EPÍLOGO
[ THE FIRST WOMAN ]
EPÍLOGO
❛se había convertido en un viejo recuerdo❜
ESTABA EN BLANCO. Total y completamente en blanco.
La Sharon Carter que conocéis habría gritado, insultado y pataleado contra sus adversarios. Habría jurado y perjurado que no se saldrían con la suya y finalmente habría conseguido escapar, riéndose de sus captores y sacándoles el dedo de en medio para después castigarles con alguna que otra descarga eléctrica.
Pero la Sharon Carter de aquel momento estaba atada, sedada, amordazada, torturada, confundida y, por muy increíble que pareciese, asustada. Sabía que estaba en problemas y que esta vez no habría escapatoria. Lo sabía porque estaba débil y porque había perdido las fuerzas para luchar.
No tenía un plan b, una estrategia, una salida. La habían atrapado. Y lo peor de todo, nadie lo sabría.
Admitir todo aquello hacía que me entraran ganas de llorar. Parecía otra persona. La clase de persona a la que le habría gritado para que moviera el culo y siguiera intentándolo. Pero es que era imposible, no tenía otra alternativa.
Quizá me estaba rindiendo. Quizá estaba admitiendo mi fin. Quizá todo el dolor que sentían mis músculos, toda la sangre seca acumulada en mi cuello y brazos, toda las lágrimas sucias de mi rostro, quizá todo eso era un incentivo a mi redención. Quizá ya era mi hora. Quizá Steve me esperaría.
Sollocé, aprovechando que estaba sola en la habitación para desahogarme.
Pensar en Steve dolía más que todas las torturas del mundo juntas.
Pero entonces me acordé de algo. De alguien. Y eso fue aún más doloroso.
Pensé en Peggy, en mis padres, en Howard. Ellos no sabían qué me habría pasado o hecho, y para cuando lo supiesen, seguramente ya sería demasiado tarde.
Grité de rabia porque no había tenido la oportunidad de despedirme adecuadamente de mi hermana. Ni siquiera había dicho a mis padres que me marchaba. Estaba tan convencida de que tan sólo era una misión más. Y de hecho, lo habría sido de no ser por el traidor de Adam Roth.
Sabía desde el primer momento que ese hombre no venía con buenas intenciones. Era demasiado raro que una persona que había estado trabajando durante años para Hydra, justo después de haber muerto su líder, se pasase al bando contrario. ¿Que buscaba el perdón de la sociedad? No lo creo. Estaba confirmado. Era un traidor y lo había sido desde el primer momento.
Me imaginé la cara que se le quedaría a Howard al enterarse de lo que había estado tramando Roth y de lo que finalmente había conseguido. Me pregunté si se sentiría culpable por lo que me había pasado y de si intentarían venir a por mí. No dudaba de ello. Howard era de los mejores hombres a los que había tenido la oportunidad de conocer.
Pero ya lo había mencionado antes. Estaba perdida. Perdida en el total significado de la palabra. Perdida porque para empezar ni siquiera sabía dónde estaba, tan sólo podía identificar un foco iluminando de lleno mi cara, cuatro paredes blancas y miles de máquinas y aparatejos a mi alrededor. Perdida, aparte, porque no tenía escapatoria. Porque no podría salir de aquí. Porque sabía que este era mi fin.
Y aunque me negara a admitirlo, aunque odiara la idea de rendirme, aunque me reventara el hecho de no volver a ver a mi hermana ni a mi familia, de dejar a Howard con ese horrible sentimiento de culpa; aunque todas esas cosas me hicieran rabiar por dentro y querer romper las cadenas que me retenían, simplemente, no podía.
La puerta entonces se abrió estrepitosamente, rompiendo el monólogo interno al que me estaba debatiendo. Cerré los ojos con fuerza cuando Roth acercó la lámpara hacia mi rostro, cegándome por completo. Parpadeé varias veces, luchando con la intensidad de la luz que casi parecía quemar mis retinas. Escuché a Roth carcajear.
─Lo siento, querida -siguió riendo- ¿Venimos en mal momento? Podemos dejarte unos minutos más y desahogarte tranquila.
─Púdrete -escupí con la voz ronca.
─No te conviene desafiarme.
─A ti tampoco -rugí, sacudiéndome en la camilla, haciendo tintinear las hebillas de las cintas que me retenían de pies y manos.
─Es inútil -ronroneó al verme sufrir, disfrutando de mi impotencia por no poder deshacerme de las cadenas- No vas a poder salir, no tienes escapatoria.
─Me das asco.
─Y tú a mí pena -chasqueó los labios- La que te espera, soldadito.
─¿Qué queréis de mí? -pregunté. Ya que acabarían matándome de todas formas al menos merecía saber sus planes.
─De ti, exactamente, nada -contestó, haciéndome fruncir el ceño- Porque vamos a hacer de ti alguien diferente. Alguien nuevo.
─No voy a ser vuestra maldita rata de laboratorio.
─Oh -exclamó, fingiendo haberse desanimado tras mi respuesta- Pero es que no te queda otro remedio, querida.
─Matadme si queréis, que sea rápido. Prefiero que me cortéis la garganta a ser vuestra estúpida marioneta.
─Entonces lo siento mucho, Agente Carter, porque no le quedará otra que aguantarnos durante mucho, mucho tiempo.
Sonrió, mostrando una hilera de dientes blancos y alineados perfectamente. Su cabello estaba peinado hacia un lado y una bata blanca le llegaba hacia más abajo de las rodillas. Deparé entonces en la presencia de dos soldados a su lado, mirando hacia mí como si fuese un experimento fallido, un bicho raro.
─Llevadla a la cámara de congelación -musitó entonces, haciendo que los hombres se acercaran a mí.
─¿Qué? -pregunté confundida, sacudiéndome, evitando el contacto de las manos de aquellos desconocidos- ¡Soltadme!
A pesar de gritar y forcejear contra los soldados, consiguieron llevar mi camilla hacia unos pasillos terriblemente iluminados que conducían a una sala estéril y poco amueblada. Una de las paredes estaba hecha de metal y en ella se distinguieron varios compartimentos. Roth, que ya estaba ahí, me miró y sonrió al mismo tiempo que alzaba una jeringuilla con un extraño líquido ambarino mientras otro de sus hombres desplazaba los anteriores compartimentos en lo que parecía ser una tabla metálica lo suficientemente larga como para caber un cuerpo humano. Un humo gélido y opaco salió de los orificios, llegando a la piel desnuda de mis brazos, cara y piernas.
Entonces lo comprendí todo.
Sería su rata de laboratorio, estaba en lo cierto. Y lo sería para un largo tiempo.
Roth se acercó a mí con la jeringa en la mano. No grité, no me opuse a la presión que ejercían los soldados sobre mis hombros para inmovilizarme. Simplemente contuve el llanto porque no quería soportar más humillación por parte del científico alemán. Aunque, por muy fuerte que me creyera, acabé sollozando, asustada y enfadada.
Sentí la punzante aguja clavarse en mi cuello y el peso del suero recorrer mis venas. Noté cómo las ruedas de la camilla chirriaban, lo cual significaba que estaban moviéndome otra vez. Me pesaban los párpados y las extremidades se me enfurecieron. Sentí el hielo del compartimento acariciar mis dedos.
La fría superficie metálica soportó mi espalda y deslizaron el cajón hacia el interior, las piezas herméticas cerrándose y sonando toscamente.
Terminé por cerrar los ojos, el sueño venciéndome, el frío calándome.
Peggy, Howard.
Steve.
Ya no había nada más en lo que pensar, no era consciente de la negrura total que me absorbía.
Ya no era nada más que un trozo de carne congelada, un juguete de Hydra, un viejo recuerdo, un arma más.
Ya no era nada.
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Viernes y, tal y como dije, final de temporada.
Aquí está, aquí termina. The First Woman ha llegado a su fin.
No sé qué pensaréis sobre este final. Si ya os lo esperárais, si os ha pillado por sorpresa, si os esperabais algo mejor y os he defraudado. La verdad, no tengo ni idea de cómo reaccionaréis, pero os prometo que van a llegar tantas cosas...
Yo aún no me creo que se haya terminado. Quiero decir, aún quedan unas tres temporadas más que tengo en mente (sí, cuatro, podéis ver los títulos en la página principal del book), pero aquí es donde termina y empieza una nueva etapa.
Cuando terminas una historia, o al menos una parte de ella, es algo maravilloso, en serio. Es como que has hecho algo tuyo, algo propio, y que por mucho que haya costado tienes ahí la muestra de tu esfuerzo.
Las que escriben saben a lo que me refiero, aunque sólo sea una temporada de nada para vosotras, hay mucho detrás para la que lo escribe. Es importante, es un pedazo de ti.
Yo he dedicado mucho a esta historia y siento que vosotras formáis parte de ella, porque sin duda vuestro apoyo ha sido una parte fundamental para la continuación de esta novela. Hay un pedacito de Sharon Carter en cada una de vosotras de la misma forma que lo hay en mí al darle vida.
Aunque esta mujer no sea de mi invención, ya que Stan Lee es el responsable de su existencia, siento que le he dado algo de vida al personaje, siento que le he dado mi toque, ya que al fin y al cabo la he personalizado a mi gusto. Siento que Sharon Carter soy yo, y siento que con esta nueva temporada que está por venir, no sólo descubriréis a una nueva Sharon Carter, sino una nueva Mina VegPOR DIOS esto está siendo muy dramático stop, no puedo seguir escribiendo estas tonterías.
Uf, en serio, odio ponerme cursi y mega seria, no es mi type. En serio no sabeis las ganas que tenía de acabarlA PORQUE ME ESTABA MATANDO ESCRIBIR SIN EL CAPI osea hacer una novela de sexy stevie y que no salga en tantos capítulos es UNA TORTURA y encima después segunda temporada con todo el dramón de Sharon sin Steve ay dios mío eSO SÍ QUE VA A SER UNA TORTURA oops spoiler? sorry.
Na, Steve aparecerá muchisisisisimo en la siguiente temporada LA CUAL empezará a ser publicada a mediados de marzo o tal vez finales, más o menos.
Osea, en unos días subiré la sinopsis y el prólogo pero hasta marzo finales no subiré oficialmente capítulos oficiales bc quiero algo de tiempo
Osea que sólo tenéis que esperar hasta finales de mARZO, PACIENCIA PEQUEÑOS SALTAMONTES
Y BUENO QUE YA NO ME ENROLLO MÁS TRANQUILAS TRONCAS BAJAD LAS ARMAS PODÉIS MATARME A COMENTARIOS ASESINADME YA SÉ QUE SOY CRUEL CON ESTE FINAL PERO ES LO QUE HAY A MÍ LAS FLORES Y LOS CORAZONES NO ME VAN
las q me conocen ya saben q mis historias cuánto más drama mejor, y no sabéis el drama que está por venir muAJAJAJ
en fin delfín, que muchas muchas gracias por llegar hasta aquí. Gracias a las que llevan aquí desde el principio, en especial a Área y Ladylaura (besitos guapis okm💕) y muchas más como Jessica, Mina y pffffff tropecientas mil más a las que llevo en mi corazón. A las que empezasteis a leerme y después a los diez capítulos me abandonasteis cruelmente que os den, no os merecéis mi amor. PERO AL RESTO OMG OS QUIERO HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ
¡nos vemos el viernes que viene con la sinopsis de The Woman out of Time!
PD: no olvidéis votar The First Woman en el concurso de avengxrsawxrds. Si necesitáis más información está todo en la entrada anterior.
Byeeee<3
-Mina Vega, xx
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