Único.
(No sé mucho de omegaverse, así que perdón por lo cutre JAJDJS)
Era una fresca mañana de otoño, los árboles dejaban caer sus hojas, se oían algunas aves y las voces de algunos vendedores.
Nos centramos en dos chicos, quienes dormían cómodamente abrazados bajo unas cuantas mantas, un joven omega de nombre Andrés y su alfa, llamado Ari.
La habitación estaba en un total silencio, eso hasta que el mayor de ambos despertó, sonrió al ver a su chico dormido cómodamente.
Sonrió y acarició su cabello mientras lo olía y se apegaba a éste, era un dulce y empalagoso aroma duraznos.
El castaño pronto despertó, miró a su pareja y sonrió, acomodándose en su pecho e inhalando su aroma a menta con cítricos.
Valla que estaban muy enamorados, de hecho, eso les queda corto.
Sparta: Buen día, Ari
Raptor: Buen día, precioso ¿Cómo dormiste?
Sparta: Dormí bastante bien, gracias ¿Y tú?
Raptor: Jaja, todo bien, lindo
Se levantaron con algo de pereza, el pelirrojo se fue a dar una ducha, mientras el otro chico, aún en pijama, se dirigía a la cocina para preparar lo que sería un delicioso desayuno.
Tomó una sartén, le untó un poco de mantequilla y en lo que se calentaba preparaba una mezcla para hotcakes.
El pelirrojo pronto entró a la cocina, vio a ese dulce chico de espaldas a él, no evitó mirar su delicado cuerpo, era algo pervertido, así que no dudó en darle una nalgada.
Sparta: ¡Gonzalo!
El otro rió y besó la mejilla del chico.
Raptor: Vale, lo siento, es que es grande y no pude evitar no hacerlo
El otro rodó los ojos con una sonrisa en sus labios y sirvió su desayuno en dos platos.
Sparta: O-Oye...¿Has pensado en tener hijos?
Raptor: Mmh...no, estamos muy bien tú y yo
Sparta: No es que no lo estemos, es que...no lo sé, me gustaría que tuviéramos un bebé
Raptor: No, Andrés, yo no estoy listo para eso
Sparta: P-Pero yo sí
El otro chico tomó sus mejillas.
Raptor: Déjame pensarlo ¿sí?, por ahora mi respuesta es no
Sparta: P-pero podemos discutirlo y-
Raptor: Felipe, ya te lo dije, no estoy listo, no quiero, no tengo paciencia como para estar cuidándolo y estamos bien, podemos pasar tiempo nosotros dos juntos...y ¿No crees que es muy pronto?
Sparta: Tenemos 5 años casados, Ari
Agachó la mirada y comenzó a comer.
El pelirrojo se sentía entre la espada y la pared, no quería un hijo, al menos no por ahora, pero tampoco quería romper la máxima ilusión de ese lindo chico.
Raptor: Mira...¿Te parece si en unos días hablamos sobre esto? Lo pensaré mejor ¿Vale?, es una responsabilidad muy grande y para toda la vida y yo no me siento muy preparado para esto
Sparta: Supongo que está bien
[...]
Al rato, el pelirrojo se iba de camino al trabajo, sentía la tristeza de su chico, y odiaba ser quien causara eso, pero tampoco "arruinaría" su tranquilidad.
Raptor: Andy, no quiero verte triste, por favor, mi amor
Lo abrazó.
Raptor: Entiéndeme, cariño, sé que quieres formar una familia pero yo no me siento preparado, tengo miedo
Sparta: Está bien, entiendo...
Raptor besó sus regordetas mejillas.
Raptor: Es mejor que me valla, se me hará tarde
Sparta: Ve con cuidado
Raptor: Lo haré, te amo
Se besaron, el pelirrojo salió de casa y subió a su auto.
Y de vuelta a la misma rutina de siempre, no la odiaba, para nada, pero también le hacía falta un poco de compañía.
[...]
Pasaron unos cuantos días, el castaño estaba un poco más serio de lo normal, aunque eso no quería decir que fuera frío con Ari.
El otro estaba estresado, pensaba en los pros y contras de tener un hijo, eso lo asustaba, pues cuando tenía doce años, lo dejaron a cargo de un bebé, pero éste tuvo un accidente y se lastimó, por poco moría, sus tíos lo llamaron "inútil" y no quería que pasara lo mismo con su propio hijo y que el castaño lo odiara, nunca se lo dijo, de hecho a nadie de sus amigos. Tenía un lío enorme en su cabeza y el otro chico lo sabía.
Estaban recostados en la cama, dándose la espalda, el castaño se volteó y abrazó a su chico.
Sparta: ¿Estás molesto?
Raptor: No es nada, Andrés
Sparta: Tu tono de voz te delata...está bien si no me quieres decir
Raptor: E-Es que...cuando tenía doce años mis tíos me dejaron a cargo de mi primo, lo descuidé por unos minutos y cayó desde el primer piso y...¡No quiero que eso pase si tenemos un hijo! Yo...yo no quiero que me odies por eso
Sparta: Ari...yo...no sabía de eso, lo siento por ser tan imprudente...es solo que yo me siento algo solo y...bueno, ya lo sabes
El pelirrojo se dió la vuelta.
Raptor: Sólo no quiero que le pase nada
Sparta: Tenías doce años, Ari, la culpa fue de ellos por dejarte a cargo de un bebé, ahora...sé que nunca dejarías que algo le pasara
Le besó tiernamente.
Raptor: Hay que...intentarlo
Sparta: ¿Estás seguro?
El otro no respondió, sólo se dirigió al cuello de su pareja y comenzó a besarlo.
Al rato, ambos sentían la temperatura crecer dentro de ellos, inhalaban las feromonas que soltaba el otro, creando un ambiente excitante.
[...]
Se desnudaban con lentitud, beso tras beso exploraban el cuerpo del otro.
al separarse se miraron, ambos jadeaban, sus cuerpos estaban muy pegados, los ojos del castaño estaban soltando ligeras lágrimas de placer.
El pelirrojo quitó el pantalón y el bóxer del chico, encontrándose con aquella rosada entrada, algo mojada.
[...]
Las embestidas eran veloces, pero delicadas en cierta manera, estaban recostados, el castaño con sus piernas a los costados de Ari.
sentía que estaba en el cielo, que tocaba las nubes con cada embestida que chocaba con su próstata, mantenia los ojos entreabiertos, algo lagrimosos, abrazaba a su chico aferrándose de su espalda.
Y ni hablar del otro, sus ojos estaban cerrados y mordía su labio inferior para evitar gemir.
Y de un momento a otro, el pelirrojo sintió el orgasmo llegar.
Raptor: M-me vengo, Andy~
Sparta: Ah..~ Ah~ A-Ari~..!
El castaño lo apresó con sus piernas, impidiendo que saliera.
Raptor: A-Aah~.. Mierda~ nunca lo había echo dentro..~
Sparta: ¡Mmh, oh sí~!...
Gimió sintiendo aquél cálido líquido en su interior, sintió la base del miembro que estaba dentro de él, crecer, impidiendo su salida, a la vez que más de ese líquido lo llenaba.
Aún unidos por el nudo, rieron felices, se dieron un beso algo tranquilo mientras se recostaba junto al castaño, obviamente sin salir de él.
Sparta: Te...te amo, Ari
Raptor: Y yo a ti, Andy
[...]
Unas semanas después el castaño estaba en el baño, tenía una prueba de embarazo en sus manos, "¡que sea positivo!" "¡que sea positivo!" susurraba repetidamente.
Finalmente, la segunda rayita apareció, no pudo evitar sentirse feliz.
Esperaría a su esposo, por lo mientras cocinaría su platillo favorito.
[...]
Raptor: ¡Volví, cariño!
Entró a la cocina, viendo al chico sacar algo del horno.
Sparta: Oh, llegaste temprano
Raptor: Bueno, me dejaron salir antes, ¿Qué haces? Eso huele muy bien
Lo abrazó por la cintura y se apegó a él.
Al rato, ambos servían su comida, la lasaña que había preparado el castaño olía muy bien, y bueno, no sólo olía.
El castaño servía un poco de vino para su novio, él tomaría un jugo.
Raptor: ¿A qué se debe esto?
se sentó frente a él.
Sparta: ¿Recuerdas lo que pasó hace unas semanas?
El otro asintió algo confundido.
Raptor: Sip, ¿A qué viene eso?
Sparta: Pues, desde antier he tenido náuseas y...decidí hacerme una prueba de embarazo
Sonrió un poco y le entregó una cajita a su esposo, éste la abrió, mostrando aquella prueba, positiva.
Sparta: ¡Seremos padres! ¡Tendremos un hijo!
El otro no sabía qué responder, estaba feliz, pero asustado.
Raptor: N-no creo que esto se me dé bien, Andrés, es decir, estoy feliz, pero tengo miedo y-
Fue callado por un beso.
Sparta: ¿Crees que yo tengo mucha experiencia con esto? Por supuesto que no, nunca he cuidado de un bebé, sin embargo, ambos lo haremos bien, nuestros padres nos pueden ayudar con alguna duda, estaremos bien
Acarició con sutileza sus mejillas.
El otro acarició su vientre.
[...]
Habían pasado algunos meses, casi cuatro, el pelirrojo se hizo aún más sobreprotector, cuidaba a su chico a todas horas y estaba pendiente de él.
¿Su inseguridad? Aún la conservaba, pero ya no le importaba mucho, su chico confiaba en que él sería un buen padre.
La pancita del castaño aún no crecía mucho, a penas y se notaba, pero sin duda a su chico se le hacía tierno.
Raptor: *lo abraza por la cintura* ¿Tus padres vendrán hoy?
Sparta: Sip, papá dice que "necesitamos contarle todo"
Rió un poco.
Raptor: Te amo, Andrés, y a nuestro pequeño o pequeña
Sparta: Me gustaría que fuera un niño
Raptor: Yo soy feliz con que sea nuestro...
Sonrió besando el vientre del chico.
[...]
Timba: ¿Así que aún no saben qué es?
Raptor: iremos la próxima semana
Sparta: Sip, en una semana sabremos qué es
Rius: ¿Y cómo te has sentido con esto? ¿No tienes miedo?
Sparta: Me siento muy feliz y estoy muy emocionado, Ari es el miedoso
Los cuatro chicos rieron.
Timba: Ari, más te vale cuidar bien a Andrés
Lo miró mostrando enojo, claramente fingido.
Raptor: Jaja, daría mi vida por él
La pareja se sonrió con dulzura.
Timba: Ay, no con nosotros presentes
Rius: Calla, arruinas el momento
[...]
Este día, irían al hospital a hacerle un ultrasonido al castaño, sabrían el sexo del bebé.
El pelirrojo recién despertaba, miró a su esposo dormir tranquilamente, no quería despertarlo, pues le encantaba observarlo acomodarse de vez en cuando entre las mantas e inhalar su adictivo aroma, lástima que tendría que hacerlo.
Raptor: Lindo, despierta
Lo movió un poco.
Sparta: ¿mmh? ¿Qué hora es?
Raptor: Las siete, recuerda que veremos a la doctora en una hora
Sparta: Joder ¿Por qué no me despertaste antes?
Se levantó rápidamente.
[...]
-es un niño, está muy sano y no se ve que haya alguna complicación a futuro
Sparta: ¡Gracias!
El otro rió un poco.
Raptor: ¿Nos podría agendar la siguiente cita?
-Yo les llamaré una semana antes de su próxima cita, por ahora no hay nada de qué preocuparse
Ambos chicos agradecieron y salieron del hospital.
Raptor: ¿Quieres ir al parque?
Sparta: Me encantaría, Ari ¡Gracias!
Lo abrazó.
Subieron al auto y se dirigieron al parque.
[...]
Ambos comían un helado, mientras estaban abrazados mirando al área de juegos, al menos el castaño, el otro lo miraba a él.
Amaba a ese chico sin duda alguna, lo amó desde el primer instante en el que se conocieron, tenía dieciocho años cuando lo conoció y quedó cautivado por aquella sonrisa, esos labios color carmín, su piel blanca y suave adornada con unas cuántas pecas, ojos de un curioso y lindo tono miel y aquellos rizos perfectos.
Le pidió que fuera su novio después de un año de conocerse, tenían gustos y actitudes diferentes y eso los complementaba muy bien, eran la otra mitad que les faltaba, así que se hicieron inseparables.
Se casaron después de dos años de relación, estaban muy enamorados como para no hacerlo, el pelirrojo era muy amoroso con su chico, el otro era algo tímido pero sin duda amaba a Gonzalo.
Dejando de lado su historia de amor y concluyendo que se aman demasiado, el castaño estaba mirando fijamente a un chico que jugaba con un tierno niño, era algo gordito y su cabello era rubio, sus ojos de un tono negro bastante profundo y su piel muy clara, su padre era alto y delgado, ojos azules y cabello negro, su piel era casi blanca.
No pudo evitar imaginarse a su esposo Ari con un pequeño entre sus brazos.
Sonrió y se acomodó entre los brazos de su chico.
Raptor: ¿En qué tanto piensas?
Sparta: En ti cargando a nuestro hijo
Raptor: Oww...Estás muy emocionado ¿No es así?
Sparta: Desde que te conocí me imaginé una familia a tu lado, ya sabrás por qué estoy feliz
Raptor: Ya no tendrás que imaginarlo ahora
Río y lo besó.
Sparta: Te amo, Ari
Raptor: Y yo a ti, Andrés, nunca me cansaré de decirlo
[...]
Siete meses, el pelirrojo algo asustado, pues su hijo nacería pronto.
Pintaban la habitación de su futuro hijo, azúl pastel con algunos dinosaurios.
Raptor: ¿Y qué te parece?
Sparta: No sabía que tú sabías pintar y dibujar
Raptor: Me gustaba hacerlo cuando era más joven
Sparta: Uy sí, anciano
Raptor: *ríe* Calla
Sparta: Tienes casi veintiséis años, Ari, y así te dices viejo *se ríe*
Raptor le pintó la nariz con un poco de pintura, no era tóxica, claramente.
Sparta: ¡Oye! ¡Ya tengo suficiente con la marca que hiciste en mi trasero con esa pintura!
Su esposo, por molestarlo, le dio una nalgada con las manos manchadas de pintura.
Raptor: Vale, vale, lo siento
Lo abrazó.
Raptor: ¿Te gusta?
Sparta: Es muy lindo, Ari, te quedó muy bien
Raptor: Me alegra que te guste, precioso
Se dieron un dulce beso.
Poco a poco pasó a uno apasionado, hacía tiempo que no tenían algún encuentro amoroso y valla que se necesitaban, aunque eran conscientes del embarazo del castaño y aunque les dijeron que podían hacerlo mientras no fuera en las últimas semanas, no querían tomar riesgos.
Sparta: A-Ari...Basta...
Su esposo manoseaba su trasero y cintura mientras besaba su cuello.
Raptor: No puedo, Andrés, extraño hacerte el amor
Sparta: Espera un poco, Ari
Raptor: Esperé siete meses...
Y se preguntarán ¿Cómo hicieron durante el celo del pelirrojo? el pelirrojo solía ser algo agresivo, así que lo encerró en una habitación hasta que su celo pasara, escuchaba sus gritos "¡Andrés! Por favor ven, no aguanto esto, de verdad te necesito" "¡No te haré nada que tú no quieras!" "¡Sólo un rato, por favor, bebé!" su esposo era así, y él no caería de nuevo.
Sparta: Wow, qué necesitado
Rió y besó la mejilla de su pareja
[...]
Dormían tranquilamente después de un día agotador, habían salido a comprar ropa y objetos para el bebé, pues nacería pronto.
El pelirrojo no podía dormir, sólo giraba de vez en cuando sobre la cama ¿Cómo Andrés estaba tan calmado? Posiblemente éstas eran las últimas semanas y nunca lo notó asustado, es que sabía cómo manejar sus sentimientos, porque valla que estaba asustado.
El castaño despertó por un leve dolor en su vientre, que poco a poco se fue haciendo más fuerte, algo le decía que no era normal y sabiendo que era la última semana, llegó a la conclusión de que su pequeño nacería hoy.
Sparta: A-Ari..D-Despierta, esto duele...duele mucho
Lo movió levemente.
Raptor: ¿E-Eh? ¿Qué?
Sparta: Necesitamos ir al hospital, ya
Rápidamente se levantó.
[...]
Llevaba dos horas afuera, sin saber cómo se encontraba su chico, sólo escuchaba sus gritos "¡No puedo, de verdad no aguanto, esto duele mucho!" "¡Voy a morir aquí!".
El dolor que experimentaba, nunca lo había sentido, era mil veces peor que una patada en los genitales, o al menos eso pensaba.
[...]
Casi media hora después los gritos cesaron, un doctor salió de la habitación.
Raptor: ¿¡Cómo está?! ¡¿Está bien?!
-Descuide señor, ambos están en perfecto estado, en unos minutos les entregarán al bebé, pero puede pasar a verlo
Rápidamente entró, pudo verlo recostado en la camilla, con restos de lágrimas en sus ojos color miel, los cuales se encontraban cerrados.
Raptor: A-Andy...
Sparta: No vuelvo a tener un hijo en mi maldita vida
Dijo en un susurro mientras abría sus ojos riendo suavemente.
Sparta: Esto duele más que mil patadas en el pe-
Raptor: Entiendo, entiendo
Rió.
A los minutos, una enfermera volvió con el bebé en brazos, cubierto por una manta color azul.
-Es un niño muy lindo, felicidades
Se lo entregó al castaño y salió del lugar.
Ambos lo observaron, el castaño sintió sus ojos algo llorosos, mientras que el pelirrojo sólo sonreía al verlo moverse suavemente.
Sus mejillas eran gorditas, como las del castaño, su olor era suave, algo así como a leche.
Poco a poco abrió los ojos, eran un curioso tono color miel, muy parecido a los ojos del castaño.
Al mirarlos agitó sus manos y sonrió.
Raptor: E-Es...
Sparta: Tu hijo, Ari, sólo no te desmayes
Raptor: ¿L-lo puedo cargar?
Sparta: Ni siquiera tienes por qué preguntarme
Lo acercó a los brazos del chico, quien algo asustado lo cargó.
Su cuerpo era pequeño, frágil y muy delicado, así que con cuidado lo acercó a su pecho.
Se miraron por unos segundos antes de que el pequeño tomara entre sus manos la camiseta del chico, apretándola un poco con sus regordetas y pequeñas manitas.
Ese momento se quedaría en la mente del pelirrojo durante toda su vida, al fin era padre, dejó de lado toda esa inseguridad al momento de verlo, ahora sólo lo quería proteger de todo.
Raptor: Hiciste sufrir mucho a tu papi, eh
El bebé sin entender nada, sólo emitió un pequeño sonido.
No lloraba, sólo mantenía su vista fija en Ari, de Vez en cuando soltaba ligeras risas.
Raptor: Te adoro, Andrés, te amo, te amo y te amo
Besó los labios de su chico, quien gustoso correspondió, abrazando el cuello de su esposo.
Sparta: ¿Y cómo se llamará?
Raptor: ¿Qué te parece Haru? Es algo así como "nacido en primavera" y él nació en mayo
Sparta: Jaja, me encanta, Coronel...aunque con nuestros apellidos se oye extraño
Rieron suavemente.
Raptor: Tienes razón...¿Adrián?
Sparta: Muy común, me encanta Haru
Otro beso.
[...]
Los meses pasaron, los amigos de los chicos se enamoraron del bebé de ambos, era muy alegre y amoroso, no solía llorar y era bastante tranquilo.
Ellos no pasaron horas sin dormir, su pequeño dormía toda la noche sin problema y muy pocas veces se despertaba.
Esta noche, ambos chicos estaban sentados en el césped mirando el cielo estrellado, el castaño cargaba al niño, envuelto en una bonita manta color azul con un estampado de dinosaurios.
Raptor: Se parece mucho a ti
Sparta: ¿En serio? Yo no le noto parecido
Raptor: Tiene tus ojos y tus bonitas mejillas
Dicho esto depositó un beso en una de ellas, las cuales estaban adornadas por un bonito sonrojo a penas notable gracias a la tenue iluminación del cielo.
Sparta: Ay Ari, te amo
Raptor: Yo te amo mucho más, mi amor
Se sonrieron con amor mientras el pelirrojo, abrazaba la cintura de su joven esposo y acurrucaba su cabeza en su cuello, observando a su hijo mirarlo y sonreír.
Sin duda eran unos fantásticos padres.
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