felicidad. Viktor dejó salir un suspiro y besó los labios de su castaño esta vez mas fogosamente acomodándose entre las pálidas piernas del joven.

―Eso quería escuchar...―Dijo dándole un nuevo y más caliente beso. Yuuri pasó sus manos por su cuello y cabello mientras que por inercia sus caderas se comenzaron a mover contra las del mayor, este dejó escapar un gruñido el cual murió dentro de la boca del más joven, ambos se separaron.

― ¿Podemos...tener más sexo...por favor? ―Pregunto el menor dándole una mirada coqueta para luego morderse el labio inferior de manera insinuante, el mayor le sonrió de regreso.

―Veamos si es cierto eso que dicen que tu cuerpo es...bastante resistente. Lo haremos hasta que te canses ―El menor sonrió al escuchar esas hermosas palabras, solo pudo reír.

―Entonces... ¿Que estamos esperando? ―Le preguntó para lanzarse al ataque, y como el mayor le había prometido, lo hicieron toda la noche y Yuuri jamás se sintió tan feliz como este día, se sentía querido, deseado, sintió que ya no estaría más solo, y que esa noche seria inolvidable.

Definitivamente jamás imaginó que así terminaría el banquete de ese año.

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HOLA GENTE!!!!!!! Como están? :D

Espero que estén pasando una tarde genial.

Aquí regresé con un nuevo capitulo y como lo prometí fue hard 7u7.

Si les gustó por favor dejen estrellita y comenten, se los agardeceria un montón

Pronto estaré nuevamente y con una sorpresita 7u7

NOS VEMOS!!!! BYE BYE

Pd: créditos a la respectiva autora de la sensualosa imagen 7u7

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