3 - «Drowned in Secrets»
·Canción del capítulo: Animal i Have Become__Three Days Grace·
Los árboles que rodean aquella calle sin salida me dan la bienvenida danzando conforme el viento les golpea. Aparto la mirada de ellos y hago lo posible por alejar los recuerdos de mi mente, apresuro el paso hasta llegar a casa de Clary y sin cuidado alguno abro la puerta.
-¡Cielos! se que lo primero que oiste en la mañana fue un insulto pero la puerta no tiene la culpa. -Dice Clary agarrándose con fuerza de la silla.
Ella y Eliott siguen sentados en la mesa a la espera de que me les una para que puedan empezar a comer. Los estudio unos segundos tal cual lo he hecho con todo el mundo desde que abrí los ojos está mañana y es como si los mirará por primera vez.
<<-Aquella pelirroja de ahí es Clara. -Había dicho Eliott.
-Te lo he dicho un sin fin de veces Eliott, el pelirrojo eres tú y no me llamo Clara.
Recuerdo que clavó su mirada en mi antes de volver a hablar como si quisiera ver más allá de lo que se puede apreciar a simple vista.
-Mi nombre es ClarissaMarkshade, te aconsejo que no me llames Clara, ni mucho menos me llames por mi nombre completo o la cosa acabará mal.
Éramos unos niños, apenas me había visto y ya me estaba lanzando una amenaza.
-Y ese cabeza hueca de ahí es EliottWalker.-continuó diciendo mientras señalaba al pequeño pelirrojo. -No esperes que te demos una bienvenida amigable al vecindario, más bien estaba por lanzar papel de baño a tu jardín si no hubiera sido por Eliott.
Este me sonrió sin saber muy bien que decir...>>
Así eran en ese entonces y así continúan siendo: ella, demasiado diferente, a veces distante y siempre fuerte como para que le importe realmente las expectativas que el mundo tiene sobre ella. El, demasiado tímido, reservado y misterioso como para abrirle su mundo a alguien más que a Clary y a mi.
Camino hasta la mesa y me siento antes de que cualquiera pueda hablar, clavo mi mirada en ambos tomando nota mental de cada cosa que ven mis ojos para no olvidar nada como si hoy fuese la última vez que fuera a verlos.
Clary está sentada frente a mi, jugando con el tenedor que hay en su plato, su cabello castaño y ondulado en las puntas rojas recae sobre sus hombros, lleva puesta una camiseta negra que le regalé hace tiempo y sus ojos azules llenos de una malicia inofensiva en ciertos momentos se posan sobre aquel leopardo de las nieves, Zarem, su alma.
Mientras Eliott me observa esperando alguna respuesta noto lo blanca que a veces resulta estarle la piel, tiene el cabello de un rojo anaranjado y hoy lo lleva revuelto como si se hubiera caído de la cama al levantarse. Eliott es todo ángulos, sus rasgos son finos, agudos y fuertes en ciertos puntos, su cara está salpicada de una que otra peca las cuales hacen resaltar perfecta y extrañamente sus curiosos ojos avellana. Se voltea exasperado mirando a su alma Axe, un halcón blanco al que le encanta picotearle las orejas de vez en cuando...
-Zeke... -Oigo a alguien decir mi nombre.
-¡OYE, BLACKWELL! -Y es el grito que me lanza Clary junto con un pedazo de pan lo que consigue hacer que pare de estudiarlo todo y vuelva a la realidad.
-Lo siento...¿Que decías?
-¿Que te sucede hoy ''rayitas''? -Se burla- ¡Ay! -Se queja después de recibir un leve golpe de parte de Eliott.
Clary clava en el una mirada glacial a modo de advertencia.
-Te ves mas rara que de costumbre. -Continúa -¡Maldición Eliott! -Esta vez grita al recibir el segundo golpe.-¡Estoy harta, Walker, vas a ver!
y la sala explota en caos otra vez.
Clary se avalanza sobre Eliott tirandolo de la silla, lo sujeta por los hombros impidiendo que se levante y la mano se le cierra en un puño el cual pretende encajar en la cara de su amigo.
Axe vuela por encima de Clary y le picotea una oreja pretendiendo que lo deje ir. Zarem, de paso, le ruje a Eliott en la cara el cual se asusta aún más de lo que puede estar de sólo pensar en las cosas que Clary haría para torturarlo.
Me pongo detrás de Eliott y trato de liberarlo de las garras de Clary mientras Am tira con fuerza de ella para que lo suelte, hasta que...
-¡Por los mil angeles! ¿¡Que rayos sucede aquí!? -La madre de Clary aparece en escena con una bata violeta y la cara totalmente contorsionada en lo que no se si será una mueca de sorpresa o un gesto de desaprobación y basta con eso para que la pelea llegue a su fin. Todos volvemos al lugar que nos corresponde en la mesa y nos sentamos como si nada hubiera pasado.
Observo a ambos luchadores, ambos tienen la ropa un tanto fuera de lugar y el pelo aún más revuelto de lo que estaba antes, respiran con dificultad, Clary todavía tiene los puños cerrados sobre la mesa y Eliott está tan pálido que de sólo mirarlo se podría jurar que está apunto de desmayarse.
-Hola, Zeke, cariño. -Dice la madre de Clary dándome una palmada amistosa en el hombro. -¿Que tal está tu madre?
-No muy bien, esta muerta. -Respondo con una voz más fría de lo que realmente pretendía.
Aún no me acostumbro a llamarle ''madre'' a Regina, la idea me causa dolor.
-No querida, me refiero a Regina, tu madrastra. -intenta una vez más.
-Regina está bien, ocupada, igual que siempre.
La señora Markshade clava sus ojos en su hija a modo de reproche por haber causado semejante escándalo y de paso mira a Eliott con lástima, como disculpandose por el comportamiento frenético y violento de alguien como Clary.
-Será mejor que se den prisa muchachos, no creo que al director Manor le agrade mucho verlos llegar tarde. -Dice mientras se sirve una rebanada de pan y acto seguido sale de la habitación.
-Tu madre tiene razón Clary, paren de comer, es mejor que nos vayamos ya.
-Sin comer, claro, ¿después de casi ser ahorcado quien tiene hambre? -Dice Eliott sin apartar la mirada de la mesa mientras nos ponemos de pie.
-No seas llorón Eliott. -Le responde Clary dándole un golpe nada amistoso en el brazo.
***
Una vez afuera la puerta se cierra con fuerza a nuestras espaldas dejándonos completamente atrapados en el frío, caminamos hasta la parada del autobús con la mirada clavada en el suelo y esperamos sin ninguna emoción la llegada del transporte que nos llevará hasta el Instituto y aunque las gotas de agua salpican los adoquines de la calle una vez mas no hago ningun esfuerzo por apartarme de ellas. Salgo del cubículo dándole la cara a la lluvia y noto sus helados brazos entrometerse en mi ropa hasta rodearme la Marca.
La Marca es una representacion del alma a la que estamos ligados, los Cambiantes nacemos con ella en el pecho justo sobre el corazon simbolizando que alma y cuerpo son la misma sangre, conforme el tiempo pasa una segunda marca va tomando forma alrededor del brazo derecho lo que nos dice que alma y cuerpo al pensar y actuar como uno solo son mas fuertes que por si solos. Cuando se realiza el cambio, la Marca se modifica con el. En los Creados es diferente: reciben la Marca en el brazo al nacer pero no se les forma ninguna otra, no tienen la capacidad de generarla por si sola y derrepente un escalofrío me recorre por completo sólo de imaginarme el dolor que debe sentir un recién nacido al ser Marcado.
Miro a ambos lados de la calle en busca del autobús y es entonces cuando lo veo: dos cuadras más abajo alguien cubierto en un abrigo negro de la cabeza hasta los pies camina rápidamente dándome la espalda, pero eso no es lo que llama mi atención, sería incapaz de confundir ese matiz rayado del alma que camina a su lado por lo que esperando a que mi mente no me esté jugando una mala broma cruzo la calle a toda prisa con intención de seguirle.
-¡¿A donde vas?! ¡llegaremos tarde al Instituto! -Oigo gritar a Clary detrás de mi, pero mi mente y todo mi cuerpo está sumergido por completo en la tarea de seguir al sujeto del abrigo negro.
Este, como si supiera que está siendo seguido apresura el paso conforme me acerco y desaparece doblando la esquina. Obligo a mis pies a correr con mas prisa para poder alcanzarlo, el viento helado me golpea la cara y hace que mi cabello me cubra el campo de visión rodeandome de una mezcla de negro y azul, lo aparto sin cuidado alguno y me apresuro aún más, tengo que llegar hasta el.
Y aunque realmente no se que estoy buscando algo dentro de mi me grita que debo seguirlo. Llego hasta la siguiente esquina y me veo obligada a detenerme en seco, la calle anterior había permanecido desierta sin embargo en esta no había sucedido lo mismo. Hago lo posible por hallarle el rastro entre el mar de gente que camina calle abajo y me toma unos segundos encontrar a la única persona que camina en dirección contraria.
Sin dudarlo ni un segundo salgo disparada hacia él, empujando a todo el mundo que se interpone en mi camino.
-¡Hey! -Le grito esperando que me escuche.-¡Hey, detente!.
Pero no hay respuesta, continúa andando apresuradamente y acto seguido vuelve a desaparecer en un callejón. Justo cuando creo que le he perdido el rastro llego a la esquina
«una calle sin salida, gracias a Dios» pienso. Miro a ambos lados buscándolo, pero lo único que veo son escaleras en las paredes que conducen al techo, una que otra paloma oportunista que picotea las bolsas de basura en busca de comida, un mural lleno de unos símbolos que no logro reconocer y nada más. no hay rastro de el.
-¿Que haces? -Escucho a alguien decir detrás de mi. Volteo de golpe y se me hiela la sangre.
-Pero tu... ¿Como rayos hiciste eso?
-Soy yo quien hará las preguntas ahora. -Responde en un tono glacial. -¿Porque me estás siguiendo?
Pero soy incapaz de hablar, es el, quien anoche me observaba desde la cornisa de enfrente, fue el quién quería que me quedara, o al menos lo había sido, quien ahora me repetía las mismas palabras que salieron de mi boca al verlo. ''¿Que haces?''
-¡Respondeme! -Grita.
sus ojos, de un verde profundo, me interrogan con algo más que sorpresa y furia... miedo.
-Bien, no respondas... -Empieza a avanzar hacia mi obligándome a retroceder, su alma abre sus enormes fauces dejando salir un rujido ensordecedor y enseñando sus largos y letales colmillos.-Te haré hablar de todas formas.
Dice empujandome contra la pared tirando abajo todo espacio entre nosotros.
-Sueltame. -Le digo sosteniendole la mirada. Poso mis manos firmemente en su pecho, queriendo evitar que se acerque más pero lo que realmente no puedo evitar es sentir el calor que irradia su piel bajo la mía.
-Ya veo, eres la chica del techo...-Su voz se convierte en un susurro que me recorre el rostro dejándome incapaz de pensar, incapaz de moverme o de golpearlo para liberarme.
-Te lo preguntaré una vez más y si quieres salir completa de aquí te aconsejo que respondas de una vez por todas -noto su respiración agitada mientras pretende susurrar cada palabra en mi oído -¿Porque estas...
Pero antes de que pueda oírle terminar la frase, justo antes de que pueda pensar si quiera de que manera podría empeorar la situación se escucha el sonido de una bala clavandose en la pared junto a nosotros.
El extraño del techo me suelta finalmente y puedo ver quién lanzó el disparo: Es otro muchacho, de no más de 17 años, tiene cicatrices que le recorren el impasible rostro, un arma en cada mano y una hiena que lo acompaña como su alma.
Este vuelve a disparar contra el extraño antes de que pueda hacer o decir algo, su cara se contorsiona en una mezcla de adrenalina, miedo y furia, el tigre ruje y todo a nuestro alrededor explota volviendose irreal.
Demasiado rápido como para creer que está pasando el extraño del abrigo negro corre hasta el muchacho de las cicatrices y antes de lanzarse sobre el, su alma cambia en un abrir y cerrar de ojos transformándose en un enorme, oscuro y letal oso. Tres segundos más tarde tiene inmovilizado en el suelo a su atacante, sin llegar a moverme observo como aquel extraño de la sonrisa encantadora saca un largo cuchillo de su abrigo negro y acto seguido le rebana el cuello al muchacho de las cicatrices dejando tras de sí un hilo de sangre que aumenta y se extiende por el suelo.
-¡¿Que demonios está pasando aquí?! -La intensidad de los últimos 20 minutos hace que exploten en mi una mezcla de adrenalina, incomprensión y horror -¡lo has matado!
-Tu no lo entiendes, jamás lo harías...-Dice limpiando la sangre del cuchillo. -la libertad tiene su precio, mucho más cuando estás siendo cazado por ellos.
Mira una última vez al muchacho tendido en el suelo y me busca con la mirada queriendo hacerme entender algo a través de sus profundos ojos verdes.
-Lo siento... por todo. -Dice antes de salir corriendo.
Apoyo mis manos en las rodillas haciendo un esfuerzo por volver a respirar y conseguir que mi corazón vuelva al lugar que le corresponde, pero hay demasiadas cosas en mi cabeza.
''La libertad tiene un precio, mucho más cuando estás siendo cazado por ellos'' había dicho, pero...¿Cazado por quienes? aquel muchacho de las cicatrices no era un Interfector, no pertenecía al Ministerio.
Había algo más.
Algo que hacía que sus ojos verdes reflejaran temor por encima de todas las cosas, algo que no le dejaba vivir en paz y no me toma mucho tiempo notar que dentro de mi también hay algo más: la forma de su respiración en mi oído, aquellos ojos profundos intentando decirme algo, la idea de que no estoy sola, de que el es uno de los míos... Busco en lo más profundo de mi ser intentando encontrar el origen de todo esto pero todo en mi esta atrapado entre lo que es real y lo que no lo es, nada me permite pensar con claridad.
La lluvia sigue cayendo sobre la ciudad conforme me preparo mentalmente para lo que vendrá. Meto mis manos en los cálidos bolsillos una vez más y camino con intención de llegar al Instituto o con suerte perderme en el camino.
***
La entrada del Wisdom Manor Institute nunca habia estado tan desierta como lo está en estos momentos, he llegado tarde y aunque he obtenido más preguntas que respuestas realmente ha valido la pena ¿realmente ha valido la pena?... Todo a mi alrededor sigue sumergido entre las profundidades de lo irreal.
Abro con dificultad las pesadas puertas de mármol y me adentro sin deseo alguno en la escuela.
He pasado encerrada entre estas paredes tapizadas de mentiras y llenas de secretos los últimos cinco años. El Instituto Wisdom Manor es uno de los mejores en la ciudad, «entre más mentiras ocultes más famoso serás.» pienso conforme llego a las enormes escaleras blancas donde el lema del Instituto reluce ante mis ojos una vez mas:
«After the darkness I hope to see the light and the truth hiding into the deep black souls.»
Mi clase se encuentra en los pisos de arriba, cinco pisos más arriba, para ser exactos. Conforme llego a la escalera y observo como pongo un pie delante del otro sin gracia recuerdo la primera vez que entre en el Instituto.
«-Sigame señorita Blackwell...-Había dicho el director Manor con voz roncallevandome por un pasillo de techo azul zafiro y pisos blancos que conducía a un patio lleno de niños y jóvenes.
-Como podrá ver en este Instituto los estudiantes están divididos por Marcas. Dependiendo de cuál sea la suya será asignada a una clase especial.
Me miródetenidamenteasegurándose de que entendía cada palabra que decía antes de hacerme entrar en una habitación enorme y limpia. En la placa arriba de la entrada se podía leer: «Enfermería»
-La dejaré en manos de la señorita Laurent, ella tomará algunos exámenesfísicos y psicológicos de usted y le dirá a que clase será asignada. -El señor Manor camina hasta la puerta deteniendose solamente para agregar: -Espero que se sienta como en casa.
Y acto seguido la puerta se cierra tras el.
-Soy la doctora Laurent, pero puedes llamarme Isabelle.- y en ese entonces su voz era bastante suave.
-Muy bien ¿Que tal si empezamos por hacerte unos análisis?
Isabelle me conduce hasta una camilla al final de la sala y se dirige hasta una pequeña mesa donde sus finos y pálidos dedos toman una jeringuilla.
-¿Para que necesitan la sangre? -Pregunto intrigada. La doctora Laurent me mira con expresión confusa, como si nadie antes le hubiese hecho aquella pregunta.
-Nada que pueda preocuparte. -Responde distante.
con sumo cuidado hunde la jeringa en mi piel dejando que la sangre corra hasta llegar a la medida que busca.
-¿Porque todos están divididos? -vuelvo a preguntar con una curiosidad palpable.
-Te gusta hacer demasiadas preguntas. -Dice tratando de ocultar una mezcla de emoción y preocupación, como si estuviera apunto de encontrar algo que está totalmente prohibido.
-Escucha...-Me dice sentándose en la camilla junto a mi y su voz se convierte en un susurro. -La curiosidad puede llevarte lugares muy peligrosos ¿comprendes?
Asiento levemente.
-Te daré un primer y último consejo: en este lugar será mejor que no hagas muchas preguntas o ellas pueden llevarte por un camino que nunca quisieras enfrentar ¿entiendes lo que te digo?
Vuelvo a asentir, sin embargo lo único que comprendo es la forma en que me mira IsabelleLaurent y es algo más que preocupación, es algo más que la necesidad de hacerme entender con la mirada algo que no puede decir...es miedo.
-Ya puedes irte. -Había dicho.
-¿Que hay de los exámenes, mi clase y todo lo demás? -Le pregunté.
-Olvidate de ellos...-Isabelle me obliga a pararme y me conduce hasta la salida. -Sabrás cuál es tu clase, lo llevas ahí. -Dice señalando mi brazo derecho y cerrandole la puerta en la cara a todas mis dudas.»
***
-¡¿En que rayos estabas pensando?! -Susurra Clary a mi espalda.
En el momento en que abrí la puerta de la clase la maestra Chace no pudo evitar lanzarme la peor de sus miradas de desaprobación. Entré sin cuidado alguno, dejando huellas húmedas detrás de mi a causa de las botas mojadas, le inventé la excusa de que mi padre me había llevado tarde y tomé asiento cuando noté que no pudo evitar creerlo. Sebástian Blackwell puede no ser mi padre biológico pero es un hombre poderoso.
-¿¡Porque te fuiste sin decirnos nada!? -Insite Clary detrás de mi.
-No es nada...-Respondo sin ganas.
-No es nada... ¿Te desapareces por entre las calles sin decir siquiera adónde vas ni porque y dices que no es nada?
-¡Markshade! ¡Blackwell! ¡cierren la boca!. -Grita la maestra Chace desde el otro lado de la clase, sin embargo Clary parece no querer acabar con la conversación.
-¿Que te sucede hoy Zeke? y está vez no lo digo de broma.
-¡Clarissa Markshade...! -Grita Chace una vez más y logro ver su cara arder de furia al acercarse.
-No me diga nada maestra...-Dice Clary con las manos en alto interrumpiendola. -Me iba a ir de todas formas.
y sale precipitadamente de la clase.
***
La asignatura de Chase tal vez sea la más importante sin embargo no hay nada que me haga apartar la mirada de lo que ocurre justo bajo mis ojos.
Ha pasado media hora desde que Clary se ha ido de la clase de Historia y dentro de ese tiempo lo único que la he visto hacer es sentarse en el suelo, comprobar la hora en su reloj con gesto impaciente, encender un cigarrillo y tirarlo aún encendido sin mirar siquiera a quien o en que iba a caer.
Luca Di Geovanni, un alumno de la clase en la que esta Charlotte, también esta ahí y de repente no puedo evitar notar que ha empezado a discutir con Clary sobre las veces que le ha quemado la ropa en los últimos dos meses.
-¿¡Quien te piensas que eres Markshade!? -Le grita Luca en tono desafíante enseñandole su camisa hecha jirones.
Sin embargo Clary no se mueve.
-¡Te estoy hablando pedazo de inútil! -Insiste enojado.
Luca camina alrededor de Clary, mientras adentro la clase pierde por completo el interés por la maestra Chace y se concentra en lo que está a punto de pasar.
-¿¡Que te parece si te quemo la ropa también!? ¿¡Eh!?.
Continúa gritándole a Clary haciendo el mayor de los esfuerzos por provocarla y conseguir hacerle iniciar una pelea de la que pronto se arrepentirá.
-¡Oye Clara...!-Grita Luca y noto el error número uno. Odia que le llamen de esa forma.
Pero para sorpresa de todos, incluido el propio Di Giovanni, Clary no se inmuta.
Sin embargo Zarem empieza a moverse de una manera extraña e inquieta a su lado.
-Ya veo que no te importa en absoluto si te quemo la ropa y quedas completamente desnuda ante los ojos de todos, así que dame un segundo, buscaré algo que realmente te duela... -Camina de lado a lado dando la apariencia estar pensando por un momento.
-Ya se...-Dice finalmente y una sonrisa cruel se le dibuja en el rostro al decir con deleite cada palabra de la siguiente frase. -Tu padre murió ¿no?, que lastima Markshade...-La calma de Clary es sorprendente sin embargo no durará para siempre.
-Pero hay algo que no sabes...-Continúa diciendo y noto como durante una fracción de segundo en el rostro de Clary se dibuja la tensión. El cuerpo de Zarem se contorsiona de un modo que se asemeja a lo sobrenatural y nadie ademas de mi parece notarlo .
Salgo rápidamente de la clase, conozco esas reacciones, esto es una bomba de tiempo.
Logro llegar hasta ellos justo en el segundo exacto en el que las palabras de Luca inundan violentamente el espacio.
-¡LO QUE NO SABES ES QUE MURIÓ SIENDO UN DESGRACIADO!
Y por enésima vez todo estalla bajo el frío cielo gris.
Clarissa Markshade se pone de pie en un salto, lanzandole una mirada de muerte a Luca y nos sorprende a todos corriendo en dirección a este, que se da cuenta y comienza a retroceder, pero ya es demasiado tarde. Con una mano Clary lo sujeta fuertemente por el cuello de la camisa haciendo que sus pies se aparten del suelo y su otra mano se cierra con fuerza en un puño nada parecido al que está mañana estaba amenazando a Eliott. El chico que hace sólo segundos andaba en busca de una pelea con Clarissa ahora se debatía con fuerza en el aire queriendo zafarse de ella.
-Maldito. -Le oigo murmurar entre dientes y eso basta para ver a Luca hundir su rodilla en el estómago de mi amiga. De repente tan rápido y fuerte como cae un rayo, ante los ojos de todo el Instituto Zarem se lanza sobre Luca dejando ver no solo el porque actuaba de manera tan extraña sino el nuevo riesgo con el que estaremos obligados a cargar:
Zarem ha cambiado.
Son los gritos de horror que vienen de Luca los que me obligan a reaccionar, corro hasta el y hago lo posible por apartarlo de Zarem.
-¿¡Que rayos fue eso!? -Grita una vez de pie con la voz corrompida por el terror, tiene heridas que sangran levemente en el rostro y el pecho a causa de la confrontación que tanto andaba buscando.
-¡Que alguien me explique que demonios está pasando! -Continúa gritando asustado a mis espaldas. Nerviosa miro rápidamente hacia ambos lados del edificio, no hay manera de fingir que esto no está pasando. Todos han sido testigos. La han visto cambiar.
Sin llegar a dudarlo ni un segundo tomo la mano de Clary y salgo corriendo con ella lejos de la sangre de Luca y lejos de las sombras del Instituto.
***
Atravieso las calles de camino a casa llevando a Clary conmigo sin importar lo que puedan pensar los Creados que nos miran desconcertados desde la acera al vernos pasar a toda velocidad. Todo dentro de mi es una mancha borrosa llena de confusión, temor y a la vez fascinación que hace que el mundo se desvanezca a mi alrededor. Apenas logro notar que hemos llegado y sólo vuelvo a estar consciente hasta que la puerta se cierra a mi espalda. Dejo caer todo el peso de mi cuerpo en ella y miro a Clary buscando respuestas, pero para cuando mis ojos la encuentran esta paralizada viendo más allá de mi.
Lo único que se escucha en el silencio que hay entre nosotras son nuestras respiraciones que luchan por tomar un poco más de aire como si estuviéramos ahogandonos en secretos.
-Me debes una explicación. -Digo entre jadeos, prefiero morir ahogada a falta del aire y no porque tuve mucho que decir y nunca lo hice.
Clary permanece en silencio mirándome con una expresión que jamás podré descifrar.
-¡Quiero que me expliques que diablos acaba de pasar ahí afuera! ¡¿Tienes idea del peligro que esto representa?! -y cuando menos lo noto ya estoy gritando.
-¿¡Acaso crees que lo que acaba de pasar con Luca en el Instituto fue planeado?! ¡Porque hace cinco minutos no tenía idea de que podía causar algo como eso! -Dice caminando hacia ambos lados. -¿¡Acaso crees que no se que esto es peligroso!? -Asegura, sin embargo la realidad es mucho más cruda de lo que podría imaginarse.
Camino hasta llegar a ella, la tomo suavemente de los hombros y le digo:
-Clarissa Markshade eres una Cambiante ahora y si te descubren te matarán.
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