05. Ridíkkulus.
Narrador Omnisciente:
Era Lunes por la mañana. La primera semana fue tranquila, incluso para la atareada Hermione.
Bella y sus amigos, seguían siendo igual de unidos que siempre. A veces desayunaban, Almorzaban o merendaban cerca del lago negro, su madre se lo había recomendado. Según ella junto a sus tíos Zack y Eli, lo hacían en su época de estudio. Tenía razón, era hermosa la vista.
Las clases para los nuevos profesores fueron algo divertidas, o hasta graciosas. Ya que no eran como los demás profesores, sino que siempre hacían juegos en sus clases. Pues así los alumnos prestaban más atención, y ellos no se aburrían tanto.
Elizabeth era quien más jugaba, pues siendo profesora de Estudios Muggles, siempre hacía chistes o hacía que la clase diera sus opiniones hacia ciertas cosas que los Muggles crearan, como por ejemplo, los patitos de Hule amarillos. Esa era una gran duda existencial para la clase.
Zack, solía hacer un juego antes de que los alumnos de primer año prueben sus escobas. Y era, jugar Quidditch en el suelo, sin escobas ni magia. Para que los niños no teman tanto a la hora de subir a las escobas, pues les decía que era lo mismo que el juego, solo debían tener confianza en ellos mismos para ganar.
Y Alex, en su primer semana estuvo dando clases sola ya que su compañero andaba en los días del mes. Pero eso no impidió que sus clases sean divertidas y llenas de alegría. Una vez, con los de quinto año, hicieron el hechizo para hacer crecer las cosas. Haciendo qué, el dedo de un niño de apellido Duckes, creciera tanto que parecía que tenía una zanahoria en el dedo.
Los gemelos Weasley, como ella reconoció por sus cabellos pelirrojos chillones, la habían apodado "Rayito", por ser rápida para deshacer hechizos mal hechos. Ellos le recordaban a sus viejos amigos, Fabian y Gideon.
Hoy iba a ser la primera clase compartida entre los viejos amigos, por lo que luego del desayuno, minutos antes de que comience la clase, ambos profesores estaban en el despacho del salón.
—Buenos días, Remus.—Saludo Alex, mientras dejaba su bolso negro a un lado del escritorio.
—Buenos días, Alex.—Contestó Rems algo cansado.
—¿Muy pesada la noche?.—Preguntó discreta, ya que alguien podría oírlos, y no quería que el licántropo tuviera problemas en su primer día.
—Demasiado, cuando entre a la casa, se me hizo más difícil.—Murmuró, dejando su viejo portafolio en el escritorio.
—Lo sé... debes extrañarlos.. ¿No?.—Miró al señor, que ya no era él mismo que ella conoció a los quince años.
—Sí.. aún se me hace extraño no verlos aquí, molestando a McGonagall y corriendo de Filtch.—Dice él con una sonrisa triste.
—Yo también los extraño.. pero ya arreglare cuentas con los culpables.—Escupe Alex, con odio en su voz.
《▪︎》
—Buenos días clase, hoy tendremos al profesor Lupin con nosotros.—Informó Alex, a los alumnos de tercer año. Los menores aplaudieron, Remus se sonrojo levemente.
—Gracias Alex, Gracias a todos.—Agradece con las mejillas rosadas.—Bueno.. Hoy veremos algo espectacular. ¿No es así, Profesora?.—Mira a su compañera, con diversión.
—Así es, pero deberemos ir hasta el lugar donde se encuentra.—Dijo Alex, poniendo el aire tenso.—Dejen los bolsos aquí, y seguidnos, por favor no se empujen.
Ambos profesores, guiaban a los curiosos alumnos entre los pasillos del castillo. En uno de ellos, encontraron a Peeves, el Poltergeist que no dudó en ir a molestarlos.
—Lucati Lupin Lunatico.—Burlaba a Remus, giro su cabeza, y se encontró con la pelirroja.—¡Oh!. Rojizo Torbellino Ataca mortis.—Reía y repetía las mismas frases.
—Atención, este hechizo es Útil y Sencillo, los ayudará mucho.—Dice Alex, mirando a Lupin sacar su varita y apuntar al fantasma bromista.
—¡Waddiwasi!.—Dice Lupin, en voz alta. Hizo que Peeves tenga una bola de algo mocoso en la nariz, y se fuera maldiciendo a todos los ancestros de Remus.
Los alumnos vitoraban, y halagaban al profesor por aquel hechizo contra el Poltergeist bromista. Caminaron hasta la sala de profesores, dónde sólo estaba Snape sentado en una silla.
—¡Oh, pensé que iban a estar escribiendo cosas ridículas en el aula que Dumbledore les derivó!.—Dice el peli-grasoso con nada de gracia.—Espero que no le pidáis ayuda a el señor Longbottom, porque Granger debe estar soplandole las respuestas.
—Hoy, Alumnos veremos algo que es muy gracioso, si saben como hacerlo gracioso.—Dice Alex, ignorando el comentario del profesor de pociones.
—Iba a pedirle justamente a él, que nos ayudara en la primera parte.—Responde Lupin a Snape, con una sonrisa.
Snape, al ver que no era requerido (Aunque deseaba serlo), se levantó de su asiento y salió del salón, dando un portazo.
—Por favor, pónganse en una ronda por aquí.—Señaló Alex, estaba emocionada.
El armario que había en medio de la sala, se movió.
—¿Qué hay ahí, profesores?.—Preguntó Ron, mirando con los ojos muy abiertos al armario.
—Aquí dentro.— Dijo Alex, Señalando el armario.—Hay un Boggart. ¿Alguien sabe qué es un Boggart?.
Hermione y Alice, levantaron la mano a la misma vez. Alex dejó que Lupin decidiera de quien recibir la respuesta, pues no quería que le dijeran que hacía preferencia por su ahijada.
—Señorita Granger.—Dice Lupin, dándole el espacio a la castaña para que contestara.
—Un Boggart es un ser que cambia de forma según el miedo de la persona que lo enfrente.—Explica brevemente la leona.
—Yo no podría haberlo dicho mejor.—Dice Remus con una sonrisa satisfactoria.—Como dijo la señorita Granger, un Boggart cambia de forma a la que más le teme la persona que lo vea. ¿Por qué no se a convertido aún?, ¿Harry?..—El miope traga saliva, al ver que le habían preguntado algo.
—Porqué somos muchos, y no sabe que es lo que más tememos.—Respondió Harry, inseguro.
—Correcto, Harry.—Felicita Alex, orgullosa.—Muy bien, ahora lo que deben hacer cuando vean a un Boggart, es un hechizo que necesita ser acompañado con una risa, ya que el hechizo solo no basta.—Explica.—Repitan con nosotros:
—Ridíkkulus.—Dijeron ambos profesores.
—Esta clase es Ridícula.—Se escucha un murmullo detrás del todo, pero Alex lo ignora. Aunque su hija no, por lo que mira mal al dueño de la voz.
—Riddíkulus.—Se oyó las voces de los alumnos al unísono.
—Ahora es donde entras tú, Neville.—Dice Lupin, tomando a un niño castaño y rosillo.—Bien, Neville dinos que es lo que te atemoriza.—Pide al niño.
Neville murmura algo, pero era casi inaudible, nadie había escuchado bien.
—Perdón Neville, ¿Podrías repetirlo y un poco más alto?.—Habla Alex.
—El Profesor Snape.—Masculla Neville.
—A quien no.—Murmura Alex, con burla.
—Hasta donde sé, Tú vives con tu abuela. ¿No es así?.—Pregunta Lupin, ignorando el comentario de su compañera.
—Sí, pero que no se convierta en ella.—Ruega él, con los ojos desorbitados.
—Oh no lo hará, ahora. ¿Recuerdas cómo va vestida normalmente?.—Pregunta Alex, tomando del hombro al muchacho y poniéndose a su altura, solo era unos centímetros más bajo que ella.
—Vestido..—Lo corta Alex.
—Si lo recuerdas, y puedes visualizarlo, lo veremos.—Dice con calma.
—Neville, todos daremos un paso atrás para dejarte el campo libre, y que el Boggart se fije solo en ti. Recuerda, debes visualizar la ropa de tu abuela en el profesor Snape.—Recuerda Lupin.
Todos se hicieron un paso atrás, esperando a que el Boggart hiciera algo.
Alex con un movimiento de varita, hizo que la puerta del armario se abriera, y de él saliera la tan nombrada criatura, pero en la forma del profesor más temido, el profesor Snape.
El Snape-Boggart se acercaba de forma intimidante al pobre chico, a quien le temblaba la mano.
—Tú puedes Neville.—Susurra Alex, dándole apoyo al chico. El Cuál la escucho, y mantuvo su varita con firmeza.
—¡Riddíkulus!.—Grita Longbottom, con seguridad.
El Snape-Boggart pasa a ser el profesor de pociones con un vestido verde Floreado, un sombrero de plumas y un bolso rojo.
Todo el salón estalló en risas.
—Parvati, tú turno.—Grita Alex, con alegría.
Delante de la mencionada, con el sonido de un chasquido, el Snape-Boggart con vestido pasa a ser una momia aterradora.
—¡Riddíkulus!.—Exclama la chica, haciendo que la momia sea desenvuelta con sus propias vendas y se tropiece.
Varios fueron pasando, entre ellos los cuatro amigos. La clase de defensa se compartía entre las cuatro casas, ya que no eran muchos.
—¡Alice, Tú turno!.—Dice Lupin, con una sonrisa divertida. Realmente la estaba pasando bien.
Alice se puso delante del Boggart, y delante de ella apareció su Madre. Con cara de enojo, como cuando su hermano se mete en problemas, sus ojos desorbitados parecía que iban a abandonar el rostro de la mujer en cualquier momento. Sí, le temía a su madre enojada.
—¡Riddíkulus!.—Grita Alice, cerrando los ojos.
Y cambio a la forma de su madre vestida con un disfraz de vaca, y hacia ruidos como el animal.
Sebastián reía, y el Boggart se fijó en él. Paso de ser su madre con un disfraz de vaca, a ser su mejor amiga con los cabellos rojos y gritando, como cuando estaba furiosa. Bella sonrió, le alegraba saber que su amigo le temía.
—¡Riddíkulus!.—Grita Sebas, y el Boggart nuevamente cambió de forma, a ser un perro de juguete, esos que tienen resorte en el torso*. Todos reían, al ver al perro enredarse en el mismo.
—Lo estamos confundiendo.¡Tú turno Bella!.—Grita Lupin, con una sonrisa de Oreja a Oreja.
Bella se acerca, y cuando el Boggart la ve, todo se apaga. Quedando a oscuras todo el salón.
Frente a la pelirroja, había una réplica exacta de ella.
—So..soy yo.—Susurra Bella, mirando su copia.
—Me temes, porque sabes que algún día.—Se acerco a ella un poco más.— Cuando menos lo esperes... Perderás el control.—El Boggart cambio de forma, siendo así por la persona que se interpuso entre ella y la criatura.
El Boggart cambió a ser un dementor, Bella miró al interruptor y vio a Harry, pero muy pálido y sudoroso. Por instinto quiso lanzar un Patronus, pero sabía que no serviría de nada.
Lupin se puso frente a ambos adolescentes, y el Boggart de Lupin salió a la luz. Una luna Llena, entre las nubes.
Alex lanzó el hechizo final, y el Boggart entró al armario de nuevo.
—La clase acabo, vayan al aula y recojan sus cosas.—Ordenó Alex.
Y los alumnos abandonaron la sala.
—Muy buen trabajo.—Felicita Remus.
—Hacemos un gran equipo, Profesor Remusin.—Dice Alex, con una sonrisa.
NOTA:
*
Este es el perro:
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