Capitulo 17: Lior

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Wanda se encontraba en un lugar muy extraño, no podia caminar, ni siquiera podia mover ni un musculo, solo podia contemplar su alrededor, lo cual la asusto un poco.

Se hallaba en un lugar de tonos grisaceos y blancos. Justo detras de ella aparecia una silueta femenina. Volteo a verla y noto que esta era albina, de piel canela, ojos carmesi, y que la estaba mirando fijamente. Solo portaba de prenda un vestido blanco largo.

La castaña se sobresalto un poco por la extraña sensación de estar en un vacio. Se sentia, rara, por el hecho de estar en un lugar que tal vez no tenga fin. La mujer albina se acerco a ella y de su mano libero una extraña bola de energia blanca que se introdujo en el cuerpo de la castaña.

A todo esto, Wanda estaba inmovil, pero no quitaba su expresion de confusion y notable sorpresa.

Luego de que la bola de energia fuera introducida, por fin pudo moverse y se dio cuenta que a lo lejos habia una bola de energia gigante, de tonos morados.

La albina, luego de concluir con lo que hizo, se dispuso a irse, directo a la bola de energia gigante.

Wanda: u-un...un momento...¡alto! -intento ir tras ella pero por mas que se intentaba acercar solo se conseguia alejar- ¡Espera!...¡¿Q-quien eres?!...¿¿Que es este lugar??...

La albina seguia su camino, como si no hubiera escuchado a la castaña. Por su parte, Wanda queria ir hacia ella, pero seguia sin poder acercarse ni un poco.

Wanda: ¡Oye! Por favor dime...¿Que hiciste conmigo?...

La silueta se detuvo, miro a la castaña y le sonrio calidamente, luego procedio a seguir su camino. En eso una voz resono en el lugar.

"Tu no recordaras que sucedio esto..."

Wanda: ¡¿Que?!...¡¿CoMo qUe no recordare?! ¡DimE! ¡¿CoMO que Lo olvidare?! ¡¿Como pueDo olVidarMe de eSto?!....-todo a su alrededor se distorsionaba- ¡OYe!...¡PaRa!...¡Por favOr!!!!!.........................

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Edward: ¡¿Qué pasó?!

Alphonse: ¡Wanda-san! ¡¿Estás bien?!

Lo último que Edward recordaba fue haberse quedado dormido en el tren mientras iban avanzando hacia Lior, mientras que Alphonse permaneció sentado junto a su hermano, quieto y sin hacer ningun ruido. Sin embargo, ambos fueron sacados de su aparente calma cuando escucharon un grito de Wanda.

Una vez que notaron que seguía dormida, hicieron lo posible por despertarla. Ella tenía la respiración acelerada, algunas pocas gotas de sudor bajando por su frente y unas cuantas lágrimas empezando a acumularse en sus ojos; sea lo que sea que le haya pasado, era evidente que había sido muy malo.

Pocos segundos después de que los Elric la escucharon dar semejante alarido, Wanda abrió los ojos sobresaltada. Al ver a los chicos pareció calmarse un poco pues su respiración se iba normalizando lentamente, sin embargo, sus amigos seguian preocupados.

De haber sido por Wanda, les habría contado todo lo que ocurrió, de ese modo podría estar mucho más tranquila, sin embargo, ya no lo recordaba; ni ella misma sería capaz de explicar qué fue lo que la alteró de esa manera. Sea como sea, al notar que la joven Mustang no podía contarles lo que soñó, pese a que seguían preocupados por ella los Elric trataron de dejar de pensar en eso pues ya estaban por llegar a su destino y no podían distraerse.

Ya se veía por las cristalinas ventanas del tren. Pronto llegarían a Lior, el pequeño pueblo en el que se adoraba al Dios Leto y en el que residía un supuesto sacerdote capaz de hacer milagros. Si, claro... Para Edward eso no era más que una farsa, él no creía en Dios ni en nada que no tuviera alguna evidencia científica. Por esto, a los tres jóvenes les parecía de lo más extraño que se dijera que este sacerdote era capaz de hacer milagros, seguramente se trataba sólo de alquimia, y de ser ese el caso, debían investigar más a fondo.

Llegaron más o menos a medio día, por esto, lo primero que hicieron fue ir a almorzar en un pequeño puesto de comida. Sabían que la gran mayoría, por no decir todos, los habitantes eran creyentes de Leto, pero nunca creyeron que hasta en la radio del lugar en el que comian se escuchara al tan aclamado sacerdote decir que si no creían no serían salvados.

Vendedor: ¿Ustedes son artistas callejeros o algo? - cuestionó el señor que les vendió la comida. Más que por otra cosa esto se debia a que vio la armadura de Al.

La sorpresa por la pregunta causo que Ed casi escupiera su jugo, desde su punto de vista ni siquiera aparentaban serlo.

Edward: ¿Acaso lo parecemos?

El hombre no sabía qué más imaginarse luego de ver a uno de ellos con armadura en mitad de la calle, sin embargo, finalmente esto no era de su incumbencia asi que dejó de hacer preguntas.

Wanda: Gracias por la comida, estuvo delicioso - Dijo la castaña luego de pagar su comida. Luego se puso de pie para retirarse.

Los tres ya se habían levantado para poder dar inicio a la búsqueda, sin embargo, como Alphonse era demasiado grande, su cabeza golpeó el techo del local, tirando por accidente la radio hacia el suelo, demás está decir que ésta se destruyó apenas impactó en la tierra.

Vendedor: ¡Oigan!

Edward: No hay problema. - Se apresuró a decir el hermano mayor - La repararemos.

Vendedor: ¿Pero cómo?

Wanda: Sólo observe.

Con un pequeño trozo de tiza, Alphonse dibujó un círculo de transmutación en el suelo. Rápidamente un fuerte resplandor iluminó la radio, atrayendo la atención de mucha gente que pasaba por ahí, y unos segundos después, cuando la luz se había ido, la radio estaba reparada.

Alphonse: Todo listo.

Vendedor: Ustedes... ¿Son capaces de hacer milagros? - Tanto el vendedor como el resto del pueblo estaban asombrados. Nunca antes vieron algo similar a lo que acababan de hacer.

Wanda: ¿Milagros? Para nada.

Alphonse: Somos alquimistas.

Vendedor: Es la primera vez que veo algo así...

Edward no pudo evitar tener un sentimiento de orgullo y se cruzó de brazos con algunos aires de superioridad.

Edward: ¿Nunca han escuchado de los hermanos Elric o de Wanda Mustang?

Vendedor: ¿Elric? ¿Mustang?

Una de las personas que se había acercado pareció sorprenderse.

Hombre: Oh. Yo sí. - anunció el mayor - Mustang es el apellido del Coronel... Tú debes ser su hija, la Alquimista Escarlata Wanda Mustang -pensó - Y Elric... ¡Edward Elric! El Alquimista de Acero. Entonces ¿Tú eres el brillante alquimista de los rumores?

Hombre 2: ¡Oh! ¡Ya veo! ¡Tu apodo "acero" es por la armadura!

Los que vieron la transmutación de la radio se acercaron a Al otra vez, sin embargo, ahora pensaban que él era el Alquimista de Acero.

Alphonse: No. Se equivocan de persona... - Respondió el menor con timidez causando que la multitud se quedara en silencio.

Wanda: No te alteres... - murmuró la joven Mustang al verdadero Alquimista de Acero luego de notar que este empezaba a molestarse.

La gente volteó a mirar al rubio, pero esta vez no hubo tanto entusiasmo.

Hombre: No querrás decirnos que es ese pequeñito de ahí ¿verdad?

Edward: ¡¿A quién llamas pequeñito?! - Chilló Edward asustando a todos los que estaban cerca.

Wanda suspiró, eso era algo que claramente no podía evitar.

Wanda: Oigan... ¿Qué es esa transmición? - Cuestionó en lo que esperaba que Ed se calmara. Como la radio ya estaba reparada, nuevamente se podía escuchar la voz del sacerdote salir de esta.

Como nadie le respondió, la castaña volteó a mirar a los habitantes de ese pueblo. Estos seguían algo nerviosos luego de que Ed se molestara con ellos.

Vendedor: Es el Gran Sacerdote Cornello... - contestó él- Llegó hace algunos años y desde entonces nos ha guiado por el camino de Dios.

Hombre: Dios concederá eternidad a los vivos y revivirá a los muertos si rezamos y tenemos fé. - Añadió - Una prueba de eso son los milagros que realiza.

Ed y Al miraron sin creerse nada.

Edward: Resurrección, ¿eh? -Ellos mejor que nadie sabían que eso no era posible. Los muertos no podían regresar a la vida... nunca- Se me hace sospechoso...

Wanda: Chicos... Tal vez quieran venir a ver esto... - Dijo Wanda llamando a los hermanos.

La joven castaña había avanzado un poco por la calle al escuchar varios gritos de alegría, y luego de ver el origen de estos prefirió avisarle a los otros dos. Se trataba de mucha gente saludando al mencionado Cornello en persona. Ed y Al fueron con Wanda y se quedaron a ver lo que ocurría, la cosa es que Edward no era capaz de ver así que tuvo que subirse a su maleta para poder observar bien.

El hombre tomó un pétalo de una flor que había sido traída hasta ese lugar por el viento y al cabo de unos segundos, una luz roja apareció entre sus manos. En cuestión de segundos el pétalo se había convertido en una flor de cristal de mayor tamaño.

Edward: Así que de eso hablaban...

Wanda: Por dónde sea que se vea, lo que hizo no es posible. Transformar algo orgánico a algo de cristal es cambiar su composición... No está respetando el intercambio equivalente.

Alphonse: -Asintió- Es verdad... Pero aún así eso fue una reacción alquímica.

Edward: Aún así, Wanda tiene razón. El intercambio equivalente es una ley, sólo puedes producir algo de un material del mismo valor.

La armadura volvió a mirar el último lugar en que vio al pétalo de flor como originalmente era. Fue entonces que vio en el dedo del sacerdote un anillo con una pequeña piedra roja.

Alphonse: Nii-san ¿Podrá ser que ese anillo...?

Edward: Podría ser...

Cabía la posibilidad de que fuera la piedra filosofal. Y de ser así, decidieron que lo mejor sería interrogar al mismo Cornello, pero entre tantos seguidores de su culto sería difícil llegar a él en esos momentos, por eso es que dejaron pasar un rato sólo explorando el lugar para luego dirigirse a la iglesia en la que habitaba el sacerdote.

Esta era grande y tenía una estatua enorme del que representaba al Dios sol, Leto. Al entrar, se dieron cuenta de que esta estaba vacía, exceptuando sólo por una persona; una chica pálida de flequillo rosa y vestido blanco que se encontraba rezando.

Edward: Oh... Así que este es Leto ¿eh? -cuestionó el rubio llamando la atención de la chica que rezaba.

???: ¿Están interesados en la religión de Leto? -preguntó la chica volteando a ver a los recién llegados.

Edward: No. No soy religioso.

La joven suspiró negando con suavidad.

???: Eso no es bueno - Respondió ella- ¿No te parece maravilloso vivir con esperanzas? Es más... Estoy segura de que te harías más alto si creyeras en Dios.

Alphonse lo sostuvo antes de que su hermano hiciera algo, lo conocia lo suficiente para saber que se molestaría, y no se equivocó.

Edward: Sólo son incoherencias... "resurección de la muerte"... ¿En serio crees en eso? - Le preguntó a la muchacha sentándose en uno de los muchos asientos vacíos.

???: Sí. - Respondió segura y rápidamente. Realmente no había ni rastro de duda.

El mayor suspiró y sacó de su abrigo rojo una pequeña libreta.

Agua, carbono, amoníaco, óxido de calcio, fósforo, cloruro de sodio, nitrato de potasio y otros ingredientes. Para la chica esas cosas nombradas por Edward no tenían sentido pero Wanda comprendió al instante; eran los elementos que componen un cuerpo humano adulto. Todo eso se sabía gracias a la ciencia.

Edward: A pesar de conocer su composición, no hay registros de una transmutación humana exitosa ¿Crees que rezando lograrás lo que la ciencia no ha podido?

???: "Recen y crean, y sus deseos se cumplirán". - Respondió ella usando las palabras predicadas por Cornello.

Edward: Los alquimistas somos científicos, no creemos en Dios ni en creadores pero aún así somos capaces de crear. Qué irónico que aún sin creer en Dios seamos lo más cercanos a uno. - La joven parecía estar empezando a molestarse - Sin embargo, quisiera saber... ¿Leto salvaría a un científico como yo, que piensa eso?

Tras escuchar eso último, la de flequillo rosa se entusiasmó.

???: Por supuesto. Él estará dispuesto a aceptar a quienes deseen cambiar.

Wanda y Al permanecieron en silencio durante toda esa conversación. No conocían los motivos de la chica para creer tan fielmente en la existencia de Dios, pero tampoco les parecía muy correcto decirle que podía no ser así.

La joven se acercó a uno de los sirvientes del sacerdote para pedirle a este último que viniera y así podría guiar a los tres recién llegados por el camino de Leto, sólo gracias a que el sirviente la llamó "Rose" supieron que este era su nombre.

El sirviente tardó en regresar, pero eventualmente lo hizo y les pidió que esperaran los cuatro en otra habitación. Esta era más grande que el resto de la iglesia y estaba algo apartada, eso alertó un poco a Wanda antes de entrar pero prefirió no hablar.

Sirviente: El gran sacerdote siempre esta ocupado, normalmente no hace esta clase de cosas así que pueden considerarse afortunados. - Dijo el hombre mientras los hacía entrar.

Edward: Trataremos de ser breves.

Sirviente: Así es... Hagámoslo lo más corto posible. - una vez dicho esto, sacó un arma de entre su ropa y apuntó a Alphonse.

Otros cuatro sujetos bloquearon a Ed y Wanda para que estos no se movieran. Ante eso, la única que era de ese pueblo miró ligeramente asustada.

Rose: ¿Qué está haciendo? - Cuestionó ella mirando al adulto.

Sirviente: Rose. Son herejes... Quieren lastimar al gran sacerdote.

La chica no podía creer eso, a pesar de tener diferencias en sus creencias, ella no los veía como malas personas.

Rose: eso no puede ser...

Edward: por eso dije que...¡Terminemos lo mas antes posible! -dijo mientras derribaba a uno.

Wanda y Al hicieron lo mismo, aunque hubo uno que quiso escapar pero Ed se lo impidio.

Cornello: ¡Que ruidosos! -dijo mientras aparecia en el piso de arriba- Bienvenidos a nuestra sagrada orden, Alquimista de acero y Alquimista escarlata. 

Rose: -se alegro al verlo- ¡Cornello-sama!

Cornello: parece que nuestros hombre fueron precipitados, me disculpo por su falta de modales.

Edward: yo no lo llamaria una disculpa, si estas mirandonos desde ahi arriba.

Cornello: ¿han venido a aprender de nuestras enseñanzas?

Wanda: Queremos que nos digas varias cosas...

Edward: por ejemplo, como engañas a tus seguidores con alquimia barata

Cornello: no se de que estan hablando, no pueden poner la alquimia al mismo nivel de mis milagros -una luza roja aparecio en su mano haciendo una pequeña estatua- como esto, ¿puede ser logrado mediante la alquimia?

Edward: Eso es lo que nos inquieta...puedes lograr transmutaciones ignorando las reglas -dijo sobandose el cabello- 

Cornello: es por eso que no es alquimia

Edward: por eso pensamos y recordamos el legendario objeto que amplifica el poder alquimico y que se dice que hace lo imposible, posible. -luego lo miró- Podrias hacerlo, si lo tuvieras...en otras palabras, ¡la piedra filosofal! ¡es lo que en realidad tiene tu anillo! ¡¿no?!

Cornello: es solo un anillo comun y corriente. Dios es el que me permite hacer milagros

Wanda: ¿por que te sigues haciendo el tonto? 

Edward: tendremos que sacarselo a la fuerza, cuando lo atrape

Cornello: son herejes sin salvacion...-luego se dirigio a la chica- Rose...

Rose: S-si?..

Cornello: Toma la pistola que esta ahi..

Rose: Si.. -toma una pistola que estaba tirada por ahi- 

Cornello: disparales a el alquimista de acero y a la alquimista escarlata con eso..

Ed, Al y Wanda se alertaron y voltearon a ver a Rose. la cual se negaba a hacer eso, pero el sacerdote logro convencerla.

Rose: -apunto con el arma a Alphonse, creyendo que el era el alquimista de acero-

Alphonse: ¡Te equivocas...no soy yo al que debes apuntarle...!

Rose: -confundida miro a Ed-

Edward: -alterandose- ¡El alquimista de acero soy yo!

Cornello: -se sobresaltó- ¡Espera! ¿eres tu?!

Rose: -ahora le apuntaba a Ed y al mismo tiempo tambien a Wanda- lo siento...pero tengo que hacerlo

Edward: El es un estafador

Rose: no es cierto! ¡Cornello-sama lo revivira con sus milagros!

Wanda: bien, entonces disparanos...

Rose: -tuvo miedo pero logro jalar del gatillo y dispararles a ambos-

Wanda detuvo rapido la bala con su "alquimia" y la otra bala fue a dar a Alphonse, haciendo que su armadura caiga.

Edward: -volteo preocupado por su hermano- Al!

Rose se asusto y aterrorizo al ver la alquimia que hace Wanda y tambien al ver el cuerpo tumbado de Al

Cornello: buen trabajo, Dios esta contento. Ahora disparale al otro.

Lo que no esperaban es que Al se levantaria rapidamente, a lo cual Rose y el sacerdote se sorprendieron mucho, y al ver que la armadura estaba vacia, Rose se asusto mas.

Cornello: ¡Una armadura vacia y hechiceria! Esta es una evidencia de su maldad ¡Deben ser eliminados! -jala de una palanca-

Se abre un porton, del cual sale una criatura que tenia apariencia de leon pero sus patas y cola parecian de otros animales.

Cornello: -sonrie- es la primera vez que ven a una quimera?

Wanda: si, pero ya enfrentamos cosas peores...parece que tambien hiciste eso con tu piedra filosofal..-deduce-

El animal se abalanzo hacia los dos jovenes pero en eso la joven Mustang lo aparto con su "alquimia". La bestia se abalanzo de nuevo a la castaña pero ella lo detuvo y de su mano se formo una bola de energia roja que fue a impactar contra la bestia, que termino inconsiente.

Wanda para sus adentros se pregunto que fue esa bola de energia que se formo en su mano, que ella recordara, no sabia hacer eso que acaba de hacer. Pero no hubo tiempo para pensar ya que ahora el sacerdote les estaba disparando con una metralleta y debian salir lo mas rapido de ahi, y claro, huyeron con Rose en brazos.

Se dividieron en dos grupos, mientras Al y Rose iban al campanario, Ed y Wanda irian a otra parte. Ya en el campanario, Al procedio a explicarle a Rose lo que habian hecho.

Alphonse: El fundamento de la alquimia es el intercambio equivalente - Siguió Alphonse sin dejar de concentrarse en lo que hacía- El precio para la transmutación humana es enorme. Mi hermano perdió su pierna izquierda y yo perdí todo mi cuerpo -añadió quitándose el casco de la armadura, en este se podía ver un pequeño círculo, parecía estar hecho de sangre- Mi hermano dibujó esto y fijó mi alma a esta armadura ofreciendo su brazo derecho como pago.

Después de colocarse nuevamente el casco, dibujó alrededor de la campana un círculo de transmutación.

Rose: ¿Y qué hay de... la chica...? Aún si todo lo que dices es cierto, no vi que ella diera algo a cambio... ¿Acaso ella...? ¿Ella también...? 

Alphonse: No lo creo -negó de inmediato- Nosotros le dijimos que hicimos la transmutación humana, pero ella no nos ha dicho cómo es que funciona su alquimia. Aún así, dudo que haya hecho lo mismo que nosotros -dijo el menor- Pero ella es una buena chica, a Wanda no hay que temerle. 

Rose: Aún si lo que hacen no son milagros, Cornello... 

Alphonse: -interrumpió- Las cosas no funcionan así, Rose. Quiero devolverle a mi hermano lo que perdió, y al mismo tiempo y él quiere recuperar mi cuerpo -explicó- Quizas perdamos la vida intentándolo, pero es el camino que escogimos, y no existe milagro que nos pueda ayudar... 

Rose: Pero Cornello puede... -Alphonse volvió a mirarla, ella seguía creyendo ciegamente- Aún cuando ustedes no pudieron, él sí... ¡Lo hará! 

Al no sabía si servía de mucho tratar de convencer a Rose de lo contrario, no obstante, tampoco dejaría que siguiera viviendo en una mentira, además, tampoco faltaba mucho para que se enterara de todo

Mientras ellos terminaban su pequeña conversación, Cornello había logrado encontrar a Edward y a Wanda en una pequeña habitación, lo que él no sabía era que los jóvenes planeaban que el mayor los encontrara.

Cornello: ¡Ustedes dos! Más vale que estén preparados.

Edward: Viejo, ya dinos la verdad. Sólo queremos saber los secretos detrás de esa piedra.

Wanda: También puede quedarse callado, pero en ese caso le pediremos al ejército que se movilice a esta ciudad -añadió la castaña- Todo eso sólo para inspeccionar la piedra... No querrá algo así ¿verdad?

Cornello: -parecía molesto pero no podía permitir la presencia militar ahí- De acuerdo... -Contestó cerrando la puerta detrás de él, después de todo, si sólo les decía a ellos no era que pudieran convencer a todo su pueblo.

Edward: ¿Qué estás haciendo con la piedra filosofal? No necesitarías una órden tan patética si tienes la piedra en tu poder...

Cornello: Porque así puedo conseguir seguidores que sin pensarlo darían su vida por mi -respondió a lo que el rubio y Wanda se miraron con una sonrisa- Sería algo así como un ejército invencible que no le temerá ni siquiera a la muerte.

Edward: -miraba con atención al sacerdote, pero parecía estarse aguantando las ganas de reir-

Cornello: Si sigo así, en sólo un par de años controlaré este país usando la piedra filosofal y a mis estúpidos seguidores.

Tras su declaración, el mayor no pudo reprimir una carcajada, no había nada que pudiera frenarlo... O al menos eso creyó hasta que Edward y Wanda empezaron a reír también.

Wanda: Lo sabíamos...

Edward: Es por eso que eres de tercera... -dijo levantando su mano-

En la mano del rubio había un interruptor que indicaba que algo estaba encendido y en la mano de la castaña había un micrófono que habían transmutado con anterioriedad, eso más la campana que Alphonse transmutó en una gigantesca estación de frecuencias de radio, todo el pueblo se enteró de la mentira.

Cornello: ¡Mocosos! -usando el poder de la piedra filosofal transmuto su baston en un arma pero Ed fue mas rapido y corto a la mitad lo que habia transmutado- ¡Soy invencible! -Uso denuevo el anillo pero esta vez la transmutacion fallo-

Edward: ¡Un rebote!..

Wanda: Ya veo.. esta usando demasiado la piedra filosofal...

Cornello: no me dare por vencido!...-uso de nuevo la piedra- Yo...Yo...¡Soy la mano de Dios! -dijo mientras se hacia mas grande-

Una pequeña pelea se inicio en la iglesia, la cual no duró mucho, debido a que lo derrotaron fácilmente. El sacerdote volvió a su forma original.

Edward: ¡Ahora danos la piedra Filosofal! 

Pero en eso que le iban a quitar el anillo, la piedra pierde su color y cae al piso, desvaneciendose. Lo cual extraño a ambos jovenes.

Edward: -sorprendido- ¿Se rompio?....

Wanda: Pero...¿como puede romperse una piedra filosofal?....entonces es falsa...

Edward: ¿falsa?.....Justo cuando pense que Al y yo podriamos recuperar nuestros cuerpos..y es falsa...-dijo algo decepcionado-

Cornello: E-ehm..¿que hay de mi?

Edward: -enojado- ¡Ve a donde quieras!

Cornello: S-si! -huye rapido-

*En la tarde*

Los Elric y la joven Mustang ya se hallaban fuera de la iglesia, dispuestos a irse de ahi, pues ya no habia mas que hacer, pero en eso Rose los confronta.

Rose: ¡Denme la piedra filosofal! -estaba frente a ellos con un arma, apuntandoles, aunque temblorosa-

Wanda: -la ve- la piedra era falsa...se desvanecio..

Rose: ¡Es mentira! ¡Planean quedarsela para ustedes! ¿verdad? ¡La quieren usar para su propio beneficio! -luego vio a los Elric- ¡Ustedes quieren usarla para recuperar sus cuerpos y revivir a su madre! ¡¿no?!

Edward: -eso ultimo lo molesto mucho- ¡Callate!...los muertos no pueden ser revividos...Nunca...¡Nunca!

Wanda: -lo miro, lo que dijo era verdad, ni un muerto puede regresar a la vida, era algo imposible-

Rose se arrodillo completamente sin esperanza, pensando que podria recuperar aquello que perdio aferrandose a algo. Pero, el mayor de los Elrics solo le dijo lo siguiente mientras se iban.

Edward: Levantate y da un paso, camina hacia adelante...Tienes dos piernas saludables ¿verdad? no necesitas aferrarte a nada...


Afortunadamente ya todo lo relacionado a Lior había sido solucionado, tal vez Edward había sido algo duro con Rose al hablarle de esa forma, sin embargo, eso era exactamente lo que ella necesitaba, nadie más le habría dicho las cosas tal como eran; no había nada a qué aferrarse, todo lo que ella podía hacer era levantarse y seguir caminando.

En cuanto al trío de alquimistas, ellos debían regresar a Central pues su trabajo ahí ya estaba hecho.

Alphonse: Por suerte todo salió bien ¿No lo creen así?

Los otros dos asintieron.

Edward: Lo malo es que como todo acabó, debemos regresar a Central con el Coronel... Va a ser un fastidio...

Wanda: Sí, pero podría ser peor -dijo la joven esbozando una pequeña sonrisa- ¿Recuerdas lo que pasó cuando en una pelea acabé en el hospital?

Edward: Quizo convertirme en carne asada... -respondió el rubio recordando ese incidente- Por su puesto que lo recuerdo... Al menos ahora no estás herida.

Wanda: Es verdad, aunque... Lamento que hayan tenido que pasar por esto siendo que la piedra era falsa.

Alphonse: No había cómo saberlo -contestó llegando a la estación de trenes- Aunque por el brillo de las transmutaciones, debo admitir que se veía muy real...

Edward: Sí... Ese brillo rojizo hasta se parecía a tu alquimia, Wanda... -añadió Ed a la castaña.

La joven no se había percatado de eso, bueno... claro que notó que el brillo era del mismo color que su alquimia, pero no se había detenido a pensar en ello, aunque a decir verdad no era nada importante.

Sin embargo, mientras Ed se encargaba de pedir los boletos para el siguiente tren, Wanda no pudo evitar quedarse pensando en "su alquimia". Hace mucho tiempo atrás, los Elric le habían preguntado acerca de ella pero la joven no les respondió de una manera muy concreta; tal vez ahora sí era tiempo de decir lo que sabía.

Wanda: Hablando de eso, Ed... ¿Todavía quieres saber cómo funciona?

Una vez que Ed había comprado los boletos y escuchó la interrogante volteó a mirar a la joven Mustang algo sorprendido, él creía que ella ya no le hablaría de eso.

Edward: Aún siento curiosidad, pero no es necesario que lo digas si no...

Wanda: No, está bien -interrumpió ella- Tampoco hay mucho que sepa que no hayas visto ya, en realidad... -suspiró llevando una mano al frente de la cual poco a poco un brillo escarlata aparecía- Puedo acercar las cosas, como telequinesia, creo que no hay excepciones con respecto a materiales -comentó atrayendo su propio boleto del tren desde las manos del rubio- También, no estoy segura de si tiene mucha relación, pero creo que es a travez de ella que me puedo comunicar con las bestias.

Alphonse: ¿Y dices... Que puedes hacer todo eso sin círculo de transmutación? -Cuestionó Al con sorpresa.

Wanda: -asintió- Pero no tiene relación con la transmutación humana, jamás la he hecho...

Edward ¿Desde cuándo eres capaz de hacer todo eso?

Wanda: La alquimia, pues... creo que siempre la he podido hacer... Lo de las bestias es nuevo...

Edward: ¿Hay... algo más sobre tu alquimia.. ?

Wanda: No, la verdad no es mucho lo que sé.

En lo que hablaban, el tren había llegado a la estación en la que se encontraban y había abierto sus puertas. Al entró rápidamente a tomar asiento y al poco tiempo Wanda ya había hecho exactamente lo mismo.

Alphonse: Nii-san ¿Vas a subir?

Edward: En seguida... -Él se había quedado unos segundos más pensando, todo eso de la alquimia de Wanda se le hacía de lo más interesante. No quería seguir pensando mucho más en el tema para no incomodarla, así que volteó, murmuró lo último que pensaba y subió al tren- Jamás he visto ese tipo de alquimia...


*en la noche, mientras tanto en la iglesia*

Afuera habia mucho caos y revuelos entre la gente, exigiendo ver al sacerdote. Mientras que el mismo sacerdote, iba a un lugar oscuro mientras se quejaba.

Cornello: mis planes arruinados por dos mocosos..

Lust: de verdad, que desorden...-se encontraba junto a Gluttony y Mal-

Cornello: Ustedes!..

Gluttony: ¿me puedo comer a ese tipo?

Mal: ¿enserio quieres comer basura?

Cornello: como te atreves a burlar-??!..-no pudo seguir hablando por que su cabeza fue cortada por cierta persona que portaba una daga celeste-

Allison: -sostiene la cabeza de Cornello- ya no necesitan esto verdad?

Lust: es verdad...Oye, que oportuna tu visita.

Allison: -le tira la cabeza a Gluttony para que este coma- Vine a ayudarles

Mal: no habiamos quedado en que si necesitaba tu ayuda, te llamaria?

Allison: pues, ya no tengo nada mas que hacer con el maestro, asi que vine...a comprobar cierta teoria...


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