Narrador omnisciente:

Luego del pequeño tiempo de viaje que les quedaba, llegaron a la estación de Hogsmade. Los cuatro estaban ansiosos por ya entrar y conocer el gran castillo, que sus padres mencionaban en sus anécdotas.

-¡Los de primer año y nuevos Aquí!.-Oyeron el gritó de un hombre de unos tres metros. Se miraron entre ellos,y caminaron hasta aquel hombre.-¡Oh! ¡Hola!.-Saludó a los cuatro chicos.-Soy Hagrid. Ustedes deben ser los hijos de los nuevos profesores, ¿Verdad?.-Preguntó.

-Sí, un gusto Hagrid.-Dice Alice.

El Semi-gigante sonrió, y siguió llamando a los de primer año. Isabella ya no podía con los nervios, quería ya entrar a Hogwarts y ser seleccionada. Aunque en Ilvermorny pertenecía a la casa de los Aventureros, siempre quiso saber a que casa de Hogwarts pertenecía. Su madre le había dicho los nombre y cualidades de cada casa, cuando ella le preguntó hace unos años.

Para tener trece años, era una persona muy astuta e inteligente. Además de ser persuasiva. Alexandra creía firmemente que su hija iría a Slytherin, y aunque no le agradaba la idea, por los prejuicios a las serpientes, ella sabía que su hija era buena,y que su casa no la definía.

Estaban subiendo a los botes. Lamentablemente solo eran tres por bote, pero Sebastián les dijo que vayan juntos. El iría con unos niños de primer año.

La vista dejó maravillados a todos, incluso hasta Hagrid se emocionaba. Y eso que llevaba años haciendo este recorrido.

La noche era hermosa, aunque hacía un poco de frío como para viajar en bote sobre el lago negro. Eso no arruinaba para nada la vista. El castillo iluminaba el lago junto a las estrellas y media luna.

Al terminar el recorrido, bajaron todos de los botes. Y los cuatro amigos se reunieron nuevamente. Caminaron detrás de todos los de primero.

Las grandes puertas de madera se abrieron, dejando ver a una señora algo mayor, con canas en su cabello que aún tenía algunas mechas de su cabello natural, castaño. Algo pequeña, vestía una túnica azul marino con un sombrero negro puntiagudo.

-Gracias Hagrid por traerlos hasta aquí. Ahora me encargaré yo.-Dijo la señora.-Vaya al gran comedor con los demás.-Ordenó al Semi-gigante.

-Claro, profesora McGonagall.-Respondió Hagrid.-Buena suerte muchachos.

Sin más vueltas, Hagrid salió hacia un pasillo que era el más corto hacia el comedor.

-Siganme, y no se empujen, por favor.-Pidió McGonagall. Todos caminaron en fila detrás de ella.

Los cuatro adolescentes oían los murmullos de los niños. Algunos preguntaban sobre sus casas, otros sobre los cuadros y los demás solo iban mirando todo con fascinación. Entre los últimos estaban Steven y Bella.

Minerva los guió hasta las escalera de mármol, e hizo que todos queden parados entre los escalones.

-Bienvenidos a Hogwarts, donde aprenderán todo sobre la magia, hechizos y todo lo necesario para ser unos nobles magos y brujas.-Comenzó a decir McGonagall.-En Hogwarts, los alumnos son divididos en cuatro casas. Las cuales son: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw, y Slytherin.-Dijo con tranquilidad.-Son seleccionados por sus cualidades, o personalidad que más encaje con la casa que el Sombrero Seleccionador os diga.-Explicó al ver las caras de confusión de los de primer año.-En el año, ustedes con sus logros conseguirán puntos para su casa. Y a fin de año se decidirá a que casa de le otorgará la copa de las casas. Un honor. Pero, sí infringen las reglas, o hacen algo indebido, perderán los puntos que ustedes y sus compañeros consiguieron con tanto esfuerzo.-Dijo con un tono severo.-Espero que seáis el orgullo de sus casas. Ahora, esperen aquí un momento. Iré a verificar que todo este listo para su Ceremonia de Selección.-Finalizó, dejando a todos en aquella escalera.

-Me da ansiedad el que tarde tanto.-Dijo Alice, mordiéndose las uñas. Sebastián le golpeó levemente en la mano, ella debía cambiar ese mal hábito.

-Se fue hace un minuto, Alice. Y luego yo soy la dramática.-Expresó Isabella con burla.

-Prometanme algo.-Murmuró Steven, los tres chicos lo miraron confundidos.-No importa en que casa quedemos, y si no es la misma. Pero prometan qué sea cuál sea la casa que nos seleccionen, no nos separaremos.-Dijo mirando a los tres con algo de temor. Ellos eran sus únicos amigos, y no quería perderlos.

-Lo prometo.-Dijeron los tres a la vez.

-Además, Steven, cuando íbamos a Ilvermorny íbamos a distintas casas.-Comentó Alice.

-Pero allí no habían tantos prejuicios.-Escupió Sebastián, mirando a su hermana melliza.

-Chicos, nosotros somos Los Cuatro Mosqueteros. ¿Recuerdan?. Nada nos separará.-Dijo Isabella, con mucha seguridad en su voz.

McGonagall volvió, y llevó a todos hacia el comedor. Pero le pidió amablemente a los cuatro más grandes, que esperaran afuera del comedor. Ya que ellos eran nuevos, y debían ingresar luego de los de primer año.

El sombrero seleccionador gritaba las casas de todos. Alex no pudo evitar observar a la mesa de Gryffindor, y allí lo encontró. Encontró al niño y sus amigos que solía tener en sus visiones de adolescente. Se acercó a la profesora Sprout.

-¿Quién es el de lentes?.-Le Preguntó a la profesora de Herbologia.

-Oh, el es Potter. Harry Potter.-Respondió con una sonrisa,mientras observaba la Selección.

Alex entendió, en ese jodido momento, que aquel niño era su ahijado, y eso explicaba el parecido con James.

-Y ahora, los nuevos alumnos que vienen del colegio Ilvermorny, de Estados Unidos. Por favor, pasen.-Dijo la profesora McGonagall. Sacando a Alex de sus pensamiento.

Las puertas se abrieron, y dejaron ver a cuatro adolescentes. Una pelirroja, dos azabaches y un castaño.

Caminaron en una posición cuadrada. Encabezando iban las dos chicas, caminaban con la delicadeza como la de una veela, y detrás de ellas iban los dos chicos. Steven sonreía con timidez, mientras Sebastián iba con una sonrisa arrogante.

Todo el comedor murmuraba. Era sorprendente ver a otros alumnos que provenían de otro colegio.

Al llegar al final de la tarima, los cuatro de posicionaron uno al lado del otro. McGonagall sacó otro pergamino de su túnica.

-Los iré llamando, y vendrán aquí.-Señaló a su lado.-Se sentaran en el taburete, le colocare el sombrero. Y ahí se les asignara su casa.-Explicó. Los cuatro asintieron con la cabeza. Minerva miró su pergamino y llamó.- Steven Carver-Abbott.-El castaño miró a sus amigos, y con sus mejillas rosadas, caminó hasta el banquillo de madera.

Unos minutos después, el sombrero gritó.

-"HUFFLEPUFF".-Y la mesa de los tejones estalló en aplausos. Zack también aplaudía desde la mesa de los profesores. Al igual que Alex, y Eli. Steven caminó hasta su mesa, y presto atención a la selección de sus amigos.

-Sebastián Preston-McCoy.-Llamó McGonagall al azabache. Miro a las chicas con una sonrisa, y camino hasta el taburete.

El sombrero estuvo un buen rato en silencio, haciendo que Eli y Alice, se comieran las uñas de los nervios.

Finalmente, el viejo sombrero gritó la casa del chico.

-"SLYTHERIN"-La mesa de las serpientes aplaudió ante la llegada del chico. Eli aplaudía con orgullo, aunque no era de esa casa, siempre pensó bien de los Slytherin. Al menos de los buenos que ha conocido.

-Alice Preston‐McCoy.-Llamó ahora a la azabache. La pelirroja le dio una sonrisa que le trasmitió tranquilidad. Cuando se sentó en el taburete, el sombrero apenas le tocó la cabeza cuando gritó.

-"RAVENCLAW".-La mesa de los Águilas aplaudió ante la nueva recluta a su casa, Alice miro a su mejor amiga con una sonrisa gigante y corrió hacia su mesa.

-Y por último, Isabella Potter.-Dijo Minerva, mirando a la pelirroja.

Harry frunció el ceño. Al igual que sus amigos, Ron y Hermione. En realidad, como todos los presentes en el comedor.

Isabella sintió todas las miradas sobre ella, por lo que camino rápidamente hacia el banquillo. Se sentó, y cuando el sombrero todo su cabeza, ella cerró los ojos.

"Otra Potter... sí... igual que tú madre. Hace unos años no veía una mente tan dispuesta. Encajarias perfectamente en Ravenclaw, pero no es esa tú casa.

Oh, también eres astuta y persuasiva. Slytherin quedaría muy bien contigo. Aunque no.. mejor no.

Hufflepuff estaría más que feliz con tus ideas sobre la justicia. Pero ahí no es tu destino.

Serás historia. Isabella Potter."

El salón estaba en silencio. Harry aún se preguntaba quién era ella. Alex estaba que golpeaba al sobrero por hacerla esperar para saber la casa de su hija.

-"GRYFFINDOR".-Gritó el sombrero polvoriento.

Alex de la emoción se levantó de su asiento y comenzó a aplaudir. Eli tuvo que tironear de su ropa para que se vuelva a sentar.

Isabella camino hasta la mesa Gryffindor, miro a sus amigos en distintas mesas y les envío una sonrisa.

Albus comenzó a dar un discurso de bienvenida. Pero Izzy estaba esperando a la presentación de su madre como profesora. Y también quería saber de que materia sería el hombre que conoció en el tren.

-...Ahora, como buenas noticias. Quiero presentarles a los cuatro nuevos profesores.-Dijo Dumbledore.-La señora Elizabeth McCoy, profesora de Estudios Muggles.-Eli se levantó de su asiento y sonrió.-El señor Zacarías Abbott, el suplente de la profesora Hooch.-Zack, torpemente, se levantó de la silla y saludó con su mano.-Y El señor Lupin y la señorita Potter serán los nuevos profesores de Defensa contra las artes oscuras.-Remus y Alex, algo nerviosos, se levantaron de las sillas y saludaron.

-¿Potter?.-Preguntó Harry, extrañado.-¿Quiénes son ellas?.-Preguntó a sus amigos. Quienes se miraron entre ellos.

-No lo sé, pero pronto lo sabremos Harry.-Contestó Hermione.