13. Charlas, peleas y tal vez algo de amor



MIL GRACIAS POR LOS 100K

No tienen idea de lo que eso significa para mí:')

!!!

🍃 ˚。⋆ CAPITULO XIII

POV HANA

Balanceaba la silla de derecha e izquierda, una y otra y otra vez, golpeando la mesa con el lapicero que tenía en las manos. Lo que más deseaba en ese momento era que la señorita Park y Na-Yeon entraran por esa puerta diciendo que todo estaba en orden, sin mordidas, sin rasguños, sin que nada malo les haya sucedido. 

Miraba la pared de la sala de transmiciones, había entrado allí para tener un rato a solas y poder pensar con tranquilidad. Me giré levemente para ver por la ventana que pasaba afuera, nada cambió, todos seguían ahí, hablando de cualquier cosa.

Clavé la mirada en el suelo y seguí atormentándome con mis propios pensamientos. Tal vez no debí gritar tanto, tal vez pude tener más tacto, o controlar mejor mis emociones. Tal vez si hubiera sido así, nada de eso habría pasado y hubieramos podido hablar con claridad, sin necesidad de que nadie muera. 

Recargué todo mi peso en la parte trasera de la silla y apoyé la cabeza hacia atrás. El techo tenía algunas rajaduras, seguramente el idiota del director ni siquiera estaba enterado del estado del salón. ¿Él estaría vivo? Probablemente no.

Cerré los ojos y seguí haciendo la silla rodar de lado a lado.

¿Hice lo correcto? ¿Era eso lo que debía pasar? ¿O  tal vez cometí un error? ¿Na-Yeon realmente habría sido capaz de hacerle eso a Gyeong-Su? ¿Se habría detenido si yo no le habría quitado el pañuelo? Mordía el lapiz cuestionándome internamente si realmente estaba haciendo algo bueno aquí adentro. Ninguno de ellos parecía necesitarme. Estaba estorbando, causando más problemas de los que ya necesitaban. 

—Toc toc —escuché la voz de Suhyeok acompañada de dos golpesitos en la puerta.

Abrí los ojos y lo vi apoyado en el marco de la puerta, con las manos en los bolsillos de sus pantalones y esa actitud tan relajada que lo caracterizaba. 

—No es buen momento —suspiré girándome nuevamente hacia la pared.

Escuché sus pisadas aproximarse hasta donde estaba. Por el rabillo del ojo pude ver como revisó algunas cosas sobre el escritorio y luego se sentó encima de él de un salto. Supongo que no entendía las indirectas. 

—Ummm... ¿Quieres hablar? —preguntó.

Hice mi cabeza hacia atrás y terminé viéndolo como de cabeza, pero al revés. Más bien, creo que él fue el que me vió medio de cabeza.

—¿Me ves con cara de querer hablar? —dije sin ningún tipo de expresión.

—Entonces cambiemos la pregunta —apoyó sus brazos en la mesa —¿Necesitas hablar?

Desvié la mirada y suspiré de manera pesada. Regresé a mi posición normal y le di la vuelta a la silla para responderle de frente.

—Tal vez —hice una mueca estrechando un poco mis ojos —Pero sigo sin querer hacerlo.

Una risita escapó de los labios de Suhyeok, me resultó un poco contagiosa, me ruboricé un poco, por lo  que pestañeé varias veces tratando de ocultarlo.

—Hiciste lo correcto —señaló inclinándose hacia adelante. Me puse un poco nerviosa —Siempre haces lo correcto...

—No estoy tan segura de eso —alcé las cejas mirando hacia cualquier otro lado.

—Deberías. Yo lo estoy.

Volví a poner mi atención en él. Detallé su rostró con mis ojos. ¿Qué era lo que veía? A un idiota, a un idiota apuesto, aunque con las orejas grandes y el cabello desordenado. Creo que en realidad se parecía más un teletubbie. 

—Tu cabello es un desastre.

—Siempre lo tengo así —acomodó un poco los mechones que tenía al frente.

—Mentira —dije —Siempre estás bien ordenado. Lo único que traes suelto es la corbata. 

Suhyeok frunció los labios achinando un poco los ojos.

—Había olvidado que te gustaba acosarme por la ventana.

—Ja ja, que gracioso —hice una pausa  —Eres un idiota.

—Diablos, por  un momento creí que sería la primera vez en la que tendríamos una charla sin que me dijeras "tonto", "idiota", "estúpido"o "imbécil". ¿Sabes? Creo que si me dieran una moneda por cada vez que lo has hecho sería millonario.

—Estoy orgullosa de eso —confesé divertida.

Me miró con una media sonrisa en el rostro. Estuvimos viendonos el uno al otro por un rato considerable, sin hacer nada más que eso.

—Hana —relamió sus labios —Hay... algo que tengo que decirte... 

—¿Que soy super genial? —sugerí en tono de chiste.

—Además de eso—movió la cabeza.

Abrí la boca fingiendo sorpresa.

—¿Entonces sí crees que soy super genial?

Entrecerró los ojos mordiendo internamente su mejilla. Mi mirada de pronto se desvió hacia su cuello, tenía una mancha de sangre ahí, al parecer no se había limpiado bien. 

—Tienes sangre en el cuello —dije viendo una de las manchas que habían quedado en su piel.

Llevó su mano a él para tratar de limpiarse, pero resultó inutil, estaba limpiando el lugar equivocado. Me reí de él, sin malas intenciones, sólo se me hizo algo tierno y bobo. Se dio cuenta de eso y me quedó mirando de mala gana. 

Mordí mi labio inferior tratando de contener mis ganas de reír, pero estas terminaron ganándome.

—¿Ahora que hice? —abrió la boca formando una pequeña "o" con su boca —¿No tengo nada verdad? Te estás burlando.

Dejé salir una risilla nasal y moví mi cabeza de lado a lado. Estiré la manga de mi sueter y cubrí mi puño con ella.

—¿Puedo? —dije levantándola.

Me miró con duda en su rostro, pero terminó cediendo ante mi irresistible sonrisa.

Me levanté de la silla y fui hacia él para poder limpiar la sangre de cerca. Era sorprendente como  incluso sentado me superaba en tamaño. Acerqué mi manga a su cuello, pero ese estúpido se movía demasiado. Me frustré y chasqueé la lengua justo antes de sujetar su cabeza con la otra mano para que se quedara quieto. 

—Que agresiva... —murmuró. Lo miré con mala cara de reojo.

Con los ojos bien puestos en la sangre, acerqué mi manga a su cuello y pasé la tela suavemente por su piel. Tuve que pasarla unas cuantas veces, pero finalmente logré que quedara limpio.

—¿Lo ves? —miré la mancha de sangre que ahora cubría mi sueter y sonreí un poco — Sí tenías sangre. 

Extendí mi brazo para que viera que no estaba jugando y levanté la cabeza para poder ver su reacción.

—¿La ves o no? —interrogué. Suhyeok alternó la vista entre la sangre y yo, pero se quedó callado —¿Hola? De verdad que eres un... fasti... dio...

Me di cuenta de que su atención ya no estuvo más en la sangre en mi mano, sino sólo en mí.

—Oye... —susurré frunciendo un poco el ceño—¿Todo en orden? 

Su respiración se hizo pesada y sus ojos se cruzaron directamente con los míos. Escaneó mi rostro a detalle, tomándose el tiempo de analizar cada cosa en él. 

 ¿Era mi imaginación o cada vez su rostro estaba más cerca al mío? 

Mis latidos comenzaron a acelerarse y sentí como los nervios se me acumularon en la garganta. Bajé lentamente el brazo que tenía en alto e instintivamente me acerqué más a él, era como si no pudiera controlar mis movimientos. Aún así, mis nervios estaban presentes.

—Una vez... —suspiré en un hilo de voz con la respiración agitada—Una vez le... robe un... un lapiz a... 

A Suhyeok le importó poco o nada lo que acababa de decir, estaba muy concentrado viendo mis labios como para haberme escuhcado. Acercó más su rostro, hasta el punto en que logré sentir la calidez de su aliento en mi piel. ¿Estaba apunto de pasar lo que creía que iba a pasar...? 

Cerré los ojos y me acerqué un poco más a él, haciendo que nuestras narices llegaran a rozarse entre sí. Relamió sus labios y sentí una de sus manos sostenerme suavemente por la cintura, pegando mi cuerpo al suyo.

Tragué grueso ante lo que estaba frente a mí, pero antes de cometer el error más grande de mi existencia, alguien abrió la puerta.

Suhyeok y yo nos separamos de inmediato, casi como un reflejo. Pretendimos hacer cualquier otra cosa; Suhyeok se bajó de la mesa y rascó su nuca, yo me crucé de brazos y volteé a ver la pared. 

Ya saben que eso de disimular no es mi fuerte.

—Chicos, tenemos que... —Woo-Jin se quedo quieto al ver nuestra tan extraña forma de actuar. Entrecerró los ojos y alternó la vista entre ambos con sospecha —¿Qué está pasando por aquí?

—¿Aquí? —tartamudeó Suhyeok —No está pasando nada aquí.

—Nada de nada —forcé una sonrisa —Sólo estábamos... discutiendo sobre... Estabamos discutiendo, sabes que siempre discutimos —sacudí la cabeza humedeciendo un poco mis labios.

Woo-Jin alzó una ceja y se cruzó de brazos en un tono un poco travieso, él sabía que estábamos mintiendo. Me puse nerviosa y no tuve una mejor idea que darle un golpe en el abdomen a Suhyeok. 

—Auch —dijo él llevando su mano al lugar del golpe —¿Por qué hiciste e...?

—¿Lo ves? —miré a Woo-Jin y encogí los hombros —Peleando.

Nos miró a los dos de la cabeza a los pies.

—Bien hecho Romeo —le dijo a Suhyeok antes de dejar del salón.

La puerta se cerró tras de él y el silencio y la tensión entre Suhyeok y yo estuvo a punto de hacerme explotar el cerebro. Tosí creyendo que eso aligeraría el ambiente. ¿Adivinen qué? No funcionó. 

Me abracé a mí misma y acomodé mi cabello tras la oreja evitando a toda costa hacer contacto visual con Sin Calcetines. 

—Yo... creo que iré para allá —señalé la salida. 

Di vueltas en mi lugar por un rato, hasta que finalmente decidí caminar hacia la puerta, claro que estamos hablando de mí, y mi torpeza siempre encontraba la forma de hacerme quedar en ridículo. Me golpeé la rodilla con la punta de la mesa, y nada suave.

—Carajo —maldije en un susurro levantando mi pierna y retorciendome de dolor allí mismo.

—¿Estás bien? —Suhyeok intentó acercarse a ayudarme.

—No es nada, estoy perfectamente perfecta —reí incómoda —Mejor que nunca. ¡Woohooo! Sí... ahora sí me iré.

Di algunos brinquitos hasta llegar a la puerta, la cual traté de empujar y no se abrió, porque su querida servidora se había olvidado de que esta sólo se abría hacia adentro. 

Que horrible.

Hice una mueca de "¡maldición! para mí misma y luego jalé la puerta para irme de allí antes de que otra cosa vuelva a pasarme.

Al verme salir, supongo que todos notaron la palidez de mi rostro y mi cara de traumada, porque me siguieron con la mirada hasta que finalmente llegué hacia la ventana y me apoyé en ella.

Mi rodilla dolía mucho.

Escuché a Suhyeok salir del salón, peor no fui capaz de girarme para verlo a la cara. 

—¿Qué pasó allá adentro? —oí a Woo-Jin murmurar.

—Cállate —susurró Suhyeok.

—Pero dime —insistió Woo-Jin.

Suhyeok hizo una pausa.

—Nada importante.

Nada importante.

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[NOTA]

¿Qué creen que pasará ahora?

Les juro que no pude dejar de sonreír mientras escribía todo esto,  incluso ahora sigo en ese plan ajskdjask.

Falta poco para el final del primer acto. ¿Qué creen que les depare a Hana y Suhyeok el segundo?

La historia llegó a 100k de leídas y se siente como algo imposible. Es la primera vez que algo que escribo alcanza esa cifra y de verdad es muy lindo :*

Si les gustó voten y comenten.

Nos vemos en el próximo capítulouuuuu 

Lxs amo.

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