Capitulo 11: Padre e hija

NARRA WANDA

A pesar de tratar de despejarme todo el dia, mi mente solo repetía aquella pelea una y otra vez.. Realmente la había liado..
Me encontraba caminando de vuelta a casa, bajo un hermoso cielo carmesí, a pasos lentos para evitar llegar a mi destino, a sabiendas de que en algún momento tenía que llegar.

???: ¡Wanda-san! - gritó una voz sumamente conocida para mi.

Wanda: ¿Alphonse-kun? - murmuré confundida, para luego centrarme en la figura de aquella armadura. - Oh, Al. ¿Que haces por aquí a estas horas? - le pregunté una vez estuvo delante de mi.

Alphonse: Estaba volviendo al hotel. Nii-san salió hace unas horas y todavía no ha vuelto, por lo que me preocupé. - me explicó, sacandome una leve sonrisa.

Wanda: No tengo dudas de que ya te éste esperando en el hotel, seguramente solo salió un rato para despejarse - le traté de consolar al notar preocupación genuina en su voz. - Anda, yo tengo que volver a casa, así que nos veremos mañana. - murmuré pasando a su lado.

El sonido del metal chocando levemente entre si por breves segundos me dio a entender que el había volteado, seguramente en mi dirección. Pensé que todo había terminado tras mis palabras, pero la voz de aquella alma volvió a retumbar en mis oidos.

Alphonse: ¡Creo que no deberías ir al cuartel mañana! - exclamó, desconcertandome.

Wanda: ¿Eh? ¿Por qué? - le pregunté volteando a verle, recibiendo un breve silencio del Elric.

Alphonse: ¡E-es que aún tus heridas no están curadas, al igual que las de mi nii-san! - explicó en un tartamudeo que sinceramente se me hizo algo tierno.

Wanda: No deberías preocuparte mucho por mi, Al, mejor deberías pensar en como evitar que Edward se escape en busca de otra misión. - le contesté con una leve carcajada al imaginarme la situación.

Alphonse: Creo que tienes razón, él siempre es muy terco. - se quejó. - En eso se parecen, Wanda-san, tambien es muy terca. - soltó de pronto- Ahora que lo pienso son algo similares, son bastante sinceros, son muy tercos, orgullosos, en si, obstinados. - comenzó a enumerar, por lo que le tuve que parar rápidamente.

Wanda: Bueno, bueno, he entendido. - le dije entre risas. - Bien, es hora de vuelva a casa, mi padre me espera. - murmuré.

Alphonse: Si...Nos vemos. - saludó por lo bajo, mientras yo agitaba levemente mi mano en forma de saludo al voltear en dirección contraria a él.

Luego de aquel encuentro, y ya nuevamente motivada, me centré en llegar a casa rápidamente al encuentro con mi padre. Alphonse tenía razón, soy obstinada, y voy a conseguir lo que quiero.. Respuestas.

Una vez llegué, la luz del sol había desaparecido casi por completo, lo que me permitía apreciar la luz que mi hogar producía de forma artificial. Al entrar, avancé con lentitud hacia la cocina, esperando encontrarme con alguien, pero no había nadie.

Wanda: Supongo que ni estando en una mala situación.. Te empeñas en terminar tu trabajo rápidamente.. - murmuré para mi misma.

No era algo fuera de lo común, usualmente papá se quedaba hasta tarde debido al papeleo extra, pero otras veces sabía perfectamente que salía tarde debido a que simplemente ya no quería realizar trabajo con rapidez y eficacia.. No podia culparlo, pero que hoy también hiciera lo mismo.

Roy: ¡Ya llegué! - escuché exclamar desde la entrada.

Creyendo que mis oidos me habían engañado, me volví en mis pasos para comprobar que en realidad él si estaba aquí, repitiendo el mismo hábito que nunca cambió, descalzarse y dejar los zapatos tirados en la entrada.

Wanda: Papá...

Roy: Ya se, ya se. - soltó mientras dejaba su saco colgado y tomaba su calzado, para luego irse a su habitación.

Wanda: Espera, pa--

Roy: Me iré a duchar, hoy fue un día bastante atareado. - me interrumpió, ingresando a su alcoba y cerrando la puerta detrás de si, dejandome con las palabras en la boca.

Supongo que está enojado ¿Verdad?.. Si así es la cosa, mejor esperaré hasta que pueda hablarle, lo último que quiero es que se ponga peor, gritarle no es una opción.
Sin más que hacer, imité su acción y me metí en mi habitación, arrojándome a mi cama esperando a que él ocupara la ducha primero para luego usarla yo.

Wanda: Mamá.. ¿Que harías en mi lugar? - murmuré al analizar todo lo que había ocurrido éstas últimas semanas.

Algo logró hacer click en mi cabeza, para luego ir corriendo hacia mi maleta, la cual había dejado tirada en la sala a penas entré, y comenzar a buscar el libro que el menor de los Elric me había dado.
Sabía que aquello no me iba a servir mucho, pero valía la pena intentar usar aquellos datos que el libro me brindaba. Al leer el libro, noté que todo era testimonios de la gente que había sobrevivido a ataques de las bestias, no eran investigadores, era solo una recopilación de escasas entrevistas.

Wanda: Kai y el de tierra en el Este... El del agua en el Sur.. Y el de fuego en el Oeste.. - murmuré.

El sonido de la puerta abriéndose me alteró levemente, con suma cautela y rapidez guardé nuevamente mis objetos para dirigirme a mi alcoba, bajo la atenta mirada de mi progenitor.

Roy: Wanda. - me llamó, por lo que detuve mi andar.

Wanda: ¿Si? - murmuré.

Roy: ¿Quieres estofado? - preguntó.

Wanda: Está bien. - contesté rápidamente para luego ingresar a mi alcoba.

Luego de un relajante baño, y de una cena que permaneció en total silencio, decidí que era hora de hablar.. Pero mis palabras no salían de mi boca.. Lo tenía justo delante de mi, organizando papeleo, pero nada.

Wanda: Padre.. - le llamé en un susurro, pero él pareció no oirme. - Papá. - le llamé más alto, logrando llamar su atención.

Sin responder ni una palabra, sabía que ahora tenía su total atención, por lo que desvié la mirada pensando en las palabras que iba a decirle.

Wanda: Sobre lo de ésta mañana.. 

Roy: Está bien. - me contestó rápidamente, sorprendiendome.

Wanda:¿Eh? ¿No estas enojado? - cuestioné confundida.

Roy: No, supongo que cada quien se dejó llevar. - me dijo, logrando sacarme un peso de encima- Pero.. No quiero que hablemos más sobre el asunto. - sentenció volviendo a lo suyo.

Wanda: No, papá, tenemos que hablarlo. - le contradije.

Roy: ¡He dicho que no! - retrucó.

Wanda: ¡Entiende que tengo que saberlo! - intenté convencerlo.

Roy: ¡No tienes por qué saber nada de esto! ¡No tienes por qué saber algo de lo que ella hacía! - exclamó, sin dejar de mirar el papeleo. - ¡Y es el fin de ésta discusión! - finalizó, dejándome boquiabierta.

Wanda: Padre.. - le llamé. - Papá... - le volví a llamar, estaba ignoradome. - ¡Papá! - exclamé ya enojada, tomando su muñeca para evitar que siguera con su papeleo.

NARRA LA NARRADORA

Roy volteó a verla dispuesto a enfrentarla, pero su rostro se contrajo rápidamente y no pudo mantener sus ojos en ella por mucho tiempo.

Roy: A veces.. Hasta suenas como ella.. - murmuró. - Eres como tu madre... - soltó junto con una leve sonrisa que desprendía melancolía.

El silencio reinó nuevamente, con ambos alquimistas incapaces de dar el siguiente paso.

Wanda: Papá, yo-- - intentó hablar la chica, pero el contrario la interrumpió rápidamente.

Roy: Quiero que contestes una pregunta con sinceridad, Wanda. - le dijo volteando a verle. - ¿Para qué necesitas saber sobre aquella investigación? - cuestionó.

Wanda: Necesito saberla para conocer a las bestias y prever sus movimientos, para poder mantener a salvo a la gente de Amestris, ese es mi trabajo como alquimista estatal. - contestó sin titubear, sacando una sonrisa del mayor.

Roy: *Es idéntica a ella.. A pesar de no haber estado juntas en su crecimiento, realmente adoptó sus actitudes y deseos* - pensaba con orgullo. - Bien, te mostraré lo que logré rescatar. - contestó mientras se levantaba y se dirigía a su habitación, seguido de la muchacha.

Wanda: ¿Rescatar? ¿No tienes toda la investigación contigo? - cuestionó completamente extrañada.

Roy: No, tu madre llevaba consigo las partes más importantes de la investigación y sus anotaciones más recientes, las cuales se perdieron... Junto con ella.. - contestó murmurando la última oración.

Sin nada más que decir, mantuvieron un margen de silencio hasta dar con la investigación de la mujer en una de las estanterías del mayor de los Mustang.

Roy: Algo característico de tu madre era que le encantaba dibujar, y a pesar de hacer trabajos espectaculares, a veces hacía cosas un tanto infantiles. - comentó mientras le pasaba un pequeño libro, el cual contenía un pequeño dibujo de un león en su tapa.

Wanda: *Es de mamá...* - pensó al darle una ojeada. - *Realmente es de ella..* - se dijo mientras abrazaba el libro.

Roy: Ahora necesito que me escuches, Wanda. - le llamó, haciendo que ella volteara en su dirección. - No quiero por nada en el mundo que enfrentes a esas cosas tu sola. - sentenció levantando uno de sus dedos. - No quiero que sigas la investigación de tu madre. - agregó levatando otro dedo. - Y por último, nunca involucres a terceros en una batalla que no les corresponde. - finalizó levantando otro dedo.

Wanda: *Mierda... ¿Como le digo que ya rompí esas tres reglas?* - pensaba con una gota de sudor bajando detrás de su cien. - A la orden, coronel. - bromeó.

Roy: Está bien, alquimista escarlata. - respondió en forma de broma. - Pero... Es enserio.. - murmuró tomandola de los hombros. - Eres lo más importante para mi.. No quiero perderte tambien... -.

Wanda: Está bien, papá... No vas a perderme. - contestó abrazandolo. - Lo prometo.

Al día siguiente.

Alphonse: ¡Wanda-san! ¡Nii-san! ¡Deben descansar! - exclamó la armadura.

Wanda: Hmmm.. A ver... - murmuró mirando al rubio.

Edward: Dejame pensarlo.. - contestó mirando a la chica, sonriendo levemente.

Wanda/Edward: ¡Nah! ¡Hay que ir a trabajar! - exclamaron ingresando juntos al cuartel.

Alphonse: Pe-Pero... -

Wanda: ¡Vamos, Al! ¡Hay misiones por cumplir! - le llamó desde la entrada.

Alphonse: ¡Está bien! ¡Ya voy! - exclamó resignado, siguiendo a los alquimistas.

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