– Señor, ¿no tiene miedo? - La coneja se acercó, la distancia que mantenía con el azabache era muy corta, pero él nunca bajo la guardia.

- El miedo es insignificante, no existe nada en este mundo que pueda asustarme - Se dirigió con frialdad, ¿Cream estaba bien?.

- ¿Usted podría ganar solo este juego? - Las púas el azabache se erizaron en advertencia al sentir el peligro acercarse. Y eso implicaba a la coneja.

- ¿A qué quieres llegar? - La enfrentó, los orbes cafés brillaban divertidos, una sonrisa pícara apareció adornando la cara de la infante. No, Cream no lucia así. Se alejó al notar a la coneja reír con fuerza.

- Realmente, creo que ustedes van a terminar muertos - Dijo sincera, caminaba con una pose juguetona por las mesas de juego. Al pasar por una barra de bebidas la forma de la infante cambio por completo. 

El azabache abrió ambos ojos sorprendido, metamorfosis, la habilidad para cambiar de apariencia física. Apretó la mandíbula con fuerza. Él o ella era un enemigo poderoso.

- Si te preocupas por la niña, tranquilo, no le hice absolutamente nada - La voz dulce y coqueta de cierta zorra no lo calmaron en absoluto. 

- No voy a fiarme de ti, si buscas pelea adelante por que no durará - Advirtió confiado, preparándose para cualquier ataque que ella pudiera realizar. Pero ella no tenía intenciones de hacerlo.

- ¿Pelear? por supuesto que no, vengo a ofrecerte algo que seguro aceptarás - Confesó con sinceridad, tomando una que otra botella y dos copas. El azabache se mantuvo en silencio y con su semblante frio, ¿Qué planeaba?

- En ese caso, yo no tengo tiempo para beber mientras la niña esta por ahí, sin protección - Tenía que irse. 

- ¿Vas a dejarme? - La voz chillona de Rose lo detuvo, se giró y ahora Rose estaba tras la barra, con una copa en la mano mientras los ojos se volvían acuosos.

- ¿Cómo sabes que luce...?

- He visto a cada jugador - Admite y regresa a su forma, mirando la botella en sus manos decide servirse un trago - Encontré a tu novia la eriza en el nivel del acuario, mucho antes de que asesinaran a mi compañera en el laberinto. La muy idiota se dejó vencer - Apretó sus puños.

- ¿Y? esto no tiene nada que ver conmigo, la muerte de tu amiga no es mi problema.

- Tan indiferente, me encantas - Sonrío melancólica al recordar a su amiga ardilla - Este no es el punto al que quiero llegar. Mi habilidad tiene sus beneficios, ¿por qué no nos volvemos un equipo? - Preguntó, Shadow sabia a donde quería llegar ahora.

¿Formar un equipo con la chica cambia formas?

- Rouge puede obtener cualquier poder que quiera con solo tocar a un jugador lo obtendrá, piénsalo. Seríamos imparables - Se acercó, a paso lento mientras su forma cambiaba de vuelta a ser Amy. Con la púas bien acomodadas y aquella mirada jade - Puedo ser quien tú quieras que sea.

Enredó sus brazos alrededor del cuello del erizo, sin abandonar la forma física de Amy.

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Amelia Pov

Las fichas caían al suelo, Silver y Knuckles peleaban por las bolsas llenas de ellas y Sonic las recogía con velocidad. Me quedé en la entrada observando como los tres estaban desesperados en querer recolectar mas.

No hemos encontrado a Shadow, y tengo un mal presentimiento sobre él, sobre los chicos, y sobre este nivel y el siguiente.

Se detienen al escuchar mi martillo impactar sobre una de las ruletas, giran asombrados y me mantengo firme. 

- ¡¿Qué creen que hacen?! - Les grito molesta, acercándome mientras el martillo volvía a aparecer en mis manos.

Los chicos se quedaron callados. Observando me totalmente molesta, relajaron su enojo, ¿Por qué estaban peleando?.

Parece que Knuckles no está dispuesto a compartir su premio.

– Que demonios hacen, ¡¿Están concientes de todo lo que ocurre y aún así..?! - Apreté mis puños con fuerza, mi mente dice golpearlos. Pero mi corazón dictaba que debía calmarme.

Suspiré buscando calmar mis emociones, el juego esta comenzando a entrar en nuestras mentes. Quieren controlarnos.

– Yo, realmente... no quería hacer esto - Dijo Silver, utilizando su habilidad para guardar todas las fichas en las bolsas. Estaba avergonzado, él jamás se había comportado así.

– Yo tampoco - Sonic miro a ambos, los tres estaban confundidos, enojados y un tanto desubicados. Esa pelea tan tonta y sin sentido resulta estúpida.

– Esto se esta saliendo de control, tenemos que encontrar la forma de salir de este nivel - Les dije y Silver pegó oreja

– Creo que las fichas son nuestra única salida - Señaló una máquina muy distinta a las demás, con símbolos de varias fichas más.

– No tenemos fichas suficientes, no podremos salir de aquí aunque lo queramos - Knuckles lucia pesimista, forme una mueca desilusionada. ¿Cómo conseguiremos tantas fichas?

– ¿No hay alguna forma de conseguir más fichas? - Les pregunte y negaron, no sabemos como hacerlo, si jugamos aquí podremos tal vez multiplicar o perder todas las fichas.

Y eso es lo que menos queremos, perder todas las fichas sería un completo final.

– ¿Qué tal si destruimos todas la máquinas? - Sonic podría estar equivocado, y tampoco creo que sea la mejor forma.

Tenemos que encontrar alguna forma de  recolectar tantas como podamos. El tiempo en este nivel ha bajado, demasiado y nos quedan solo minutos. Es algo casi imposible.

– Entonces, ¿tendremos que seguir jugando? - Dijo Silver

– No será necesario - La voz de Blaze nos alarmó a los cuatro.

Traía a su lado a Cream, quien saludaba energéticamente y a su lado se encontraba Tails, cruzado de brazos mientras ella no dejaba de querer abrazarlo.

– ¡Blaze! - Me acerque seguida de los demás, me devolvió una sonrisa cálida - Creí que, que no volvería a verte - Ella negó, realmente temía por ella cuando salimos del laberinto.

– Gracias a ustedes por cuidar de ella - Señaló a Cream - Se las debo, y creo que este es el momento más oportuno - Sacó de su inventario lo que parecía ser una cierta ficha dorada. Me la entregó y no dudé en tomarla.

– ¿Para qué sirve? - Le preguntó Sonic

– Es como una llave maestra, he descubierto varios errores en el juego que cada vez se hacen más presentes. Justamente por que me había encontrado a su amigo el zorro queriendo hackear la computadora central de este lugar - Miré a Tails realmente sorprendida.

– Bien, ¿Cómo funciona?.

– Solo debemos colocar la ficha en una de las máquinas, y el portal se abrirá hacía el siguiente y... aparentemente penúltimo nivel, parece - Un escalofrío recorrió mi espada. ¿Penúltimo?

Estamos a punto de pasar al casi final de juego.

- Hay que encontrar a Shadow - Dije mirándolos, es el único que falta para poder partir.

– Si lo buscamos estaríamos poniendo en peligro la ficha, ¿Estas segura de que quieres buscarlo?

¿Estar segura?, eso no se pregunta, ni siquiera se debe dudar. Él fue por mí en el laberinto, en lugar de dejarme a mi suerte.

– ¿Al menos puedes sentir su presencia? - Blaze se acercó al portal,  aún tenía la ficha en mis manos. Decidí tratar de encontrarlo, por favor que no este tan lejos.

Podía sentir la presencia de algo fuerte a lo lejos, demasiado. No es Shadow, pero tampoco puedo encontrarlo a él.
No puedo encontrarlo...

– ¿Y bien? - Blaze regresó a mi lado, abrí mis ojos, si no puedo encontrar a Shadow es por dos cosas, paso de nivel o...; negué con la cabeza - Amy, ¿todo está bien?.

– No puedo encontrarlo - Le dije sincera, por favor espero que él éste en el siguiente nivel, no me quiero imaginar si no lo esta.

– Eso significa que podemos irnos, si no esta aquí, debe estar en el siguiente y esperando, hay que irnos - Ascendí ante la idea de mi hermano. Shadow debe estar esperando.

Me acerqué hasta la máquina, donde acomode la ficha y pronto un destello apareció, el tipo de portal estaba abierto debíamos pasar cuanto antes posible iba a cerrarse.

Los chicos entraron, seguidos de Blaze y Cream, la presencia fuerte se estaba acercando. Tengo que irme pero ¿Y si me equívoco y Shadow sigue aquí?...

Niego nuevamente y entró al portal, una luz me ciega y un tremendo mareo aparece.

Es imposible que Shadow muera.

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