capítulo i
capítulo i - los cuervos
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LA MÚSICA, VOCES Y EL CARACTERÍSTICO OLOR A ALCOHOL llenó los sentidos de Raina por completo cuando entró en el Club Cuervo. No había tenido problema alguno en entrar al formar parte de los Despojos, una de las bandas criminales de Ketterdam, todos allí la conocían sabiendo perfectamente la fama de interrogadora que tenía dentro de los cuervos. No había ninguna otra persona como ella y Kaz Brekker lo sabía.
El joven criminal la había observado llegar ajustándose la manga del abrigo negro con capucha que cubría la camisa con corsé oscura y la mayor parte de los pantalones de vestir color vino que vestía ese día. Se movía entre la gente con gran facilidad y notó cómo se acercaba a una de las mesas de juego, específicamente en la que su mejor tirador se encontraba.
Cuando Raina entró en el lugar tenía intención de dirigirse a la parte superior del local para reportar a su jefe pero cruzando miradas con su amigo y compañero de trabajo, Jesper Fahey, supo que se traía algo entre manos y tomó su guiño como una invitación a unirse a la diversión. Observaba una moneda que un grandullón de su mesa sacó para pagar otra ronda y el tirador comentó cómo habían estado estafando a otros casinos con monedas falsas, entonces la mujer supo cuáles eran sus verdaderas intenciones.
―Venga hombre, llevo horas aquí. ¿Queréis mi dinero o no?
Raina se colocó detrás del hombre y apoyó sus manos en ambos hombros. Este al notar manos con guantes femeninas entornó una sonrisa con picardía, aunque al ver a quién pertenecían la cambió de inmediato tragando saliva.
―¿Hay algún problema por aquí, chicos?
―Estamos a punto de averiguarlo, Rai. Una moneda de estas aguantaría un disparo, pero una falsa...
Lanzó la moneda al aire y con gran destreza y rapidez disparó atravesando la moneda con un tiro limpio. Cuando esta calló en la mesa de juego el hombre se removió incómodo en su sitio
―Te pillé.
Jesper se levantó de su sitio guardando su pistola con estilo mientras los ojos de su compañera buscaban a los de seguridad para que se llevaran al estafador que tenía delante.
―Chicos, si no os importa acompañarlo a la salida...
―¿Y qué demuestra eso? ¡Eh, esperar! ¿Pero qué hacéis? ¡Soltadme!
Raina agradeció a los dos hombres que se lo llevaron a rastras y notó que el chico Fahey iba a coger todo el dinero que quedaba en la mesa pero un bastón muy conocido para ellos dos se lo impidió.
―No armes barullo en la mesa, Jesper―le lanzó una mirada de reproche con la mandíbula tensa.―Espanta a los bobos.
―Perdón, jefe.
―Deberías estar en la puerta.―Desvió la vista centrándose en la mujer presente―Raina, espérame en mi despacho, subo ahora.
―Sí, voy en seguida.
Esta subió las escaleras viendo como el joven Brekker era interceptado por otro hombre y sabiendo perfectamente que era por asuntos de trabajo (cuándo no) siguió sin él y lo esperó en su despacho. Pasando delante de la última adquisición artística, un paisaje de Ravka, dejó su gabardina en una silla y esperó apoyada en el borde del escritorio. A los minutos escuchó la puerta abrirse y el sonido del bastón contra la madera del suelo se hizo presente dando la bienvenida a su dueño.
El líder de los cuervos puso el cerrojo de la puerta y quitó su chaqueta dejando a un lado el bastón para después sentarse delante de la Empática, la cual dejó su posición para quedar recta frente la mesa.
―¿Cómo ha ido el día? ¿Alguna novedad?
―Nada fuera de lo común, aunque he oido rumores de que Pekka Rollins puede tener un posible trabajo nuevo. Lo más probable es que Inej pueda confirmarlo o desmentirlo.
―¿Y tú? ¿Cómo estás?
Ese tipo de preguntas eran de las que solo realizaba en privado, cuando dejaba de un poco su lado de "jefe mafioso" como a la chica le gustaba llamarlo cuando él no la escuchaba. Ella era consciente de lo difícil que era para el manos sucias bajar la guardia y lo comprendía, sabiendo el estilo de vida que tenían, pero entre sus palabras filosas y tono demandante lograba ver preocupación por sus cuervos, espceialmente si se trataba de los más cercanos como Inej o ella, incluso Jesper a pesar de regañarle nueve de cada diez veces.
―¿Yo? Perfectamente, estaba lloviendo bastante y me he mojado un poco en el camino de vuelta pero nada que un baño pueda arreglar.
―Creo que ambos somos conscientes que no me refería a eso, quítate los guantes.
Y ahí estaba, así era como funcionaban las cosas. Kaz pediría inspeccionar sus brazos en busca de alguna señal de debilitamiento. Cuando un grisha no utilizaba sus poderes, o como lo llamaban en Ravka, la pequeña ciencia, empezaban a salir venas negras por todo su cuerpo, la piel se apagaba y el cabello perdía su brillo, entre otros síntomas. Y Raina intentaría retrasarlo y esquivarlo por la mayor parte del tiempo porque no le gustaba emplear su habilidad, prefería alargar el deterioramiento de su cuerpo si eso significaba no tener que sentir las emociones de los demás.
―Kaz, estoy bien, no hace falta que te preocupes.
Pero Kaz Brekker no aceptaba un no por respuesta cuando se trataba de su salud y seguridad.
―Raina, los guantes, por favor.
Resoplando por lo bajo sabiendo el sermón que iba a recibir (como siempre ocurría), deslizó la sedosa tela de sus dedos para dejar los guantes sobre el escritorio. El hombre se levantó de la silla y con la barrera de cuero negro que proporcionaba los guantes de él, la agarró con una suavidad que sorprendería a muchos por las muñecas y las giró dejando a la vista unas venas negras que realizaban un recorrido por los antebrazos hasta desembocar en las palmas de sus manos.
La intensa mirada de Kaz buscaba encontrarse con la suya en busca de una explicación, pero realmente no era necesario, él la conocía demasiado bien y eso la hacía sentirse expuesta. No obstante, él quería oirla intentar justificarse.
―No es tan grave como parece, apenas me duele, solamente tengo el cuerpo cansado.
Sintió como el agarre se aflojaba y Kaz apoyaba ambas manos en el escritorio apartando una pila de documentos que estaban en medio.
―Hace casi un mes desde la última vez que empleaste tus poderes, 26 días para ser exactos. Mañana me encargaré de que los chicos te dejen a alguien que requiera de tus dotes.
―No es necesario, Jesper siempre se ofrece para ayudarme y no hace falta buscar a nadie para esto.
Y eso era cierto, el moreno siempre estaba dispuesto a ayudarla y, en parte, no era un impedimento para ella emplear sus habilidades con él, sus emociones solían ser positivas e irradiaba desafio y optimismo, pero la joven Fiala no poseía el control completo de su lado grisha por lo que no quería arriesgarse a que ocurriera otro accidente y, esta vez, con una persona cercana a ella.
Por eso mismo el líder de los Despojos la llevaba ante hombres y mujeres que interferían en los asuntos del club y de los cuervos o personas para que él consiguiera la información que necesitaba y ella no tuviera miedo ni se sintiera mal a la hora de usar sus poderes. Era una buena inversión ante los ojos de Kaz, así mataban dos pájaros de un tiro.
―Mañana a esta hora nos iremos a resolver unos asuntos juntos y me ayudarás a conseguir la información que busco.
―Puedes llevarte a cualquier matón del club contigo, ¿por qué yo? Puedo buscar a cualquiera para revitalizarme y terminarás antes tus asuntos con Inej, sabes lo persuasiva que puede llegar a ser con sus cuchillos.
La gélida brisa que procedía de la ventana abierta le hizo saber a ambos que ya no estaban solos, Kaz no se movió ni un solo milímetro ni tampoco despegó sus ojos de ella. Pero Raina se cruzó de brazos apartando la vista de su jefe, su mirada le hacía olvidar cómo se respiraba o hablar. Ese era el efecto que lograba el hombre trajeado en la mujer.
―No necesito una razón, quiero que vengas conmigo, tú y nadie más. ¿Qué quieres oir? ¿Que no me fio de ti cuando hablamos de tus poderes grisha? Porque eso ya lo sabemos los dos. Trabajas para mí y no te estoy pagando para que mueras por culpa de tu insensatez, solo tengo lo mejor de lo mejor y tú, querida, necesitas funcionar en óptimas condiciones.
Claro que tengo una razón, quería gritar, uno de los dos tiene que ser egoísta y dar el paso para que no te marchites y mueras. Uno de los dos tenía que ser el malo de la historia y elegir a alguien que cayera en las redes del tacto mágico de la Empática, con la posibilidad de entrar en un estado del que no podría salir o recibir un dolor insoportable. Tenía que ser uno de los dos, pensaba Kaz, y preferiría hasta el día de su muerte ser él el que asumiera la carga.
Sus palabras habían sido duras y una presión se creó en el pecho de la castaña al escucharlas, al fin y al cabo, ella no dejaba de ser una inversión más, un peón en el tablero de juego que era Ketterdam. Una pieza que, empleada correctamente podría hacerle ganar la partida a Brekker. Y no importaba lo que sintieran o hubieran vivido juntos en los últimos años. En las vidas que llevaban, o ganabas o morías.
Estoy muy emocionada de poder publicar el primer capítulo de esta historia, espero que os gustara mucho. La verdad es que me gustó muchísimo la primera temporada de la serie y me encantó la dinámica de los cuervos por lo que espero hacerles justicia y ser fiel a sus personalidades. También espero no haber sido muy confusa a la hora de describir los poderes de Raina pero creo que el prólogo los explica bastante bien.
No esperéis un romance rápido entre Kaz y Raina porque van a ir despacio a pesar de conocerse desde hace años. Su estilo de vida, problemas personales y diferencias complican su comunicación y les costará admitir sus sentimientos (a uno más que a otro desde luego).
Por otro lado, Jesper y Raina son brotp completamente, se puede ver un poco de su dinámica y solamente con esa escena ya se han ganado mi corazón.
Inej y Raina son un dúo poderoso que todavía no ha aparecido en este capítulo pero os prometo que saldrán en el siguiente juntas, tengo muchos planes para esta amistad.
Decidí cortar el capítulo aquí para que no se alargara demasiado (tiene casi 2.000 palabras) y el primer acto tenga más de diez capítulos. Ojalá os guste de todo corazón este primer capítulo y no dudéis en votar y comentar, me encanta leer vuestras reacciones y opiniones (siempre con respeto) del capítulo, partes específicas y personajes... Os leo y respondo por comentarios, hasta el siguiente capítulo y gracias por darle una oportunidad a mi historia.
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