Capitulo 7: Rastros
Aquel extraño encuentro había quedado inconcluso, y Edward lo sabía perfectamente.
Luego de aquello, Wanda había caído inconsciente por la pérdida de sangre y tuvo que ser ingresada a un hospital del lugar.
Edward: es nuestro final... El coronel va a matarme cuando se entere.. - murmuraba con una aura depresiva.
Alphonse: Asumiremos la responsabilidad del asunto, nii-san. - le contestó. - pero ahora debemos centrarnos en la salud de Wanda-san y en como vamos a resolver éste asunto.
Edward: si.. Aún debo agradecerle correctamente por lo que hizo.. - murmuró.
La charla había quedado concluida luego de aquellas palabras, Alphonse había notado que el estar en un hospital le había caído mal a su hermano mayor, pero no lograba saber si era por el ambiente y su olor, por la salud de Wanda, o por su propia vida a sabiendas de que el coronel Roy Mustang iba a quemarlos hasta la muerte.
Las horas parecieron ser eternas, y los hermanos Elric solamente podían mantenerse sentados esperando el permiso para poder entrar a ver a su compañera. Edward había rechazado el ser internado, puesto que el hospital no daba a basto debido al reciente incidente que trajo muchos heridos, sin embargo, había sido atendido correctamente en cuanto a su cuerpo de carne y hueso se tratase.
Alphonse: Tendremos que visitar a Winry cuando terminemos ésta misión. - comentó mientras observaba las abolladuras en la pierna y brazo de su hermano.
Edward: ¿Qué dices? ¡Si está perfecto! - comentó con una sonrisa nerviosa.
¿¿??: Disculpen.. - llamó una suave voz, haciendo que voltearan, era una enfermera. - Mustang-san ha despertado y pide hablar con ustedes. - les dijo mientras volteaba y comenzaba a caminar en dirección a la habitación de la nombrada.
Alphonse: ella está bien. ¿Verdad? - cuestionó algo nervioso.
¿¿??: oh, no se preocupe, por suerte pudieron ingresarla a tiempo y se encuentra fuera de peligro. - contestó, sacando un peso de encima de los Elric. - Pero me temo que no podrá realizar algún esfuerzo físico hasta que se recupere completamen-...¡¿Que está haciendo?! - exclamó al ver a Wanda ya de pié.
Wanda: pues levantándome.. No puedo estar aquí todo el dia, hay una bestia afuera que debemos detener. - contestó como si fuese lo más obvio del mundo. - Ah. ¡Hola chicos! Edward ¿Cómo estan tus heridas?
Edward: eso debería preguntartelo yo, mira el estado deplorable en el que quedaste. - señaló, haciendo que la contraria mirase su cuerpo lleno de heridas recientes. - Anda, recuestate para poder recuperarte. - le ordenó.
Wanda: ¡Pero debemos detener a la bestia! - exclamó.
Edward: ¡¿Y en ese estado quieres combatir?! - le gritó, logrando asustar a los presentes. - ¡No seas tonta y descansa! - finalizó.
Sin emitir una sola palabras, Wanda se caminó hacia la camilla y volvió a arrecostarse, dándole la espalda a los presentes.
El silencio lo decía todo, el mayor de los Elric había logrado ofender a la castaña a pesar de que no era su intención.
¿¿??: Será mejor que los deje solos... - habló la enfermera mientras abandonaba la habitación. - ¡Ah! Necesito que alguien complete los papeles faltantes de la paciente. - agregó.
Edward: Yo iré. - murmuró rápidamente.
No tenía idea de lo que tenía que llenar, pero necesitaba salir de esa situación rápidamente. Sin más, la enfermera y el Elric se fueron, dejando a una ofendida Wanda y a un extrañado Alphonse en completa soledad.
Alphonse: Etto... Wanda-san.. - le llamó mientras tomaba asiento en una de las sillas cerca de la camilla.
Wanda: ¿Hai? - contestó sin voltear.
Alphonse: Gracias..
Wanda: ¿Eh?.
Aquel agradecimiento tomó desprevenida a la alquimista, quien se levantó para voltear hacia el contrario, conectando su mirada con aquellos orbes blancos que se veían en los huecos de la armadura.
Alphonse: Muchas gracias por salvar a mi nii-san... - repitió. - Sé que puede ser bastante cabeza hueca, pero no es alguien malo.. Solo se preocupa por los demás.. - habló desviando su mirada de la castaña.
Wanda: No.. Está bien.. Lo entiendo perfectamente.. - contestó. - Es solo que.. Aquello fue una experiencia que no quisiera repetir.. - murmuró.
En su mente se repetía aquella escena en el campo de batalla, Edward siendo herido una y otra vez, cayendo y levantándose para derrotar a aquella bestia, mientras ella observaba debido a su debilidad.
Wanda: sentía que en cualquier momento podíamos morir, no quería irme sabiendo que no pude proteger a un compañero. - murmuró.
*Flashback*
Edward: si estar mal de la cabeza significa que me preocupo y apoyo a los mios, entonces soy un enfermo mental. - le contestó sin mirarle.
*Fin del Flashback*
Wanda: "Esas palabras.. Realmente me gustaría saber hasta donde llegarán.." - pensaba soltando un leve suspiro bajo la ahora atenta mirada de la armadura andante.
Una semana despues...
Aquella semana transcurrió rápidamente, el pueblo parecía haberse recuperado como si nada, y ahora el trío de alquimistas se encontraba transitando nuevamente la avenida principal.
Wanda: Edward.. - le llamó, haciendo que volteara. - Me debes un almuerzo. - musitó como si nada.
Edward: ¿Eehh? ¿Por qué? - cuestionó con una mueca.
Wanda: Dijiste que el que derrotaba a la bestia pagaba el almuerzo. - contestó levantando sus hombros.
Edward: ¡Exacto! ¡Derrotar! ¡Esa cosa sigue dando vueltas por allí y estoy seguro de que volverá! - exclamó poniendo una cara extraña.
Wanda: ¿Eso cuenta como trampa? - cuestionó dejando su pregunta al aire.
Alphonse solo podía reir levemente ante aquella situación, desconocía de aquella apuesta, pero conociendo a su hermano y a Wanda, sabía que cualquier cosa podía pasar.
Edward: Ya no importa, por ahora debemos centrarnos en.. Esa cosa. - habló por lo bajo.
Wanda: Tienes razón.. La gente está algo preocupada pero a la vez aliviada, dicen que el pueblo nunca estuvo más de 3 días sin una tormenta. - murmuró.
Alphonse: Y varios testigos afirmaron que a pesar de la brevedad de la tormenta, nunca había sido tan fuerte como la de la última vez. - agregó.
Enfrentar a aquella cosa era algo de locos, una idea suicida que posiblemente Edward y Wanda tomarían para poder salvar a éste pueblo.
Edward: Entonces.. Esperaremos un poco más e iremos al campo de batalla. - finalizó mientras entraban a un pequeño local para almorzar.
Alphonse: chicos, no creo que sea seguro que sigamos solo nosotros tres, deberiamos pedir refuerzos. - comentó.
Edward: ¿Pedirle ayuda al coronel? ¡Jamás! - exclamó tomando asiento en una mesa cualquiera.
Wanda: tu orgullo algún dia será tu perdición. - comentó tomando asiento en frente de él, y Alphonse en medio de los dos. - Bien. ¿Que quieres pedir? -.
Edward: me da igual. - musitó.
Wanda: bocadillos de pescado serán... Y un poco de leche. - murmuró.
Edward: ¡No leche! -
Wanda: ¿No que te daba igual?. - habló sumamente confundida.
Edward: ¡Mientras no sea leche, me da igual! - exclamó.
Wanda: "Es realmente insoportable.." - pensó con una gota de sudor bajando por su cien. - Mejor terminemos con esto y vayamos a investigar.. - murmuró.
Más tarde...
Aquel lugar era un caos, un campo de batalla con rastros de alquimia por doquier, y varias rocas con rastros de sangre de los alquimistas.
Wanda: ¿Tanta sangre logré perder? - murmuró tocando las rocas.
Edward: Realmente subestimamos a aquella bestia la última vez.. -.
Wanda: ya no importa, tenemos que averiguar donde se esconde. - habló. - .. Y al parecer quiere que lo averiguemos... - agregó mientras señalaba un camino de destrucción.
Edward: Andando. -.
Wanda: ¿Tenemos algún plan?.- cuestionó.
Edward: ... No realmente.. - murmuró.
Wanda: Entonces planeemos algo, no pienso tirar a morir. - contestó.
Edward: ¿Que sugieres? - cuestionó.
Wanda:...
En la noche...
La tarde había caido nuevamente, y nuestro trío de alquimistas se habían alejado bastante del pueblo, siguiendo el rastro de destrucción que podia verse perfectamente a pesar de la poca iluminación.
Alphonse: no estoy seguro de éste plan... - murmuró.
Edward: vamos. ¿Qué es lo peor que podría pasar?. - cuestionó con una leve sonrisa.
Wanda: Bueno, podriamos tener una muerte inminente. - contestó sin voltear a verles.
Edward:...Gracias por el dato...
Wanda: de nada.
Un estruendo se hizo prestente a varios metros de ellos, al voltear, vieron al espíritu de aire revoloteando en aquel cielo ahora oscuro. La bestia desprendía un particular brillo azul que le hacía resaltar entre las pocas estrellas y nubes.
Wanda: "Bingo" - pensó mientras les hacía unas señas a los chicos.
Alphonse: "Estoy sumamente preocupado por esto, espero que realmente funcione." -
En total silencio, se dedicaron a seguirle hasta llegar a un pequeño descampado con un hermoso lago.
Edward: "Está... ¿Quieto?.." -
Y efectivamente, aquella mariposa de leve brillo luminoso se reposó en una de las rocas al lado del lago, para posteriormente quedarse totalmente quieto.
Wanda: Bien... Chicos, quédense aquí. - murmuró comenzando a alejarse, pero el brazo de Alphonse detuvo su caminar.
Alphonse: No, dijimos que lo haríamos los tres. - susurró.
Wanda: Y yo dije que no, Al. - contestó rápidamente.
Edward solamente observaba en silencio aquella interacción, no quería meterse y soltar una frase indebida.
Wanda: Si no lo logro y algo me pasa, entonces huyan rápidamente, no quiero que salgan heridos. -
Edward: Nosotros tampoco queremos salir heridos.. - murmuró, llamando la atención de los otros dos.
Alphonse: nii-san.. -.
Edward: pero definitivamente estas loca si piensas que vamos a huir de una misión así. - agregó.
Wanda: ...-suspiro- No - sentenció.
Aquella afirmación había logrado molestar levemente a un confundido Edward, quien volteó a verle con una mirada molesta.
Edward: Es muestra misión, ya callate de una vez, andando. - sentenció.
Ante las palabras del mayor, Wanda no volvió a protestar, desgraciadamente conocía la terquedad de los Elric y sabía que no podia contra ellos.
Wanda: "valió la pena el intento.." - pensó, avanzando lentamente hacia la bestia, bajo la atenta mirada de los hermanos.
El plan era simple, primero Wanda tenía que confirmar una pequeña teoría, y si estaba en lo cierto, tal vez ni siquiera haría falta luchar.
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